• johned@aibi.ph

 

Batalla

Por El Cuerpo

 

 

 

 

Este manual es un de los cursos de varios módulos del plan de estudios que lleva a los creyentes de la visualización a través de la delegación, multiplicación, organización, y movilización para lograr la meta de evangelización.

 

Para informaciones adicionales sobre los cursos escriba a:

 

 

 

 

Harvestime International Institute

Instituto Internacional Tiempo de Cosecha

3092 Sultana Dr.

Madera, California 93637,

USA

© Harvestime International Institute


CONTENIDO

 

Sugerencias Para Estudio En Grupo, 4

Introducción, 5

Objetivos, 7

 

PARTE UNO: LA BATALLA POR EL CUERPO

 

1. Reinos en Conflicto, 9

2. Un Llamado a las Armas, 19

3. Antes de la Batalla, 25

 

PARTE DOS: EL ATAQUE

 

4. La Fuente de Enfermedad, 32

5. Las Razones Para la Enfermedad, 38

6. Los Tipos De Enfermedad, 44

7. El Resultado Final De la Enfermedad, 48

 

PARTE TRES: EL CONTRAATAQUE

 

8. La Base Bíblica De La Sanidad, 53

9. Los Propósitos De La Sanidad, 76

10. Los Dones De Sanidades, 81

 

PARTE CUATRO: DESAFÍOS A VENCER

 

11. Las Tradiciones de los Hombres, 88

12. Un Aguijón En La Carne, 98

13. Las Preguntas Sin Respuestas, 103

 

PARTE CINCO: LAS ESTRATEGIAS PARA SANAR

 

14. Ministrando Sanidad, 117

15. Continuación Del Ministerio de Sanidad, 126

16. La Sanidad Última, 132

 

PARTE SEIS: LAS ESTRATEGIAS PARA LA LIBERACIÓN

 

17. "A Quien Satanás Ha Tenido Atado”, 139

18. Ministrando La Liberación, 151

19. La Continuación del Ministerio de Liberación, 162

 

PARTE SIETE: LAS ESTRATEGIAS PARA LA LIBERACIÓN

 

20. Guerreros Sanos, 166

 

Conclusión, 178

 

Apéndice A: Análisis de Diagnóstico, 180

 

Apéndice B: La Base Bíblica De la Sanidad Y Liberación, 184

 

Apéndice C: Formulario de Análisis, 209

 

Respuestas a la sección “Prueba Personal”, 211

 

SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO EN GRUPO

 

PRIMERA REUNIÓN

 

Abriendo: Abra con oración e introducciones. Conozca y matricule a los estudiantes.

 

Establezca los Procedimientos Del Grupo: Determine quién conducirá las reuniones, el horario, lugar, y fechas para las sesiones.

 

Alabanza Y Adoración: Invite la presencia del Espíritu Santo en su sesión de entrenamiento.

 

Distribuya los Manuales A los Estudiantes: Introduzca el título del manual, formato, y objetivos del curso proporcionados en las primeras páginas del manual.

 

Haga La Primera Tarea: Los estudiantes leerán los capítulos determinados y harán la prueba personal para la próxima reunión. El número de capítulos que usted enseñará por sesión dependerá del tamaño del capítulo, contenido, y de las habilidades de su grupo.

 
LA SEGUNDA Y REUNIONES SIGUIENTES

 

Abriendo: Ore. Dé las bienvenidas y matricule a cualquier nuevo estudiante. También dales un manual. Vea quien está presente o ausente. Tenga un tiempo de alabanza y adoración.

 

Revisión: Presente un breve resumen de lo que usted enseñó en la última reunión.

 

Lección: Discuta cada sección del capítulo usando los TÍTULOS EN LETRAS MAYÚSCULAS Y EN NEGRITO como un esbozo de la enseñanza. Pida a los estudiantes que hagan preguntas o comentarios sobre lo que ellos han estudiado. Aplique la lección a las vidas y ministerios de sus estudiantes.

 

Prueba Personal: Repase con los estudiantes la prueba que ellos han completado. (Nota: Si usted no quiere que los estudiantes tengan el acceso a las respuestas, usted puede quitar las páginas con las respuestas en la parte final de cada manual).

 

Colocando en Acción: Usted puede hacer esta sección en una base individual o en grupo.

 

Examen Final: Si su grupo está matriculado en este curso para los créditos y Diploma usted recibió un examen final con este curso. Reproduzca una copia para cada estudiante y administre el examen en la conclusión de este curso.

 


CURSO: LA BATALLA POR EL CUERPO

 

 

INTRODUCCIÓN

 

La Iglesia Primitiva vio su experiencia espiritual por lo que se refiere a la guerra. La terminología militar se usa a lo largo del Nuevo Testamento. Protección se vio en la armadura de Dios. La Palabra de Dios se comparó a una espada. Los ataques de Satanás se llamaron flechas ardientes. La fe era la “buena milicia” y se dijeron a los creyentes que guerrearan una “buena batalla”. La Iglesia Primitiva conocía que ella estaba comprometida en una intensa lucha espiritual.

 

La Biblia declara que el pueblo de Dios es destruido debido a la falta de conocimiento (Oseas 4:6).

 

Una de las áreas en que se derrotan los creyentes debido a la falta de conocimiento es en esta guerra invisible. Hay una gran guerra emprendiéndose en el mundo hoy. No es un conflicto entre naciones, tribus, o líderes gubernamentales. No es una rebelión o golpe. Es una batalla invisible importante en el mundo del espíritu.

 

La vida cristiana es la guerra. Lo más pronto nosotros reconocemos y nos preparamos para ella, lo más pronto nosotros experimentaremos la victoria. Un aspecto de esta guerra invisible atinge el alma y el espíritu del hombre.

 

El Instituto Internacional Tiempo de Cosecha tiene un curso titulado “Estrategias Espirituales: Un Manual De Guerra Espiritual” que enfoca en esta porción de la guerra invisible.

 

Pero hay otra parte de esta guerra que se manifiesta en el reino físico. En este curso nosotros la llamamos de la “Batalla Por El Cuerpo”. Satanás tiene por objetivo atingir los cuerpos físicos de los creyentes porque él sabe que los guerreros débiles y enfermizos no pueden emprender una batalla eficaz contra su reino.

 

Lucas 14:31 dice, “¿O qué rey, que sale a hacer guerra contra otro rey, no se sienta primero y consulta si puede salir con diez mil al encuentro del que viene con veinte mil?” Nadie debe entrar en la batalla en la vida sin un examen cuidadoso de sus recursos y desarrollo de estrategias de batalla.

 

En este curso nosotros estamos haciendo una evaluación cuidadosa de las estrategias disponibles para ganar la guerra contra Satanás en la batalla por su cuerpo. Usted aprenderá a batallar por su cuerpo físico y ministrar estas verdades a otros guerreros heridos en el ejército de Dios.

 

EL MANUAL

 

Este manual es dividido en siete secciones:

 

PARTE UNO: LA BATALLA POR EL CUERPO discute la guerra invisible entre el reino de Dios y el Reino de Satanás. Contiene un llamado a las armas para la batalla y provee la preparación preliminar a la guerra.

 

PARTE DOS: EL ATAQUE discute la fuente, razones, tipos, y el resultado final de la enfermedad.

 

PARTE TRES: EL CONTRAATAQUE presenta las estrategias para derrotar al enemigo mientras usted gana entendimiento de la base bíblica de la sanidad, los propósitos de la sanidad, y los dones de sanidades.

 

PARTE CUATRO: DESAFÍOS A VENCER trata con los desafíos difíciles de la sanidad y del ministerio de liberación incluso las tradiciones de los hombres, el aguijón en la carne de Pablo, y las preguntas sin respuestas.

 

PARTE CINCO: ESTRATEGIAS PARA SANAR arma usted con las estrategias para ministrar la sanidad, la continuación del ministerio de sanidad, y la sanidad última.

 

PARTE SEIS: ESTRATEGIAS PARA LIBERACIÓN enfoca en el ministerio de liberación en las lecciones “A Quien Satanás Ha Tenido Atado”, “Ministrando la Liberación” y “La Continuación del Ministerio de Liberación”.

 

PARTE SIETE: LA VIDA DEL REINO contiene estrategias preventivas y curativas de la Palabra de Dios para permitirle ser un guerrero sano, uno que está sanado en el cuerpo, alma, y espíritu, y preparado para la batalla.

 

EL APÉNDICE de este manual proporciona estudios bíblicos adicionales sobre la sanidad y el ministerio de liberación y un formulario de análisis para habilitar el estudio adicional de las Escrituras sobre el asunto. También incluye una análisis de diagnóstico para usar cuando usted busca o ministra la sanidad.

 

LAS LECCIONES

 

Cada lección en este manual está organizada como sigue:

 

OBJETIVOS: Éstas son las metas que usted debe lograr estudiando la lección.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR: Ésta es una promesa especial de sanidad de la Palabra de Dios para usted memorizar y reivindicar para su vida.

 

INTRODUCCIÓN: La introducción proporciona una apreciación global del contenido del capítulo.

 

LECCIÓN: Ésta es la sesión de instrucciones militares para el capítulo. Una sesión de instrucción es un tiempo antes de la batalla que proporciona la información necesaria para emprender una guerra eficaz.

 

PRUEBA PERSONAL: La prueba personal lo examina cuanto a los conceptos importantes de la lección.

 

COLOCANDO EN ACCIÓN: La Biblia dice para “colocar en acción su propia salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12 – Traducción del Original). Como usted aprenderá en este curso, sanidad es parte de la salvación proporcionada a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Fe y obras siguen juntas. La fe sin las obras está muerta, así como las obras sin la fe es inútil (Santiago 2:17-26).

 

En la sección titulada “Colocando en Acción” usted tomará los conceptos enseñados en la lección y los aplicará personalmente. Ésta es una parte importante de la lección. Si usted está enfermo, esto se diseña para ayudarle a recibir su sanidad. Si usted está ministrando  a alguien que está enfermo, primero comparta el contenido de la lección con él y entonces “colocaran en acción” para ayudarle a recibir la sanidad.

 

¿USTED ESTÁ LISTO?

 

Exponer el enemigo y sus estrategias es una de las mayores revelaciones de la Palabra de Dios. Este manual no es de manera alguna un estudio exhaustivo de la sanidad y liberación, pero es un análisis bíblico con profundidad. Como en la guerra natural, la habilidad en la batalla por el cuerpo es progresiva y desarrolla mientras usted entra en la zona del combate y empieza a luchar.

 

 

OBJETIVOS DEL CURSO

 

Al concluir este curso usted será capaz de:

 

n       Demostrar entendimiento de los reinos natural y espiritual.

n       Definir “guerra espiritual”.

n       Identificar la razón para la guerra invisible.

n       Declarar el principio básico para la comprensión de la guerra espiritual.

n       Definir “sanidad divina”.

n       Distinguir entre sanidad y liberación.

n       Explicar cómo sanidad y liberación se relaciona a la comisión para alcanzar el mundo con el Evangelio.

n       Identificar la fuente de la enfermedad.

n       Explicar las razones para la enfermedad.

n       Identificar los tipos de enfermedad.

n       Listar los resultados finales de la enfermedad.

n       Resumir la base bíblica de la sanidad.

n       Listar los propósitos de sanidad.

n       Entender y usar los dones de sanidades.

n       Responder a las tradiciones de los hombres con respecto a la sanidad.

n       Tratara con las cuestiones sin respuestas con respecto a la sanidad.

n       Ministrar y recibir la sanidad.

n       Ministrar y recibir la liberación.

n       Preparar las personas para la sanidad última.

n       Conducir ministerios de acompañamiento para la sanidad y liberación.

n       Resumir las directrices para vivir como un guerrero sano.

n       Empeñarse en la guerra eficaz en la batalla por el cuerpo.

 


PARTE UNO

 

LA BATALLA POR EL CUERPO

 

Hay una gran batalla emprendiéndose en el mundo espiritual. Es una batalla personal interior entre la carne y el espíritu. Es una batalla social con las fuerzas malignas del mundo. Es una batalla espiritual con los poderes sobrenaturales malignos. También es una batalla física, con ataques lanzados contra su cuerpo que es el templo del Espíritu Santo.

 

En los tiempos del Antiguo Testamento, una trompeta se usaba para convocar el pueblo de Dios para batallar. Hoy, una convocación espiritual está sonando a lo largo de las naciones del mundo. Es una convocación a la guerra invisible. Es la convocación a las armas.

 


CAPÍTULO UNO

 

REINOS EN CONFLICTO

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir este capítulo usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Demostrar entendimiento de los reinos natural y espiritual.

n       Definir la palabra “rey”.

n       Definir la palabra “reino”.

n       Identificar los dos reinos espirituales.

n       Determinar a que reino usted pertenece.

n       Identificar las fuerzas espirituales del bien.

n       Identificar las fuerzas espirituales del mal.

n       Explicar lo que significa “guerra espiritual”.

n       Identificar la razón para la guerra invisible.

n       Declarar el principio básico para entender la guerra espiritual.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Diciéndole: --Si escuchas atentamente la voz de Jehová tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes, ninguna enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré a ti, porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Hay una gran guerra emprendiéndose en el mundo hoy. No es un conflicto entre las naciones, tribus, o los líderes gubernamentales. No es una rebelión o un golpe. Es una batalla invisible que tiene lugar en el mundo del espíritu. Este capítulo introduce la guerra invisible en que cada creyente está comprometido. Es una guerra dónde nadie lleva un uniforme, pero dónde todos somos un blanco. Los registros históricos y proféticos de esta guerra están en la Palabra de Dios, la Biblia.

 

LOS REINOS NATURAL Y ESPIRITUAL

 

Para entender esta guerra invisible, usted debe entender los mundos natural y espiritual primero.

 

El hombre existe en dos mundos: El mundo natural y el mundo espiritual. El mundo natural es lo que usted puede ver, sentir, tocar, oír o saborear. Es tangible y visible.

 

El país, la nación, ciudad o villa en la cual usted vive es parte del mundo natural. Usted es un residente en el mundo natural localizado en uno de los continentes visibles del mundo. Usted puede ver la gente que es parte de su ambiente. Usted puede comunicarse con ellos. Usted puede experimentar los paisajes, sonidos, y olores alrededor de usted.

 

Pero hay otro mundo en que usted vive. Ese mundo es un mundo espiritual. Usted no puede verlo con sus ojos físicos, pero es tan real como el mundo natural en que usted vive. En 1 Corintios 15:40, Pablo habla de esta división de natural y espiritual. Él dice que hay un cuerpo natural (terrestre) y hay un cuerpo espiritual (celestial).

 

Todos los hombres tienen un cuerpo natural que vive en el mundo natural, pero el hombre también es un ser espiritual con una alma eterna y un espíritu eterno. El hombre es cuerpo, alma, y espíritu. Su ser espiritual (alma y espíritu) es parte de un mundo espiritual así como su cuerpo natural es parte del mundo natural.

 

EL DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL

 

Porque la guerra espiritual simplemente es eso – espiritual – ella debe entenderse con una mente espiritual.

 

En nuestro estado natural, pecador, nosotros no podemos entender las cosas espirituales:

 

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

 

Es necesario usar el discernimiento espiritual para entender las cosas espirituales.

 

Quizás uno de los mejores ejemplos de discernimiento natural y espiritual está registrado en I1 Reyes capítulo 6. Registra la  historia de una batalla natural en la cual tropas de la enemiga nación de Siria  habían rodeado un pequeño pueblo llamado Dotán donde el profeta Eliseo se estaba quedando.

 

Cuando el siervo de Eliseo, Giezi, vio el gran ejército del enemigo sintió temor. Eliseo oró para que Dios abriera los ojos espirituales de Giezi para que él pudiera ver las huestes espirituales que los rodeaban y los protegían. En esta ocasión, Dios abrió los ojos espirituales de Giezi y le permitió ver visiblemente las fuerzas superiores de Dios alistadas para la batalla.

 

La historia de esta batalla en Dotán es similar a las condiciones espirituales en la Iglesia. Hay algunos, como Eliseo, que ven claramente dentro del reino del espíritu. Ellos saben que hay un conflicto que está ocurriendo, han identificado al enemigo, y reconocido las grandes fuerzas de Dios que aseguran la victoria. Hay otros como Giezi, que con un poco de aliento, serán capaces de abrir sus ojos espirituales y no serán  más temerosos o derrotados por el enemigo. Pero tristemente, hay muchas personas quienes, como aquellos en la ciudad de Dotán, están durmiendo espiritualmente. Ellos no saben incluso que el enemigo los ha rodeado y está posicionado para el ataque.

 

DOS REINOS ESPIRITUALES

 

Dentro de los reinos natural y espiritual de los cuales estamos hablando existen reinos separados que están gobernados por líderes naturales y espirituales.

 

Todos los hombres viven en un reino natural en este mundo. Ellos viven en una ciudad o en un pueblo lo cual es parte de una nación. Esa nación es un reino del mundo. Un reino natural es un territorio o pueblo sobre el cual un rey o líder político es el gobernante soberano. La Biblia habla de estos reinos naturales como los “reinos del mundo”. Los reinos del mundo han venido a estar bajo el poder y la influencia de Satanás:

 

“Otra vez lo llevó [a Jesús] el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,9 y le dijo: —Todo esto te daré, si postrado me adoras” (Mateo 4:8-9).

 

1 Juan 5:19 tristemente nos recuerda que “el mundo entero está bajo el control del maligno”.

 

Reinos espirituales:

 

En adición a los reinos naturales de este mundo hay dos reinos espirituales: el Reino de Satanás y el Reino de Dios. Cada persona viva es una residente de uno de estos dos reinos.

 

El Reino de Satanás consiste de Satanás, seres espirituales llamados demonios, y todos los hombres que viven en pecado y rebelión a la Palabra de Dios. Éstos, junto con el mundo y la carne, son las fuerzas espirituales del mal que obran en el mundo hoy.

 

El Reino de Dios consiste de Dios el Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, seres espirituales llamados ángeles, y todos los hombres que viven en justa obediencia a la Palabra de Dios. Éstas son las fuerzas espirituales del bien.

 

El Reino de Dios no es una iglesia denominacional. Las denominaciones son organizaciones de hechura humana de grupos de iglesias. Han sido establecidas con propósitos prácticos de organización y administración. Las denominaciones son organizaciones como los Bautistas, Asambleas de Dios, Metodistas, Luteranos, etc.  La Biblia nos habla de la verdadera Iglesia la cual no es una denominación u organización religiosa. La verdadera Iglesia está compuesta de todos aquellos que se han convertido en residentes del Reino de Dios.

 

En el tiempo presente en el mundo natural, el Reino de Dios existe individualmente dentro de cada hombre, mujer, niño o niña que haya hecho a Jesús el Rey de su vida. Existe comunitariamente en la verdadera iglesia y dondequiera que las personas hagan de este mundo el tipo de mundo que Dios quiere que sea. En el futuro, habrá una manifestación visible del Reino de Dios.

 

 

LA GUERRA INVISIBLE

 

La guerra espiritual invisible es una batalla que envuelve a todos los hombres y mujeres. Puesto que el Reino de Satanás es un reino espiritual...

 

“...porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).

La guerra espiritual no es una batalla natural entre la sangre y la carne. No es una batalla del hombre contra el hombre. No es una batalla visible. Es un conflicto invisible en el mundo del espíritu. Es una batalla dentro y alrededor del hombre. No es una guerra visible porque los espíritus están involucrados y aprendemos de Lucas 24:39 que un espíritu no tiene carne ni huesos.

 

La guerra espiritual es “multidimensional”, lo cual significa que es librada en diferentes dimensiones. Es...

 

1.      Una batalla social entre el creyente y el mundo: Juan 15:18-27

2.      Una batalla personal entre la carne y el espíritu: Gálatas 5:16-26

3.      Una batalla supernatural entre el creyente y los poderes sobrenaturales malignos: Efesios 6:10-27

 

Toda persona viva está comprometida en esta guerra, se de cuenta o no. No hay campo neutro. Los no creyentes están bajo el yugo del mal y han sido llevados cautivos por las fuerzas del enemigo. Son víctimas de la guerra.

 

Los creyentes han sido librados del enemigo mediante Jesucristo y son victoriosos, pero están todavía comprometidos en la guerra. El versículo llave de este capítulo indica que nosotros (todos los creyentes) combatimos contra fuerzas espirituales malignas.

 

“Combatir” implica contacto personal cercano. Ninguno está exento de esta batalla. Ninguno puede verla desde la distancia. Usted está en el medio del conflicto ya sea que lo reconozcas o no. Si no lo reconoces será mejor... usted está equivocado. La guerra del cristiano nunca cesa.

 

DONDE LA BATALLA HACE FUROR

 

La guerra invisible está siendo librada en la tierra:

 

“El ladrón [Satanás] no viene [a la tierra] sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

 

Satanás lucha para mantener el control de los reinos del mundo. Él no quiere que estén bajo la autoridad de Dios. La batalla también se efectúa dentro de los corazones, mentes, y almas de los hombres y mujeres. Satanás ciega las mentes de los hombres en áreas como la adoración, la Palabra, su caminar diario e su obra para Dios. La batalla también se da en su cuerpo físico lo cual Satanás ataca a través de enfermedades e dolencias.

 

COMO LA BATALLA EMPEZÓ

 

La batalla invisible empezó en el Cielo con un ángel nombrado Lucifer que fue originalmente un hermoso ángel creado por Dios y era parte del Reino de Dios. Lucifer  decidió que quería tomar el control del Reino de Dios. Usted puede leer de su rebelión en Isaías 14:12-17 y en Ezequiel 28:12-19. Usted estudiará sobre esto con más detalle después en este curso. Un grupo de ángeles se unió a Lucifer (ahora llamado Satanás) en su rebelión. Lucifer y los ángeles rebeldes fueron expulsados del cielo por Dios. Ellos formaron su propio reino sobre la tierra:

 

“Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón [Satanás]. Luchaban el dragón y sus ángeles” (Apocalipsis 12:7).

 

“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12:9).

 

Lucifer llegó a ser conocido como Satanás y los ángeles que lo siguieron en su rebelión como demonios. Los espíritus demoníacos pueden entrar, atormentar, controlar, y usar a los humanos que pertenecen al Reino de Satanás. Ellos motivan actos malignos que son  realizados por hombres y mujeres. Satanás dirige a sus demonios en sus actividades malignas. Él combina estas fuerzas poderosas con el mundo y la carne para batallar contra todo el género humano.

 

RAZONES DETRÁS DEL CONFLICTO

 

El hombre fue originalmente creado a la imagen de Dios y para la gloria de Dios             (Génesis capítulo 2). La guerra invisible contra el hombre comenzó con la primera tentación en el jardín del Edén (Génesis capítulo 3). Satanás hizo pecar a Adán y Eva. Esto resultó en que todo el género humano heredaría la naturaleza pecaminosa y realizara actos individuales de pecado conforme a esta naturaleza:

 

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12).

 

También resultó en la guerra invisible entre el hombre y las fuerzas del mal:

 

“Pondré enemistad entre ti [Satanás] y la mujer [género humano], y entre tu simiente [las fuerzas del mal] y la simiente suya [las fuerzas del bien representadas por el Señor Jesucristo]...” (Génesis 3:15).

 

A causa del pecado, el hombre fue separado de Dios y condenado a la muerte. Pero Dios amó al hombre tanto que ideó un plan especial para salvarlo del pecado:

 

“De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”  (Juan 3:16-17).

 

Mediante la fe en Jesús, la confesión y el arrepentimiento del pecado, los hombres y mujeres pueden ser liberados del poder del enemigo. La muerte y resurrección de Jesús no solamente resultó en la salvación del pecado. También derrotó al enemigo, Satanás:

 

“... Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).

 

¿Pero si Satanás está derrotado, porque entonces la guerra continúa? Seguido a cada guerra quedan siempre residuos de resistencia enemiga, tropas rebeldes que no se rendirán hasta que la fuerza los obligue a hacerlo. Aunque Jesús derrotó a Satanás, estamos viviendo en territorio todavía ocupado por las fuerzas enemigas de resistencia. Entender las estrategias de  guerra espiritual nos da la habilidad de tratar con estos poderes malignos.

 

Satanás está tratando de mantener a los hombres cautivos en el pecado. Mediante métodos engañosos está incitando a los hombres y mujeres a las lujurias de la vida pecaminosa. Él apunta a los afectos del alma y el espíritu los cuales legítimamente pertenecen a Dios:

 

“El ladrón [Satanás] no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

 

Satanás todavía quiere ser el gobernante supremo. Está librando una batalla intensa por el corazón, mente, alma y espíritu del hombre. Sus estrategias están dirigidas contra Dios, Su plan, y Su pueblo.

 

EL SIGNIFICADO DE LA GUERRA ESPIRITUAL

 

La guerra espiritual es el análisis de y la participación activa en la guerra espiritual invisible. Incluye el estudio de las fuerzas opuestas del bien y el mal, las estrategias de Satanás y las estrategias espirituales para vencer a Satanás. La guerra espiritual es más que un mero análisis de principios espirituales. Incluye la participación activa en la guerra mediante la aplicación de estas estrategias en la vida y el ministerio.

 

Una de las más efectivas estrategias de Satanás es mantener a los creyentes ignorantes  de sus engaños. Pablo dice que es importante conocer las estrategias de Satanás...

 

“... para que Satanás no saque ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11).

 

Debemos aprender todo lo que podamos sobre las estrategias de ataque de Satanás. Debemos también entender las bases bíblicas de la victoria sobre Satanás y las fuerzas del mal. Estamos llamados a un combate inteligente. Básico al entendimiento de la guerra espiritual es este principio llave:

 

Debes reconocer que todas las batallas de la vida, sean físicas, espirituales, emocionales, mentales, financieras o con personalidades humanas son solamente manifestaciones exteriores de una causa espiritual.

 

Aunque en el mundo natural los problemas pueden parecer ocurrir a través de circunstancias de la vida, la base  de estas batallas naturales está en el mundo espiritual. Lee la historia de Job (Job capítulos 1-2) que confirma este principio.

 

Hemos tratado de corregir los males de este mundo mediante la educación, legislación y un ambiente mejorado. No ha funcionado porque los males visibles de este mundo son el resultado de una causa espiritual subyacente. No pueden ser corregidos por medios naturales.


¿A QUÉ REINO USTED PERTENECE?

 

En el reino natural un rey es el soberano de un reino. Todo el territorio y el pueblo en el reino pertenecen a él. Tiene el poder de la vida y la muerte sobre sus sujetos. Lo mismo es cierto en el mundo espiritual. Usted es parte o del Reino de Dios o del Reino de Satanás.. O Dios o Satanás tiene el poder sobre su vida.

 

Una de las parábolas de Jesús ilustra que todos los hombres o son parte del Reino de Satanás o del Reino de Dios. Jesús comparó el mundo con un campo. La buena semilla en el campo eran los hijos del Reino de Dios. La mala semilla, la cual resultó en el crecimiento de malezas (cizañas), eran los hijos del maligno:

 

“El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo” (Mateo 13:38).

 

La gente entra en el Reino de Satanás mediante el nacimiento natural. La Biblia enseña que todos los hombres son nacidos en pecado. Esto significa que ellos tienen una naturaleza básica de pecado o la “semilla” del pecado dentro de ellos. Su inclinación natural es a hacer lo malo:

 

“En maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre” (Salmo 51:5).

 

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre [Adán] y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12).

 

“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

 

Puesto que  todos hemos nacidos con la naturaleza de pecado, todos en algún tiempo hemos sido parte del Reino de Satanás. Todos los que se mantienen pecadores continúan siendo parte del Reino de Satanás.

 

Todo el mensaje de la Palabra escrita de Dios, la Santa Biblia, es la apelación al hombre de trasladarse del Reino maligno de Satanás al Reino de Dios. Los hombres son nacidos dentro del Reino de Satanás mediante el nacimiento natural. Deben ser renacidos dentro del Reino de Dios a través del nacimiento espiritual. La entrada en el Reino de Dios es por la experiencia del nuevo nacimiento explicado en Juan capítulo 3.

 

Hay solamente dos divisiones en la guerra invisible. Jesús dijo, “el que no está de mi parte, está contra mi” (Lucas 11:23, NVI). Usted no puede ser neutral en esta guerra. Usted está de un lado u otro en esta guerra espiritual. Incluso algunos creyentes debido a su temor a la confrontación con el enemigo, tratan de ignorar la guerra y tratan de hacer una tregua con el enemigo. Piensan que si ignoran a Satanás, él no los molestará. Esta es una de las principales estrategias del enemigo. Él trata de dejar inmóviles a los miembros del ejército de Dios mediante sus tácticas de terror.

 

Pero no hay neutralidad en esta guerra. Usted es o una víctima o un vencedor. El “llamado espiritual a las armas” está sucediendo... ¿Usted está en el lado del bien o del mal? ¿Usted es parte del Reino de Satanás o del Reino de Dios? ¿A qué reino usted pertenece? ¿ Usted es víctima o vencedor en la guerra invisible?

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

 

2. ¿Qué dos divisiones se hacen en 1 corintios 15:44-49?

________________________________________

________________________________________

 

3. ¿Cuáles son los dos reinos invisibles en el mundo hoy?

________________________________________

________________________________________

 

4. Liste las fuerzas espirituales del mal.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

5. Liste las fuerzas espirituales del bien.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

6. Defina la palabra “rey”. 

________________________________________

________________________________________

 

7. Defina la palabra “reino”.

________________________________________

________________________________________

 

8. ¿Qué significa el término “guerra espiritual”?

________________________________________

________________________________________

 

9. ¿Cuál es la razón detrás de este gran conflicto espiritual?

________________________________________

________________________________________

 

10. ¿Cuál es el principio básico para comprender la guerra espiritual?

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. La Biblia dice para “colocar en acción su propia salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12 – Traducción del Original).

 

Sanidad es parte de la salvación proporcionada a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Usted puede preguntar, “¿Si se proporciona a través de la expiación, entonces cómo también se dice para “colocar en acción”?

 

Fe y obras van de manos dadas. La fe sin las obras está muerta, así como las obras sin la fe es inútil (Santiago 2:17-26). Usted debe ser un hacedor de la Palabra y no sólo un oidor.

 

La promesa de sanidad para esta lección revela que usted debe trabajar en cooperación con Dios en el área de salud física:

 

“Diciéndole: --Si escuchas atentamente la voz de Jehová tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes, ninguna enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré a ti, porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26).

 

En cada lección en este manual, la sección “Colocando en Acción” toma los conceptos enseñados y provee la oportunidad de ejercer su fe por la aplicación personal. Le ayuda a volverse un hacedor de la Palabra, no sólo un oidor.

 

Esta sección es una parte importante de la lección. Si usted está enfermo, se diseña para llevarlo paso a paso para recibir su sanidad. Si usted está ministrando a alguien que está enfermo, primero comparta el contenido de la lección con ellos y entonces completen esta sección juntamente para llevarlos a recibir la sanidad.

 

2. Lea la historia de Jesús y la mujer sirofenicia en Marcos 7:24-30. Éste relato revela que sanidad es el “pan de los hijos”. Esto significa que la sanidad pertenece a aquellos que son hijos del Reino de Dios. Dios sana a los incrédulos en misericordia para atraerlos a la salvación, pero sanar realmente es para los hijos de Dios.

 

Si usted necesita de sanidad, el primero paso es volverse un hijo de Dios. Usted debe arrepentirse de sus pecados y debe aceptar a Jesucristo como su Salvador personal y sanador. Si usted aún no ha hecho esto, haga esta oración:

 

Estimado Señor, yo sé que yo soy un pecador y yo reconozco y me arrepiento de mis pecados. Yo creo que Jesucristo es el Hijo del verdadero y viviente Dios y que Él es el camino, la verdad, y la vida. Yo acepto el sacrificio de Jesucristo y creo que Él murió por mí en la cruz. Perdóneme y límpiame de todos mis pecados. En el nombre de Jesús, Amén.

 

3. Un buen fundamento espiritual es necesario para emprender la guerra espiritual exitosa. Si usted es un nuevo creyente, obtenga el curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha titulado “Fundamentos De Fe”. 

 

4. ¿Usted siente que usted ha sido una víctima de la guerra invisible? ¿En qué áreas de su vida o ministerio usted siente que está perdiendo la batalla? Usted ha estado perdiendo la batalla en la...

 

___ ¿Esfera espiritual?

___ ¿Esfera emocional?

___ ¿Esfera física?

___ ¿Esfera mental?

 

Mientras usted estudia este manual, usted aprenderá las estrategias para ayudarlo en estas áreas.

 

5. Repase la historia en 2 Reyes 6 que se discutieron en esta lección. ¿Usted conoce personas como Giezi o aquellos en la ciudad de Dotán que están desprevenidos o temerosos de los ataques de Satanás en sus cuerpos físicos? ¿Cómo usted podría ayudarlos?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

6. Desde que la guerra espiritual tiene muchas dimensiones, usted debe guerrear personalmente contra el pecado, socialmente contra el mal en el mundo, y sobrenaturalmente a través del ministerio de sanidad y liberación. Empiece a orar sobre su parte en esta batalla espiritual. Si usted no está familiarizado con la guerra espiritual, estudie más sobre ella en el curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha titulado “Estrategias Espirituales: Un Manual De Guerra Espiritual”.

 

7. Estudie la Biblia entera como un manual de guerra espiritual. Ella es el registro histórico de la guerra espiritual, revocando las victorias y derrotas de las batallas del pasado. También es profética, revelando la guerra futura hasta el tiempo del conflicto final.


CAPÍTULO DOS

 

UN LLAMADO A LAS ARMAS

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar varios términos usados para sanidad.

n       Definir sanidad divina.

n       Distinguir entre sanidad y liberación.

n       Explicare cómo sanidad y liberación se relacionan a la comisión para alcanzar el mundo con el Evangelio.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Pero servirás a Jehová tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré las enfermedades de en medio de ti” (Éxodo 23:25).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

En los tiempos del Antiguo Testamento una trompeta se usaba para convocar el pueblo de Dios para batallar. Hoy, un llamado espiritual está sonando a lo largo de las naciones del mundo. Es un llamado a la guerra invisible. Es el llamado a las armas. Esta lección emite un llamado para usted moverse de una vida de derrota y esclavitud a una vida de victoria y libertad en Jesucristo.

 

DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

 

Hay muchos términos diferentes usados para la palabra sanidad:

 

Sanidad Psíquica: Esto término describe la mente sobre la materia, la brujería, Chamanismo, y las sanidades ocultistas.

 

Sanidad Sobrenatural: Hay fuentes de sanidades sobrenaturales de que no Dios, por esto nosotros no usaremos este término en nuestro estudio. Satanás puede realizar obras sobrenaturales (Éxodo 7:8-13).

 

Sanidad Médica: Este tipo de sanidad es ayudado por doctores, enfermeras, hospitales, y las remedios. Como nosotros aprenderemos, la sanidad médica legítima no está en conflicto con la Palabra de Dios, pero es una extensión de Su bondad.

 

Sanidad Natural: La sanidad que ocurre a través de los procesos naturales del cuerpo realmente es Dios en acción. Los procesos del cuerpo natural revelan Su naturaleza y Su gran artesanía en el cuerpo humano. La sanidad natural también incluye el uso de métodos naturales como dieta apropiada, vitaminas, reposo, etc.

(Nota: las sanidades médicas y naturales son en cierto sentido divinas, porque en la realidad es Dios que causa la sanidad)

 

Sanidad por fe: Este término es usado frecuentemente para significar sanidad por Dios. Nosotros no lo usaremos, sin embargo, porque tiende a enfocar la atención en la fe de quién ministra o del destinatario del ministerio.

 

Sanidad Divina: La Palabra “divina” enfoca la atención en Dios, no en las contestaciones de la fe por el hombre. También la distingue de las practicas de las sanidades sobrenatural y psíquica.

 

“Divina” significa que pertenece al único verdadero Dios y Su naturaleza, como revelado en Su Palabra, la Biblia Santa.

 

“Sanidad” significa curar o hacer entero. La sanidad puede incluir el alivio de las condiciones espirituales, físicas, emocionales, mentales, o demoníacas. Sanidad no es inmunidad a la enfermedad.

 

Nuestros cuerpos están en “proceso de decadencia” y abiertos a los ataques Satánicos con tal que nosotros estemos en este mundo. La sanidad divina es cuando el verdadero Dios revela Su naturaleza, cumple Sus promesas, y actúa en Su provisión de la expiación de Cristo curando a una persona y haciéndola sana en cuerpo, alma (mente, voluntad y emociones), y espíritu.

 

La sanidad divina puede ser instantánea (milagrosa) o gradual (un proceso). Aunque la sanidad milagrosa, instantánea demuestre la presencia divina y el poder de Dios más llenamente, la sanidad divina que ocurre como un proceso no es menos sanidad que aquellas que son instantáneas. (Vea a Marcos 8:22-25.)

 

SANIDAD Y LIBERACIÓN

 

Nosotros usaremos los términos “sanidad” y “liberación” intercambiablemente en este curso. Sanidad ministra al físico, emocional, y mentalmente enfermo, mientras la liberación trata de las condiciones físicas y mentales causadas por demonios.

 

Como usted aprenderá después en este curso, porque el hombre es cuerpo, alma, y espíritu condición mental causada por demonios puede producir una enfermedad física. Una enfermedad física puede llevar a la opresión mental demoníaca. Así aunque sanidad y liberación sean diferentes, ellas también están relacionadas debido a la naturaleza triuna del hombre.

 

EL LLAMADO A LAS ARMAS

 

LA Iglesia Primitiva vio su experiencia espiritual por lo que se refiere a la guerra. La terminología militar se usa a lo largo del Nuevo Testamento. Protección está en la armadura de Dios. La Palabra de Dios se compara a una espada. Los ataques de Satanás se llaman flechas ardientes. La fe es la buena milicia y se dicen a los creyentes que guerreen una buena batalla.

 

La vida cristiana es todavía una guerra. Satanás continúa batallando por el alma y espíritu del hombre. Él todavía ataca el cuerpo físico con enfermedad, dolencias, y esclavitud. Dios está llamando a Su pueblo al combate inteligente. El llamado está saliendo para los creyentes armarse con la Palabra de Dios y llevar cura y liberación a esta generación.

 

En los Evangelios en el Nuevo Testamento, Jesús nunca comisionó nadie para predicar el evangelio sin también ordenarle a ministrar sanidad y liberación. Él dijo que “Y cuando vayáis, predicad diciendo: 'El reino de los cielos se ha acercado.' Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. De gracia habéis recibido; dad de gracia” (Mateo 10.1, 7-8).

 

Mientras las multitudes venían para recibir sanidad y liberación, la cosecha espiritual empezó a multiplicarse tan rápidamente que nuevos obreros fueron necesarios. No demoró para que 70 más discípulos fuesen necesarios y enviados para predicar, enseñar, sanar y libertar.

 

Hay muchos nuevos métodos que pueden ayudar a extender el Evangelio. Ellos incluyen las cosas como prensas, computadoras, radios, televisiones, audio y video, y satélites.

 

Los nuevos métodos de transporte también ayudan las personas a viajar para extender el Evangelio rápidamente. Estas nuevas tecnologías son todo útiles pero el poder real del Evangelio todavía es interior. Por esto nosotros queremos decir que el poder está en el propio Evangelio. Esto es lo que la parábola de la levadura ilustra:

 

“Otra vez dijo: --¿A qué compararé el reino de Dios? Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó leudado” (Lucas 13.20-21).

 

Éste pasaje revela que la obra de Dios no procede con una gran cuantidad de clamor y publicidad. Usted puede esperar que el Reino se extienda por medios externos como sojuzgar ejércitos y conquistar continentes. Pero la diseminación del Reino de Dios es como un poco de levadura en una masa de pan. La levadura puede ser pequeña y oculta, pero ella tiene un potencial ilimitado. Como levadura, el poder del Reino no es externo, antes, él es interno.

 

El Evangelio del Reino de Dios se multiplicará para extenderse a lo largo del mundo entero debido al poder interior del Reino que es como el fermento en la masa de pan.

 

En otro ejemplo, Jesús comparó la diseminación del Evangelio del Reino de Dios a una semilla de mostaza:

 

“Por lo tanto, él decía: --¿A qué es semejante el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció y se convirtió en un árbol, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas” (Lucas 13.18-19).

 

Semejante a la manera como la levadura se esparce, una pequeña semilla de mostaza se desenvuelve para tornarse un gran árbol. Este ejemplo también ilustra la silenciosa, pero poderosa manera como el Reino avanza.

 

En una otra parábola, Jesús comparó la fe con la semilla de mostaza. Él dijo que nada es imposible mismo con una pequeña cuantidad de fe. Esto significa que la extensión  del evangelio no está limitado adonde las personas no tiene avanzadas tecnologías. Hasta mismo con una pequeña cuantidad de fe, el reino avanzará.

 

La mayor cosecha espiritual en la historia de la Iglesia aún permanece a ser recogida. Como en los tiempos del Nuevo Testamento, se segará a través de la demostración del poder de Dios en sanidad y liberación. Esto es por qué el Apóstol Pablo dijo:

 

“Ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Coríntios 2.4-5).

 

Cuando Él volvió al Cielo, Jesús les dio una gran responsabilidad a los creyentes para extender el Evangelio a las naciones del mundo:

 

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

 

Usted no puede cumplir la responsabilidad sin la autoridad. Jesús también dio Su autoridad a los seguidores para cumplir la responsabilidad. Esa autoridad incluye el poder sobre todo el poder del enemigo:

 

“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios,  hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos, y si llegan a beber cosa venenosa, no les dañará. Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17-18).

 

¿Usted está listo para responder al llamado espiritual a las armas y moverse de una vida de enfermedad, dolencia, y esclavitud a una vida de victoria en Jesucristo? ¿Usted está listo a ministrar en demostración del poder de Dios? ¿Usted está listo a batallar para el cuerpo físico? ¿Usted quiere ver el enfermo hecho sano y aquellos atados por los demonios liberados?

 

Éste es el ministerio de sanidad y liberación. No es sólo para los líderes denominacionales. No es sólo para los pastores y evangelistas. "Estas señales seguirán a los que creen”.

 

¿Usted es un creyente? En ese caso, usted, también, debe responder a este llamado espiritual a las armas.

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

 

2. Defina los siguientes términos usados para sanidad:

 

Sanidad psíquica:

________________________________________

________________________________________

 


Sanidad sobrenatural:

________________________________________

________________________________________

 

Sanidad médica:

________________________________________

 

Sanidad natural:

________________________________________

 

Sanidad por la fe:

________________________________________

 

3. Defina la sanidad divina.

________________________________________

 

4. ¿Qué diferencia hay entre sanidad y liberación?

________________________________________

 

5. ¿Cómo sanidad y liberación se relacionan a la comisión para alcanzar el mundo con el Evangelio?

________________________________________

 

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. “Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos, y si llegan a beber cosa venenosa, no les dañará. Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17-18).

 

¿Usted es un creyente?

________________________________________

 

¿En ese caso, están las señales siguiendo usted? ¿Está el enfermo sanándose y aquellos afectados por demonios siendo liberados?

________________________________________

 

Si no, ore para que mientras usted estudia este manual Dios le abra su corazón para recibir este ministerio de sanidad y liberación que es legítimamente suyo.

 


2. Si usted es pastor, evangelista, o maestro, considere estas palabras de Pablo:

 

“Ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Corintios 2:4-5).

 

Predicación y enseñanza sin poder resultan en hablar con “la sabiduría de los hombres” y encorajar la fe en el hombre en lugar de Dios. ¿Usted puede imaginar a Pablo pesquisando en los pergaminos ilustraciones cómicas para sus mensajes? ¿Usted puede imaginarlo gastando el tiempo de ministerio narrando historias cómicas de lo que pasó en Atenas o Corinto? ¿Usted puede visualizarlo planeando un programa dramático? Pablo sabía que no eran palabras persuasivas, sabiduría de los hombres, o entretenimiento que atraen los hombres a Dios. Es la demostración del Espíritu y poder. ¿Cómo su ministerio es medido?

 

3. ¿Usted necesita de sanidad o liberación? Estudie la definición de sanidad de nuevo:

 

“Sanidad divina es cuando el verdadero Dios revela Su naturaleza, cumple Sus promesas, y actúa en Su provisión de la expiación de Cristo curando a una persona y haciéndola sana en cuerpo, alma (mente, voluntad y emociones), y espíritu”.

 

Nuestra oración para usted es que antes de que usted concluya este curso, Dios habrá revelado Su naturaleza, cumplido Sus promesas, y a través de la provisión de la expiación de Cristo usted estará sano en el cuerpo, alma, y espíritu.

 


CAPÍTULO TRES

 

ANTES DE LA BATALLA

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Listar cuatro contestaciones comunes a la sanidad y liberación.

n       Resumir las advertencias dadas a los líderes que no ministran la sanidad.

n       Explicar la necesidad para la enseñanza apropiada con respecto a la sanidad y liberación.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Hijo mío, pon atención a mis palabras; inclina tu oído a mis dichos. No se aparten de tus ojos; guárdalos en medio de tu corazón. Porque ellos son vida a los que los hallan, y medicina para todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él emana la vida” (Proverbios 4:20-23).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Antes de que usted empiece su estudio de la sanidad y liberación es útil entender algunas de las actitudes actuales que usted enfrentará mientras usted empieza a ministrar en esta área. Con respecto a sanidad y liberación, muchos creyentes tienen...

 

IGNORADO:

 

Un teólogo repasó unas 87,125 páginas de los escritos teológicos en las bibliotecas de seminarios evangélicos. De estas páginas totales, había sólo 71 páginas consagradas a sanidad; 131 páginas a los milagros; y 85 páginas a las señales y maravillas. Cuando comparamos el número elevado de versículos consagrados a estos asuntos en el Nuevo Testamento con el número bajo de las páginas escritas sobre los mismos temas en la teología moderna, nosotros vemos una tendencia para ignorar el asunto en muchos círculos evangélicos modernos.

 

Algunos ignoran debido a las advertencias bíblicas contra los milagros falsos (Marcos 13:22-23). Ellos consideran esto como una advertencia sobre todos los milagros. Algunos creen en sanidad en la teoría, pero la ignora en la práctica. Otros la ignoran porque ellos no pueden contestar todas las preguntas asociadas con la enfermedad y el sufrimiento. Algunos ignoran la sanidad debido al miedo de fracaso. Nosotros  parecemos tener un doble patrón. Nosotros oramos confiadamente por las finanzas, sabiduría, etc., pero nosotros somos temerosos para orar por sanidad. Otros no comprenden cómo el racionalismo y el materialismo los han afectado. Muchos deben “ver para cree” y son consumidos con el mundo natural, materialista en lugar del sobrenatural.

 

NEGADO:

 

Algunas personas niegan que la sanidad y liberación sean para hoy porque ellas no tienen ninguna teología, modelo, práctica, o experiencia con ella. Los Evangelios contienen 26 relatos de sanidad física.

 

El libro de Hechos contiene cinco. La sanidad física se menciona en 1 Corintios 12:8-11 y 28-30.

 

Santiago 5:13-16 da instrucciones específicas sobre cómo orar por el enfermo.

 

No hay nada en las Epístolas que modifican lo que el Evangelio enseña sobre sanidad. Orar por el enfermo se tomó por cierto en el momento en que las Epístolas fueran escritas, y no hay ningún indicio que la sanidad divina era polémica en la iglesia primitiva.

 

COMPLICADO:

 

Muchas personas complican la sanidad y liberación con las tradiciones de los hombres contrarias a la Palabra de Dios. Usted aprenderá sobre algunas de estas tradiciones en la próxima lección.

 

Otros lo complican con la experiencia porque en el pasado ellos oraron por sanidad y no la recibieron. Pero nosotros debemos basar nuestras creencias en la Palabra de Dios, no en la experiencia (excepto dónde la experiencia apoya la Palabra). Modelos  equivocados de sanidad complican este problema para algunas personas pues ellas han observado cultos de personalidad, personas que sanan por dinero, decepción, y enfoque indebido en la sanidad física en lugar de la totalidad.

 

Sanidad y liberación también son complicadas por el desequilibrio. Cualquier verdad, no importa cuán válido, es enfatizada a la exclusión de otras verdades es un error práctico.

 

RETARDADO:

 

Algunas personas retardan en ministrar sanidad y liberación porque ellas no tienen las respuestas a todo. Ellas no entienden por qué algunos se sanan y otros no. (Usted estudiará más sobre esto en la próxima lección.)

 

No es necesario entender todo sobre sanidad para ministrar o recibirla ya que usted no entendía sobre la salvación cuando usted fue salvo y empezó a dar testimonio de a otros.

 

Algunas respuestas vendrán mientras usted ministra y experimenta el poder sanador de Dios. Otras preguntas nunca se contestarán. Si usted conociera entonces todos los “por qué” y “cómo” sobre todo, usted no necesitaría de Dios. La Biblia dice, “nosotros conocemos en parte”. La sanidad dice respecto a enfermedades y sufrimiento y habrá siempre misterios porque el misterio de iniquidad está en funcionamiento (2 Tesalonicenses 2:7).

 

LA NECESIDAD PARA LA ENSEÑANZA APROPIADA

 

Una revisión de las actitudes actuales hacia la sanidad y liberación ilustra por qué nosotros necesitamos de la enseñanza apropiada en este asunto. Muchos están destruyéndose físicamente y espiritualmente porque ellos no tienen conocimiento de lo

que la Palabra de Dios enseña con respecto a la sanidad:

 

“Mi pueblo es destruido porque carece de conocimiento...” (Oseas 4:6).

 

Sanidad (totalidad) es parte del Evangelio del Reino que nosotros somos comisionados a extender (Lucas 16:15-18). Jesús nos llamó a predicar, enseñar, sanar, y libertar.

 

Sanidad y liberación no deben omitirse, pero no se debe darlos énfasis a la exclusión de los otros dos.

 

La Biblia revela que nuestras iglesias deben ser centros de sanidad (Lucas 14:16-24). Nosotros debemos ver las personas sanadas en lugar de rechazadas:

 

“Y enderezad para vuestros pies los caminos torcidos, para que el cojo no sea desviado, sino más bien sanado” (Hebreos 12:13).

 

Como creyentes, es pecado si nosotros no compartimos las noticias buenas de sanidad y liberación con un mundo perdido y agonizante. La Biblia dice:

 

“Por tanto, al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, eso le es pecado” (Santiago 4:17).

 

Dios da algunas advertencias duras a los líderes que ignoran la sanidad:

 

“No fortalecéis a las ovejas débiles ni curáis a las enfermas. No habéis vendado a la perniquebrada, ni habéis hecho volver a la descarriada, ni habéis buscado a la perdida. Más bien, las habéis dominado con dureza y con violencia. Buscaré a la perdida y haré volver a la descarriada. A la perniquebrada vendaré, y fortaleceré a la enferma. Y a la engordada y a la fuerte guardaré. Las apacentaré con justicia” (Ezequiel 34:4,16).

 

EMPEZANDO CON LA ACTITUD APROPIADA

 

Mientras usted acercase al asunto de sanidad y liberación, usted necesita hacer esto con una actitud apropiada.

 

Usted debe dejar de lado las experiencias pasadas y las tradiciones en las cuales usted ha sido enseñado. Usted debe ser enseñable.

 

Una de las marcas de la sabiduría de lo alto es que está abierta a la razón (Santiago 3:17 – “complaciente”). Usted está espiritualmente en peligro cuando usted deja de ser enseñable.

 

Recuerde que el pecado de presunción es poner a Dios en su molde pequeño. Los amigos de Job pecaron vanidosamente de esta manera. La aplicación universal de la experiencia individual es errada. Empiece este estudio como si usted nunca haya oído las enseñanzas tradicionales de los hombres sobre él. Acepte lo que la Palabra de Dios dice: Si dice que usted se sana, créalo. Si dice para poner las manos sobre el enfermo, hágalo. Qué dice Dios que hará, espere que Él lo haga.

 

No busque fórmulas y métodos para recibir o ministrar la sanidad. La Biblia no da ninguna fórmula específica, aunque se revelan varios principios y nosotros trataremos de éstos. En lugar de buscar fórmulas, comprenda que el Sanador está dentro de usted. Busque aumentar su conocimiento de Él y su relación íntima con el Sanador.

 

Jesús y el Espíritu Santo habitan dentro de usted. Sanar no es algo que usted busca del exterior, pero algo que usted aprende a soltarlo del interior. Usted sólo está buscando entender los principios que liberan el poder dentro de usted.

 

EL MINISTERIO DE SANIDAD

 

Antes de usted empezar el ministerio de sanidad y liberación, usted debe saber que si usted está verdaderamente siguiendo el ejemplo del ministerio sanador de Jesús:

 

n       Usted será un siervo en lugar de un “señor”: Marcos 10:44.

n       Usted quedará cansado, no rico: Marcos 6:31; Juan 4:6; Hechos 3:6.

n       Usted encontrará incredulidad en otros: Marcos 13:58.

n       Usted experimentará persecución de los líderes religiosos: (Algunos de ellos son como los Fariseos... más preocupados con la ley y tradición que con la vida): Lucas 6:6-9.

n       Usted experimentará la persecución de los más íntimos a usted: Marcos 6:4 y  Mateo 13:58.

n       Usted evitará la publicidad en lugar de buscarla: Marcos 8:26; 17:36; Mateo 8:4.

n       Usted rechazará el lucro personal o beneficios materiales del poder de Dios: Hechos 8:18-

n       Usted rechazará la gloria personal: Hechos 14:8-18.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

 

2. Liste cuatro contestaciones comunes hacia sanidad y liberación.

________________________________________

 

3. Resuma las advertencias dadas a los líderes que no ministran la sanidad.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

4. ¿Por qué la enseñanza apropiada con respecto a la sanidad y liberación es necesaria?

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Examine su propia actitud con respecto a la sanidad. Marque aquellos que se aplican. Usted tiene:

 

___ ¿Ignorado?

___ ¿Negado?

___ ¿Complicado con las tradiciones, experiencias, modelos malos, y desequilibrio?

___ ¿Retardado?

 

2. Escriba un plan para corregir su actitud:

________________________________________

 

3. Si usted es un líder espiritual, ¿usted ha estado predicando, enseñando, y ministrando la sanidad consistentemente? ________ Si no, escriba su plan para corregir esto:

________________________________________

 

4. Si usted ya está ministrando la sanidad, cómo su ministerio se compara al de Jesús en términos de:

 

n       Ser un siervo en lugar de un “señor”: Marcos 10:44.

n       Quedarse cansado, no rico: Marcos 6:31; Juan 4:6; Hechos 3:6.

n       Encontrar incredulidad en otros: Marcos 13:58.

n       Experimentar persecución de los líderes religiosos: (Algunos de ellos son como los Fariseos... más preocupados con la ley y tradición que con la vida): Lucas 6:6-9.

n       Experimentar la persecución de los más íntimos a usted: Marcos 6:4 y  Mateo 13:58.

n       Evitar la publicidad en lugar de buscarla: Marcos 8:26; 17:36; Mateo 8:4.

n       Rechazar el lucro personal o beneficios materiales del poder de Dios: Hechos 8:18-

n       Rechazar la gloria personal: Hechos 14:8-18.

 

5. Estudie la promesa de sanidad para esta lección:

 

“Hijo mío, pon atención a mis palabras; inclina tu oído a mis dichos. No se aparten de tus ojos; guárdalos en medio de tu corazón. Porque ellos son vida a los que los hallan, y medicina para todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él emana la vida” (Proverbios 4:20-23).

 

Note o que usted debe:

 

n       Poner atención a la Palabra de Dios.

n       Inclinar su oído a la Palabra de Dios.

n       No apartar Su Palabra antes de sus ojos.

n       Guardarla en su corazón.

n       Guardar su corazón con diligencia.

 

La Palabra de Dios se relaciona a la salud. Sus mandamientos son:

 

n       Vida a aquellos que los encuentran.

n       Salud a su carne.

 

También note en versículo 23 la relación de la condición de su corazón con los problemas de la vida (la vida procede de su cuerpo físico).

 

6. Reconocer a Jesucristo como la fuente de la verdadera sanidad divina es vital delante del levantamiento de movimiento que se llama Nueva Era. Este movimiento usa técnicas humanísticas y busca la ayuda de los poderes espirituales impíos. La Nueva Era usa espíritus guías, cristales, hierbas, y otros rituales no-bíblicos para efectuar la sanidad física. Tales métodos deben ser rechazados pues ellos violan la Palabra de Dios.

 


PARTE DOS

 

EL ATAQUE

 

Un ataque es un asalto poderoso y violento. El pecado es el ataque de Satanás en el alma y espíritu del hombre.

 

La enfermedad es su ataque al cuerpo físico.

 

Para luchar eficazmente contra los ataques de Satanás en su cuerpo físico, usted debe primero entender la enfermedad. En esta sección usted aprenderá sobre:

 

n       LA FUENTE DE LA ENFERMEDAD.

n       LAS RAZONES PARA LA ENFERMEDAD.

n       LOS TIPOS DE ENFERMEDAD.

n       EL RESULTADO FINAL DE LA ENFERMEDAD.

 


CAPÍTULO CUATRO

 

LA FUENTE DE ENFERMEDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Describir cómo la enfermedad y la muerte entraron en el mundo.

n       Identificar la fuente de la enfermedad.

n       Identificar los elementos destructivos de la enfermedad.

n       Explicar cómo Dios ve la enfermedad.

n       Explicar cómo usted puede librarse de la maldición de la enfermedad y de la muerte.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)” (Gálatas 3:13).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Hay una fuente de enfermedad, aunque hay razones variadas por qué una persona se enferma.

 

Pablo verificó esto cuando él dijo, “Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y debilitados, y muchos duermen” (1 Corintios 11:30). Este capítulo trata con la fuente de enfermedad y el Capítulo Cinco examina las razones para la enfermedad.

 

CÓMO LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE ENTRARON EN EL MUNDO

 

Los capítulos de Génesis 1 y 2 en la Biblia registran la historia de la creación del hombre. Dios creó al hombre en Su propia imagen, sopló en él el soplo de vida, y el hombre se tornó una alma viviente.

 

El hombre fue creado con una naturaleza triuna de cuerpo, alma, y espíritu. El cuerpo es la parte física del hombre. El alma y espíritu son las partes espirituales que le permiten actuar, pensar, sentir, reaccionar emocionalmente, y espiritualmente responder a Dios. Originalmente, cada parte de esta naturaleza triuna estaba en armonía con los otros dos, y la naturaleza triuna entera del hombre estaba en armonía con Dios.

 

El hombre era puro y saludable en el cuerpo, alma, y espíritu.

 

El capítulo Génesis 3 registra cómo el primer hombre y mujer, Adán y
Eva, pecaron contra Dios desobedeciendo a Su Palabra. Su pecado trajo la maldición del pecado y de la muerte sobre todos los hombres:

 

“Por esta razón, así como el pecado entró en el mundo por medio de un solo hombre y la muerte por medio del pecado, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12).

 

Esta maldición de la muerte fue una separación espiritual entre el hombre y Dios así como la muerte física que acabaría con la vida de un hombre. Nosotros podemos ver los efectos de la maldición inmediatamente en el registro de Génesis. Adán y Eva se escondieron de Dios debido a la enfermedad espiritual del pecado. Adán culpó Eva, lo que fue es inicio de la enfermedad emocional que es el resultado de desintegrar las relaciones.

 

Caín mató Abel que es un ejemplo de la enfermedad social. La enfermedad física entra en el registro a través de la esterilidad de Sara y la plaga en Abimelec.

 

SATANÁS: LA FUENTE

 

Cuando la maldición de la muerte vino sobre el hombre, Satanás entró en el sistema genético del cuerpo para empezar su misión destructiva. La Biblia confirma que Satanás es la fuente del mal en el mundo. Jesús dijo que él es un ladrón y...

 

“El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir.” (Juan 10:10).

 

La enfermedad destruye el cuerpo como el pecado destruye el espíritu. La enfermedad roba la salud, felicidad, dinero, tiempo, esfuerzo, pensamiento, y fuerza. Mata y destruye. Incluso los “accidentes” que dañan el cuerpo son agentes destruidores de Satanás.

 

Porque la fuente de enfermedad es Satanás, usted debe resistirlo así como usted hace  con la tentación y el pecado.

 

Cuando usted resiste a la tentación y al pecado usted está haciendo la guerra espiritual contra los ataques de Satanás en su alma y espíritu. Cuando usted resiste a la enfermedad usted está emprendiendo la guerra espiritual contra sus ataques en su cuerpo físico.

 

LOS ELEMENTOS DESTRUCTIVOS DE LA ENFERMEDAD

 

Cada enfermedad viene de un germen de vida. Así como su espíritu da la vida al cuerpo, Satanás proporciona los elementos destructivos de la enfermedad. En el mundo natural, Dios toma una célula viviente y la multiplica para traer más vida y un nuevo niño nace. Satanás falsifica este proceso positivo con un ciclo negativo de sí propio. Él toma una célula viviente (el virus, el cáncer, etc.) y lo multiplica para traer la muerte. Éste es el “espíritu de enfermedad” que trabaja en su cuerpo cuando usted está enfermo. Cuando el espíritu de enfermedad es expulso, la enfermedad en su cuerpo muere. Con tal de que ese germen exista en el cuerpo, la enfermedad vive y continúa su trabajo destructivo.

 

Aunque cada enfermedad no es un ataque directo de espíritus demoníacos, los elementos de la enfermedad existen en el mundo debido a Satanás. Por ejemplo, usted podría pegar un resfriado porque usted caminó descalzo en tiempo helado. Éste no es un ataque directo de espíritus demoníacos, pero los elementos de la enfermedad que resultaron en su resfriado existe en el mundo debido a Satanás. ¡(Usted también debe usar mejor el sentido común! Más sobre eso en Capítulo Veinte.)

 

CÓMO DIOS MIRA LA ENFERMEDAD

 

Si usted entiende cómo Dios mira la enfermedad usted nunca dudará de nuevo de su fuente. Dios llama la cautividad de enfermedad:

 

“Jehová restauró a Job de la cautividad, cuando él oraba por sus amigos...” (Job 42:10 – Traducción del Original).

 

Jesús vino a predicar la liberación a los cautivos:

 

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4.18).

 

Jesús llamó la esclavitud de enfermedad:

 

“Y a ésta, siendo hija de Abraham, a quien Satanás ha tenido atada por dieciocho años, ¿no debía ser librada de esta atadura en el día de sábado?” (Lucas 13:16).

 

Jesús vino a poner a las personas libres con la verdad:

 

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32).

 

La verdad es que Jesús vio la enfermedad como opresión y sanó aquellos que estaban oprimidos:

 

“Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

 

La Biblia identifica la muerte como un enemigo:

 

“El último enemigo que será destruido es la muerte” (1 Corintios 15:26).

 

Se llama la enfermedad de algo que inflama:

 

“Porque mis espaldas están inflamadas, y no hay parte sana en mi cuerpo” (Salmos 38:7).

 

También se ve como algo abominable:

 

“Algo abominable se ha derramado sobre él. El que cayó en la cama no se volverá a levantar” (Salmos 41:8).

 

Hay versículos en la Biblia que indican que Dios envió una plaga o enfermedad. Mientras Dios no es el creador de tales males, Él a veces los usa para lograr Sus propósitos ejecutando el juicio sobre el enemigo.

 

LA REDENCIÓN DE LA MALDICIÓN

 

Usted aprendió en esta lección que la enfermedad y muerte son parte de la maldición de pecado, pero Gálatas 3:13 declara, “Cristo nos ha redimido de la maldición de la ley". Cuando Jesús murió en la cruz, Él tomó la maldición del pecado y de la muerte sobre Él y...

 

“Así que, como la ofensa de uno alcanzó a todos los hombres para la condenación, así también la justicia realizada por uno alcanzó a todos los hombres para la justificación de vida. Porque como por la desobediencia de un solo hombre, muchos fueron constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:18-19).

 

Salvación y sanidad son ambas beneficios de la expiación hecha por Jesús en la cruz de Calvario. A través de Su muerte y resurrección, Jesús tomó la maldición del pecado, de la enfermedad, y de la muerte en su lugar. Porque Él llevó la punición por su pecado, usted no necesita más llevarla. Porque Él llevó su enfermedad, usted no necesita más llevarla. ¡Porque Él resurgió en la vida de resurrección, usted también resurgirá!

 

Satanás viene a matar, robar y destruir, pero Jesús dijo...

 

“El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

 

Cuando usted recibe a Jesús como su Salvador, la maldición del pecado está rota. Aunque usted vive en un cuerpo mortal que está sujeto a los ataques tanto del pecado cuanto de la enfermedad, usted ya no es condenado por la maldición. ¡Jesús lo ha redimido de la maldición de la ley!

 

¿Cuando usted cuestiona la fuente de la enfermedad (o algo más) que entra en su vida, pregúntelo, “mata, roba o destruye?” En ese caso, su fuente es Satanás. ¿Me “permite que viva la vida más abundantemente?” En ese caso, su fuente es Dios. También recuerde...

 

“Toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de lo alto y desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación” (Santiago 1:17).

 

Pregunte:  ¿este sufrimiento es un don bueno y perfecto”? Si usted no puede contestar honestamente “sí”, entonces usted debe aceptar lo que la Palabra dice... ¡La enfermedad no es de Dios!

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

 

2. ¿Cómo la muerte y la enfermedad entraron en el mundo?

________________________________________

 

3. ¿Quién es la fuente de la enfermedad?

________________________________________

 

4. ¿Cómo Dios ve la enfermedad?

________________________________________

 

5. ¿Qué usted aprendió en esta lección sobre los elementos destructivos de la enfermedad?

________________________________________

________________________________________

 

6. ¿Cómo usted puede librarse de las maldiciones de la enfermedad y muerte?

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLANDO EN ACCIÓN

 

1. ¿Si usted trae su opinión de la enfermedad en armonía con la opinión de Dios, cómo usted verá la enfermedad?

________________________________________

 

2. Dios no es la fuente del sufrimiento pero Él puede usarlo para lograr Sus propósitos. Estudie ejemplos siguientes que ilustran esto:

 

n       Las plagas del Egipto: Éxodo 7-11

n       La lepra de Miriam: Números 12:10

n       La enfermedad del Rey Joram: 2 Crónicas 21:18

n       La lepra de Giezi: 2 Reyes 5:27

n       La muerte del niño de David: 2 Samuel 12:18

n       La muerte de los hijos de Elí: 1 Samuel 2:34

n       El sufrimiento de Job: el libro de Job

n       Los infortunios inmerecidos de José: Génesis 45:5-7

n       La crucifixión de Jesús: Marcos 14:35-36 y Romanos 5:6-12

n       El encarcelamiento de Pablo: Filipenses 1:12,19

n       El aguijón en la carne de Pablo: 2 Corintios 12:7

 

3. Piense en un tiempo cuando usted experimentó el sufrimiento. ¿Cómo Dios lo usó para Su gloria?

________________________________________

 

4. ¿Dios no es la fuente de su sufrimiento presente, pero cómo usted piensa que Él podría usarlo para Su gloria? Ore sobre esto.

________________________________________

________________________________________

 

5. ¿Qué usted aprendió en esta lección que usted puede usar para animar a alguien que está sufriendo? Compártalo con él antes de que usted proceda a la próxima lección.

________________________________________

 

6. Haga las preguntas siguientes con respecto a su enfermedad o de uno a quien usted está ministrando:

 

n       ¿Mata, roba o destruye? En ese caso, su fuente es Satanás. (Juan 10:10)

n       ¿Le permite que viva la vida más abundantemente? En ese caso, su fuente es Jesús. (Juan 10:10)

n       ¿Es un don bueno y perfecto? Si no, no viene de Dios. (Santiago 1:17)

 

7. ¿Usted cree que usted ha sido redimido de la maldición de la muerte y de la enfermedad? _______ Si no, repase este capítulo de nuevo.

 


CAPÍTULO CINCO

 

LAS RAZONES PARA LA ENFERMEDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar cinco razones para la enfermedad.

n       Explicar cómo la enfermedad es el resultado de una violación de leyes espirituales.

n       Explicar cómo la enfermedad es el resultado de la actividad Satánica.

n       Explicar cómo la enfermedad es el resultado de una violación de las leyes naturales de Dios.

n       Explicar el discernimiento inadecuado del Cuerpo de Cristo resulta en enfermedad.

n       Discutir directiva bíblica para la destrucción de la carne con vistas a salvar el espíritu.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Antes que fuera humillado, yo erraba; pero ahora guardo tu palabra... Bueno me es haber sido afligido, para que aprendiera tus leyes... Nunca jamás me olvidaré de tus ordenanzas, porque con ellas me has vivificado” (Salmos 119:67,71,93).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Hay una fuente de enfermedad y esa fuente es Satanás. Pero las razones porque las enfermedades vienen sobre nosotros son variadas. Aquí están algunas razones para la enfermedad:

 

LA VIOLACIÓN DE LEYES ESPIRITUALES

 

Cuando el hombre pecó, la muerte empezó a trabajar su corrupción en el cuerpo:

 

“Antes de la ley, el pecado estaba en el mundo; pero como no había ley, el pecado no era tenido en cuenta” (Romanos 5.13).

 

“Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:23).

 

La enfermedad es un resultado del pecado, pero la enfermedad de una persona necesariamente no es causada por su propio pecado individual. Jesús hizo este claro en el ejemplo del hombre ciego desde el nacimiento (Juan 9:1-3).  Si Dios castigara el pecado con la enfermedad, cada pecador y cada cristiano en pecado en el mundo estarían enfermos. Es verdad que el pecado y la enfermedad tienen una conexión, pero nosotros debemos tener el cuidado de la manera en que esto es individualmente aplicado. Puede usarse como una manera conveniente de descuidar del enfermo y racionalizar nuestra propia ineficacia.

 

 

Uno de las peores aplicaciones erradas de la Biblia Escritura es que la enfermedad existe debido al pecado individual de una persona o falta de fe.

 

Es verdad que si usted rompe la ley de Dios, usted sufrirá. Esto es sufrir por sus propios actos pecadores. Para el pecador, éste es juicio. Para el creyente, es corrección. Pero aun cuando usted guarda la ley de Dios, usted todavía puede sufrir porque usted vive en un mundo pecador. El justo, así como el injusto, sufre debido a la presencia de pecado en el mundo.

 

Un ejemplo de sufrir por su propio pecado es alguien que adquiere SIDA a través de su propia inmoralidad pecadora. Un ejemplo de sufrir debido a la presencia de pecado en el mundo es alguien que adquiere SIDA a través de una transfusión sanguínea.

 

Varias referencias de la Biblia confirman que enfermedad puede relacionarse al pecado individual (vea a Marcos 2:1-12; Juan 5:1-11,14; Santiago 5:14-16; Salmos 38:3,7). Romanos 6:19 confirma que las enfermedades vienen por la impureza (pecado). Cuando nosotros violamos las leyes espirituales, nosotros caminamos bajo la maldición descrita en Deuteronomio 28. También puede relacionarse la enfermedad al pecado corporativo (vea Hechos 5:1-11; 1 Corintios 11:27-32).

 

La Sanidad puede perderse volviendo a pecar:

 

“Después Jesús le halló en el templo y le dijo: --He aquí, has sido sanado; no peques más, para que no te ocurra algo peor” (Juan 5:14).

 

LA VIOLACIÓN DE LEYES NATURALES

 

Un poco de enfermedad nos viene porque nosotros violamos las leyes naturales de Dios. Por ejemplo:

 

n       Dieta impropia (sobrepeso, peso insuficiente).

n       Demasiada actividad obrera, febril.

n       Reposo impropio.

n       Falta de autodominio que resulta en las emociones dañosas como el enojo, amargor, etc.

n       Falta de relaciones positivas con otros (amargor, falta de perdón, etc.)

n       Ejercicio (demasiado o demasiado poco).

n       Abuso de drogas y alcohol: sustancias químicas tóxicas tomadas en el cuerpo.

n       Violar las leyes naturales como la ley de gravedad, etc. (¡Si usted salta de un edificio, usted puede herirse!)

n       Ponerse deliberadamente en riesgo a través de actividades peligrosas y negándose a usar los dispositivos de seguridad (es decir, cosas tales como cinturón de seguridad en un auto, gafas en un taller, a yelmo en una construcción, etc.)

 

LOS ATAQUES SATÁNICOS

 

A veces la enfermedad viene por un ataque directo de Satanás. Job es uno de los ejemplos más buenos de esto (vea Job 1 y 2). Job experimentó la enfermedad física, mental, y emocional debido a un ataque Satánico. Él no sufrió debido a su propio pecado personal. El propio testimonio de Dios muestra que Job era un hombre justo.

 

El pecado es el ataque de Satanás al hombre espiritual. La enfermedad es su ataque al hombre natural. En el Nuevo Testamento, así como en los tiempos modernos, el justo sufre la mayoría de los ataques Satánicos porque nosotros hemos entrado en una guerra con Satanás, y en cualquier guerra hay accidentes.

 

Satanás ataca su cuerpo así como él hace a su mente. Su mente, cuerpo, y el viejo hombre de la carne (los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de a vida), son las maneras en que él ataca. Aunque él lo ataca físicamente así como él hace espiritualmente, él no tiene ningún derecho para morar en su cuerpo físico así como no tiene en su alma o espíritu.

 

El funcionamiento de las fuerzas de Satanás en el cuerpo del creyente puede compararse a la guerra de guerrilla. Ellos realmente no tienen en absoluto ningún derecho jurídico en el territorio pero buscan operar allí, sin embargo.

 

En este mundo, habrá siempre enfermedad así como habrá siempre pecado. Pero nosotros podemos luchar contra la enfermedad así como nosotros luchamos contra el pecado a través de la guerra espiritual.

 

NO DISCERNIR PROPIAMENTE EL CUERPO DE CRISTO

 

 

Pablo dijo que muchos eran débiles y enfermos porque ellos no discernieron el Cuerpo de Cristo propiamente y tomaron la Comunión indignamente. La comunión es compartir el pan y vino simbolizando el cuerpo y la sangre del Señor Jesucristo. Pablo advirtió:

 

“De modo que cualquiera que coma este pan y beba esta copa del Señor de manera  indigna, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe, no discerniendo el cuerpo, juicio come y bebe para sí. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y debilitados, y muchos duermen” (1 Corintios 11:27-30).

 

Usted puede no discernir el Cuerpo de Cristo de tres maneras:

 

EL SIGNIFICADO DE LA SANGRE Y CARNE:

 

Usted no discierne el Cuerpo de Cristo cuando usted no entiende que el significado del fruto de la vid y del pan simboliza Su sangre y carne. Esto es lo que pasó cuando Jesús dio esta enseñanza en Juan 6:66 y muchos retrocedieron de seguirlo. Ellos no entendieron el significado espiritual de lo que Él estaba enseñando. Mientras muchos disciernen la sangre para la remisión de pecados, ellos no entienden a menudo el verdadero significado del cuerpo. El cuerpo era para sanidad, para que nosotros pudiéramos comer de él y ser sanados. (Vea a Juan 6:48-58 y Lucas 6:48-51.)

LA DIVISIÓN EN EL CUERPO:

 

Nosotros a veces no discernimos a nuestros hermanos y hermanas que son parte del Cuerpo de Cristo y divisiones ocurren en la iglesia. Nosotros comemos y bebemos indignamente si nosotros no discernimos propiamente (entendemos realmente) nuestra unión con nuestros hermanos y hermanas en el Señor. Pablo explica en 1 Corintios 3:1-13 que los Cristianos carnales involucrados en la división no pueden comer la carne (la carne, cuerpo) de la Palabra debido a su carnalidad.

 

COMIENDO INDIGNAMENTE:

 

Nosotros comemos indignamente cuando nosotros tomamos la comunión con una vida sin examinar. El resultado es debilidad y enfermedad. Por esto Pablo dice para examinarse espiritualmente y arrepentirse antes de tomar la Comunión.

 

LA DESTRUCCIÓN DE LA CARNE PARA QUE EL ESPÍRITU SE SALVE

 

Dios permite que algunos sean entregues a Satanás para la destrucción de la carne por razones disciplinarias. Dios no pone la enfermedad en ellos, pero Él lo permite. Usted puede leer sobre este proceso en 1 Corintios 5:1-7.

 

En “la destrucción de la carne”, la Iglesia entrega un hombre pecador a Satanás para la destrucción de la carne para que el espíritu pueda salvarse. La Biblia revela:

 

Cómo será hecho:

 

1. En unidad.

2. En el espíritu y poder del Señor.

3. En el nombre del Señor.

 

Por qué será hecho:

 

1. Fornicación.

2. La conducta peor que la del mundo (Gentiles).

3. Orgullo.

4. Falta de arrepentimiento.

5. El Mal en lo medio del pueblo de Dios.

 

Su propósito:

 

1. Individual: la destrucción de la carne para que el espíritu pueda salvarse.

2. La sociedad: colocar el mal para fuera antes que otros sean afectados.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

 


2. ¿Qué son las cinco razones para la enfermedad discutidas en esta lección?

________________________________________

 

3. ¿Cómo la enfermedad puede ser el resultado de una violación de las leyes espirituales?

________________________________________

 

4. ¿Cómo la enfermedad es el resultado de la actividad Satánica?

________________________________________

 

5. ¿Cómo la enfermedad es el resultado de una violación de las leyes naturales de Dios?

________________________________________

 

6. ¿Cómo no discernir adecuadamente el Cuerpo de Cristo resulta en enfermedad?

________________________________________

 

7. Explique la directiva bíblica para la destrucción de la carne para que el espíritu pueda salvarse.

 

¿Cómo debe ser hecha? ________________________________________

¿Por qué debe ser hecha? ________________________________________

¿Cuál es el propósito? ________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Piense sobre la razón para su enfermedad o de alguien a quien usted está ministrando.

 

Podría ser debido a...

 

n       ¿Violación de leyes espirituales?

n       ¿Violación de las leyes naturales de Dios?

n       ¿Ataques Satánicos?

n       ¿No discernir el Cuerpo de Cristo?

n       ¿La destrucción de la carne para que el espíritu pueda salvarse?

 

2. ¿Usted piensa que usted está (o ha estado alguna vez) enfermo como resultado de una corrección? ¿Qué usted debe hacer (o ha hecho) basado en Santiago 5:14-16?

________________________________________

________________________________________

 

3. ¿Si su enfermedad o de alguien a quien usted está ministrando resulta de romper una ley natural de Dios, lo que puede hacerse para corregir esto?

________________________________________

________________________________________

 

4. Si su enfermedad o que de alguien a quien usted está ministrando resulta de romper una ley espiritual, confiese y se arrepienta de su pecado y reivindique 1 Juan 1:8-9, o los lleve a hacer eso.

________________________________________

________________________________________

 

5. ¿Usted piensa que usted o la persona a quien usted está ministrando ha discernido el Cuerpo de Cristo inadecuadamente? En ese caso, arrepiéntase y pídale el perdón a Dios, entonces ore para sanar de la condición física.

________________________________________

________________________________________

 

6. Si usted cree que su enfermedad o de alguien a quien usted está ministrando ha sido causada pro demonios, ate el espíritu de enfermedad en oración y libere el poder sanador del Espíritu Santo.

________________________________________

________________________________________

 

7. Estudie la Promesa de Sanidad para esta lección:

 

“Antes que fuera humillado, yo erraba; pero ahora guardo tu palabra... Bueno me es haber sido afligido, para que aprendiera tus leyes... Nunca jamás me olvidaré de tus ordenanzas, porque con ellas me has vivificado” (Salmos 119:67,71,93).

 

Este pasaje revela que David experimentó la aflicción debido a la violación de leyes espirituales.

 

¿Qué él aprendió de la experiencia? ¿Qué trajo la “vivificación” (sanidad) a su condición? ¿Cómo usted puede aplicar lo que David aprendió a su propia vida?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 


CAPÍTULO SEIS

 

LOS TIPOS DE ENFERMEDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Listar cinco tipos básicos de enfermedad.

n       Definir la enfermedad espiritual.

n       Definir la enfermedad física.

n       Definir la enfermedad mental.

n       Definir la enfermedad emocional.

n       Definir las condiciones demoníacamente causadas.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque desfallezco. Sáname, oh Jehová, porque mis huesos están abatidos. También mi alma está muy turbada; y tú, oh Jehová, ¿hasta cuándo? ­¡Jehová ha escuchado mi ruego! ­¡Jehová aceptará mi oración!” (Salmos 6:2-3,9 – Traducción del Original).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Cuando nosotros hablamos de “enfermedad o dolencia” nosotros queremos decir que es cualquier condición espiritual, mental, emocional, o física que no está en el orden apropiado como él creada por Dios. Hay cinco tipos de enfermedad. Éstas son:

 

LA ENFERMEDAD ESPIRITUAL

 

La enfermedad espiritual es el pecado. Si no se trata, es espiritualmente terminal. Ciencia médica o la sanidad natural no pueden hacer nada para esta condición. Todos somos afectados por la enfermedad espiritual porque todos han pecado. Sanidad para la enfermedad espiritual viene de arrepentirse, de recibir el perdón del pecado, y aceptar a Jesucristo como el Salvador personal.

 

LA ENFERMEDAD FÍSICA

 

La enfermedad física puede ser el resultado de los desórdenes orgánicos. Ellos son problemas que pueden observarse y pueden ser detectados por médicos. La estructura real o el tejido del cuerpo se dañan de alguna manera. La enfermedad física también es el resultado de los desórdenes funcionales. Ésta enfermedad es el resultado de un funcionamiento defectuoso de un órgano o parte del cuerpo. Ellas incluyen una variedad de problemas en que un problema en una parte perturba el organismo entero. Más comunes son las enfermedades del corazón, tensión arterial alta, diabetes, úlceras pépticas, y alergias.

 

Debido a la naturaleza integrada de hombre, enfermedad en uno la parte afecta el cuerpo entero. Por eso, enfermedades funcionales que continúan no examinadas pueden producir la enfermedad orgánica.

 

LA ENFERMEDAD EMOCIONAL

 

La enfermedad emocional es causada por las emociones negativas como el enojo, odio, amargor, etc. Sanidad viene por el perdón y sanidad vertical y horizontal. El perdón vertical resulta cuando usted le pide a Dios que lo perdone por las emociones pecadoras. Cuando usted se arrepiente, Dios sana estas condiciones internas. El perdón y sanidad horizontal resulta cuando usted perdona aquellos que lo ofendieron. Algunos llaman esto de “sanidad interior”, aunque el término a veces se ha abusado y se ha extendido para incluir experiencias que la Biblia no enseña.

 

LA ENFERMEDAD MENTAL

 

La enfermedad mental es una condición mental que ocurre del retraso, enfermedad, colapso nervioso, defectos de nacimiento, y condiciones psicológicas no causadas directamente por la presencia demoníaca.

 

LAS CONDICIONES DEMONÍACAS 

 

Las condiciones demoníacamente causadas incluyen la posesión, opresión, y las condiciones físicas y mentales demoníacamente causadas. Las condiciones demoníacas requieren un tipo especial de sanidad qué se llama “liberación”. La liberación y sanidad están relacionadas, pero la Escritura diferencia entre ellos:

 

“Reuniendo a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades. Los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos” (Lucas 9:1-2).

 

Usted aprenderá más sobre las condiciones demoníacamente causadas en parte Seis de este curso.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. ¿Cuáles son los cinco tipos básicos de enfermedad?

________________________________________

 


3. ¿Qué es la enfermedad espiritual?

________________________________________

 

4. ¿Qué es la enfermedad física?

________________________________________

 

5. ¿Qué causa la enfermedad emocional?

________________________________________

 

6. ¿Qué es la enfermedad mental?

________________________________________

 

7. ¿Qué son las condiciones demoníacamente causadas?

________________________________________

 

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Cuidadosamente analice su propia enfermedad o de alguien a quien usted está ministrando.

 

¿De qué tipo de enfermedad usted está tratando? Es...

 

___ ¿Espiritual?

___ ¿Física?

___ ¿Mental?

___ ¿Emocional?

___ ¿Demoníacamente causada?

 

2. Escriba la razón porque usted cree que ella es...

 

Enfermedad espiritual:

________________________________________

________________________________________

 

Enfermedad física:

________________________________________

 

Enfermedad mental:

________________________________________

 

Enfermedad emocional:

________________________________________

 

Una condición demoníacamente causada:

________________________________________

3. Debido a la naturaleza integrada del hombre, la enfermedad en una parte afecta el cuerpo entero. ¿Usted puede ver cómo esto es verdad en su propia enfermedad o de uno a quien usted está ministrando?

 

¿Cómo una condición física está afectando el espíritu, emociones, y mente?

________________________________________

 

¿Cómo una condición espiritual está afectando el cuerpo, emociones, y mente?

________________________________________

 

¿Cómo una condición emocional está afectando el cuerpo, mente, y espíritu?

________________________________________

 

¿Cómo una condición mental está afectando el cuerpo, espíritu, y emociones?

________________________________________

 

4. Estudie los versículos de sanidad para esta lección que se encuentra en Salmos 6:

 

Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque desfallezco. Sáname, oh Jehová, porque mis huesos están abatidos (versículo 2). También mi alma está muy turbada; y tú, oh Jehová, ¿hasta cuándo? (Versículo 3). ¡Jehová ha escuchado mi ruego! ­¡Jehová aceptará mi oración!” (Versículo 9).

 

Versículo 2 indica una condición física: “Mis huesos están abatidos”.

 

Versículo 3 indica una condición espiritual: “Mi alma está muy turbada”. El Versículo 3 también indica que el Salmista tenía esperado por su sanidad: “¿Oh Jehová, ¿hasta cuándo?” (¿Usted tiene hecho esta pregunta con respecto a en la sanidad en su vida?)

 

Versículo 9 demuestra su fe en Dios: “Jehová ha escuchado mi ruego” (“escuchado” es pretérito, tiempo pasado). “Jehová aceptará mi oración” (“aceptará” es tiempo futuro). Su oración por sanidad se ha oído, aunque su manifestación está todavía en el futuro.

 


CAPÍTULO SIETE

 

EL RESULTADO FINAL DE LA ENFERMEDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar los dos resultados finales de la enfermedad.

n       Identificar dos tipos de muerte.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

1. ¿Usando lo que usted aprendió en esta  dice Jehová, planes de bienestar y no de mal, para daros porvenir y esperanza” (Jeremías 29:11).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Hay sólo dos posibles resultados finales de una enfermedad. O será para la gloria de Dios o será una enfermedad para muerte. En todo caso, Dios promete:

 

“Porque yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, planes de bienestar y no de mal, para daros porvenir y esperanza” (Jeremías 29:11).

 

UNA ENFERMEDAD PARA LA GLORIA DE DIOS

 

Una enfermedad para la gloria de Dios es una dónde una persona glorifica a Dios a través de su testimonio, vida, y ministerio. Usted puede leer la historia de un hombre ciego desde el nacimiento en Juan capítulo nueve.

 

Jesús dijo de este hombre ciego:

 

 “Respondió Jesús: - No es que éste pecó, ni tampoco sus padres. Al contrario, fue para que las obras de Dios se manifestaran en él” (Juan 9:3).

 

Cuando el hombre ciego fue sanado, Dios recibió la gloria a través de su testimonio. Dios siempre debe recibir la gloria para toda sanidad legítima. (Por “legítimo” nosotros queremos decir sanidades que no se invocan Satánicamente.)

 

SANIDAD NATURAL:

 

Dios normalmente recibe el crédito por la sanidad divina, claro, pero la gloria también debe ser dado a Él por lo que se llama sanidad natural del cuerpo a través de sus propios procesos. Dios creó el cuerpo y exhibe Su naturaleza y poder creador a través de los procesos corporales naturales.

 

SANIDAD MÉDICA:

 

La alabanza también debe ir a Dios por Su ayuda en sanar por los medios médicos. La Biblia dice que cada buena dádiva viene de Dios (Santiago 1:17) y esto incluye los remedios, vitaminas, y otras substancias que lo benefician físicamente. Muchos remedios vienen de las substancias naturales en las plantas y elementos que fueron creados por Dios en el primer lugar.

 

SANIDAD INSTANTÁNEA Y TARDADA:

 

A veces una persona se sana instantáneamente, pero otras veces la sanidad tarda y la persona se sana después o gradualmente. Considere estos ejemplos:

 

n       Zacarías no se sanó hasta el nacimiento de Juan: Lucas 1:20.

n       Ana no podría tener a un niño hasta el tiempo de Dios: 1 Samuel 1:5-19.

n       Abraham y Sara no podrían tener a un niño, a pesar de la fe de Abraham, hasta el tiempo de Dios: Hebreos 11:11.

 

Si instantánea o gradual, Dios debe recibir la gloria por la sanidad.

 

UNA ENFERMEDAD PARA MUERTE

 

En Juan 11:4 Jesús dijo que la enfermedad de Lázaro no era para muerte. Esto significa que hay una enfermedad para muerte. La meta de la sanidad no es la inmortalidad. La sanidad divina no logra esto más que la medicina lo hace. Incluso aquellos que fueron eventualmente levantados de entre los muertos por Jesús murieron, incluso Lázaro.

 

Hay dos tipos de muerte mencionados en la Biblia. Una muerte prematura ocurre cuando una persona se ha tronado a la destrucción de la carne y muere prematuramente para que el espíritu pueda salvarse (1 Corintios 5:4-5). Usted estudió sobre esto en Capítulo Cinco.

 

El segundo tipo de muerte mencionado en la Biblia es una muerte designada. Cada hombre tiene un tiempo designado para morir (Hebreos 9:2; Eclesiastés 3:2). Incluso Eliseo, el gran profeta de Dios que hizo muchos milagros de sanidad, se puso enfermo con la “enfermedad de la que moriría” (2 Reyes 13:14). En su momento designado para morir es posible simplemente parar de respirar y no estar enfermo:

 

“Escondes tu rostro, y se desvanecen; les quitas el aliento, y dejan de ser. Así vuelven a ser polvo” (Salmos 104:29).

 

Cuando ya era un hombre viejo Moisés no tenía los efectos de la edad. Josué era “viejo y de edad avanzada”. Dios conservó uno sobrenaturalmente, mientras el otro  experimentó los resultados del envejecimiento natural. Su espiritualidad no tenía nada que ver con eso. Dios nos sostiene si nuestros cuerpos siguen los procesos naturales de la edad y de la muerte por enfermedad o si ellos son sobrenaturalmente conservados.

 

Nosotros cometemos el error de vivir limitados por el tiempo en lugar de por la eternidad. Como creyentes, nosotros somos ya vivimos la vida eterna si nosotros vivimos en esto o en el otro lado de la muerte. Cuando un creyente muere, es la última sanidad dentro de los parámetros de la eternidad.

 

Recuerde... Usted experimentará sanidad: Algunos la experimentarán de este lado de la muerte. Dios lo levantará y usted lo glorificará por su testimonio, vida, y ministerio.

 

Otros recibirán la sanidad final cuando ellos atravesaren la muerte y victoriosamente entraren en la presencia del Señor con un cuerpo, alma, y espíritu los cuales estarán absolutamente sanos.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

 

2. ¿Cuáles son dos resultados finales de la enfermedad?

________________________________________

________________________________________

 

3. ¿Cuáles son los dos tipos de muerte identificados en la Escritura?

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Si su enfermedad o de uno a quien usted está ministrando es considerada terminal, sólo Dios puede revelar si es una “enfermedad muerte” o para la “gloria de Dios”. A menos que Dios revela que una enfermedad sea para muerte, entonces continúe orando por sanidad según la voluntad de Dios.

 

2. Las sanidades médicas y naturales son de Dios, así como la sanidad divina. El problema se levanta cuando las personas dan el crédito a los remedios y doctores en lugar de comprender que Dios es la fuente de toda la sanidad. Jesús dijo de Israel:

 

“... no reconocieron que yo los sanaba” (Oseas 11:3).

 

 

Rey Asa murió porque él sólo buscó la ayuda médica. Él descuidó de su condición espiritual y no se volvió al Señor en su tiempo de necesidad (2 Crónicas 16:12).

 

3.¿Usted puede recordar una enfermedad que usted experimentó donde la sanidad fue ayudada por el uso de remedios, doctores, o los procesos naturales del cuerpo? _____ ¿Usted dio gracias a Dios para esta sanidad? ________  Si no, hágalo hora.

4. ¿Cuándo usted o alguien a quien usted está ministrando se sana, cómo usted usará esta sanidad para glorificar Dios?

________________________________________

________________________________________

 

5. Si su enfermedad es para muerte y es su tiempo designado para morir físicamente, recuerda que usted ya está viviendo en los parámetros de la eternidad. Usted se sanará. ¡Usted entrará en la presencia del Rey con la salud perfecta!

 


PARTE TRES

 

EL CONTRAATAQUE

 

Usted aprendió mucho sobre el ataque del enemigo en el cuerpo físico mientras usted estudió en la última sección sobre la fuente, razones, tipos, y el resultado final de la enfermedad.

 

En esta sección usted aprenderá cómo organizar un contraataque contra Satanás y batallar por el cuerpo físico. Un contraataque es una contestación diseñada para neutralizar y derrotar un ataque del enemigo.

 

Para responder a los ataques de Satanás en el cuerpo físico usted debe entender:

 

n       LA BASE BÍBLICA DE LA SANIDAD.

n       LOS PROPÓSITOS DE LA SANIDAD.

n       LOS DONES DE SANIDAD.

 

Éstos son los asuntos de esta sección.

 


CAPÍTULO OCHO

 

LA BASE BÍBLICA DE LA SANIDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Explicar la Parábola del sembrador como ella se relaciona a la sanidad.

n       Resumir lo que el Antiguo Testamento enseña con respecto a la sanidad.

n       Usando los ejemplos de Jesús y de la primera Iglesia, resuma lo que el Nuevo Testamento enseña con respecto a la sanidad.

n       Identificar la sanidad como un beneficio de la expiación de Jesucristo.

n       Resumir la Gran Comisión con respecto a la sanidad y liberación.

n       Listar las referencias de la Biblia que verifican que todos los creyentes deben  estar involucrados en el ministerio sanidad y liberación.

n       Identificar las tres llaves del Reino que se relacionan a la sanidad.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Pero él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados” (Isaías 53:5).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Con esta lección usted empieza una jornada de fe sobre sanidad y liberación. La Biblia es su pasaporte para esta jornada. En el mundo natural, un pasaporte verifica su ciudadanía y garante los privilegios proveídos por su nación.

 

Como un pasaporte espiritual, la Palabra de Dios verifica su ciudadanía en el Reino de Dios. Garantiza que como un creyente renacido usted califica para los privilegios proveídos por esta ciudadanía, incluso los privilegios de sanidad divina y liberación.

 

LA PALABRA DE DIOS Y SANIDAD

 

Lea la parábola del sembrador en Mateo 13:3-8, 18-23; Marcos 4:3-8, 14-20; y Lucas 8:5-8, 10-15. En esta parábola, Jesús explica que la “semilla” es la Palabra de Dios. En el mundo natural una semilla tiene dentro de ella la capacidad de traer la vida, pero es impotente hasta que se plante y sea nutrida.

 

El mismo es verdad en el mundo espiritual. La semilla de la Palabra de Dios tiene la capacidad de traer la vida espiritual. La semilla de la Palabra de Dios en la sanidad tiene la capacidad de traer la liberación. Pero hasta que la Palabra de sanidad sea sembrada en su vida, usted estará intentando segar sin sembrar.

 

Usted no puede segar cuando usted no tiene sembrado. Esto es por qué usted debe estudiar la base bíblica de la sanidad y liberación. Una ley de la cosecha es que para segar, usted debe sembrar.

 

Otra ley de la cosecha es que usted no siega en la misma estación en que usted siembra, pero usted segará en la debida (apropiada) estación. Cuando usted empieza a sembrar la Palabra de Dios en su vida, usted no puede experimentar la sanidad inmediatamente o ver los resultados en aquellos a quienes usted ministra. Pero si usted continúa sembrando la Palabra de sanidad, USTED EVENTUALMENTE SEGARÁ – es la ley de la cosecha de Dios.

 

La parábola del sembrador también contiene algunas advertencias de que usted debe estar consciente mientras usted empieza su estudio de lo que la Biblia enseña sobre la sanidad. Cuando la semilla de la Palabra de Dios es sembrada hay siempre oposición de Satanás.

 

Alguna semilla cae “junto al camino” de su vida y el maligno la roba de usted. Usted oye la Palabra de Dios sobre sanidad y liberación, pero usted le permite sea arrebatada de usted, quizás por la tradición o por la duda, crítica, e incredulidad.

 

Alguna semilla cae en “pedregales” y usted no le permite tomar raíz en su corazón. La tierra pedregosa representa un corazón duro que no está abierto a la verdad de la Palabra de Dios. La Palabra se recibe primero con la alegría, pero cuando la aflicción viene (quizás en forma de un ataque físico) o la persecución (quizás de aquellos que no creen en la sanidad divina) la Palabra seca y usted se ofende. La semilla de la Palabra de Dios sobre sanidad también puede ser lanzada entre los “espinos” en su vida. Los cuidados del mundo, las riquezas, placeres, y lujurias estrangulan su crecimiento.

 

El hombre es compuesto de una naturaleza triuna que consiste en cuerpo, alma, y espíritu. El cuerpo es la parte física del hombre. El alma y espíritu son las partes espirituales que le permiten que actúe, piense, sienta, reaccione emocionalmente, y espiritualmente responda a Dios.

 

Todos éstos están envueltos en el sembrar y segar de la verdad espiritual. A través de los sentidos corporales de oír y ver usted recibe la semilla reproductiva de la Palabra de Dios. Mientras usted lee y oye la Palabra ella entra en su espíritu. Pero para reproducirse en su vida, la semilla debe entrar en su alma. El proceso es semejante a la reproducción biológica en el mundo natural. Para que los humanos se reproduzcan debe haber un varón, una hembra, y la semilla biológica que se transmite a través de la intimidad.

 

Aplicando esto espiritualmente, la Palabra de Dios es la semilla. El espíritu es la “porción masculina” de la naturaleza espiritual y el alma es la “porción femenina” (Nosotros sabemos que el alma es la parte femenina de la naturaleza espiritual, porque David, según el original de la Biblia, usaba la palabra “alma” en el femenino). Para reproducirse, la semilla debe entrar en el espíritu (el varón) y ser transmitida al alma (la hembra).

 

La razón por la cual la Palabra de Dios a menudo no efectúa cambios en nuestras vidas es que nosotros sólo le permitimos entrar en nuestros espíritus. Nosotros nunca realmente le permitimos penetrar los huecos profundos de nuestra naturaleza del alma en la mente, voluntad, y emociones.

 

En el mundo natural, cuando el varón y la hembra se unen y la semilla biológica se planta, sus efectos son evidentes. Se producen las células de una nueva vida y un niño nace. El mismo es verdad en el mundo espiritual. Cuando la Palabra de Dios con respecto a la sanidad se transmite de los sentidos físicos del ojo u oído a su espíritu y se planta entonces en su alma, sus efectos eventualmente se verán en su cuerpo físico.

 

EL REGISTRO DEL ANTIGUO TESTAMENTO

 

Nuestro estudio de la base bíblica de la sanidad y liberación empieza en el registro del Antiguo Testamento. (Mientras las varias referencias en esta lección se discute, por favor léalos en su Biblia).

 

Originalmente, el hombre fue creado puro y saludable en el cuerpo, alma, y espíritu. Usted ya aprendió en Capítulo Cuatro que al muerte entró en el mundo como resultado del pecado del primer hombre y mujer (Génesis 3). Usted también aprendió que cuando la maldición de la muerte vino al hombre, Satanás entró en el sistema genético del hombre y empezó su misión destructiva de enfermedad, dolencia, esclavitud, y muerte.

 

Pero en este momento oscuro de la historia, la primera promesa de sanidad espiritual y física se dio. En Génesis 3:15 Dios dijo que la “semilla” de la mujer heriría la cabeza de Satanás. Esta “semilla” era una promesa profética sobre Jesús que, a través de Su ministerio terrenal, muerte, y resurrección, derrotaría a Satanás.

 

El registro de Génesis contiene dos relatos de sanidad divina. En Génesis 17:18-19 Dios prometió sanar la esterilidad de Sara. En Génesis 21:1-7 esto se cumplió. Génesis 20:17 sanidad de Abimelec.

 

En el libro de Éxodo, enfermedad y sanidad divina entra más claramente en el registro bíblico.

 

Después de la liberación de Israel del Egipto, las personas marcharon durante varios días sin encontrar agua. Cuando ellas vinieron finalmente a Mara, ellas no podrían beber del agua porque estaba amarga.

 

Dios le mostró un árbol a Moisés que, cuando lanzado a las aguas, hizo las aguas dulcemente.

 

Siguiendo a esto Dios se revela como el Sanador de Su pueblo. Él dijo:

 

“Diciéndole: --Si escuchas atentamente la voz de Jehová tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes, ninguna enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré a ti, porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26).

 

Una traducción más exacta de esto es “Yo soy el Señor su médico”. Esto indica una acción habitual, continua. Porque esta promesa se dio primero a Israel en una situación específica, algunos dicen que sólo se aplica a ellos y que los Cristianos no puede exigirla. Nosotros debemos recordar, sin embargo, que los nombres de Dios son revelaciones de Su naturaleza y carácter, y Dios no cambia. Si Él era entonces por naturaleza médico y sanador, Él es el mismo hoy. Otras referencias específicas sobre la sanidad en Éxodo son la sanidad de la mano leprosa de Moisés (Éxodo 4:1-7) y la promesa de Dios para llevar la enfermedad de entre su pueblo (Éxodo 23:25).

 

El libro de Levítico podría llamarse el “manual de cuidado de la salud” de la Biblia. Dios revela las regulaciones con respecto al tratamiento de la enfermedad (para un ejemplo vea Levítico 13:1-46; 14:1-32) y da directivas que consideran el vivir saludable (vea Levítico 15:1-33 para un ejemplo).

 

El libro de Números registra la sanidad de la lepra de María (Miriam) y Aarón (Números 12:1-15) y la sanidad de plagas que afectaron Israel (Números 16:41-50 y 21:5-9).

 

Deuteronomio 28 es un capítulo muy importante relacionado a la sanidad. Explica la relación de la obediencia a la salud física. Otros pasajes en Deuteronomio que enfatiza esta verdad incluyen 7:15; 29:22; 30:20.

 

La esposa de Manoa fue sanada de la esterilidad en Jueces 13:2-24. Hay varios registros de sanidades en el libro de mí 1 Reyes. Hay historias sobre un hombre con la mano marchitada en 1 Reyes 13:4-6 y la resurrección de un niño muerto en 1 Reyes 17:17-24. El registro continúa en 2 Reyes con la sanidad de un niño por Eliseo en 2 Reyes 4:8-37 y la sanidad de Naamán en 2 Reyes 5:1-14. También estudie el caso de Rey Azarias en 2 Reyes 15:1-12.

 

De la sanidad de Ezequías en 2 Reyes 20:1-11 nosotros aprendemos que Dios puede sanar la enfermedad terminal y puede agregar años a la vida (también vea 2 Crónicas 32:24-26 e Isaías 38:1-12,16). Nosotros también aprendemos de 2 Reyes 13:14 y 21 que esa muerte viene a todos los hombres, incluso a aquellos con un ministerio de sanidad.

 

Una gran oración de arrepentimiento relacionada a la sanidad se registra en 2 Crónicas 6:26-31. 2 Crónicas 20:9 nos promete que Dios oye cuando nosotros clamamos en aflicción. En 2 Crónicas 16 usted puede leer la historia de Asa que murió porque él no buscó sanidad de Dios. Su pecado no fue ir a los médicos, pero ignorar a Dios y Su poder curativo. En 2 Crónicas 26 usted puede leer sobre la lepra de Uzías y en 2 Crónicas 30:20 de la sanidad de personas a través de las oraciones de Ezequías.

 

El libro de Job, sobre todo los capítulos 1 y 2, nos permite ver para identificar la fuente de los problemas de Job entre los bastidores, incluyendo su enfermedad. Estudie el libro de Job para aprender sobre su contestación en tiempo de enfermedad, la reacción de sus amigos, y cómo Dios lo sanó y liberó.

 

El libro de Salmos contiene muchas promesas, revelaciones, y oraciones acerca de la sanidad.

 

Estudie los pasajes siguientes:

 

Salmos 6:2-3: “O Señor me sana”.

Salmos 27:1: “El Señor es la fuerza de mi vida”.

Salmos 30:2: “Yo lloré y usted me sanó”.

Salmos 32:3-5: Reconocer el pecado produce sanidad.

Salmos 34:19-20: “Muchos son las aflicciones del justo, pero el Señor lo libra de ellas todas”.

Salmos 38:3,7: El Enojo y el pecado afectan su salud; la enfermedad se llama “aborrecible”.

Salmos 41:1-8: “Sana mi alma porque yo he pecado contra usted”. La enfermedad se llama malo.

Salmos 42:11; 43:5: Dios es la salud de nuestro semblante.

Salmos 42:1-5: Sanidad hacia un espíritu abatido.

Salmo 55:1-2: Oración perseverante y sanidad.

Salmos 60:2: “Sane las brechas de la tierra”.

Salmos 67:2: “Para que sea reconocido en la tierra tu camino, y en todas las naciones tu salvación”.

Salmos 72:13: Nosotros debemos tener lástima del débil.

Salmos 91:9,10: “No te sobrevendrá mal, ni la plaga se acercará a tu tienda”.

Salmos 103:1-5: “No se olvide de Sus beneficios... el que sana todas tus dolencias”.

Salmos 105:37: Israel caminó sin una persona débil entre ellos. Tres millones de personas estaban todas bien y muy bien.

Salmos 107:17-20: “Él envió Su Palabra y los sanó”.

Salmos 119:25-28: Nosotros nos fortalecemos por la Palabra.

Salmos 119:67: “Antes de que yo fuera afligido, yo estaba descaminado”.

Salmos 147:3: “Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas”.

Salmos 105:37: “Los sacó... no hubo entre sus tribus enfermo”.

 

El libro de Proverbios proporciona sabiduría que considera el vivir saludable. Proverbios 3:7-8 explica cómo ser saludable. Proverbios 4:20-23 revela que los problemas de la vida son afectados por la actitud del corazón y las promesas de que Dios trae vida y salud.

 

Proverbios 15:4 y 30 confirman que la charla sana resulta en salud y Proverbios 16:24 muestras que la Palabra de Dios trae sanidad. Proverbios 16:24 indica que la Palabra de Dios trae sanidad a los huesos y Proverbios 17:22 revela el físico es afectado por los problemas espirituales.

 

Eclesiastés 3:3 confirma que hay un tiempo fijo para sanidad y Eclesiastés 5:17 demuestra cómo frustración (aflicción en el original) y resentimiento se relaciona a la enfermedad.

 

Isaías 6:10 explica la relación entre la comprensión espiritual, conversión, y sanidad. Isaías 19:22 confirma que cuando suplicamos a Dios, Él sana (“suplicar” significa pedir seriamente y solicitar urgentemente).

 

Isaías 32:3-4 es una gran promesa profética de sanidad siendo parte del Reino de Dios.

 

Isaías 33:24 y 35:5-6 registran la sanidad durante el Milenio y cómo los habitantes dirán que “yo no estoy enfermo”. 

 

En Isaías 53:5 nosotros recibimos la promesa de sanidad y liberación a través de la expiación. Isaías 57:18-19 anima que nosotros nos acerquemos para sanidad e Isaías 58:8 confirma que nuestra “recuperación brotará con rapidez”.

 

En Isaías 61:1 nosotros aprendemos que Jesús fue enviado para vendar a los con el corazón quebrantado. Esto habla de una sanidad interior, emocional.

 

En Jeremías 8:14-15; 20-22 el amargor del pecado se vincula a la enfermedad física y Jeremías 15:18 explica cómo tratar con una herida incurable. Jeremías 17:14; 30:12-17; y 33:6 confirman que Dios es la fuente de la sanidad.

 

Lamentaciones 3:33 confirma que “Dios no aflige ni entristece por gusto”. Ezequiel 17:14; 30:17; y 33:6 confirman que Dios puede sanar y puede restaurar la salud.

 

Ezequiel 30:12-13 (según el original) habla de heridas incurables que remedios no pueden sanar. Sólo la sanidad espiritual puede curar estos tipos de heridas. Ezequiel 34:4,16,21 y Zacarías 11:16 contienen advertencias a pastores (los líderes espirituales) quién ha ignorado la oveja enferma (personas).

 

El capítulo 4 de Daniel registra la enfermedad y sanidad del Rey Nabucodonosor. Oseas 5:13 advierte del peligro de ir a otra parte en busca de sanidad y Oseas que 6:1 y 7:1 confirman que Dios puede y sanará las condiciones físicas y espirituales. Oseas 11:3 registra las palabras tristes de Dios sobre Israel: “No reconocieron que Yo los sanaba”. El registro del Antiguo Testamento sobre la sanidad concluye con la promesa en Malaquías 4:2 que Jesús surgirá y "en sus alas traerá sanidad”.

 

EL REGISTRO DEL NUEVO TESTAMENTO

 

Sanidad y liberación se extiende a una nueva dimensión en el registro del Nuevo Testamento a través de los ejemplos de Jesús y de la primera Iglesia.

 

EL EJEMPLO DE JESÚS:

 

En el Nuevo Testamento, Jesús es el modelo del creyente de fe y práctica. Su ministerio de sanidad y liberación es el modelo que usted debe seguir en su propio ministerio. De 3,774 versículos en los cuatro Evangelios, 484 se relacionan específicamente a la sanidad de enfermedades físicas y mentales y a la resurrección de los muertos. En Marcos, 209 versículos de 666 se relacionan a los milagros de Jesús. De 1,257 versículos narrativos en los Evangelios, 484 (38.5 por ciento) se consagra a describir los milagros de sanidad.

 

Jesús habló las palabras de Dios en Su ministerio:

 

“Entonces Jesús les dijo: --Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que nada hago de mí mismo; sino que estas cosas hablo, así como el Padre me enseñó” (Juan 8:28).

 

Jesús hizo el trabajo y la volunta de Dios:

 

“Y ésta es la voluntad del que me envió: Que yo no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite en el día final” (Juan 6:38).

 

“Me es preciso hacer las obras del que me envió, mientras dure el día. La noche viene cuando nadie puede trabajar (Juan 9:4).

 

“Jesús les dijo: --Mi comida es que yo haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra” (Juan 4:34).

 

El propósito de Jesús era destruir las obras del enemigo incluso el pecado, enfermedad, y esclavitud:

 

“El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).

 

Las obras Jesús dejó el Padre contento:

 

“Porque el que me envió, conmigo está. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él” (Juan 8:29).

 

Esto significa que cuando usted ministra sanidad y liberación como Jesús hizo, usted está agradando el Padre, hablando Su Palabra, haciendo Su voluntad, y destruyendo la obras del enemigo.

 

Hay varias referencias del Nuevo Testamento dónde Jesús sanó a todos que estaban presentes:

 

n       Hechos 10:38

n       Lucas 4:40; 6:17-19; 9:11

n       Mateo 4:23-25; 9:6,35; 10:1; 12:15; 14:14,34-36

 

Jesús sanó muchos tipos de enfermedades:

 

n       Epilepsia

n       Hidropesía

n       Sordez y mudez

n       Parálisis

n       Hemorragia crónica

n       Endemoniados

n       Mano marchitada (deformidades o parálisis)

n       Ceguera

n       Enfermedades

n       Restauración de una oreja que estaba cortada

n       Resurrección de los muertos

n       Mutilados (como usado en Marcos 9:43, claramente esto indica un miembro cortado)

 

La compasión fue la emoción motivadora en el ministerio de sanidad de Jesús (para ejemplos vea Mateo 9:36; 12:9-13; 14:14; 18:27; 20:29-34; 29:34; Marcos 1:41; 3:1-5; 5:19; Lucas 6:6-10; 7:12-15; 10:33; 14:1-6; y Juan 11:38-44). Otras emociones que Jesús expresó en el ministerio de sanidad fueron aflicción, cólera, y lamento.

 

Jesús usó varios métodos de sanidad. A veces Jesús llamó el enfermo a Él (Marcos 3:1-6). Otras veces ellos lo requirieron (vea la historia del siervo del Centurión en Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10 y la sanidad de la hija de Jairo en Mateo 9:18-19; 23-26).

 

Jesús trató con el hombre entero, no sólo con  la condición física. Él enseñó el perdón de pecado y sanidad juntos. A veces Él sanó primero, entonces perdonó el pecado (vea a Lucas 17:9 y Juan 5:14). Otros veces Él perdonó los pecados primero, entonces sanó (vea a Marcos 2:1-12).

 

A veces las sanidades ocurrieron sin la fe por parte de la persona enferma (por lo menos no fue mencionado):

 

n       Lázaro: Juan 11:1-44

n       La oreja de Malco: Lucas 22:50-51

n       El maníaco Gadareno: Marcos 5:1-20

n       El hombre sordo y mudo: Marcos 7:32-35

n       La suegra de Pedro: Lucas 4:38-39

n       El hijo de la viuda: Lucas 7:12-15

n       El hombre con la mano marchitada: Marcos 3:1-5

n       El hombre nacido ciego: Juan 9:1-7

n       La hija de Abraham: Lucas 13:10-13

n       El hijo del noble: Juan 4:46-50

n       El siervo del centurión: Mateo 8:5-13

n       La hija de la mujer sirofenicia: Mateo 15:21-28

n       La hija de Jairo: Marcos 5:35-43

 

A veces las sanidades ocurrieron debido a la fe por parte de un individuo:

 

n       Dos hombres ciegos: Mateo 9:27-31

n       Un leproso: Mateo 8:2-4; 20:29-34; Marcos 1:40-44

n       Diez leprosos: Lucas 17:11-19

n       Dos hombres ciegos: Mateo 20:29-34

n       El ciego Bartimeo: Marcos 10:46-52; Lucas 18:35-43

n       La mujer con el problema de la sangre: Mateo 9:20-22; Marcos 5:25-34; Lucas 8:43-48

 

A veces las sanidades ocurrieron debido a la fe de otros:

 

n       El siervo del Centurión: Mateo 8:5-13

n       El hijo del noble: Juan 4:46-53

n       Cuatro hombres quién trajeron al hombre paralizado: Mateo 9:1-8; Marcos 2:1-12; Lucas 5:17-26

n       La hija de la mujer sirofenicia: Mateo 15:21-28

n       El mudo poseído por demonios: Mateo 9:32-33

n       El poseso sordo y mudo: Mateo 12:22-23

n       La hija de Jairo: Marcos 5:35-43

n       El hombre sordo y mudo: Marcos 7:32

n       El hombre ciego: Marcos 8:22-26

 

Jesús usó diferentes métodos verbales sanando. A veces Él sólo habló la palabra de declaración:

 

n       La hija de Abraham: Lucas 13:10-13

n       El hijo del noble: Juan 4:46-50

n       O ciego Bartimeo: Marcos 10:46-52

n       Los dos hombres ciegos: Mateo 9:27-31

n       El siervo del centurión: Mateo 8:5-13

 

A veces Él habló la Palabra de orden:

 

n       El hombre con parálisis: Lucas 5:17-26

n       La hija de Jairo: Marcos 5:22-24, 35-43,

 

A veces Jesús combinó palabra de orden y toque:

 

n       El leproso: Mateo 8:2-4

n       Los dos hombres ciegos: Mateo 9:27-31

n       La suegra de Pedro: Lucas 1:38-39

n       El hombre sordo y mudo: Lucas 7:32-35

n       El hijo de la viuda: Lucas 7:12-15

n       La hija de Abraham: Lucas 13:10-13

 

A veces Jesús oró:

 

n       La suegra de Pedro: Lucas 4:38-39

n       El hombre sordo y mudo: Marcos 7:32-35

n       El hijo de la viuda: Lucas 7:12-15

n       Lázaro: Juan 11:38-44

n       El hombre con la mano marchitada: Marcos 3:1-5

 

No era necesario para Jesús estar físicamente presente con el enfermo para sanar. Él sanó a la distancia:

 

n       El siervo del Centurión: Mateo 8:5-13

n       El hijo del noble: Juan 4:46-50

n       La hija de la mujer de sirofenicia: Mateo 15:21-28

 

Jesús ordenó a menudo el enfermo para hacer algo como parte del proceso de sanidad:

 

n       Al hombre con la mano marchitada fue dicho “Levántate y ponte en medio”: Lucas 6:6-11.

n       Al hombre paralizado en Betesda fue dicho “Levántate, toma tu cama y anda”: Juan 5:1-9.

n       Al noble con un hijo enfermo fue dicho, “Vé”: Juan 4:46-54.

n       Los diez leprosos fueron mostrarse al sacerdote: Lucas 17:11-19

n       A un hombre ciego fue dicho para lavarse en el estanque de Siloé: Juan 9:7

 

Jesús ministró sanidad tanto en público (grupos y en la sinagoga) como en privado (casas y contactos individuales).

 

Jesús usó “material” poco común como:

 

n       Escupe

n       Barro

n       Dedos en las orejas

n       Dobladillo de Su vestido

n       Lavar en el agua

 

A veces el enfermo lo tocó:

 

n       La hija de Jairo: Marcos 5:23-24

n       Las multitudes: Lucas 6:17-19

n       Las multitudes: Marcos 3:10

n       Quienquiera que lo tocó: Marcos 6:56

 

A veces Él tocó el enfermo:

 

n       Dos hombres ciegos: Mateo 9:27-31

n       Las personas con varias enfermedades: Lucas 4:40

n       El leproso: Lucas 5:13

n       La mujer con el espíritu de enfermedad: Lucas 13:10-13

 

Las instrucciones que Jesús dio después de las sanidades fueran variadas. Por ejemplo, la suegra de Pedro salió de su cama y ministró a aquellos en la casa. Jesús requirió comida a ser dada a la hija de Jairo.

 

Las sanidades de Jesús ocurrieron en varias situaciones:

 

n       En y alrededor de casas

n       En reuniones abiertas: En las calles, por las piscinas, las laderas, los barcos

n       En entierros

n       En cementerios

n       En el Templo

n       En la hora de comer

n       En camino a otros destinos

n       En los jardines

 

Había contestaciones variadas a los milagros y sanidades:

 

n       Asombro

n       Miedo de Dios

n       Controversia

n       Rechazo por la familia y líderes religiosos

n       Demonios que claman

n       Enojo

n       Popularidad

n       Dios glorificado

n       Cuestionamiento: “¿Qué es esto?"

n       Discusión (informe y rumor)

n       Salvación de la casa

 

En resumen, cuando nosotros consideramos el ministerio de sanidad de Jesús como ejemplos para nuestros propios ministerios nosotros encontramos que Jesús habló las palabras de Dios e hizo las obras de Dios durante Su ministerio terrenal. Sanidad y liberación sea parte de Sus palabras y trabajo.

 

A veces Jesús sanó a todos presentes. En otros momentos, Él sanó a los individuos específicos.

 

Él sanó muchos tipos diferentes de enfermedades y usó varios métodos de ministerio. A veces las sanidades ocurrieron sin la fe por parte del enfermo. En otros momentos ocurrió debido a la fe del enfermo o sus amigos o parientes. Jesús ministró la sanidad dondequiera que Él fue y Su ministerio era marcado por la compasión. Su ministerio recibió una variedad de reacciones de las personas y de los líderes religiosos y políticos del tiempo.

 

Este mismo Jesús se mueve entre nosotros para salvar y sanar hoy. Recuerde que “todos los que le recibieron... les dio derecho de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12-13) y “todos los que le tocaban quedaban sanos” (Marcos 6:56).

 

EL EJEMPLO DE LA IGLESIA PRIMITIVA:

 

El ejemplo de la Iglesia Primitiva también provee un modelo de nuestra sanidad y ministerio de liberación. Los discípulos fueran comisionados y enviados por Jesús al ministerio de sanidad.

 

Los discípulos hicieron según ellos habían sido comisionados para hacer, y esperó que Jesús hiciera lo que Él prometió (para ejemplos vea Hechos 3:4-7; 8:4-8; 28:3-6).

 

El poder y a autoridad con que los discípulos ministraron sanidad no era de ellos mismos pero de Cristo (Hechos 3:4-7; 9:17-18). La oración era parte de su ministerio de sanidad (Hechos 4:23-31; 9:40-41; 28:8; y Santiago 5:16). Había oraciones intercesoras y de sanidad carismáticas (Hechos 3:4-7 y Santiago 5:14-16).

 

Los discípulos experimentaron sanidades tardadas. Estudie los ejemplos de Epafrodito en Filipenses 2:25-30; Timoteo en 1 Timoteo 5:23; y Trófimo en 2 Corintios 8:18-22.

 

Como Jesús, los discípulos experimentaron la persecución debido a su ministerio de sanidad (Hechos 4:3,29; 5:17-18; 6:9-15; 7:1-60).

 

Había varios métodos de sanidad registrados en Hechos que incluían:

 

n       Imposición de manos: 5:12; 14:3; 19:11; 28:8.

n       Palabras combinaron con imposición de manos: El hombre Cojo, 3:1-10; los ojos de Pablo, 9:17-19.

n       Palabras combinadas con levantar de manos: El hombre Cojo, 3:1-42; los ojos de Pablo, 9:36-43.

n       Hablar la Palabra (orden de autoridad): La muchacha esclava, 16:18; o cojo de Listra, 14:10.

n       Oración: los ojos de Pablo, 9:36-43; el padre de Publio, 28:8-9,

n       Vestes de oración: 19:11-12

n       Sombra: 5:12-16

n       Abrazo: 19:12

n       Rodear: 14:19-20

n       Ningún método en absoluto: 14:19-20

n       Palabra y un orden para actuar: Eneas, 9:33-34; el hombre cojo, capítulo 3.

 

A veces a sanidad resultaba porque:

 

n       El enfermo tomó la iniciativa: el hombre cojo en la verja del templo, Hechos 3:3.

n       Los amigos tomaron la iniciativa: Tabita, Hechos 9:38.

n       El apóstol tomó la iniciativa:

o        Pedro: Eneas en Lidia: Hechos 9:34

o        Pablo: El cojo en Listra: Hechos 14:9

o        Pablo: La muchacha esclava filipense: Hechos 16:18

o        Pablo: Eutico: Hechos 20:10

o        Pablo: El padre de Publio: Hechos 28:8

 

Los discípulos ministraron a los individuos. Estudie el gráfico siguiente:

 

Sanidades Individuales Por los Discípulos

 

Evento                         Hechos                         Tipo

Sanidad del mendigo cojo                    3:1-4:22                    Física

Los ojos de Pablo                   9:10-19; 22:10-21                   Física

Pedro sana Eneas                    9:32-35                    Física

Pedro sana a Dorcas (Tabita)                    9:36-43                    Resurrección

El hombre cojo en Listra                    14:8-18                    Física

Pablo levantado en Listra                    14:19-20                    Física

La muchacha esclava filipense                   16:16-40                    Demoníaca

La liberación Eutico                    20:7-12                    Resurrección

Pablo mordido de serpiente                    28:3-6                    Física

El padre de Publio                    28:8-9                    Física

 

Los discípulos ministraron a los grupos. Estudie el gráfico siguiente:

 

Sanidades Colectivas Por los Discípulos

 

                                                                                                Hechos

Muchas señales y maravillas                                  2:42-47

Oración por la confianza y señales de sanidad                  4:23-31

Muchos sanados en Jerusalén                                   5:12-16

Esteban realiza muchos milagros                                    6:8-15

Felipe sana muchos en Samaria                                    8:5-25

Pablo y Bernabé obran las señales y maravillas               14:3

Pablo sana enfermos en Efeso                              19:11-12

Personas enfermas sanadas en Malta                     28:8-9

 

Hubo muchos tipos de enfermedades sanadas. Estudie el gráfico lo siguiente:

 

Los tipos De Enfermedades Sanadas

 

Hechos

 

Fiebre y flujo de sangre: el padre de Publio  28:8

Ceguera: Pablo                                        9:8

Lesión de cabeza (el muerto): Eutico                    20:9

Enfermedad fatal: Tabita                             9:37

Parálisis: Eneas                                       9:33

Cojera: muchos cojos                                      3:2; 8:7; 14;8

La posesión demoníaca: Filipos                    16:16-40

La mordedura de serpiente: Pablo                     28:3-6

(También se sanaron muchas otras enfermedades no identificadas en las muchedumbres.)

 

A veces se realizaron las sanidades en contestación a una demanda:

 

n       De un hombre enfermo cojo: Hechos 3:2

n       De amigos (Tabita): Hechos 9:38

 


Sanidades resultaban como la contestación a una necesidad:

 

n       Eneas el paralítico: Hechos 9:33

n       Eutico: Hechos 20:10

n       El padre de Publio: Hechos 28:8

n       El enfermo en Malta: Hechos 28:9

 

Sanidad resultaba como una contestación a la fe:

 

n       El cojo en Listra: Hechos 14:9

 

También sanidad resultaba como una reacción a la molestia:

 

n       La muchacha esclava de Filipos: Hechos 16:18

 

De los ejemplos de los discípulos nosotros aprendemos que ellos fueran comisionados y enviados por Jesús al ministerio de sanidad. Ellos entendieron que su poder y autoridad era de Cristo. La oración era parte de su ministerio de sanidad y ellos experimentaron tanto retardos como resultados instantáneos.

 

Como Jesús, ellos experimentaron la persecución debido a su ministerio de sanidad. Ellos usaron varios métodos de sanar y trataron con una variedad de enfermedades. A veces sanidad resultaba porque el enfermo tomaba la iniciativa, los amigos tomaban la iniciativa, o los apóstoles tomaban la iniciativa. Los discípulos ministraron a grupos e individuos.

 

Del registro del Nuevo Testamento, está claro que los milagros, sanidades, y liberaciones no acabaron con el ministerio de Jesucristo. Estas señales “seguirán a los que creen".

 

SANIDAD Y LA EXPIACIÓN

 

Nosotros queremos considerar una de las referencias bíblicas más importantes sobre sanidad en detalle:

 

“Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por Dios, y afligido. Pero él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados” (Isaías 53:4-5).

 

Isaías 53 es un capítulo profético que se refiere a Jesucristo. Los versículos cuatro y cinco definitivamente unen la sanidad a la expiación de Jesús por Su muerte en la cruz. El único uso de la palabra “ciertamente” en este capítulo, que es una palabra de énfasis, precede esta provisión para nuestra salvación y sanidad.

 

El pecado y enfermedad son los males gemelos de Satanás. Salvación y sanidad son provisiones gemelos de Dios para la liberación. Antes del Calvario las personas fueran salvas y sanadas esperándolo en fe.

 

Después, salvación y sanidad viene de mirar atrás a él en fe.

 

La enfermedad y muerte entró por el pecado y son penalidades para la iniquidad, así que su remedio debe encontrarse en la expiación de Cristo. Jesús salvó llevó dolencia y enfermedades al mismo tiempo y de la misma manera que Él salvó sus pecados.

 

“De modo que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, quien dijo: El mismo tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades” (Mateo 8:17).

 

Dios puso los dos, el pecado y la enfermedad, sobre Jesús en la misma expiación. Pedro habla de salvación y sanidad como siendo un hecho cumplido:

 

“El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero a fin de que nosotros, habiendo muerto para los pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas habéis sido sanados” (1 Pedro 2:24).

 

Desde que Jesús llevó sus pecados, debe ser la voluntad de Dios salvar cuando usted viene a Él. Desde que Él llevó sus enfermedades, también debe ser Su voluntad sanar cuando usted viene a Él. El mismo Dios que perdona todos sus pecados también sana todas sus enfermedades:

 

“Bendice, oh alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” (Salmos 103:2-3).

 

El nombre redentor “Jehová-tsidkenu” revela la provisión redentora de Dios para su alma.

 

El nombre redentor “Jehová-rapha” revela Su provisión redentora para su cuerpo.

 

La palabra “salvo” en Romanos 10:9 es la misma palabra usada por Marcos cuando él dijo, “todos que lo tocado fueron sanados”. La palabra griega “sozo” usada en estos pasajes significa salvación del pecado y de su castigo. La enfermedad es parte del castigo, así que la salvación es parte de la expiación para el pecado.

 

Mientras la expiación de Cristo ha garantizado la perfección final del creyente, las imperfecciones humanas físicas y espirituales continúan. El creyente continúa sufriendo ataques de pecado y enfermedad. Los últimos beneficios de la expiación de Cristo aún serán revelados:

 

“Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación preparada para ser revelada en el tiempo final” (1 Pedro 1:5).

 

Los beneficios de la salvación a ser revelados en la eternidad son aquellos de perfección física y espiritual.

 

¿Cuándo Jesús murió en la cruz Él llevó sus pecados? Cómo un creyente, ¿usted aún lucha contra el pecado? El mismo es verdad de la enfermedad. Jesús murió por su enfermedad, pero con tal de que usted esté en un mundo imperfecto y Satanás no está atado todavía, usted también debe guerrear contra la enfermedad.

 


Hay un tiempo pasado, presente, y el futuro de salvación:

 

n       Pasado: Usted es salvo del castigo de los pecados cometidos en el pasado.

n       Presente: Usted es salvo del poder del pecado en el presente.

n       Futuro: Usted se salvará de la presencia del pecado en el futuro (la eternidad).

 

El mismo es verdad de la sanidad. Usted está salvo del castigo de la enfermedad por su pecado. Usted puede vencer el poder de la enfermedad en el tiempo presente y puede salvarse de la presencia real de enfermedad en la eternidad.

 

Desde que sanidad es un beneficio de la expiación, usted no sólo debe aceptar a Jesús como Salvador, pero también como Sanador. ¿Cómo Él puede mantenerlo alejado del pecado si usted nunca lo ha aceptado como el Salvador?

 

¿Cómo Él puede mantenerlo alejado de la enfermedad si usted nunca lo ha aceptado como Sanador?

 

LA COMISIÓN PARA SANAR

 

Jesús comisionó a Sus seguidores para predicar y enseñar el Evangelio del Reino de Dios y demostrar su poder de sanidad y liberación. Estudie el gráfico siguiente y busque cada referencia en su Biblia:

 

                        Mateo                         Marcos                         Lucas                         Hechos

Envío de 12                    10:1-42                    6:7-13                    9:1-6

Envío de 70                    10:1-24

Poder para atar y soltar                   16:17-19

La comisión final                    28:16-20                    16:14-20                    24:44-53                    1:1-11

 

De los relatos de Mateo 10:1-42; Marcos 6:7-13; y Lucas 9:1-6, aquí está una lista combinada de las instrucciones dadas a los primeros doce discípulos comisionados:

 

n       Vaya de dos en dos

n       Vaya a Israel

n       Predique el mensaje del Reino, incluso el arrepentimiento

n       Sane el enfermo y cure todos los tipos de enfermedades

n       Levante el muerto

n       Limpie a los leprosos

n       Expulse los demonios

n       No espere preparar a ropa o el dinero para ir

n       Libremente usted ha recibido, libremente dé

n       Recibieron poder y autoridad sobre los espíritus malignos y Satanás

 

Lucas 9:6 y Marcos 6:12-13 registran los resultados de su ministerio.

 

En Lucas 10:1-24, nosotros leímos de la comisión de los setenta discípulos. Las instrucciones dadas fueran:

 

n       Vaya por su camino: Su ministerio no se restringió a Israel. Ellos deberían ir a cada ciudad adónde Él iría después.

n       Predique el mensaje del Reino.

n       Sane el enfermo.

n       No espere preparar a la ropa y al dinero para ir.

n       Ellos recibieron poder para pisar en las serpientes y sobre todo el poder del enemigo, y nada los herirían.

 

Se registran los resultados de su ministerio en Lucas 10:17 y la contestación de Jesús a él en Lucas 10:18-20.

 

La comisión final de Jesús a Sus discípulos se registra en Mateo 28:18-20; Marcos 16:16-20 (conocido como la Gran Comisión); y Lucas 24:44-53. Esta comisión será cumplida por todos los creyentes. De las referencias combinadas, aquí está un resumen de las instrucciones:

 

n       Vaya y enseñe todas las naciones; en todo el mundo; entre todas las naciones, empezando en Jerusalén; a cada criatura viviente.

n       Predique el arrepentimiento y remisión de pecados en Su nombre.

n       Enseñe el Evangelio, entonces después de la conversión enséñeles a los convertidos a observar todas las cosas que Jesús ordenó.

n       Poder para la tarea se promete. Estas señales seguirán aquellos que creen:

o        Expulsarán los diablos, hablarán en nuevas lenguas, las serpientes no los causará daño, beberán cosas mortales sin daño, pondrán las manos sobre los enfermos y ellos sanarán.

o        Jesús estará con aquellos que cumplen esta comisión.

 

Todo verdadero creyente, nacido de nuevo, debe estar involucrado en cumplir esta comisión para alcanzar las naciones con el Evangelio de salvación, sanidad, y liberación. La sanidad y el ministerio de liberación no son optativos para la Iglesia. Es una parte vital de la Gran Comisión.

 

LAS LLAVES AL REINO

 

En las enseñanzas del Nuevo Testamento, Jesús dio muchas verdades o “llaves” para entender el Reino de Dios. Tres de éstas son vitales para ministrar y recibir la sanidad. La primero es que si su preocupación primaria está con el Reino de Dios, todas las otras cosas necesarias (incluso la sanidad) se proporcionarán a usted:

 

“Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

 

El segundo es que para recibir, usted debe dar:

 

“Dad, y se os dará...” (Lucas 6:38).

 

Si usted quiere recibir la sanidad, empiece a ministrar la sanidad. Mientras usted da, usted recibirá.

 

Abraham oró por la esposa yerma de Abimelec y ella fue sanada a pesar del hecho que su propia esposa, Sara, todavía era yerma. Después, Sara concibió y generó a Isaac.

 

El tercio principio importante es que nada es imposible para Dios:

 

“El les dijo: --Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios” (Lucas 18:27).

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. Resuma lo que o Antiguo Testamento enseña con respecto a la sanidad.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

3. Usando los ejemplos de Jesús y de la primera Iglesia, resuma lo que o Nuevo Testamento enseña con respecto a la sanidad.

________________________________________

________________________________________

 

4. De las Escrituras, demuestre que sanidad es un beneficio de la expiación de Jesucristo.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

5. Resuma La Gran Comisión con respecto a sanidad y liberación.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

6. Liste las referencias de la Biblia discutidas en esta lección que comprueba que todos los creyentes deben estar involucrados en la sanidad y liberación.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

7. ¿cuáles son las tres “llaves al Reino” relacionadas a la sanidad qué se discutió en esta lección?

________________________________________

________________________________________

 

(As respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Use el Apéndice de este manual para continuar su estudio de la base bíblica de a sanidad.

 

Cuando usted terminar las notas de investigación en el Apéndice, continúe extendiendo este estudio agregando sus propias notas del estudio al Apéndice.

 

2. Nuestra consideración de la base bíblica de a sanidad no estaría completa sin a consideración a los registros de fracasos claros de aquellos involucrados en el ministerio de sanidad.

 

Siempre recuerde, al tratar con tales situaciones, que la interpretación de la Escritura reposa en sus promesas y enseñanzas, no en la experiencia. Habrá siempre fracasos en la parte de hombre.

 

Epafrodito (Filipenses 2:25-27) vino cerca de la muerte con su aflicción. Al que parece él no experimentó la sanidad inmediata, aunque puede asumirse que Pablo ministró a él. Epafrodito eventualmente se recuperó, sin embargo. Recuerde que la toda sanidad legítima viene de Dios, si instantánea, gradual, o a través de los procesos naturales. Usted simplemente no ha fallado porque la sanidad divina no es inmediatamente evidente.

 

2 Timoteo 4:20 habla de tener que dejar atrás a un hombre enfermo nombrado Trófimo. Su caso es tan breve que poco puede recogerse de él. Pablo lo dejó enfermo, pero no nos dice si él se sanó a una fecha más tarde.

 

Mateo 17:14-21; Marcos 9:14-29; y Lucas 9:37-45 registran el fracaso de los discípulos para ministrar la liberación a un joven que fue afligido por los poderes demoníacos. La descripción combinada del muchacho de los tres registros bíblicos revela que él era:

 

n       Un loco (mentalmente desordenado).

n       Muy molestado.

n       Cayéndose a menudo en el fuego y en la agua.

n       Machucado y dañado por el espíritu.

n       Mudo.

n       Roto por el espíritu.

n       Rechinando sus dientes.

n       Afectado desde la niñez.

 

Según Jesús, los discípulos fallaron en este caso debido a la incredulidad y porque ese tipo particular de poder demoníaco sólo podría salir a través de la oración y ayuno. Puede haber habido también el factor de un ambiente incrédulo, pues los discípulos estaban rodeados por y en debate con los líderes religiosos en el momento. Esta historia también demuestra que hay poderes demoníacos diferentes, más poderosos que otros. También confirma que tratar con estos poderes demoníacos requiere preparación espiritual especial.

 

Aquí está cómo Jesús trató con esta situación. ¿Él le preguntó primero al padre, “Cuánto tiempo él ha estado de esta manera?" El padre respondió que él había sido afectado desde la niñez. Jesús reprendió el espíritu malo y le dijo para salir y no entrar en nadie más. El espíritu derrumbó al muchacho joven y él cayó en la tierra, revolcándose y espumando. Jesús llamó el espíritu de inmundo, sordo, y mudo.

 

Algunos pensaron que el joven estaba muerto, pero Jesús lo tomó por la mano y lo elevó.

 

El espíritu partió, y él fue curado en esa misma hora.

 

Un cuidado sobre este relato: Usted debe tener el cuidado para no clasificar todo sordo y mudo y/o aquellos con la epilepsia como siendo poseídos de demonio. Todos que son sordos y mudos no son poseídos de demonio. Ellos pueden haber sufrido enfermedades o lesiones que causaron su condición.

 

Hay también una condición llamada “epilepsia” que no es ninguna posesión demoníaca. Las señales de epilepsia son similares (vea el gráfico debajo). La epilepsia es un síntoma que es el resultado de una descarga súbita de energía por las células nerviosas en el cerebro. Puede tener muchas causas. Hay algunas víctimas de la epilepsia dónde la causa puede descubrirse (es decir, puede ser un tumor cerebral) y ser corregida médicamente. En otros, la causa es desconocida:

 

Ataque Epiléptico                        Ataque del Muchacho

                      

A menudo empieza en la niñez                  Empezó en la niñez

Empieza de repente                  Empieza de repente

Pérdida de la conciencia                  Se puso inconsciente

Frecuentes lesiones                  Herido frecuente en el fuego y agua

Soñoliento y exhausto después                  Exhausto... algunos pensaron que él

                  estaba muerto

 

3. Sanidad no sólo está disponible para las condiciones físicas. En el registro bíblico nosotros encontramos:

 

n       Sanidad del corazón roto: Salmos 147:3

n       Sanidad del alma pecadora: Salmos 41:4

n       Sanidad de los rebeldes: Jeremías 3:22; Oseas 14:4

n       Aguas sanadoras: 2 Reyes 2:21,22; Ezequiel 47:8,9

n       Sanando el pueblo de Israel y la ciudad de Jerusalén: 2 Crónicas 7:14; 30:20; Isaías 30:26; 57:18; Oseas 11:3

n       Promesa de sanar el Egipto y los Gentiles: Isaías 19:22; 57:19

 

4. Se discutió la naturaleza triuna del hombre – cuerpo, alma, y espíritu – brevemente en esta lección. Para aprender más sobre este asunto, estudie las palabras “cuerpo, alma, y espíritu” en la Biblia. Es importante para usted entender su cuerpo, alma, y espíritu y sus funciones mientras usted busca ministrar y recibir la sanidad.

 

5. Aquí está una lista de algunas de las Escrituras principales sobre sanidad y liberación:

 

Referencias del Antiguo Testamento

 

Génesis 17:18-19: Dios prometió sanar la esterilidad de Sara.

Génesis 20:17: Dios sanó Abimelec.

Éxodo 4:6-7: La mano leprosa de Moisés.

Éxodo 15:25-26: Dios revela Su nombre como “Jehová-Rapha" qué significa, “El Señor Tú Sanador”. Él prometió que ninguna de las enfermedades de Egipto vendría sobre Israel.

Éxodo 23:25: Dios prometió apartar la enfermedad de entre Su pueblo.

Levítico 13:1-46: Regulaciones con respecto a la lepra.

Levítico 14:1-32: Regulaciones con respecto a la lepra.

Levítico 15:1-33: Regulaciones de Salud.

Levítico 16:29-30: Sanidad de pecados.

Números 12:1-15: La Lepra de María (Miriam) y Aarón.

Números 16:41-50: Una plaga afecta Israel.

Números 21:5-9: Sanidad de la serpiente simbólica de latón.

Deuteronomio 7:15: La obediencia a Dios produce la salud.

Deuteronomio 28: La enfermedad resulta cuando nosotros no observamos la ley de Dios.

Deuteronomio 29:22: El Señor pone la enfermedad en la tierra.

Deuteronomio 30:20: Dios es la vida y la longitud de días.

Deuteronomio 32:39: Dios hiere y sana.

Deuteronomio 7:15; 28:60: Las Enfermedades de Egipto.

Josué 5:8: La sanidad natural de heridas de la circuncisión.

1 Samuel 6:3: Una violación de ofrenda trajo la sanidad.

1 Samuel 16:14-23: Un espíritu malo perturba a Saúl.

1 Reyes 5:23; 2 Crónicas 16:12: Enfermedades en los pies.

1 Reyes 8:37-40: Plagas en la tierra.

1 Reyes 13:4-6: Un hombre con una mano marchita.

1 Reyes 17:17-24: Elías resucita a un niño de la muerte. (El mensajero y el mensaje se confirman por la sanidad.)

2 Reyes 1:2; 8:8-9: ¿Yo recuperaré de esta enfermedad?

2 Reyes 2:19-22: Sanidad de aguas por Eliseo.

2 Reyes 4:8-37: Resurrección del hijo de la Sunamita.

2 Reyes 5:1-14: La sanidad de Naamán.

2 Reyes 13:14,21: Eliseo está enfermo con una enfermedad hacia la muerte.

2 Reyes 20:1-11: La enfermedad de Exequias.

2 Crónicas 6:26-31: Oración de arrepentimiento y enfermedad.

2 Crónicas 7:14: “yo sanaré su tierra”.

2 Crónicas 16:12: Un hombre con una gran enfermedad no busca Dios.

2 Crónicas 20:9: Dios oye cuando nosotros lloramos en aflicción.

2 Crónicas 21:12-30: Una enfermedad incurable de los intestinos.

2 Crónicas 24:25: La enfermedad es llamada de grave.

2 Crónicas 26:19: la lepra de Uzías.

2 Crónicas 30:20: Sanidad del pueblo por las oraciones de Ezequías.

2 Crónicas 32:24-26: la enfermedad de Ezequías.

Job 1-2: Estos capítulos revelan las fuentes de los problemas de Job, incluyendo su enfermedad.

Job 5:18; 30:18: Job habla sobre su enfermedad.

Salmos 6:2-3: “O Señor me sana”.

Salmos 27:1: “El Señor es la fuerza de mi vida”.

Salmos 30:2: “Yo lloré y usted me sanó”.

Salmos 32:3-5: Reconocer el pecado produce sanidad.

Salmos 34:19-20: “Muchos son las aflicciones del justo, pero el Señor lo libra de ellas todas”.

Salmos 38:3,7: El Enojo y el pecado afectan su salud; la enfermedad se llama “aborrecible”.

Salmos 41:1-8: “Sana mi alma porque yo he pecado contra usted”. La enfermedad se llama malo.

Salmos 42:11; 43:5: Dios es la salud de nuestro semblante.

Salmos 42:1-5: Sanidad hacia un espíritu abatido.

Salmo 55:1-2: Oración perseverante y sanidad.

Salmos 60:2: “Sane las brechas de la tierra”.

Salmos 67:2: “Para que sea reconocido en la tierra tu camino, y en todas las naciones tu salvación”.

Salmos 72:13: Nosotros debemos tener lástima del débil.

Salmos 91:9,10: “No te sobrevendrá mal, ni la plaga se acercará a tu tienda”.

Salmos 103:1-5: “No se olvide de Sus beneficios... el que sana todas tus dolencias”.

Salmos 105:37: Israel caminó sin una persona débil entre ellos. Tres millones de personas estaban todas bien y muy bien.

Salmos 107:17-20: “Él envió Su Palabra y los sanó”.

Salmos 119:25-28: Nosotros nos fortalecemos por la Palabra.

Salmos 119:67: “Antes de que yo fuera afligido, yo estaba descaminado”.

Salmos 147:3: “Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas”.

Salmos 105:37: “Los sacó... no hubo entre sus tribus enfermo”.

Proverbios 3:7-8: Cómo ser saludable.

Proverbios 4:20-23: Los problemas de la vida son afectados por la actitud del corazón.

Las promesas de Dios son “vida a los que los hallan, y medicina para todo su cuerpo”.

Proverbios 12:18: La lengua del rey sabio trae la sanidad.

Proverbios 13:17: Un embajador fiel se compara a la salud.

Proverbios 15:4, 30: Una lengua sana es vida; una buena noticia sana los huesos.

Proverbios 16:24: La Palabra de Dios trae sanidad a los huesos.

Proverbios 17:22: Un espíritu roto afecta los huesos.

Eclesiastés 3:3: Hay un tiempo para sanar.

Eclesiastés 5:17: Se relacionan el dolor e ira a la enfermedad.

Isaías 6:10: Entendimiento, conversión, sanidad.

Isaías 19:22: Cuando alguno suplica a Dios, Él sana. (Suplicar significa pedir seriamente y solicitar urgentemente.)

Isaías 32:3-4: Profecía de sanidad siendo parte del Reino de Dios.

Isaías 33:24: “Ningún morador dirá: Estoy enfermo”.

Isaías 35:5-6: Sanidad en el Milenio.

Isaías 38:1-12,16: la enfermedad de Exequias y su retorno a la salud.

Isaías 53:5: Nosotros recibimos promesas de sanidad y liberación a través de la expiación.

Isaías 57:18-19: Acercarse para sanidad.

Isaías 58:8: La salud saltará.

Isaías 61:1: Jesús fue enviado para ligar al corazón destrozado (sanidad emocional).

Isaías 58:8: Salud que brotará rápidamente.

Jeremías 3:22: Dios sana recayendo cuando nosotros devolvemos a Él.

Jeremías 8:14-15; 20-22: Un tiempo de sanar. El amargor del pecado está atado a la salud física.

Jeremías 15:18: Cómo tratar con una herida incurable.

Jeremías 14:19: ¿No hay ninguna sanidad para nosotros?

Jeremías 17:14: “Sáname y yo me sanaré”.

Jeremías 30:12-17: Dios restaurará la salud.

Jeremías 33:6: “Yo los curaré”.

Jeremías 46:11: “No hay sanidad para ti”.

Jeremías 51:8-9: Sanidad de Babilonia.

Lamentaciones 2:13: “¿Quién puede sanarla?”

Lamentaciones 3:33: “Dios no aflige de buena gana”.

Ezequiel 14:19: “¿No hay ninguna sanidad para nosotros?”

Ezequiel 17:14: “Sáneme y yo me sanaré”.

Ezequiel 30:17: “Yo restauraré la salud”.

Ezequiel 30:12-13: Heridas incurable que las remedios no pueden sanar.

Ezequiel 30:21: Lo que Dios quebranta no puede sanarse.

Ezequiel 33:6: “Yo los sanaré”.

Ezequiel 34:4,16,21: Una advertencia a los pastores que no han sanado.

Ezequiel 46:11: “Usted nos será sanado”.

Ezequiel 47:8-12: Sanidad de las aguas.

Daniel 4:34,36: La sanidad de Nabucodonosor.

Oseas 5:13: Yendo a otro lugar para sanidad. El hombre no puede curar una herida infligida por Dios.

Oseas 6:1: “Él arrebató, pero nos sanará; él hirió, pero nos vendará”.

Oseas 7:1: Sanidad para Israel.

Oseas 11:3: “Ellos no supieron que yo los sané”.

Oseas 14:4: “Yo los sanaré de su infidelidad”.

Nahúm 3:19: Una condición terminal.

Zacarías 11:16: Una advertencia a los pastores que no sanan.

Malaquías 4:2: Sanidad en Sus alas.

 

Referencias del Nuevo Testamento

 

Mateo 8:13: El punto de contacto establece el tiempo.

Mateo 8:17: Jesús llevó nuestras enfermedades.

Mateo 10:1: Poder sobre la enfermedad y los demonios se da a los discípulos.

Mateo 18:19-21: Cualquier dos estando de acuerdo reciben lo que pidieron.

Marcos 2:17: Cristo vino a sanar a los pecadores.

Marcos 3:15-17: Cristo da el poder para sanar el enfermo.

Marcos 4:18-19: La sanidad es parte de la unción; Jesús fue enviado a sanar.

Marcos 11:24: Si nosotros creemos cuando nosotros oramos (no después de que usted recibe), usted recibirá. Marcos 16:18: Aquellos que creen en el nombre de Jesús sanarán a los enfermos y expulsarán los demonios.

Lucas 5:31: Los enfermos necesitan de un médico.

Lucas 7:6: Indignidad se ve por Jesús como fe.

Lucas 7:22-23: El argumento más convincente es la experiencia.

Lucas 17:6: La fe pequeña puede traer grandes resultados.

Lucas 18:7-8: No se rinda antes de que su respuesta venga.

(La historia de Daniel en el Antiguo Testamento también ilustra la importancia de prevalecer en la oración: Dios oyó a Daniel desde el primero día, pero Satanás impidió durante unos 21 días.)

Juan 6:53-58: El cuerpo y la sangre de Jesús trae vida.

Juan 10:10: Jesús vino para que nosotros pudiéramos tener vida. Satanás vino a matar, robar, y destruir.

Juan 11:1-45: Una enfermedad no sanada en el momento da camino a un milagro mayor.

Juan 14:12-13: Las obras que Jesús hizo, nosotros debemos hacer.

Juan 15:7: La importancia de permanecer pidiendo y recibiendo.

Juan 16:24: Pídale en Su nombre y usted recibirá.

Romanos 2:4: La bondad de Dios lleva al arrepentimiento. (Nota que la enfermedad no lleva al arrepentimiento; es la bondad de Dios.)

Romanos 8:19-23: El mundo entero está en proceso de decadencia.

2 Corintios 4:16: Nuestro hombre exterior perece, pero el hombre interior puede renovarse.

Efesios 3:20-21: Dios tiene el poder para trabajar en nosotros mucho más abundantemente de lo que nosotros pedimos o pensamos.

Filipenses 2:25-27: La enfermedad de Epafrodito.

Colosenses 4:14: Lucas, un médico, era parte del equipo de evangelización de Pablo.

2 Timoteo 4:20: El caso de Trófimo es tan breve, poco puede descubrirse sobre él. Pablo lo dejó enfermo, pero no nos dice si él fuera sanado después instantáneamente o gradualmente, o lo que podría haber impedido su sanidad.

Hebreos 4:15: Él se compadece con nuestras enfermedades.

Hebreos 11:1: Fe es la evidencia de cosas (sanidades) no vistas.

Santiago 1:8: Nosotros debemos pedir en fe y no debemos vacilar.

Santiago 1:17: Cada buena dádiva (sanidad) es de Dios.

Sanidad 5:14-15: Llamar a los presbíteros para ungir con aceite, oración de fe, sanidad y perdón.

1 Pedro 2:24: Nosotros nos sanamos por Sus heridas.

1 Juan 3:22: Cualquier cosa que nosotros pedimos nosotros podemos recibir si nosotros somos obedientes.

3 Juan 1:2: Se relaciona la salud a la condición de su alma.

Marcos 7:36; 8:26; Mateo 8:4: No transforme la sanidad en espectáculo.

Apocalipsis 20:2-3: Cuando Satanás es atado, no hay más ninguna enfermedad y muerte.

Apocalipsis 21:4: La última sanidad: Ninguna enfermedad y muerte.

 

6. Dios ha prometido sanidad y liberación. Aquí son algunos versículos con respecto a las promesas de Dios: Romanos 1:16; 1 Reyes 8:56; Proverbios 4:22; 2 Corintios 1:20.

 


CAPÍTULO NUEVE

 

LOS PROPÓSITOS DE LA SANIDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar nueve propósitos para la sanidad.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Al atardecer, trajeron a él muchos endemoniados. Con su palabra echó fuera a los espíritus y sanó a todos los enfermos, de modo que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, quien dijo: El mismo tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades” (Mateo 8:16-17).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

El propósito más obvio de la sanidad está en hacer el enfermo bien. Pero la sanidad y liberación sirven a otros propósitos más allá de hacer las personas sanas. Sanidad también:

 

DEMUESTRA EL CARÁCTER DE DIOS

 

Sanidad demuestra que Dios es cortés, bueno, misericordioso, y compasivo:

 

“Clemente y compasivo es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos, y su misericordia está en todas sus obras” (Salmos 145:8-9).

 

“Jesús, movido a compasión, extendió la mano, le tocó y le dijo: --Quiero; sé limpio” (Marcos 1:41).

 

GLORIFICA A DIOS

 

Sanidad resulta en alabanza y gloria a Dios:

 

“Entonces se acercaron a él grandes multitudes que tenían consigo cojos, ciegos, mancos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó; de manera que la gente se maravillaba al ver a los mudos hablar, a los mancos sanos, a los cojos andar y a los ciegos ver. Y glorificaban al Dios de Israel” (Mateo 15:30-31).

 

“... porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido” (Hechos 4:21).

 

CONFIRMA A JESÚS COMO EL SALVADOR Y MESÍAS

 

Lea Mateo 8:14-17 en su Biblia. Las sanidades registradas aquí confirman las palabras del profeta:

 

“... El mismo tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades” (Mateo 8:17).

 

En Lucas 5:18-26 la sanidad de un hombre cojo y el perdón de sus pecados confirman a Jesús como el Salvador así como sanador. Aquí están algunas otras referencias dónde sanidad y liberación confirmaron a Jesús como el Salvador:

 

“Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed a las obras; para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre” (Juan 10:37-38).

 

“Por cierto Jesús hizo muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas cosas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (Juan 20:30-31)

 

 

CONFIRMA EL MENSAJERO Y EL MENSAJE

 

Lea la historia de la sanidad del joven en 1 Reyes 17. Cuando este muchacho fue sanado, su madre dijo a la profeta Elías:

 

“Entonces la mujer dijo a Elías: ¡Ahora reconozco que tú eres un hombre de Dios y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca!” (1 Reyes 17:24).

 

La sanidad verificó al mensaje y el mensajero.

 

“Con todo eso, ellos continuaron mucho tiempo hablando con valentía, confiados en el Señor, quien daba testimonio a la palabra de su gracia concediendo que se hiciesen señales y prodigios por medio de las manos de ellos” (Hechos 14:3).

 

“Con todo eso, ellos continuaron mucho tiempo hablando con valentía, confiados en el Señor, quien daba testimonio a la palabra de su gracia concediendo que se hiciesen señales y prodigios por medio de las manos de ellos” (Hechos 4:13)

 

La Biblia registra que después de un gran milagro de sanidad, los líderes espirituales y políticos...

 

“Y viendo la valentía de Pedro y de Juan, y teniendo en cuenta que eran hombres sin letras e indoctos, se asombraban y reconocían que habían estado con Jesús” (Hechos 4:13).

 

ANIMA LA RECEPTIVIDAD AL EVANGELIO

 

Es fácil de decirles a las personas sobre el Evangelio después de que ellas se han sanado. Hay varios ejemplos de esto en el libro de Hechos. Las sanidades abrieron la puerta para el Evangelio ser compartido para la salvación, la llenura del Espíritu Santo, y al crecimiento de la iglesia. Vea Hechos 2:42-47 y 5:14 para ejemplos.

 

Aunque sanidad anima la receptividad al Evangelio, siempre recuerde que no se reemplaza la predicación del Evangelio de salvación. La Palabra debe enseñarse juntamente con la demostración de poder a través de sanidades y liberaciones para traer las personas a una relación correcta con Dios. Siempre recuerde que es la Palabra que crea la fe para la salvación, sanidad, y liberación.

 

Sanidad es una herramienta poderosa de evangelización. En las sanidades registradas en la Escritura:

 

1. En 17 casos, las sanidades sucedieron en ocasiones de evangelización:

 

n       Mateo 4:24; 8:16; 9:2-8; 9:32-33

n       Marcos 1:23-28; 9:14-27; 10:46-52

n       Lucas 8:42-48; 13:10-13,16; 14:1-4; 17:11-19

n       Juan 4:28-30; 5:1-9, 14; 9:1-7

n       Hechos 3:1-10; 8:5-8; 14:8-10

 

2. En 16 casos, las sanidades tuvieron un resultado evangelista:

 

n       Mateo 9:2-8; 9:32-33; 12:9-13

n       Marcos 1:23-28; 5:1-13, 18-20; 7:32-37; 9:14-27

n       Lucas 5:12-14; 13:10-13,16; 17:11-19

n       Juan 4:28-30; 9:1-7

n       Hechos 3:1-8; 8:5-8; 9:32-35; 14:8-10

 

3. En 21 de 26 sanidades, hubo una ocasión o resultado evangelista.

 

ESTABLECE EL REINO DE DIOS

 

Las sanidades y liberaciones hechas por Jesús y Sus discípulos fueron la primera fase del establecimiento del Reino de Dios:

 

“Sanad a los enfermos que haya allí y decidles: 'El reino de Dios se ha acercado a vosotros” (Lucas 10:9).

 

 “Pero si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Mateo 12:28).

 

Mientras usted ministra la sanidad, recuerde que el Reino no está presente aún en su llenura. En la llenura del Reino habrá ausencia completa de enfermedad y muerte. El cuerpo, así como el alma, no está redimido ahora como estará en la llenura del Reino.

 

Usted está salvo de la penalidad del pecado en el pasado y puede ser salvo de su poder en el presente. En el futuro, usted será salvo de la presencia del pecado. El mismo es verdad de la enfermedad. La enfermedad no es una penalidad para nuestros pecados pasados. Nosotros podemos ser redimidos de su poder en el presente, pero no de su presencia hasta la eternidad futura.

 

DEMUESTRA EL JUICIO SOBRE EL ENEMIGO

 

Cuando usted pone las manos sobre el enfermo usted está declarando que el príncipe de este mundo se ha juzgado y el poder de la dolencia y enfermedad ha sido destruido (Juan 16.11). Recuerde que es el poder de la enfermedad que se destruye, no su presencia. Nosotros sólo seremos redimidos de su presencia cuando adentrarnos en la llenura del Reino de Dios.

 

AUMENTA A LOS LÍDERES ESPIRITUALES

 

Sanidad se ha usado para levantar a los grandes líderes espirituales. Pablo fue llamado para ser un apóstol del Evangelio en el momento de Su sanidad (Hechos 9).

 

RESULTA EN GRAN ALEGRÍA

 

Lea Hechos 8:5-25. Este pasaje explica la gran alegría que vino a los individuos y comunidades dónde la sanidad y la liberación habían sido ministradas.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. ¿Cuáles son los nueve otros propósitos de la sanidad además de la sanidad física, discutidos en esta lección?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

Dios tiene otros propósitos en su sanidad además de la sanidad física. Entender estos propósitos le ayudará a pedir la sanidad en confianza, conociendo que ella es la voluntad de Dios. Piense sobre cómo su sanidad...

 


Demostraría el carácter de Dios:

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

Glorificaría a Dios:

________________________________________

________________________________________

 

Confirmaría a Jesús como el Salvador y Mesías:

________________________________________

________________________________________

 

Confirmaría el mensajero y el mensaje que usted enseña:

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

Animaría la receptividad al Evangelio:

________________________________________

________________________________________

 

Establecería el Reino de Dios:

________________________________________

________________________________________

 

Demostraría el juicio sobre el enemigo:

________________________________________

________________________________________

 

Produciría gran alegría:

________________________________________

________________________________________

 


CAPÍTULO DIEZ

 

LOS DONES DE SANIDADES

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar el Espíritu Santo como parte de la Trinidad de Dios.

n       Resumir el ministerio del Espíritu Santo.

n       Definir “don espiritual”.

n       Definir los “dones de sanidades”.

n       Listar los dones espirituales específicos que complementan el don de sanidades.

n       Identificar quién debe estar involucrado en el ministerio de sanidad.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Pero a cada cual le es dada la manifestación del Espíritu para provecho mutuo. Porque a uno se le da palabra de sabiduría por medio del Espíritu; pero a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu;  otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por un solo Espíritu” (1 Corintios 12:7-9).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

La Biblia comisiona a todas los creyentes a estar involucrados en el ministerio de la sanidad y liberación, pero la Palabra también confirma que hay dones especiales de sanidades dados a algunos creyentes por el Espíritu Santo. Esta lección introduce el Espíritu Santo como la parte de la Trinidad de Dios, resume Sus ministerios, define los dones espirituales, y específicamente enfoca en los dones de sanidades y los dones espirituales relacionados.

 

EL ESPÍRITU SANTO

 

El Espíritu santo es parte del Trinidad de Dios que consiste en Dios el Padre, el Hijo Jesucristo, y el Espíritu Santo. Se revela la naturaleza triuna de Dios en los siguientes pasajes:

 

Mateo 3:16-17; Juan 15:26; Romanos 8:2-3; 2 Corintios 13:14; Efesios 2:18; 1 Pedro 4:14; y Hechos 2:33. El Espíritu Santo es omnipresente, lo que significa que Él está presente por todas partes (Salmos 139:7). Él es omnisciente, lo que significa que Él sabe todas las cosas (1 Corintios 2:10-11).

 

Él es omnipotente, lo que significa que Él es todo poderoso (Salmos 62:11). Él es eterno, lo que significa que Él es para todo siempre (Hebreos 9:14).

EL MINISTERIO DEL ESPÍRITU SANTO

 

El Espíritu santo tiene muchos ministerios. Aquí está un resumen de lo en que la Biblia dice sobre Su papel:

 

Creación: Él estaba activo en la creación de la tierra.

 

Escrituras: Él ministró por originalmente revelar e inspirar las Escrituras y continúa ministrando y iluminando nuestros corazones para entender la Palabra.

 

Israel: El Espíritu Santo vino sobre los líderes de Israel, los guió a la tierra prometida, lleno sus lugares de adoración, y vendrá sobre ellos en el futuro durante la tribulación y milenio.

 

Jesús: Jesús fue concebido, ungido, sellado, guiado, capacitado, lleno, ofrecido a la muerte, y levantado de los muertos por el Espíritu Santo.

 

Pecadores: Los pecadores son convencidos de pecado y llevados al Evangelio por el Espíritu Santo.

 

Satanás: El poder de Satanás es reprimido por el poder del Espíritu Santo.

 

Iglesia: El Espíritu Santo formó la Iglesia, Él inspira su culto, dirige sus actividades misioneras, selecciona su ministerio, unge a sus predicadores, guías sus decisiones, y la bautiza con poder.

 

Creyentes: El Espíritu Santo convence a los creyentes de pecado, santifica, bautiza con poder, mora dentro de, fortalece, une, intercede, guías, demuestra el amor, conforma a la imagen de Cristo, revela la verdad, enseña, da convicción de salvación, da libertad, consuela, vivifica, habla a través de y a ellos, demuestra el poder de Dios, inspira la adoración, capacita para dar testimonio, y desarrolla el fruto espiritual y los dones espirituales. Una función importante del Espíritu Santo en la vida del creyente y de la Iglesia que se relaciona a sanidad y liberación es dar los dones espirituales.

 

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

 

Los dones espirituales son habilidades sobrenaturales dadas por el Espíritu Santo a un creyente para ministrar como parte del Cuerpo de Cristo. Hay una diferencia entre el “don” del Espíritu Santo y los “dones” del Espíritu Santo. El “don” del Espíritu Santo se dio en Pentecostés y se registra en Hechos 2. Los “dones” del Espíritu Santo son habilidades sobrenaturales dadas a aquellos que han recibido el don del Espíritu Santo. Estos dones les permiten a los creyentes que ministren eficazmente tanto dentro del Cuerpo de Cristo como a los incrédulos.

 

Un don espiritual no es un talento o habilidad natural. Es una habilidad sobrenatural dada por el Espíritu Santo. Una persona no opera o desarrolla los propios dones espirituales en él. Los dones son habilidades sobrenaturales dadas a y operadas a través de él por el Espíritu Santo. Usted puede leer sobre los dones espirituales en los siguientes pasajes:

 

n       Romanos 12:1-8 1

n       1 Corintios 12:1-31

n       Efesios 4:1-16

n       1 Pedro 4:7-11

 

Como usted descubrirá en estos versículos, hay muchos dones espirituales dados a la Iglesia. Nuestro enfoque del estudio presente, sin embargo, es los dones de sanidades.

 

LOS DONES DE SANIDADES

 

Pero la manifestación del Espíritu se da a cada hombre para el provecho de todos.

 

“Pero a cada cual le es dada la manifestación del Espíritu para provecho mutuo. Porque a uno se le da palabra de sabiduría por medio del Espíritu; pero a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por un solo Espíritu” (1 Corintios 12:7-9).

 

Un creyente con los dones de sanar tiene la habilidad de permitir el poder de Dios fluir a través de él para restaurar la salud aparte del uso de métodos naturales. Todos los creyentes son comisionados para orar por el enfermo, pero un creyente con los dones de sanidades es usado específicamente y de forma consistente por Dios en esta área de ministerio.

 

Hay una variedad de dones de sanidades porque la palabra “dones” es plural. Hay maneras diferentes en que la sanidad viene y varios métodos de usar los dones. Piense en las varias maneras que Dios trabaja para traer a una persona a la salvación. ¿No puede ser que Él también trabaja de varias maneras para traer la sanidad?

 

Métodos o dones en sí mismos no sanan más que ellos salvan. Ellos son sólo canales a través de que el poder de Dios se manifiesta.

 

En la Biblia nosotros encontramos dones de sanidades manifestados por:

 

1. El ministro tocando al enfermo.

2. Las personas tocando al ministro.

3. Hablando la Palabra de sanidad de una distancia.

4. Hablando la Palabra de sanidad en la presencia del enfermo.

5. Tratando directamente con una persona.

6. Sanidad debido a la intercesión por otro.

7. Orando.

8. Sanidad que ocurrió a través de un acto de fe por la persona enferma.

9. Los varios tipos de fe:

 

n       La fe de uno que ministra.

n       La fe de uno buscando sanidad.

n       La fe de amigos.

n       La fe de parientes.

 

10. Agentes diferentes de sanidad. No hay nada sagrado sobre ellos, pero ellos fueron usados como un punto de contacto:

 

n       Escupe

n       Barro

n       La ropa de oración

n       Una cataplasma de higos

n       El dobladillo del vestido del ministro

n       Las sombras del ministro

n       Aceite

n       Dedos en la oreja

n       Agua

 

11. Los milagros especiales:

 

Dios unge a algunas personas con la por sanidades especiales. Por ejemplo, Dios usa a algunas personas para ministrar sobre todo a los pacientes de cáncer. Esto no significa usted no debe ministrar en todas las áreas de sanidad, pues el orden es sanar el enfermo en general. Pero el Espíritu Santo puede ministrar de forma consistente a través de usted a las enfermedades particulares.

 

LOS DONES ESPIRITUALES RELACIONADOS

 

Todos los dones espirituales son importantes y necesarios en el Cuerpo de Cristo, pero aquí está una lista de algunos de los dones espirituales que sobre todo complementan los dones de sanidad:

 

Enseñando Y Exhortación: Basado en la Palabra, ellos aumentan la fe por sanidad.

 

Profecía, Lenguas, Interpretación: Puede traer una palabra directa de Dios con respecto a la enfermedad y/o sanidad.

 

Don de Discernimiento de espíritus: Permite determinar si sanidad o liberación se necesita y conocimiento de los espíritus en funcionamiento.

 

Don De Fe: Imparte una confianza especial para actuar en el conocimiento proporcionado por el discernimiento y orar la oración de fe.

 

Palabra De Conocimiento: Da conocimiento de la causa raíz de la enfermedad. Es especialmente útil con la sanidad emocional o cuando se relaciona la enfermedad física a un problema demoníaco. Puede dar la visión sobre pecados que necesitan ser confesado, las fuerzas demoníacas involucradas, y las actitudes mentales que pueden estar bloqueando la sanidad.

 

Palabra De Sabiduría: Le permite usar el conocimiento que Dios cede en una “palabra de sabiduría” (instrucción) a la persona enferma.

 

Don De Milagros: Las sanidades instantáneas y creativas, es decir, el crecimiento de un miembro, etc. Ellos son eventos para los cuales ninguna explicación natural puede darse, algo que de ninguna manera podría ocurrir por los medios naturales. Usted puede aprender más sobre estos dones en el curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha titulado “El Ministerio Del Espíritu Santo”.

 

BUSCANDO LOS DONES ESPIRITUALES

 

La Biblia enseña que por lo menos cada creyente tiene un don espiritual:

 

“Cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).

“Pero a cada cual le es dada la manifestación del Espíritu para provecho mutuo. Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él designa” (1 Corintios 12:7,11).

 

Porque cada creyente tiene por lo menos un don espiritual, cada uno de nosotros tiene una responsabilidad para descubrir y usar su don. La Biblia dice que nosotros debemos buscar los dones espirituales:

 

“Con todo, anhelad los mejores dones” (1 Corintios 12:31).

 

Cuando usted ora por los dones de sanidades, usted está preguntándole a Dios para desarrollar lo que ya está en usted, pues todos los creyentes tienen el potencial y a autoridad para poner las manos sobre el enfermo para sanidad. Jesús aumentó los recursos que a Él fue dado (Lucas 5:22) y a Timoteo fue dicho para avivar el don dentro de él (2 Timoteo 1:3).

 

EL MINISTERIO DE LA IGLESIA

 

Todos los creyentes son comisionados para sanar el enfermo, y aunque Dios mueve a través de algunos en los dones especiales de sanidad, todos los creyentes deben estar involucrados en el ministerio de sanidad. Aquí está una lista de aquellos que la Biblia dice que deben estar involucrados al en la ministrar la sanidad:

 

n       Pastores y pastores (los líderes espirituales): Ezequiel 34

n       Presbíteros / diáconos: Santiago 5:14

n       Creyentes comunes: Lucas 16:15-18; Santiago 5:16

n       Aquellos con los dones especiales de sanar: 1 Corintios 12:9

n       La Iglesia entera (debe ser un centro sanador): Lucas 14:16-24

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

 

2. ¿Quién el Espíritu Santo es?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

3. Resuma lo que usted aprendió sobre el ministerio del Espíritu Santo en esta lección.

________________________________________

________________________________________

 

4. ¿Qué es un don espiritual?

________________________________________

 

5. Defina los “dones de sanidades”.

________________________________________

 

6. ¿Qué dones espirituales específicos complementan sobre todo el don de sanidad?

________________________________________

 

7. ¿Quién deberá estar involucrado en ministrar la sanidad?

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. ¿Usted tiene dificultad en cree para un milagro para su propia condición física o de alguien a quien usted está ministrado? Dios ha creado un orden natural, pero Él no está limitado por tal orden. Los milagros ocurren cuando Dios sobrenaturalmente se mueve más allá de los límites del orden natural. Realmente, las sanidades milagrosas son una restauración a la normalidad. Es la enfermedad y la posesión demoníaca que son antinaturales y contrarias a las leyes originales de Dios. Así realmente, sanidades milagrosas, liberaciones, etc., es un retorno a la normalidad. En la realidad, no es milagros que son raros, pero su ausencia de nuestro ministerio.

 

2. En el libro de Hechos, note las personas diferentes que Dios usó en los dones de sanidades:

 

n       Hechos 3:1-11: Pedro y Juan (apóstoles)

n       Hechos 5:15; 9:32-34: Pedro (apóstol)

n       Hechos 8:5-7: Felipe (evangelista y diácono)

n       Hechos 9:17-18: Ananías (un creyente desconocido)

n       Hechos 14:8-10; 28:7-9: Pablo (apóstol)

 

3. El Espíritu Santo es el dador de dones espirituales. Aquí está cómo recibir el bautismo del Espíritu Santo:

 

n       Arrepiéntase y sea bautizado: Hechos 2:38

n       Crea que es para usted: Hechos 2:39

n       Deséelo: Juan 7:37-39

n       Acéptelo como un don: Hechos 2:38

n       Ríndase a Dios: Isaías 28:11; Hechos 2:4

n       Pida las oraciones de otros creyentes: Hechos 2,4,10

 

4. Repase los pasajes de nuevo sobre los dones espirituales:

 

n       Romanos 12:1-8

n       1 Corintios 12:1-31

n       Efesios 4:1-16

n       1 Pedro 4:7-11

 

Usted ha descubierto su propio don(es) espiritual(es)? ________ ¿En ese caso, usted está usándolo para ministrar a otros activamente? ________ ¿Si usted no está usando su don, cómo usted puede empezar a usarlo? ________________________________

 

5. Para estudio adicional del Espíritu Santo y los dones espirituales, obtenga el curso de la Red Internacional Tiempo de Cosecha titulado “El Ministerio Del Espíritu Santo”.


CAPÍTULO ONCE

 

LAS TRADICIONES DE HOMBRES

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Responda a las siguientes tradiciones de los hombres acerca de la sanidad:

 

o        Sanidad y los milagros no son para hoy.

o        ¿Por qué no se levantan todos los muertos?

o        ¿Por qué Cristianos mueren?

o        La medicina moderna hace la sanidad divina innecesaria.

o        La sanidad divina es enseñada por los cultos falsos.

o        El cuerpo es más enfatizado el alma.

o        Usted está enfermo debido a su pecado.

o        Es la voluntad de Dios para usted estar enfermo.

o        Ésta es una aflicción del justo.

o        La sanidad divina es rara.

o        Su enfermedad es su cruz.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra. Mis caminos te declaré, y me respondiste; enséñame tus leyes. Hazme entender el camino de tus ordenanzas, y meditaré en tus maravillas. Mi alma llora de ansiedad; sostenme conforme a tu palabra” (Salmos 119:25-28).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Tradiciones son creencias, reglas, y principios de los hombres. Nuestras tradiciones y creencias impiden la obra de la Palabra de Dios. Jesús les dijo a los líderes religiosos de Su tiempo:

 

“... Así habéis invalidado la palabra de Dios por causa de vuestra tradición” (Mateo 15:6).

 

Si la fe viene por oír la Palabra de Dios, entonces ella irse por oír y aceptar las tradiciones y doctrinas de los hombres que destruyen la fe.

 

Esta lección discute tradiciones comunes de los hombres acerca de la sanidad. Una contestación bíblica a cada tradición se presenta desde que el mejor remedio contra el error no es el silencio, pero la proclamación de la verdad de la Palabra de Dios. Cuando nosotros quitamos las tradiciones y objeciones acerca de la sanidad nosotros quitamos las barreras que bloquean la sanidad divina de ocurrir.

 

El Salmista David indicó que aunque él previamente declaró sus propios caminos ahora él deseaba aprender los caminos de Dios:

 

“Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra. Mis caminos te declaré, y me respondiste; enséñame tus leyes. Hazme entender el camino de tus ordenanzas, y meditaré en tus maravillas. Mi alma llora de ansiedad; sostenme conforme a tu palabra” (Salmos 119:25-28).

 

David reemplazó las tradiciones con la Palabra de Dios, y haciendo así, su alma fue vivificada (sanada y renovada).

 

Aquí están algunas tradiciones comunes de los hombres acerca de la sanidad:

 

"SANIDAD Y MILAGROS NO SON PARA HOY"

 

Algunas personas reivindican que la sanidad sólo era para los tiempos de la Biblia o para el futuro cuando Jesús retornar.

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Dios dice:

 

“... Yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26).

 

“Yo soy” está en el tiempo presente. ¿Cómo nosotros podemos cambiarlo a “Yo fue” en el pasado o “Yo seré” en el futuro? La Biblia enseña que Dios no cambia:

 

“Toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de lo alto y desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación” (Santiago 1:17).

 

“Porque yo, Jehová, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos!” (Malaquías 3:6).

 

Dios no ha cambiado desde el principio de los tiempos:

 

“Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!” (Hebreos 13:8).

 

Si el día de los milagros es pasado, entonces lo mismo sucedió con el día de salvación, pues no hay ningún milagro mayor que la salvación. Algunos dicen que la sanidad es para el futuro cuando Jesús retornar a la tierra. Si esto es verdad, entonces el ministerio de maestros, pastores y otros líderes también deben ser para ese tiempo futuro porque el don de sanidad es un don espiritual así como estos otros dones.

 

El argumento más convincente contra las demandas que los milagros no son para hoy es el registro documentado de la experiencia. Hay siete “dispensaciones” o “edades” en que Dios ha tratado con el hombre de maneras especiales. Éstas son:

 

n       La edad de la inocencia: Génesis 1:28

n       La edad de la conciencia: Génesis 3:23

n       La edad del gobierno humano: Génesis 8:20

n       La edad de la promesa: Génesis 12:1

n       La edad de la ley: Éxodo 19:8

n       La edad de la gracia: Juan 1:17

n       La edad del Reino: Efesios 1:10

 

La venida de Jesús introdujo la última edad, la edad del Reino. Al principio de esta edad, Jesús realizó milagros y sanidades:

 

“Y respondiendo les dijo: --Id y haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son hechos limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncia el evangelio” (Lucas 7:22).

 

El libro de Hechos registra los milagros y sanidades en la Iglesia Primitiva. El registro documentado de la historia de la Iglesia moderna también confirma muchas sanidades y milagros.

 

"¿POR QUÉ NO SE LEVANTAN TODOS LOS MUERTOS?”

 

Algunas personas preguntan, “¿Si sanar es para hoy, por qué los creyentes no pasan levantando todos aquellos que están enfermos y muertos?”

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Levantar el muerto no fue parte de la Gran Comisión dada a la Iglesia. Se ordenó a los discípulos cuando ellos fueron enviados en un viaje de predicación para anunciar el Reino. La resurrección de los muertos fue las primicias de la resurrección de Jesús que estaba para venir.

 

Hay una diferencia entre los milagros especiales y los milagros del pacto. Se realizaron milagros especiales como una señal en circunstancias especiales, como volver el agua en vino, caminando sobre el mar, multiplicar los panes y peces, abrir el Mar Rojo, y levantar los muertos.

 

Sanidad es un milagro del pacto del Antiguo Testamento, no un milagro especial. Dios todavía levanta los muertos, pero esto es determinado por Su soberanía y no es una parte general de nuestra comisión para sanar.

 

"¿POR QUÉ CRISTIANOS MUEREN?"

 

Mientras nosotros estamos en el asunto de al muerte, algunos escépticos reivindican que si la sanidad divina siempre funcionase, ningún cristiano moriría.

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Las Escrituras no hacen tal demanda. La Biblia sólo provee la salud divina dentro de la duración de la vida normal. Aunque la expiación de Cristo compró nuestra redención eterna de la muerte, estos cuerpos mortales morirán en el futuro a menos que Jesús vuelva primero y el rapto ocurra. La misma Biblia que enseña la sanidad también establece un límite en la longitud de la vida del hombre:

 

“Los días de nuestra vida son setenta años; y en los más robustos, ochenta años” (Salmos 90:10).

 

“Entonces, tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio” (Hebreos 9:27).

 

 

“LA MEDICINA MODERNA HACE LA SANIDAD DIVINA INNECESARIA”

 

La tradición dice: “No había ayuda médica competente por el tiempo de Jesús. Ahora que la ayuda está disponible, se espera que nosotros la usemos en lugar de orar a Dios por sanidad”.

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Ya en 400 a.C. había una ciencia médica de sanidad. Hipócrates (460-370 a.C.), el padre de la medicina, desarrolló la ciencia de medicina a un estado relativamente alto. Algunas de sus técnicas aún se usan hoy. Grecia, Egipto, y Roma tenían muchos practicantes competentes por el tiempo de Jesús.

 

La sanidad divina no tiene nada que hacer con la competencia o incompetencia de la ciencia médica. Es una bendición proporcionada en la expiación. Cada buena dádiva viene de Dios, así es aceptable usar los recursos médicos legítimos. Recuerde, sin embargo, que la medicina no es una suplente para la promesa del pacto de sanidad.

 

A pesar de los progresos de la medicina hay aún muchas enfermedades incurables, así la sanidad divina aún se necesita. También muchas personas están más allá del alcance de la ayuda médica. Por ejemplo, en África se ha estimado que unos 80% de las personas no tienen siquiera el cuidado médico elemental.

 

“LA SANIDAD DIVINA ES ENSEÑADA POR LOS CULTOS FALSOS”

 

La tradición dice: “La sanidad divina sólo se enseña por los cultos falsos”.

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Wesley, Lutero, y Zinzendorf, líderes de las iglesias Metodista, Luterana, y Moravia, respectivamente, todos ellos enseñaron la sanidad divina. Aquellos que lo enseñan hoy, junto con el poder salvador de la sangre de Jesús y la deidad de Cristo, nos son menos ortodoxos que estos líderes.

 

Algunos cultos falsos enseñan la sanidad, pero no es ninguna verdadera sanidad bíblica. Es sanidad “psíquica” o de la “mente sobre la materia” que sana de otra fuente que Dios a través de Jesucristo.

 

Satanás es un engañador e imitador. Nosotros no eliminamos la sanidad divina simplemente porque él engaña y sana a través de los poderes malos. Satanás engaña muchos a creer que lavándose en el Río Ganges en India ellos se limpiarán del pecado. ¿Nosotros dejaremos de predicar la salvación sólo porque Satanás la imita? El hecho de Satanás imitar la sanidad divina es otra indicación de que hay una verdadera sanidad.

 

"EL CUERPO ES MÁS ENFATIZADO QUE EL ALMA"

 

La tradición exige: “La sanidad divina pone más énfasis en el cuerpo que en el alma”.

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Algunos en los ministerios de sanidad han entrado en este modelo pero éste no es el modelo bíblico de sanar. El modelo bíblico trata del hombre entero, cuerpo, alma, y espíritu.

 

Sanidad no es un Evangelio de sí misma, es un aspecto del Evangelio de Cristo. Nunca debe predicarse aparte de la expiación para la salvación de las almas de los pecadores. La concentración de la iglesia en el espíritu y la preocupación de la medicina con el cuerpo los dos han perdido el concepto de la persona entera cómo es presentado en la Biblia.

 

"USTED ESTÁ ENFERMO DEBIDO A SU PECADO"

 

Una demanda a menudo oída es que “usted está enfermo porque usted pecó o tiene pecado en su vida”.

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Nosotros ya hemos cubierto este asunto en la discusión sobre la fuente y razones para la enfermedad en Capítulo Dieciséis. Mientras toda la enfermedad está en el mundo debido al pecado, una persona no está necesariamente enferma debido al pecado personal.

 

"ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA USTED ESTAR ENFERMO"

 

“Es la voluntad de Dios para usted estar enfermo. Es para Su gloria”. ¿Usted ha oído esta demanda alguna vez?

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

Muchos no cuestionan si Dios puede o no sanar, pero si Él está deseoso. La Biblia indica que nosotros somos imprudentes si nosotros no entendemos la voluntad de Dios:

 

“Por tanto, no seáis insensatos, sino comprended cuál es la voluntad del Señor” (Efesios 5:17).

 

Conocer la voluntad de Dios acerca de la enfermedad proporciona una tierra fecunda en que la fe puede crecer. La oración de fe es la única oración que es eficaz para obtener la sanidad. No podemos orar mientras estemos preguntándonos si sanar es la voluntad de Dios.

 

Si usted realmente cree que es la voluntad de Dios para usted estar enfermo, entonces es equivocado pedir a alguien para orar por su sanidad. Si la enfermedad fuese de Dios, entonces los doctores serían del diablo porque ellos están intentando librar as personas de la enfermedad. Los hospitales estarían en pecado porque ellos están buscando librarse de las enfermedades en rebelión contra la voluntad de Dios. Cada enfermera estaría desafiando a Dios con cada esfuerzo para aliviar el sufrimiento.

 

Aquellos que creen la enfermedad es la voluntad de Dios no deben aceptar tratamiento médico para librarse de ella.

 

Ellos no deben permitir a un doctor operar y quitar la voluntad de Dios de su cuerpo. Si usted realmente cree que la enfermedad es la voluntad de Dios para usted como un creyente, usted debe detenerse de tomar los remedios y ver los doctores porque usted está luchando contra la voluntad de Dios.

 

Pero nosotros sabemos que los doctores, remedios, hospitales, y la ciencia médica son una extensión legítima de la bondad de Dios. Desde que la enfermedad es de Satanás, cada manera legítima de aliviar el sufrimiento es de nuestro Padre Celestial. (Por legítimo nosotros queremos decir los métodos que no involucran medios Satánicos o violan la Palabra de Dios.)

 

Es verdad que nuestros cuerpos fueron comprados con un precio y nosotros debemos glorificar a Dios en ellos, si nosotros estamos enfermos o bien. Pero en el registro bíblico, Dios se glorificó cuando se las personas fueron sanadas. Si la enfermedad glorifica Dios, entonces Cristo robó la gloria de Dios sanando el enfermo. Si la enfermedad glorifica Dios, nosotros todos debemos orar para estar enfermos. Dios no se glorifica por la enfermedad en el cuerpo así como no se glorifica por la enfermedad del pecado en el espíritu.

 

A veces Dios permite que un creyente tenga una enfermedad, pero siempre recuerde que Satanás es la fuente. (Job es un ejemplo de esto.)

 

A veces Dios permite que un creyente tenga una enfermedad, pero siempre recuerde que Satanás es la fuente. (Job es un ejemplo de esto.) Dios no colocará la enfermedad en un creyente. Él tiene conocimiento del ataque por Satanás y Él usa todas las cosas (incluso el malo) para cooperar para su bien. Por esto incluso durante la enfermedad usted puede estar más cercano al Señor. Dios siempre está buscando sacar el bien del mal.

 

Dios siempre está buscando sacar el bien del mal. Él usó los efectos del pecado para remediarlo por la muerte de Jesús. Dios no es la fuente de la enfermedad en la vida de un creyente, pero Él toma algo que Satanás intenta para el mal y trabaja en usted para lograr victorias espirituales mientras usted sufre el ataque.

 

Pablo predicó en Galacia por primera vez debido a un cambio en la agenda debido a la enfermedad (Gálatas 4:13-15).

 

La enfermedad de Trófimo lo impidió de ir a Roma con Pablo y sufrir un destino similar (2 Timoteo 4:20). Se usó la enfermedad para impedir el pecado en Génesis 12 y 20. Aunque estos ejemplos ilustran cómo Dios lo usa, recuerda que...

 

“Porque no aflige ni entristece por gusto a los hijos del hombre” (Lamentaciones 3:33).

 

La enfermedad sola no produce a santos. Puede producir amargor, quejas, personas descreídas. Es la Palabra que santifica y produce el crecimiento (Juan 17:17). Mientras es verdad que usted se acerca más a la Palabra durante una enfermedad, no es necesario tener la enfermedad para crecer espiritualmente.

 

Es útil recordar esto: La voluntad de Dios para los creyentes es la semejanza con Cristo en carácter.

 

Todo lo demás, incluso la enfermedad y salud, deriva su importancia con respecto a esta meta divina (Romanos 8:28-29).

 

En el caso de los incrédulos, la enfermedad es el resultado del pecado y el juicio inherente de Dios que viene del pecado. Pero Dios puede usar esto incluso para el bien, pues cuando la sanidad y la liberación son ministradas, la salvación puede resultar. Dios ha dado muchas promesas en Su Palabra con respecto a la sanidad y liberación. ¿Por qué Dios daría éstas en Su Palabra si Su voluntad para usted es la enfermedad? ¿Si un creyente dice, “yo no sé si es la voluntad de Dios para sanarme”, pregúntele, “¿Es la voluntad de Dios mantener Sus promesas?”

 

Jesús dijo, “Si usted me ha visto, usted ha visto el Padre”. Él dijo esto porque Él hizo la obra y la voluntad del Padre (Juan 14:9). Si usted alguna vez se pregunta si Dios quiere o no sanar, usted sólo tiene que mirar las acciones de nuestro Señor.

 

Cuando usted ora por sanidad, ore “Tu voluntad se hará” o “Según Tu voluntad”. No diga “Si es Tu voluntad” cuando usted está orando por sanidad y liberación. ¡Un pecador no ora, “Señor, si es Tu voluntad, sálvame!”. Sanidad es parte de la expiación así como la salvación. “Si” implica en duda que Dios quiera hacernos sanos. “Según Tu voluntad” proyecta la fe segura, mientras dejamos el método, alcance, y el momento adecuado a Él.

 

Incluso en los casos de enfermedad hacia la muerte, ore “Según Tu voluntad” no “Si es Tu voluntad sanar”. "Según Tu voluntad” deja el tiempo y las condiciones con Dios. Él puede escoger la última sanidad a través de muerte que libra a un creyente de la presencia de la enfermedad para toda la eternidad.

 

Jesús nos enseñó a orar “Sea hecha Tu voluntad, como en el cielo así también en a tierra”. No hay dolencia y enfermedad en el Cielo, por esto nosotros podemos orar confiadamente contra ellos en la tierra conociendo que ellos no son Su voluntad en el Cielo. Jesús nunca oró, “sana si es tu voluntad, Dios”. La única vez que Él oró “Si es Tu voluntad” fue con relación a Su propia sumisión al plan de Dios para Su vida - no por sanidad.

 

"Si es Tu voluntad” destruye la fe. Cuando se usó por un leproso que no conocías la voluntad de Cristo sobre la sanidad, Jesús corrigió su incertidumbre asegurándolo, “Yo quiero”.

 

Nunca convierta los hechos de Dios en esperanzas o preguntas. Actúe sobre ellos como realidades y usted descubrirá que ellos son poderosos.

 

Simplemente porque alguien no se sana inmediatamente o porque él muere de una enfermedad hacia la muerte no significa que no era la voluntad de Dios sanarlo. Nosotros vemos las cosas por lo que se refiere al tiempo, mientras Dios las ve por lo que se refiere a la eternidad. Usted debe recordar que hay sanidades que son tardadas. Algunas son:

 

Tardadas en el tiempo mortal: Sara no se sanó inmediatamente de su esterilidad. Job no fue sanado inmediatamente. El padre de Juan Bautista no se sanó de su mudez hasta un tiempo fijo. Jesús oró dos veces por un hombre ciego que recibió sólo la sanidad parcial en la primera vez.

 

A veces se tardan las curaciones para traer una gloria mayor a Dios. Un ejemplo bueno de esto es la historia de la resurrección de Lázaro.

 

Tardadas en la eternidad: La muerte es simplemente un evento dentro del reino de la eternidad en la vida de un creyente. Incluso una enfermedad hacia la muerte es sorbida en victoria porque la muerte para un creyente es la última sanidad. Cuando nosotros entramos en la presencia del Señor nosotros somos hechos sanos y ya no padecemos de pecado o enfermedad. Hablando de la muerte, Pablo dice que nosotros estamos preparados para este propósito: “Pues confiamos y consideramos mejor estar ausentes del cuerpo, y estar presentes delante del Señor” (2 Corintios 5:6-9).

 

Si usted no cree que la sanidad es para todos, entonces usted debe creer que la sanidad se gobierna por la revelación directa en cada caso acerca de si es o no la voluntad de Dios sanar. Usted está entonces confiando en la revelación directa para el hombre en lugar de la Palabra escrita de Dios. Usted no tendrá ninguna base para la fe hasta que usted reciba una revelación especial en cada caso que el enfermo está entre los favorecidos a ser sanados.

 

"ÉSTA ES UNA AFLICCIÓN DEL JUSTO"

 

Algunas personas exigen: "Muchas son las aflicciones del justo. Su enfermedad es una aflicción que usted debe llevar porque usted es justo”.

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

El significado de la palabra “aflicciones” usadas en Salmos 34:19, de dónde esta tradición desarrolló, no se refería a la enfermedad, pero a las pruebas, penalidades, persecuciones, o tentaciones. Aun cuando se refirió a la enfermedad, el resto del versículo indica que el Señor quiere librarnos.

 

En Santiago 5:13-16 una diferencia es nombrada entre las aflicciones y enfermedades. Si usted se aflige con las pruebas, persecuciones, y tentaciones, usted debe orar por usted (Santiago 5:13).

 

Aunque usted pueda pedir a otros para orar con usted, ellos no son llamados a orar para que todos sus problemas se vayan.

 

La Escritura le dice que ore cuando usted está afligido porque usted necesita aprender a ser un victorioso que ora a través de las pruebas y tentaciones. En los casos de enfermedad, sin embargo, los ancianos serán llamados para orar (Santiago 5:14). El enfermo será salvo (de su enfermedad física), levantado (el retorno de la fuerza), y perdonado de pecado (la sanidad espiritual).

 

“LA SANIDAD DIVINA ES RARA”

 

Algunos objetan que la sanidad divina es rara. Ellos preguntan, “Por qué sólo se levanta la esperanza de personas para defraudarlas?"

 


NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

La sanidad divina no es rara. Las páginas del Nuevo Testamento están llenas con historias de sanidades y liberaciones. El registro de historia de la iglesia también tiene médicamente muchos documentado las sanidades divinas.

 

"SU ENFERMEDAD ES SU CRUZ"

 

"Su enfermedad es su cruz. Usted debe aprender a vivir con ella”. ¿Usted ha oído esta demanda alguna vez?

 

NUESTRA CONTESTACIÓN:

 

La demanda que la enfermedad es su cruz es fácilmente tratada. La cruz no es los problemas, dolencias, y aflicciones que vienen sobre nosotros sin ninguna opción de nuestra parte. Jesús aclaró que “tomar la cruz” es un acto voluntario, no algo que nosotros aceptamos porque nosotros no tenemos opción. Jesús no trató la enfermedad y la muerte como una cruz enviada de Dios. Él los trató como un enemigo. ¿Si usted cree que la enfermedad es su cruz, entonces por qué usted busca ayuda médica para librarse de ella?

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

 

2. Escriba su contestación a lo siguientes tradiciones de hombres:

 

Sanidad y milagros no son para hoy:

________________________________________

 

¿Por qué todos los muertos no se levantan?

________________________________________

 

¿Si la sanidad divina siempre funciona, por qué los Cristianos mueren?

________________________________________

 

La medicina moderna hace la sanidad divina innecesaria:

________________________________________

 

La sanidad divina es enseñada por los cultos falsos:

________________________________________

 

En la sanidad divina, el cuerpo recibe más énfasis que el alma:

________________________________________

 

Usted está enfermo debido a su pecado:

________________________________________

 

Es la voluntad de Dios para usted estar enfermo:

________________________________________

 

Ésta es una aflicción del justo:

________________________________________

 

La sanidad divina es rara:

________________________________________

 

Su enfermedad es su cruz:

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

¿Cuáles de las siguientes tradiciones usted tiene oído que expresa su propia enfermedad o de alguien a quien usted está ministrando? Marque aquellas que aplican:

 

___ Sanidad y milagros no son para hoy.

___ ¿Por qué todos los muertos no son resucitados?

___ ¿Si sanidad divina funciona, por qué los Cristianos mueren?

___ La medicina moderna hace la sanidad divina innecesaria.

___ Sanidad divina es enseñada por los cultos falsos.

___ El cuerpo recibe más énfasis que el alma.

___ Usted está enfermo debido a su pecado.

___ Es la voluntad de Dios para usted estar enfermo.

___ Esta es una aflicción del justo.

___ Sanidad Divina es rara.

____ La enfermedad es su cruz.

 

Escriba la contestación que usted usará contra estos desafíos cuando ellos se expresaren de nuevo en el futuro:

________________________________________

 


CAPÍTULO DOCE

 

UN AGUIJÓN EN LA CARNE

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar qué era el agujón en la carne de Pablo.

n       Identificar lo que la Biblia indica que era el aguijón.

n       Explicar por qué fue permitido.

n       Describir lo que hizo.

n       Resumir cómo fue manifestado.

n       Explicar los resultados del aguijón en la carne de Pablo.

 

PROMESA DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“... Se convertirán a Jehová, quien atenderá a sus súplicas y los sanará” (Isaías 19:22).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

En la última lección usted estudió algunas tradiciones de los hombres que crean problemas para los creyentes que buscan sanidad y liberación. Esta lección involucra una tradición que centra en el aguijón en la carne de Pablo descrita en 2 Corintios 12. Porque él es a menudo debatido y tan crítico al problema de la sanidad, nosotros hemos consagrado una lección entera a él.

 

Se han enseñado muchas personas que el aguijón de Pablo era la enfermedad y que así como él oró tres veces por él sin resultados, ellos se destinan a tener su propio “aguijón en la carne” de enfermedad. La tradición dice, “Su enfermedad es un aguijón  en la carne como Pablo y usted tendrá que aprender a vivir con él”. 

 

La tradición del “aguijón en la carne” es un bloqueo mayor que impide muchos de recibir la sanidad. Se ha empleado mal para intentar explicar por qué las personas no recibieron una sanidad visible y como una excusa para nuestra ineficacia. Mientras usted empieza esta lección, coloque al lado todo lo que usted tiene aprendido del hombre acerca de este problema pues nosotros examinamos exactamente lo que las Escrituras enseñan.

 

EL AGUIJÓN EN LA CARNE DE PABLO

 

Aquí está lo que la Biblia enseña sobre el espino en la carne de Pablo:

 


Lo Que Era:

 

La Biblia dice que era “un mensajero”. La palabra griega “mensajero” aparece siete veces en el Nuevo Testamento. Se traduce “ángel” 181 veces. Todo las 188 veces está hablando de una personalidad, no una dolencia o enfermedad. Un “mensajero” es una personalidad.

 

El uso de la palabra “aguijón” en el Antiguo Testamento también apoya esto. La palabra aguijón es usada en Números 33:55 y Josué 23:13 para describir a los habitantes de la tierra de Canaán. En los dos casos no era una aflicción física, pero un golpe por un enemigo.

 

De Quién Era:

 

La Biblia dice que era un mensajero de Satanás.

 

POR QUÉ FUE PERMITIDO:

 

El aguijón se permitió por tres razones principales:

 

1. Prevenir el Pecado:

 

Pablo dijo que aguijón se permitió debido a la abundancia de las revelaciones que él recibió y su tendencia hacia el orgullo. Antes de cualquiera reivindicar tener un aguijón en la carne él debe considerar cuántas revelaciones y visiones él ha tenido. ¿Él se califica para un aguijón? La mayoría de las personas que piensan que ellos tienen un aguijón en la carne no han tenido cualquier clase de revelación o visión.

 

2. Cumplir la Profecía:

 

El aguijón también era parte de un cumplimiento profético. Cuando Pablo se convirtió, Dios dijo...

 

“Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (Hechos 9:16).

 

3. Proporcionar Fuerza:

 

Los problemas creados por el “aguijón” proveyeron la oportunidad para la fuerza de Dios ser manifestada.

 

LO QUE HIZO:

 

El aguijón golpeaba Pablo. “Golpear” significa “dar golpes repetidos, una y otra vez”. La palabra “golpear” no se refiere a un estado permanente de enfermedad pero a os golpes repetidos. El mensajero fue enviado para golpear a Pablo para intentar detener la Palabra de Dios de predicarse.

 

CÓMO FUE MANIFESTADO:

 

Aquí están algunos ejemplos de las varias maneras que este aguijón avivó la oposición

para golpear a Pablo:

 

1.      Los judíos determinaron matar a Pablo poco después de su conversión: Hechos 9:23.

2.      Pablo se unió a los creyentes: Hechos 9:26-29.

3.      Él sufrió oposición por Satanás: Hechos 13:6-12.

4.      Él sufrió oposición por los judíos en una chusma: Hechos 13:44-49.

5.      Él fue expulso de Antioquia en Pisidia: Hechos 13:50.

6.      Él fue asaltado y expelido de Iconio: Hechos 14:1-5.

7.      Él huyó de Listra y Derbe dónde él fue apedreado y dejado cómo muerto: Hechos 14:6-19.

8.      Él estaba disputando continuamente con los hermanos falsos: Hechos 19:8.

9.      Él fue rendido y encarcelado en Filipos: Hechos 16:12-40.

10.  Él fue agredido y expelido de Tesalónica: Hechos 17:1-10.

11.  Él fue agredido y expelido de Berea: Hechos 17:10-14.

12.  Él fue agredido en Corinto: Hechos 18:1-23.

13.  Él fue agredido en Efeso: Hechos 19:23-31.

14.  Hube un complot contra su vida por los judíos: Hechos 20:3.

15.  Él fue agarrado por los judíos, agredido, probado en la corte cinco veces, y sufrió otras penalidades: 2 Corintios 11:23-33.

 

Nunca una vez, en todos sus escritos, Pablo nombró la enfermedad como un golpe que él sufrió. En 1 Corintios 4:11, Pablo mostró que su idea de golpear no era una enfermedad permanente. Él dijo, “Hasta la hora presente sufrimos hambre y sed, nos falta ropa, andamos heridos de golpes y sin dónde morar”. Pablo experimentó a enfermedad como indicado en Gálatas 4:13-16, pero ésta no era su aguijón porque no era una condición permanente. Él dijo que él sólo lo tenía al principio.

 

Algunos creen que el aguijón de Pablo era los ojos defectivos, pero sus ojos se sanaron de ceguedad (Hechos 9:18). Creer que él continuó teniendo problemas en los ojos desacredita el poder sanador de Dios. También, ¿tendría razón llamar los problemas de los ojos de pablo, que eran el resultado de ver la gloria de Dios, de mensajero de Satanás? El propio Pablo nos dice en el año 60 d.C., cuando él escribió esta epístola, que fue circa de 14 años atrás que él recibió la revelación abundante que produjo o aguijón en la carne. Esto fue 12 años después de su experiencia de conversión en que él vio la gloria de Dios.

 

Cuando Pablo usa la frase en Gálatas 4:15, “habríais sacado vuestros ojos para dármelos”, es una figura hebrea de lenguaje. Es similar a frases usadas en algunos lugares hoy para expresar intenso deseo. Por ejemplo, “Yo daría mi brazo derecho”. Si Pablo tuviera la enfermedad oriental de oftalmia con pus corriendo de sus ojos como algunos reivindican, es extraño que esto inspirase las personas a la fe por milagros especiales.

 

SUS RESULTADOS:

 

Pablo habla de su “debilidad física” que significa, “carencia de fuerza, debilidad, una incapacidad para producir resultados a través de sus propias habilidades naturales”. A través de esta debilidad, se manifestaron el poder y la fuerza de Dios.

 

CONCLUSIÓN

 

La conclusión con respecto al aguijón de Pablo es que aunque nosotros no podamos saber con toda seguridad exactamente lo que el aguijón era, si usted fue enseñado que era una enfermedad, tenga en la mente lo siguiente: El aguijón de Pablo produjo el poder de Dios demostrándose en Su vida. Algunas personas usan “el aguijón en la carne” como excusa para postrarse en enfermedad. Ellas deben recordar que el único ejemplo bíblico de tal aguijón en la carne escribió, predicó, y viajó con todos sus compañeros en el ministerio. El aguijón no impedía su servicio dinámico para el Reino ni la demostración del poder de Dios a través de él.

 

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. ¿Qué era el aguijón en la carne de Pablo?

________________________________________

 

3. ¿Según la Biblia, lo que era el aguijón en la carne de Pablo?

________________________________________

 

4. ¿Por qué este aguijón en la carne fue permitido?

________________________________________

 

5. ¿Qué el aguijón hizo a Pablo?

________________________________________

 

6. ¿Cómo el aguijón en la carne de Pablo fue manifestado?

________________________________________

________________________________________

 

7. ¿Cuál fue los resultados del aguijón en la carne de Pablo?

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. ¿Usando lo que usted aprendió en esta lección, cómo usted respondería a alguien que reivindica que su enfermedad es una “aguijón en la carne” de la parte Dios?

________________________________________

________________________________________

 


2. Estudie la promesa de sanidad:

 

“... Se convertirán a Jehová, quien atenderá a sus súplicas y los sanará” (Isaías 19:22).

 

“Suplicar" significa pedir seriamente y solicitar urgentemente. Dios promete que Él sanará aquellos que lo ruegan.

 

3. Aunque el aguijón de Pablo no era ninguna enfermedad, usted puede reivindicar la misma fuerza que Dios proporcionó a él si en golpear externo o la debilidad física mientras usted espera la sanidad total. Dios le dijo a Pablo:

 

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo” (2 Coríntios 12.9).

 

La contestación de Pablo a esto fue...

 

“Por eso me complazco en las debilidades, afrentas, necesidades, persecuciones y angustias por la causa de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:9-10).

 

4. Piense sobre su propia condición física o de alguien a quien usted está ministrando la sanidad:

 

¿Cuáles son sus debilidades presentes?

________________________________________

 

¿Cómo la fuerza de Dios puede manifestarse en estas debilidades?

________________________________________

________________________________________

 

¿Mientras esperando la sanidad, lo que puede hacerse para traer la gloria a Dios? (Incluso si postrado o en una silla de ruedas algo puede ser hecho – ellos pueden volverse un intercesor en la oración.)

________________________________________

________________________________________

 

5. ¿Está usted experimentando el golpear externo de Satanás además de sus problemas físico? ¿Qué problemas usted está experimentando presentemente?

________________________________________

________________________________________

 

¿Cómo la gloria de Dios puede manifestarse en estas circunstancias?

________________________________________

________________________________________

 


CAPÍTULO TRECE

 

LAS PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Definir “variables”.

n       Discutir las siguientes variables que afectan la sanidad:

 

o        Falta de enseñanza

o        Incredulidad

o        Falta de fe

o        Falta de poder

o        Pecado personal no confesado

o        Rechazo para ser hecho sano

o        Falta de decisión y deseo

o        Problemas con la petición

o        Falta de perseverancia

o        Desobediencia en el proceso de sanidad

o        Discernir inadecuadamente el Cuerpo de Cristo

o        El espíritu maligno no expulso

o        Neutralizando la obra de Dios

o        La violación de las leyes naturales

o        El tiempo fijado para morirse

 

n       Responder a estas variables.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

¿Por qué más personas no se sanan? ¿Por qué algunos se sanan mientras otros no son sanados? ¿Por qué los cristianos superficiales y mundanos se sana a veces mientras las personas más sinceras y capacitadas no han recibido aún la sanidad divina?

 

Éstas son algunas de las preguntas que usted enfrenta cuando usted empieza a ministrar sanidad y liberación. Esta lección trata con las variables que afectan la sanidad. Una “variable” es un factor que causa variaciones o resultados diferentes.

 

Dios prometió sanar en Su Palabra. Nosotros debemos recordar, sin embargo, que cada promesa de Dios es condicional a la contestación del hombre. Por esto es importante entender las variables que afectan la sanidad.

 

 

ENTENDIENDO Y RESPONDIENDO A LAS VARIABLES

 

Las variables en el ministerio de sanidad son las razones por qué algunas personas se sanan y otras no. Antes que usted empiece este estudio, es importante recordar que usted nunca tendrá las respuestas a cada pregunta que usted encuentra en la sanidad y liberación.

 

Es la naturaleza humana querer entender todo. La primera tentación centró en este mismo problema. Este deseo de saber todo fluye de la rebelión de tener preguntas sin contestaciones. Este problema de la naturaleza humana es uno que usted debe vencer para ministrar sanidad y liberación eficazmente.

 

La Biblia revela algunas variables que afectan la sanidad y liberación, pero usted nunca tendrá las respuestas a cada pregunta. Si usted hiciera, usted tendría ninguna necesidad de Dios o de fe. La Biblia es clara en que algunas cosas se revelan a nosotros, mientras otras no son:

 

“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29).

 

Sanidad y liberación, usted debe aprender a colocar al lado las preguntas sin contestaciones y dejar las cosas secretas con el Señor.

 

Sanidad y la liberación son parte del Evangelio así como la salvación. Cuando usted ministra sanidad y liberación y algunos no reciben, usted será tentado a desistir. Pero considera esta pregunta: ¿Usted deja de predicar la salvación sólo porque todos que oyen el mensaje no se salvan? ¿Por qué nosotros debemos tan rápidamente entonces dejar de ministrar sanidad y liberación porque no todos las reciben? Es probablemente que sea porque en la sanidad y liberación, el orgullo entra en escena. Nosotros tememos ser avergonzados cuando nosotros oramos para una persona visiblemente enferma y ella no se sana. Otros pueden ver esto porque es externo. Si alguien responde a la salvación pero realmente no se salva, las personas no pueden verlo porque es interior. Nuestro orgullo es afectado por qué las personas puede ver externamente.

 

Usted nunca tendrá las respuestas para todas las variables que afectan la sanidad más que usted tendrá para los factores que afectan las contestaciones a la salvación. Algunos se salvan y algunos no. Algunos se sanan, algunos no.

 

La Biblia revela algunas variables que afectan la sanidad y liberación, sin embargo. Es importante para usted entender éstos para que usted pueda ayudar a otros a trabajar a través de ellas para recibir la sanidad.

 


Aquí están algunas de estas variables:

 

FALTA DE ENSEÑANZA

 

Falta de conocimiento sobre sanidad, sus principios, fuente, cómo ejercer la fe, y recibir, todos estos pueden afectar la sanidad. Dios dijo:

 

“Mi pueblo es destruido porque carece de conocimiento” (Oseas 4:6).

 

Jesús dijo que nosotros erramos cuando nosotros no entendemos la Palabra de Dios y Su poder:

 

“Entonces respondió Jesús y les dijo: --Erráis porque no conocéis las Escrituras, ni tampoco el poder de Dios” (Mateo 22:29).

 

Algunas personas no reciben la sanidad porque ellas no entienden la Palabra de Dios y Su poder. La fe para sanidad viene por oír la Palabra de Dios acerca de la sanidad (Romanos 10:17). La Biblia llama la Palabra de Dios de semilla. Algunas personas intentan segar una cosecha de sanidad sin la Palabra de sanidad al ser plantada en sus corazones. La semilla no puede trabajar a menos que esté en nosotros. Antes de decir, “Yo soy el Señor tu sanador”, Dios dijo primero, “Si escuchas atentamente la voz de Jehová tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes”. La Palabra precedió la sanidad.

 

¿Cuántas personas se salvarían si ellas nunca escuchasen un mensaje sobre la salvación? O cuántos si salvarían si los puntos principales de un mensaje de la salvación fuesen:

 

n       Tal vez no sea la voluntad de Dios salvarlo.

n       Su pecado es para la gloria de Dios.

n       El día de salvación es pasado.

 

Todavía nosotros oímos hablar estas declaraciones sobre la sanidad qué también es parte de la expiación de Cristo:

 

n       Tal vez no sea la voluntad de Dios sanarlo.

n       Su enfermedad es para la gloria de Dios.

n       El día de sanidad es pasado.

 

Deben enseñarse las personas en la Palabra de Dios con respecto a la sanidad así como ellas son enseñadas sobre la salvación. Es la semilla de la Palabra que trae la cosecha de sanidad.

 

INCREDULIDAD

 

Otra variable que afecta la sanidad es la incredulidad. La incredulidad puede resultar de...

 

n       Pensar que Dios no puede sanar.

n       Pensar que Dios puede sanar, pero Él no puede escoger sanarme.

n       Pensar que Dios puede sanar, y que Él puede sanarme, pero no ahora.

n       Un ambiente de incredulidad que impide la sanidad.

Hay varios ejemplos Bíblicos de cómo la incredulidad impidió el trabajo de Dios. En la ciudad de Nazaret Jesús...

 

“Y no hizo allí muchos milagros a causa de la incredulidad de ellos” (Mateo 13:58).

 

Jesús se maravilló, o estaba asombrado, que las personas no creerían:

 

“Estaba asombrado a causa de la incredulidad de ellos...” (Marcos 6:5-6).

 

La Biblia dice:

“Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a una ola del mar movida por el viento y echada de un lado a otro. No piense tal hombre que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos” (Santiago 1:6-8).

 

Lea la historia de la sanidad de la hija de Jairo en Marcos 5:35-40. Usted descubrirá que aquellos que impedirían el ambiente de fe fueron colocados para fuera del cuarto mientras Jesús ministraba la sanidad.

 

La incredulidad colectiva es una de las razones principales que nosotros no vemos la sanidad y liberación fluyendo en nuestras iglesias como Dios piensa. Nosotros somos miembros unos de los otros. Si parte de nuestro Cuerpo no cree en sanidad, esta incredulidad puede impedir el flujo de su poder en nuestro medio.

 

La Biblia dice, “Estas señales seguirán a LOS que creen”. Este versículo está hablando de creyentes (la iglesia). El versículo no lo dice “lo que cree”, refiriéndose a un individuo. No fue la fe de un o dos evangelistas solitarios que produjo las sanidades registradas en Hechos. Fue la fe de una Iglesia llena del Espíritu como un todo.

 

¿Si Jesús no pudiera hacer obras poderosas en Nazaret debido a su (colectiva) incredulidad, también no es nuestra incredulidad colectiva impide la sanidad? Hoy una parte grande de la Iglesia está oponiéndose a lo que la Iglesia temprana prevaleció en oración. Ellos no han aceptado la actitud bíblica hacia la enfermedad. Ellos no han sido enseñados en la Palabra de Dios sobre sanar. Todavía, ellos apuntan a aquellos que no reciben la sanidad para acusar a los que han intentado ministrar sanidad. Pero es un fracaso por lo que ellos – colectivamente – son grandemente responsables.

 

Aquellos que predican el Evangelio lleno de salvación con sanidad y liberación son frecuentemente obligados a laborar en una “Nazaret” de incredulidad. Nosotros vemos más salvaciones porque hay una aceptación casi universal de la doctrina de salvación en las iglesias fundamentales. Pero nosotros no vemos muchas sanidades porque nosotros nos compelemos para laborar ante la tradición, rechazo, e incredulidad en muchas denominaciones. ¿Si la incredulidad colectiva no afecta el flujo del ministerio de sanidad, por qué Jesús no prosiguió y ministró en llenura en Nazaret?

 

FALTA DE FE

 

La incredulidad es la actitud de que Dios no puede o no hará algo. La ausencia de incredulidad necesariamente no significa que usted tiene fe. Por ejemplo, un ateo no cree en Dios. Un agnóstico es neutro. Un creyente tiene fe. La falta de incredulidad por parte de un agnóstico no significa que él tiene fe.

 

Usted debe reemplazar la incredulidad con la fe en Dios porque es la oración de fe que levanta el enfermo (Santiago 5:15). Usted debe apelar en fe, debe hablar palabras de fe, y debe actuar en fe. Usted debe caminar por la fe y no por la vista (mirando a la condición del cuerpo o síntomas).

 

Satanás intenta impedir la sanidad consiguiendo que usted camine por la vista en lugar de la fe. Él hace usted mirar a los síntomas. Él hace usted mirar a otros que reivindican que fueron sanados, pero no fueron. No es la fe en su fe o fe en la fe de otro. La fe solo no sana. Es Dios que sana. Pablo percibió que el cojo tenía fe para ser sanado por Dios (Hechos 14:8-10).

 

No tome una gran cantidad de fe para ser sanado. Jesús dijo que hasta la fe del tamaño de una semilla de mostaza era muy poderosa. Jesús se encuentra con las personas al nivel de su fe. Donde ellas sintieron que era necesario tener Su presencia corporal, Él fue. Donde ellas tenían la fe que no era necesario, Él habló la Palabra de una distancia y sanidades ocurrieron.

 

Cuando el enfermo no se sana, las personas normalmente intentan culpar la falte de fe como la razón. Pero como usted está aprendiendo en esta lección, hay muchas otras variables para considerar. Jesús nunca condenó a las personas que buscaron sanidad por su falta de fe.

 

A veces en el registro Bíblico, la fe era un factor de sanidad, mientras otras veces no parece ser un factor.

_______________________

(Nota: (Hoy, generalmente nosotros damos testimonio de más sanidades en naciones del Tercero Mundo que en las naciones Occidentales porque hay una actitud de creencia colectiva. Lo que Dios ha dicho, ellos creen. Ellos esperan el sobrenatural como parte de sus vidas cotidianas. Muchas personas en el mundo Occidental no son tan receptivas debido a su orientación materialista y razonamiento humanístico.)

 

FALTA DE PODER

 

Jesús les dijo a Sus discípulos que esperaran en Jerusalén hasta que ellos fueran dotados con el poder por el Espíritu Santo. A veces la sanidad no ocurre debido a la falta de poder de quien ministra.

 

Quizás ellos no han recibido el revestimiento de poder por el Espíritu Santo descrito en Hechos 4. Quizás ellos sustituyen el amor y la simpatía por el enfermo en lugar del poder. Ellos pueden orar oraciones de consuelo en lugar de oraciones sanidades. Su falta de poder puede ser el resultado de error doctrinal o tradición.

 

EL PECADO PERSONAL NO CONFESADO

 

La Biblia confirma una relación directa entre el pecado individual y la enfermedad en algunos casos:

 

“Por tanto, confesaos unos a otros vuestros pecados, y orad unos por otros de manera que seáis sanados. La ferviente oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho” (Santiago 5:16).

 

David dijo, “Si yo considero la iniquidad en mi corazón, el Señor no me oirá”. Dios no ha prometido destruir las obras del Diablo en el cuerpo mientras nosotros estamos aferrándonos a las obras del Diablo en nuestra alma. Si hay iniquidad en el corazón del que está enfermo, él no puede sanarse. Si hay iniquidad en el corazón del que ministra, la sanidad no puede ocurrir porque el Señor no está oyéndolo.

 

Un espíritu rencoroso o guardar rencor impide la sanidad. Jesús dijo, “si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial también os perdonará a vosotros”. Si Dios no puede perdonarnos cuando nosotros no perdonamos a otros, Él tampoco puede sanarnos, pues la sanidad involucra la totalidad del alma , espíritu, y cuerpo.

 

RECHAZO PARA SER HECHO SANO

 

Jesús preguntó al hombre cojo en el pozo de Betesda:

 

“Cuando Jesús lo vio tendido y supo que ya había pasado tanto tiempo así, le preguntó: --¿Quieres ser sano?” (Juan 5:6).

 

A menudo, nosotros buscamos sólo la sanidad o liberación. Dios quiere tratar con el hombre entero y sanar cuerpo, alma, y espíritu. Porque el hombre es cuerpo, alma, y espíritu, el concepto de totalidad implica el trato con todos éstos. Nosotros no podemos dar énfasis a la salud física aparte del alma y del espíritu, sanidad aparte de la salvación.

 

Dios es un espíritu. Él se relaciona con usted a través de su espíritu. Su espíritu gobierna su vida física, mental, espiritual, y emocional. Su vida entera es espiritualmente basada. Porque usted es un ser básicamente espiritual, sanidad del cuerpo empieza en el espíritu.

 

Cuando Dios creó al hombre, Su espíritu debería ser el poder gobernante de su vida en la tierra. Debería tener la supremacía sobre la mente y cuerpo y reunirlos en un hombre unificado sano en que Dios viviría. Originalmente, en el Jardín de Edén, el hombre estaba en relación espiritual íntima con Dios.

 

Prohibiendo el árbol de conocimiento en el Jardín, Dios estaba prohibiendo al hombre vivir al nivel del conocimiento físico e intelectual. Cuando el hombre pecó, su espíritu fue sumergido y él escogió vivir por su intelecto. Cuando la mente ascendió sobre el espíritu y tomó el control, la parte espiritual del hombre murió (o dejó de funcionar como la fuente de su contestación a Dios y a la vida). Desde ese tiempo, hube una separación de espíritu, mente, y cuerpo, lo que produjo una falta de armonía en el ser humano entre el hombre, su ambiente, y su Creador.

 

FALTA DE DECISIÓN Y DESEO

 

Jesús le pregunta al hombre cojo a Betesda:

 

“¿Quieres ser sano?” (Juan 5:6).

 

A estas alturas, el hombre cojo tenía que tomar una decisión. Algunas personas no quieren ser sanadas. Ellas disfrutan de la simpatía y de la atención que ellas reciben de estar enfermo. Algunos reciben los beneficios médicos a través de las pensiones o los pagos legales y ellos no quieren perderlos. Otros tienen un gran deseo de ir estar con el Señor y no quieren ser sanados.

 

PROBLEMAS CON NUESTRA PETICIÓN

 

Hay varios problemas con nuestras peticiones por sanidad que pueden impedir su manifestación:

 

NO PEDIR:

 

Primero, y lo más básico, a veces es que nosotros no pedimos por sanidad. Nosotros nos volvemos a la medicina para ayuda o a los amigos para consuelo:

 

“No tenéis, porque no pedís” (Santiago 4:2).

 

NO PEDIR ESPECÍFICAMENTE:

 

A veces, se impiden las oraciones porque ellas no son específicas:

 

“Pedís, y no recibís; porque pedís mal...” (Santiago 4:3).

 

Cuando usted está mal, usted no es específico en sus oraciones. Usted no da en el blanco.

 

PEDIR CON EL MOTIVO ERRADO:

 

A veces, nosotros oramos con el motivo errado:

 

“Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastarlo en vuestros placeres” (Santiago 4:3).

 

Algunas personas quieren ser sanadas, pero no quiere cambiar su estilo de vida pecador, mundano, imparcial. Ellas quieren estar bien para que ellas puedan después regresar a sus caminos. ¿Las personas deben considerar estas preguntas: “¿Cuál es su motivo para querer sanarse? ¿Es para que usted pueda volver a su vivir egoísta? ¿Así que usted pueda apresurarse alrededor para hacer buenas obras en lugar de lograr el propósito específico de Dios para usted?”

 

SU ORACIÓN SE IMPIDE:

 

La Biblia identifica varios otros factores que impedirán recibir las respuestas a sus oraciones:

 

n       El pecado de cualquier categoría: Salmos 66:18; Proverbios 28:9; Isaías 1:15; 59:1-2.

n       Los ídolos en el corazón: Ezequiel 14:1-3.

n       Un espíritu rencoroso: Marcos 11:25; Mateo 5:23.

n       Egoísmo, motivos malos: Proverbios 21:13; Santiago 4:3.

n       Hambre de Poder, oraciones manipuladoras: Santiago 4:2-3.

n       Tratamiento malo del cónyuge: 1 Pedro 3:7

n       Auto justicia: Lucas 18:10-14.

n       Incredulidad: Santiago 1:6-7.

n       No permanecer en Cristo y Su Palabra: Juan 15:7.

n       Falta de compasión: Proverbios 21:13.

n       Hipocresía, orgullo, repetición sin sentido: Mateo 6:5; Job 35:12-13.

n       No pedir según la voluntad de Dios: Santiago 4:3.

n       No pedir en el nombre de Jesús: Juan 16:24.

n       Los estorbos Satánicos: Daniel 10:10-13; Efesios 6:12.

n       No buscar el Reino en primero lugar: Mateo 6:33.

 

FALTA DE PERSEVERANCIA

 

A veces nosotros no perseveramos (continuamos) en la oración tiempo bastante. El propio Pablo había predicado al principio “mientras estando enfermo” (Gálatas 4:13- 14) y se sanó después. La oración aparentemente no tuvo el efecto inmediato en Epafrodito que casi murió (Filipenses 2:27) y Trófimo que fue dejado atrás enfermo (2 Timoteo 4:20). Todavía ellos se recuperaron en el futuro. (También note que Pablo continuó orando por el enfermo a pesar de que en estos casos no hube ninguna sanidad inmediata).

 

Algunas personas piensan que si usted pide la sanidad más de una vez es falta de fe. Jesús no enseñó que persistir en oración era mostrar incredulidad o falta de fe. Él lo animó. Lucas 11:1-13 enseña la importancia de persistir en la oración en las parábolas del amigo inoportuno (versículo 5-8) y la viuda y el juez (versículos 1-8). El ejemplo de Daniel también anima la perseverancia. Dios oyó sus oraciones de la primera vez él oró, pero Satanás impidió el ángel traer la respuesta.

 

No se rinda si la sanidad no ocurre en la primera vez que usted ora. Recuerde que hay niveles de oración de “pedir, llamar, buscar”. A veces usted pide y consigue una respuesta inmediata. A veces usted tiene que buscar y continuar llamando antes de recibir una respuesta a otras oraciones. El Profeta Elías oró un tiempo para el fuego caer del Cielo. Él tuvo que orar siete veces para la lluvia caer.

 

Continúe perseverando en la oración hasta que usted sepa que su petición fue oída. Cuando usted tiene la confirmación en su espíritu, entonces empiece a alabar a Dios aun cuando usted aún no ve los resultados visibles:

 

n       Josafat y los hijos de Israel empezaron alabando a Dios en una voz fuerte antes de que ellos realmente recibiesen la respuesta a sus oraciones.

n       Jesús agradeció a Dios antes de que hubiera levantado Lázaro.

n       Una vez que Abraham tuvo convicción de la promesa de un hijo, él no siguió orando. Él creyó y glorificó Dios.

 

LA DESOBEDIENCIA EN EL PROCESO DE SANIDAD

 

A veces Dios da instrucciones especiales en el proceso de sanidad. Por ejemplo, a través del profeta Eliseo, Dios dijo a Naamán ir lavarse en el río barroso para recibir la sanidad (2 Reyes 5:1-14). A veces un acto muy simple de obediencia es todo que está entre usted y un milagro.

 

DISCERNIR INADECUADAMENTE EL CUERPO DE CRISTO

 

La debilidad y enfermedad resultan porque nosotros no discernimos el Cuerpo de Cristo propiamente. Discernir es “aprender y entender algo examinando, investigando, y diferenciando”.Lea 1 Corintios 11:27-30. Para el fondo adicional también lea a Lucas 22:2-20, Mateo 26:27-29, y Marcos 14:22-25.  Nosotros no podemos discernir el Cuerpo de Cristo de tres maneras:

 

EL SIGNIFICADO DE LA SANGRE Y CARNE:

 

Nosotros no discernimos cuando nosotros no entendemos que el significado del fruto de la vid y del pan simboliza Su sangre y carne. Esto es lo que pasó cuando Jesús dio esta enseñanza en Juan 6:66 y muchos retrocedieron de seguirlo. Ellos no entendieron el significado espiritual de lo que Él estaba enseñando. Mientras muchos disciernen la sangre para la remisión de pecados, ellos no entienden a menudo el verdadero significado del cuerpo. El cuerpo era para sanidad, para que nosotros pudiéramos comer de él y ser sanados. (Vea a Juan 6:48-58 y Lucas 6:48-51.)

 

LA DIVISIÓN EN EL CUERPO:

 

Nosotros a veces no discernimos a nuestros hermanos y hermanas que son parte del Cuerpo de Cristo y divisiones ocurren en la iglesia. Nosotros comemos y bebemos indignamente si nosotros no discernimos propiamente (entendemos realmente) nuestra unión con nuestros hermanos y hermanas en el Señor. Pablo explica en 1 Corintios 3:1-13 que los Cristianos carnales involucrados en la división no pueden comer la carne (la carne, cuerpo) de la Palabra debido a su carnalidad.

 

COMER INDIGNAMENTE:

 

Nosotros comemos indignamente cuando nosotros tomamos la comunión con una vida sin examinar. El resultado es debilidad y enfermedad. Por esto Pablo dice para examinarse espiritualmente y arrepentirse antes de tomar la Comunión.

 

EL ESPÍRITU MALO NO SE EXPULSA

 

Algunos no reciben la sanidad porque su enfermedad es obra de un espíritu malo que debe lanzarse fuera. Ellos necesitan más de una oración por sanidad. En condiciones causadas por un espíritu malo, la Biblia registra que el enemigo fue lanzado para que la sanidad pueda ocurrir.

 

NEUTRALIZANDO LA OBRA DE DIOS

 

Si usted está orando por sanidad mientras complaciendo en prácticas dañosas, usted puede estar neutralizando la obra de Dios. Por ejemplo, si usted retiene el amargor y cólera, eso puede afectar la sanidad de desórdenes físicas relacionadas, como las úlceras, la tensión arterial alta, la tensión nerviosa, etc.

 

LA VIOLACIÓN DE LAS LEYES NATURALES

 

El mismo Dios que dijo, “yo soy el Señor Tu sanador” también dio muchas leyes naturales de salud y limpieza a Su pueblo. Algunas personas no reciben la sanidad porque ellas violan estas leyes naturales. Por ejemplo, una persona puede continuar bebiendo alcohol y maravillarse por qué ella no se sana de su hígado enfermo. Muchos pueden continuar fumando cigarros y maravillarse por qué Dios no sana su cáncer pulmonar.

 


EL TIEMPO FIJADO PARA MORIR

 

La Biblia enseña que hay un tiempo designado para morir (Eclesiastés 3:2 y Hebreos 9:27). Incluso el gran profeta Eliseo que hizo muchos milagros de sanidad y liberación, se puso “enfermo con la enfermedad de la que moriría” (2 Reyes 13:14). Usted aprenderá a tratar con esta variable cuando usted aprender a ministrar al terminalmente enfermo como parte de las instrucciones sobre ministrar la sanidad en Capítulo Dieciocho.

 

UN ÚLTIMO RECUERDO

 

Nosotros abrimos esta lección con varias preguntas:

 

¿Por qué más personas no se sanan? ¿Por qué algunos se sanan mientras otros no son sanados? ¿Por qué los cristianos superficiales y mundanos se sana a veces mientras las personas más sinceras y capacitadas no han recibido aún la sanidad divina?

 

Las variables que usted estudió en esta lección son simplemente algunos de los factores que pueden afectar la sanidad y liberación. Siempre recuerde, sin embargo...

 

“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29).

 

La fe simplemente requiere eso: Fe. Si usted tiene todas las respuestas, usted no necesita de fe. Dios sólo pide que usted actúe basando en la fe en Su palabra, no que proporcione las respuestas.

 

Para concluir, aquí está una declaración importante con respecto a las variables de la sanidad. Fue hecha por un famoso ministro que ministró durante muchos años sanidad y liberación:

 

"Yo, solamente por uno, predicaré todo el Evangelio mismo si yo nunca mirar a otro hombre salvo o sanado mientras yo vivir. Yo me determino a basar mis doctrinas en la Palabra inmutable de Dios, no en los fenómenos (la experiencia).”

 

F.F. Bosworth

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

 

2. Defina “variables”. 

________________________________________

________________________________________

 


3. Resuma en una hoja de papel separada las siguientes variables que afectan la sanidad:

 

Falta de enseñanza:

Incredulidad:

Falta de fe:

Falta de poder:

El pecado personal no confesado:

Rechazo para ser hecho sano:

Falta de decisión y deseo:

Problemas con la petición:

Falta de perseverancia:

Desobediencia en el proceso de sanidad:

Discernir inadecuadamente el Cuerpo de Cristo:

El espíritu malo no se expulsa:

Neutralizar la obra de Dios:

Violación de las leyes naturales:

El tiempo fijado para morir:

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Aprenda más sobre el interés bíblico con la salud:

 

n       Mientras los hombres quisieron sólo sanar, Jesús quiso tratar con el hombre entero. Él dijo al hombre cojo en Betesda, “¿Quieres ser sano?” (Juan 5:6).

n       Jesús vino a ministrar a aquellos que no estaban sanos, al roto, enfermo, oprimido: Mateo 9:12; Marcos 2:17; Lucas 5:31.

n       Jesús era la fuente de a salud: Juan 5:15; Hechos 9:34.

n       Tantos cuantos Jesús tocó fueran hechos absolutamente sanos: Mateo 9:21-22; 14:36; Marcos 5:28-34.

n       Jesús hizo a un siervo que estaba en su lecho de muerte sano: Lucas 7:10.

n       Él hizo el cojo sano: Juan 5:9.

n       A través del poder de Dios, los discípulos hicieron el cojo sano: Hechos 9:34.

n       Jesús hizo el mutilado sano: Mateo 5:31.

n       Él restauró las manos: Mateo 12:13; Marcos 3:5; Lucas 6:10.

n       Él hizo a las personas sanas de la enfermedad que ellas tenían: Juan 5:6.

n       Ellas eran hechas completamente sanas: Juan 7:23.

n       Jesús acreditó la fe de las personas como una parte activa en ser hechas sanas. "Tu fe te ha salvado”: Mateo 9:22; Marcos 5:34; 10:52; Lucas 8:48-50; 17:19.

 

2. Estudie las palabras griegas del Nuevo Testamento que significan “sano”:

 

ADJETIVOS:

 

Holos: Todo, todo junto, absolutamente.

 

Pas: Todo.

 

Hapas: Todo, entero.

 

Holokleros: Sano, entero.

 

Hugies: Hacer las personas enfermas enteras, sanas: Mateo 12:13; 15:31; Marcos 3:5; 5:34; Lucas 6:10; Juan 5:4,6,9,11,14,15; 7:23; Hechos 4:10.

 

Holoteles: Completamente, sano, completo, plenamente: 1 Tesalonicenses 5:23. Extender a cada parte del ser.

 

VERBOS:

 

Hugiaino: Estar en Buena salud; aquellos que son sanos; sanos, saludables.

 

Sozo: Salvar, hacer sano.

 

Iaomai: Sanar, tornar sano.

 

Ischuo: Ser fuerte.

 

Diasozo: Salvar completamente.

 

3. Considere esta pregunta: ¿Qué es que mantiene usted alejado de la sanidad en el cuerpo, alma, y espíritu?

________________________________________

 

4. ¿Usted cree que cualquiera de las siguientes variables ha afectado su sanidad o de alguien a quien usted está ministrando? Maque aquellas que se aplican:

 

___ Falta de enseñanza

___ Incredulidad

___ Falta de fe

___ Falta de poder

___ Pecado personal no confesado

___ Rechazo en ser hecho sano

___ Falta de decisión y deseo

___ Problemas con la petición

___ Falta de perseverancia

___ Desobediencia en el proceso de sanidad

___ Discernir inadecuadamente el Cuerpo de Cristo

___ El espíritu malo no expulso

___ Neutralizar a obra de Dios

___ Violación de las leyes naturales

___ El tiempo determinado para morir

 

5. Basado en lo que usted ha aprendido en esta lección, regrese a la lista 4 arriba y registre cómo usted responderá a cada variable que usted marcó.

 


6. ¿Usted alguna vez ha tenido una pregunta sin respuesta con respecto a la sanidad y liberación? ¿En ese caso, cuál fue?

________________________________________

 

¿Después usted fue capaz de entender? _____

 

En ese caso, explique cómo su pregunta fue contestada:

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

Si no y/o usted tiene preguntas que involucran su condición física presente, recuerde la promesa de esta lección:

 

“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29).

 

7. ¿Hay cualquiera cosa abajo que impida su oración por sanidad? Marque aquellos que se aplican:

 

___ Pecado de cualquier categoría

___ Ídolos en el corazón

___ Un espíritu rencoroso

___ Egoísmo, motivos malos

___ Hambre de poder, oraciones manipuladoras

___ Tratamiento malo del cónyuge

___ Auto justifica

___ Incredulidad

___ No permanecer en Cristo y Su Palabra

___ Falta de compasión

___ Hipocresía, orgullo, repetición sin sentido

___ No pedir según la voluntad de Dios

___ No pedir en el nombre de Jesús

___ Los estorbos de Satanás 

___ No buscar el Reino en primero lugar

 

¿Qué usted puede hacer para corregir estos problemas? ________________________

 


PARTE CINCO

 

LAS ESTRATEGIAS PARA SANAR

 

En esta sección usted aprenderá las estrategias por ministrar y recibir la sanidad. Usted estudiará sobre:

 

n       CÓMO MINISTRAR Y RECIBIR LA SANIDAD.

n       LA CONTINUACIÓN DEL MINISTERIO DE SANIDAD.

n       LA SANIDAD ÚLTIMA.

 

Recuerde la paradoja del Reino de Dios usted aprendió al principio de este curso: Cuando usted empieza a ministra la sanidad, la sanidad se ministrará a usted.


CAPÍTULO CATORCE

 

MINISTRANDO LA SANIDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir este capítulo usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Discutir las preparaciones preliminares para el ministerio de sanidad.

n       Resumir las directrices para ministrar la sanidad.

 

PROMESAS DE SANIDAD PAA REIVINDICAR:

 

“Y cuando vayáis, predicad diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. De gracia habéis recibido; dad de gracia” (Mateo 10:7-8).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

En esta lección, la batalla por el cuerpo intensifica mientras usted aprende a ministrar la sanidad. En Capítulo Dieciocho usted aprenderá a ministrar la liberación.

 

LAS PREPARACIONES PRELIMINARES

 

Hay algunas preparaciones importantes antes de que usted empiece a ministrar la sanidad. Éstas incluyen preparar a sí mismo, como el canal del poder sanador de Dios, y la persona a quien usted ministrará la sanidad.

 

PREPARANDO A SÍ MISMO:

 

La fe viene de oír la Palabra de Dios sobre sanidad. Para aumentar su propia fe, estudie todo en la Biblia sobre sanidad. Lea a través del Nuevo Testamento con una nueva actitud. Cualquier cosa que Jesús les dijo a Sus seguidores que hicieran, usted empieza a hacer. Cualquier cosa que Él dijo que Él haría, espera que Él lo haga.

 

Si Él dijo que usted puede sanar el enfermo a través de Su poder, entonces espere verlos sanados. Si Él dijo para expulsar los demonios, entonces lo haga en Su nombre y espere que ellos lo obedezcan. Desatienda todas las instrucciones de los hombres y las experiencias personales que usted ha tenido alguna vez. Acepte que el Nuevo Testamento significa exactamente lo que dice. Acéptelo como verdadero y actúe de acuerdo. Usted es un embajador para Cristo (2 Corintios 5:20). Un embajador nunca duda que el país que él representa apoyara su palabra.

 

Ayune y ore antes de que usted ministre. Vea el ejemplo de Pablo en Hechos 28:8. ¡Desde que el poder y la autoridad para sanar vienen de Dios, usted debe estar en contacto! Algunas aflicciones demoníacas sólo se sanarán por la oración y ayunando.

 

Isaías 58 enseña que Dios honra a un ayuno que enfoca en ministrar a las necesidades de otros.

 

Empiece a ministrar al enfermo aunque usted no entienda todo sobre la sanidad divina, así como usted empezó a dar testimonio después de ser salvo aunque en la realidad usted tenía mucho que aprender sobre la vida cristiana. Empiece a ministrar basándose en lo que usted sabe sobre sanar. Mientras usted camina en la luz que usted ha recibido, usted recibirá más luz. Adopte la actitud de que no hay ninguna situación desesperada. Hay sólo personas que se han puesta desesperadas sobre ellas.

 

PREPARACIÓN PRELIMINAR EN OTROS:

 

Si usted anima el enfermo para recibir oración sin la instrucción apropiada, es como animar el no-salvo para aceptar a Jesús como el Salvador sin saber quién Él es, reconociendo su pecado, y su necesidad para la salvación.

 

A veces, Dios sana sin tal instrucción. Pero recuerda: al ministrar la sanidad, usted quiere usar cada canal prescrito por la Palabra de Dios para ver la obra hecha adecuadamente. La fe es un canal para el poder sanador de Dios y viene por oír la Palabra de Dios, por esto la instrucción es importante. Jesús combinó predicación y enseñanza con sanidad y les dijo a Sus seguidores que hicieran también.

 

La fe viene por oír la Palabra de Dios sobre sanidad. Predique esto basado en lo que Dios dice, no en tradición o experiencia. La fe no es construida solamente dando testimonios. Los testimonios confirman la Palabra y animan la fe, pero la Biblia declara con seguridad que la fe viene por oír la Palabra de Dios. (Aunque una persona sorda no pueda oír un sermón en el natural, el espíritu sordo puede oírlo.) Las personas necesitan saber lo que la Palabra de Dios dice sobre la fuente de sanidad, la fuente y las causas de la enfermedad, promesas sobre sanidad, y las directrices bíblicas para recibir y mantener la salud.

 

En un servicio de sanidad para los creyentes, el ayuno y la oración por el enfermo puede ser útil. Esto no se requiere para sanar, pero recuerda - nosotros queremos usar cada canal bíblico disponible. Dios enfatiza nuestro pedir e Isaías 58:6-8 enfatiza la importancia de ayuno y oración como relacionado a la salud.

 

EL TIEMPO DE MINISTERIO

 

Aquí están algunas sugerencias durante el tiempo de ministerio al enfermo. Recuerde que éstas son simplemente directrices generales. Usted siempre debe estar abierto a las direcciones diferentes del Espíritu Santo. Algunas de estas sugerencias sólo son aplicables al ministerio individual, mientras otras pueden usarse para ministrar a os grupos grandes:

 

CREE UN AMBIENTE DE FE:

 

Cree un ambiente de fe. Usted ya empezó a hacer esto cuando usted ministró la Palabra sobre sanidad, pero usted también puede necesitar tomar los pasos adicionales para crear un ambiente de fe. Rodee el enfermo con personas de fe y confianza. Permítales oír testimonios de aquellos que han sido sanados. Recuerde que incredulidad impedía el ministerio de Jesús incluso en Nazaret.

 

Una atmósfera de fe es una de adoración y alabanza. Nosotros entramos en la presencia de Dios (donde hay sanidad) a través de la adoración y alabanza. Sanidad puede venir a través de la adoración y alabanza - incluso sin una oración de sanidad - porque Dios habita e las alabanzas de Su pueblo. Cuando nosotros alabamos, Él está presente para sanar. Traiga las personas a un punto de decisión con respecto a su sanidad, así como usted hace con respecto a la salvación. Recuerde cómo Jesús le preguntó al hombre cojo, “¿Quieres ser sano?” (Juan 5:6).

 

Pídale a la persona que demuestre su deseo por sanidad. Usted podría pedirles que se levanten en medio de una muchedumbre, venga a frente, levante su mano, o ponga su mano en la parte afectada de su cuerpo. Esto les ayuda a mostrar su deseo para ser sanado. Es un acto de fe para ellos, mientras también le ayuda a identificar aquellos que necesitan del ministerio.

 

ORE POR DISCERNIMIENTO:

 

Ore por sabiduría y discernimiento antes de usted ministrar la sanidad. Comparta cualquier sabiduría divina que Él le da. Dios puede revelar a usted:

 

Una Palabra De Conocimiento: Una palabra de conocimiento proporciona los hechos específicos sobre una persona o condición así usted sabrá como orar. Una palabra de conocimiento puede incluir un sentido profundo de conocimiento o una impresión en su espíritu, pensamientos, palabras, o sentimientos. La Palabra de conocimiento puede revelar lo que la enfermedad es o por qué la persona tiene tal condición.

 

Un Verso De La Escritura: Dios puede darle un Palabra “Rhema” (específica) de Dios para esa situación, enfermedad, persona, o grupo.

 

Una Visión: Son cuadros en el ojo de la mente relativos a quien usted está ministrando.

 

Palabras De Fe: Éstas son específicamente palabras especiales de estímulo y fe para el individuo.

 

Una Unción Especial: Una infusión súbita de poder, quizás sentida como un hormigueo, calor, o confianza sobrenatural. A veces una unción especial viene, y si ella viene, fluya con ella. Pero no espere por una unción especial para orar por el enfermo. Usted debe seguir las instrucciones de Jesús si usted lo siente o no.

 

Un Acto Especial De Fe: A veces Dios lo llevará a decirle a la persona para realizar un acto especial de fe que producirá la sanidad.

 

DIRIJA UNA ENTREVISTA: (Optativo)

 

Si usted está tratando individualmente de una persona, usted puede querer dirigir una entrevista breve. Dios puede darle palabras específicas de sabiduría sobre una enfermedad y usted no necesitará entrevistar. Pero si Dios no revela la enfermedad sobrenaturalmente a usted, no dude en usar la entrevista.

 

Una entrevista no es exigida para ministrar la sanidad, pero le ayuda a ganar informaciones para que usted pueda orar específicamente. También le ayuda a determinar si una persona necesita de instrucción más extensa antes de que usted ore.

 

Jesús usó la entrevista. Él les preguntó lo que las personas querían, inquirió con respecto a su fe, y trató con las fuerzas negativas de incredulidad antes de ministrar a ellos.

 

Pregúntele a la persona, “¿Qué es el problema?” Jesús hizo una pregunta similar a muchos que vinieron a él para sanidad. Poner en palabras la demanda para la oración es importante para el enfermo. Al enfermo se dice para llamar a los presbíteros para ministrar la sanidad. Cuando la Biblia da una directiva, es por una razón. El pedir es un acto de fe que pone en movimiento los procesos de sanidad (Santiago 5:14-15).

(La excepción a esto, claro, es cuando una persona no puede hacer una petición. Por ejemplo, el niño muerto que Jesús resucitó. Pero incluso entonces, sus padres le pidieron que ministrara la sanidad.)

 

Pida una declaración específica. Si una petición es demasiada general, usted no sabrá para qué orar y la persona afectada no puede reconocer la sanidad cuando ella viene. Usted necesita sólo de hechos breves: “Yo tengo cáncer del estómago”. Usted no necesita una historia médica completa. No intente analizar la información que usted recibe. Su función es orar, no proporcionar consejo. Algunos casos únicos pueden requerir reserva y más tiempo para aconsejar con un consejero especializado. Tenga consejeros disponibles para este propósito.

 

Pregúntele a la persona que recibirá oración, “¿Usted cree que Jesús puede sanar?” ¿Si ella contesta positivamente, entonces pregunte, “¿Usted cree que Jesús lo hará ahora?” Si la respuesta es “no” a ambas estas preguntas, la instrucción más extensa de la Palabra de Dios se necesita.

 

Cuando usted ministra a una muchedumbre grande, usted no podrá hablar con cada persona. Dios puede revelar enfermedades específicas de las personas en público o puede llevarlo a hacer oraciones de masa por ciertas enfermedades, como la sordera, la ceguedad, etc. A veces usted puede sentirse llevado a hacer una oración de sanidad general o tener creyentes en el público para ministrar individualmente a aquellos que están enfermos.

 

Es mejor enseñar a otros creyentes cómo ministrar en lugar de hacer todo el ministerio solo. La comisión de Jesús era que estas señales seguirían a LOS que creerían, no “al” que cree. La obra del ministerio sería hecha por el Cuerpo entero, no sólo por uno o dos creyentes.

 

DETERMINE EL PROBLEMA:

 

Use la información de la entrevista y la sabiduría que Dios lo da para determinar si el problema está en la:

 

Esfera Espiritual: Éstos son los problemas relacionados con el pecado y ellos requieren un ministerio de sanidad espiritual (salvación, arrepentimiento y perdón de pecados).

 

Si hay una relación entre el pecado y la enfermedad (y nosotros hemos visto que hay), hay una relación entonces entre el perdón y la sanidad. Muchos se sanan físicamente cuando ellos piden el perdón el pecado.

No sea demasiado rápido para atribuir la enfermedad al pecado. Recuerde que usted aprendió que toda la enfermedad no es el resultado de pecado individual. Si hay pecado, es la responsabilidad del Espíritu Santo hacerlo conocido desde que uno de Sus propósitos es convencer y corregir.

 

Esfera Física: Éstos son la dolencia corporal, lesión, o enfermedad. Ore por la sanidad física.

 

Esfera Emocional: Éstos incluyen los problemas como la ansiedad, miedo, enojo, amargor, resentimiento, culpa, duda, fracaso, celos, egoísmo, confusión, frustración, falta de perdón, y los efectos emocionales de problemas del pasado. Estas personas necesitan sanar en el reino emocional. Esto se llama a menudo de “sanidad interna”, pero algunas personas han abusado del término. No es necesario volver a repasar todos los hechos y experimentar las emociones originales. No es necesario pasarse semanas, meses, o años para recuperarse de tales traumas. Si usted hace esto, usted está intentando sanar la vieja persona en lugar de ayudarla a volverse una nueva creación en Cristo.

 

A menudo se relacionan los problemas en el reino emocional al reino social de la vida de una persona. Ellos afectan y son resultado de las relaciones familiares y sociales. La sanidad viene por identificar el problema, pedir el perdón, y perdonar los otros involucrados.

 

La más gran barrera a la sanidad emocional normalmente es el perdón, así la sanidad emocional incluye la sanidad de las relaciones sociales. Nosotros somos llamados para ser ministros de la reconciliación (2 Corintios 5:18-21). Las personas necesitan reconciliarse tanto con Dios cómo con el hombre, y aquí es donde la sanidad emocional, mental, interior entra. Todos son títulos similares para el mismo tipo de sanidad.

 

Usted puede necesitar enseñar a la persona sobre el perdón. El perdón no es:

 

n       Justificar a otros de los errores que han hecho a usted. (Por ejemplo, diciendo, “Ellos estaban bajo mucha presión”.)

n       Negar que usted está en el primer lugar herido.

n       Aceptar con resignación lo que se hizo a usted.

n       Esperar por el tiempo para sanar la herida. (Esto no sucede).

 

El verdadero perdón viene:

 

(1) De reconocer que lo que se hizo a usted fue errado, el resultado de hombres pecadores en un mundo pecador. No es necesario volver y revivir el evento mentalmente, pero usted no puede tratar de él negándolo. Reconozca lo que pasó y cómo lo afectó.

 

(2) De confesar la herida a Dios y pedirle que sane las emociones dañosas en usted. Usted puede nunca olvidar del hecho que sucedió, pero lo qué usted necesita es de sanidad para las emociones erradas que se relacionan a él.

 

(3) De pedir a Dios para ayudarlo a perdonar los otros involucrados, perdonándolos así como entonces Cristo lo perdona. Reconozca que Dios extiende el perdón a usted así como usted perdona a otros: “Perdónanos nuestras deudas, COMO también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. La persona también puede necesitar perdonarse (la culpa sobre su propio mal) y definitivamente necesitará orar por la sanidad emocional.

 

Aquí está cómo perdonar a sí mismo:

 

n       Reconozca que el pecado causa culpa y emociones pecadoras, confiéselo a Dios, y arrepiéntase. Pídale para perdonar su pecado y sanar sus emociones.

n       Reconozca que cuando Dios perdona, Él se olvida (Él lanza nuestros pecados tan lejano cuanto el Oriente está del Occidente).

n       Reivindique 1 Juan 1:8-9 y Romanos 8:1.

n       Por un acto de su propia voluntad, libere a sí mismo de la condenación. Controle los futuros modelos de pensamiento por expulsar las imaginaciones vanas y dejando esas cosas atrás.

 

Esfera Mental: Éstos son problemas que fluyen de pensamientos negativos, ataques de Satanás en la mente, retraso mental, etc. Ore por sanidad.

 

Esfera Demoníaca: Éstas son condiciones que resultan de la actividad demoníaca directa como la posesión de demonios. Usted aprenderá a tratar con éstos en la próxima lección sobre ministrar liberación.

 

Siempre recuerde que los problemas en un reino afectan a la persona entera. Mientras usted ministra, trate con el hombre entero como Jesús hizo, no sólo con la enfermedad. El hombre es cuerpo, alma, espíritu. La sanidad integral implica el trato con todos éstos.

 

ORE LA ORACIÓN DE SANIDAD:

 

Después de que usted determina la condición, usted normalmente orará la oración de sanidad. Pero a veces, no se sorprenda si el Señor lo dirige a no orar o a tardar la oración. Por ejemplo, a través de una entrevista usted puede descubrir que la persona no quiere sanar porque ella perderá una pensión de invalidez. (Esto realmente ya pasó en un servicio de sanidad!)

 

El Señor también puede dirigirlo a tardar la oración por la sanidad física hasta que la instrucción más extensa se dé o la persona trate con un problema de pecado. Cuando usted ora, ore una oración de fe que enfoque en el problema específico. Recuerde que usted no tiene que persuadir Dios para sanar por la longitud o intensidad de su oración. Así como la salvación ya está disponible, el mismo es verdad de la sanidad.

 

Así como la salvación es basada en la condición de fe, así es la sanidad. Dios quiere sanar, así como Él quiere salvar. Aunque el poder de Dios a veces está presente de una manera especial para sanar (Lucas 5:17), usted todavía puede orar por sanidad sin la unción especial porque Jesús le ordenó que lo hiciera así como Él le dijo que extendiera el Evangelio.

 

La llave a la oración contestada es orar según la voluntad de Dios. No ore, “Si es Tu voluntad”. Jesús nunca oró, “sana si es Tu volunta”. Ore una oración positiva para la voluntad de Dios ser hecha “como en el Cielo” o “Según Tu voluntad”. Esto aún reconoce la soberanía de Dios.

Cuando posible, use a otros creyentes para ministrar con usted. Hay multiplicación de poder espiritual cuando más personas están orando (vea Mateo 18:19). El ministerio del Cuerpo también descorazona a individuos que experimentan el éxito en los dones de sanidad y aquellos que reciben sanidad a dar la gloria al ego o al hombre.

 

Cada miembro del Cuerpo de Cristo tiene por lo menos un don espiritual. El ministerio más eficaz es cuando...

 

“Cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).

 

Su oración de sanidad puede ser una de:

 

n       Petición: Marcos 7:32-35.

n       Orden: Lucas 4:38-39; Marcos 7:32-35; Juan 5:8; Hechos 3:6; 9:40.

n       Intercesión: Éxodo 32.

n       Reproche Y Expulsión: Marcos 9:25.

 

Su oración también puede involucrar instrucciones para hacer actos específicos, cuando el Señor dirige (vea a Juan 9:1-7). (Note: Nunca diga a las personas que detengan la medicación de toman. Permita a Dios guiarlas en esta área.) Siempre ore en el nombre de Jesús. También, recuerde que no es falta de fe orar más de una vez. (Repase lo que Jesús enseñó sobre la oración perseverante.)

 

ALABE A DIOS POR LA RESPUESTA:

 

Siga la oración con alabanza a Dios por la sanidad. Recuerde que en el caso de los diez leprosos a quienes Jesús ministró, todos fueron sanados pero sólo el que volvió para alabar fue hecho integralmente sano. Alabe a Dios por la fe y no por la vista. Usted ha hecho lo que la Palabra de Dios dijo para hacer.

 

Crea que Él ha hecho lo que Él dijo que Él haría. Agradézcale por eso. Jesús agradeció a Dios que había oído Su oración antes de resurrección de Lázaro.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. Discuta las preparaciones preliminares para el ministerio de sanidad.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

3. Resuma las directrices para ministrar la sanidad.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Estudie estos ejemplos de Jesús entrevistando al enfermo antes de ministrar la sanidad:

 

n       Marcos 5:1-20: Jesús cuestiona al hombre endemoniado.

n       Marcos 8:22-26: Cuestionando al hombre ciego.

n       Marcos 9:14-27: Entrevista sobre el muchacho con un espíritu malo.

n       Marcos 10:46-52: Preguntas al ciego Bartimeo.

 

2. Jesús entrenó a Sus seguidores en el ministerio de sanar (Mateo 10:18). Aquí está cómo desarrollar un equipo de obreros para ministrar sanidad con usted:

 

n       Seleccione un equipo de obreros. Los miembros deben ser enseñables, tener el deseo de ministrar, tener la habilidad de tomar la dirección, ser personas de amor y compasión, y tener la vida espiritual y emocional saludables.

n       Use las lecciones en este manual y la Palabra de Dios para instruir y edificar la fe.

n       Gaste tiempo ayunando y orando juntos.

n       Determine quién hará lo qué en el servicio de sanidad para que los miembros del equipo puedan ministrar en armonía unos con los otros. Una persona debe coordinar el servicio para prevenir la confusión.

n       Use a los miembros del equipo para ayudar a entrenar otras equipes para el ministerio de sanidad. No tenga más servicios de sanidad que servicios de equipamiento dónde otros puedan aprender a usar el poder que Dios ha hecho disponible a todo el Cuerpo de Cristo.

 

3. Aquí están algunas sugerencias adicionales sobre cómo introducir un ministerio de sanidad en su iglesia:

 

Eduque: Predique mensajes sobre sanidad. Enseñe sanidad en la escuela dominical y estudios de la Biblia. Invite a predicadores a venir y ministrar sobre el asunto. Use este manual, “Batalla Por El Cuerpo”, como una guía del estudio.

 

Ilustre: Tenga personas que han sido sanadas para dar testimonios. Incluya aquellos que han experimentado las sanidades visibles e invisibles, graduales e instantáneas, sanidades de desórdenes serias y comunes.

 

Penetre: Integre el ministerio de sanidad en cada área de vida de la iglesia. Envíe los equipos del ministerio de sanidad a los hospitales y casas. Involucre a los ancianos y líderes primero y entonces úselos en el ministerio de sanidad para involucrar la congregación entera.

 

Demuestre: Provea la oportunidad para el poder de Dios ser demostrado. Planeé y conduzca servicios de sanidad y liberación.

 

4. La siguiente lista de verificación se desarrolló de la discusión en esta lección para usted usar ministrando la sanidad:

 

LA PREPARACIÓN PRELIMINAR:

 

En Usted:

___ Estudie la Palabra de Dios sobre sanidad.

___ Oración y ayuno preliminar.

 

En Otros:

___ Instrucción apropiada con respecto a la sanidad.

___ Estudio de la Palabra de Dios sobre sanidad.

___ Oración y ayuno preliminar.

 

EL TIEMPO DE MINISTERIO:

 

___ Cree un ambiente de fe.

___ Ore por discernimiento. Dios puede darlo:

 

n       Una palabra de conocimiento

n       Un versículo de la Escritura

n       Una visión

n       Palabras de fe

n       Una unción especial

n       Un acto especial de fe

 

___ Conduzca una entrevista (optativo)

___ Determine el problema. Está el problema en la...

 

___ Esfera Espiritual

___ Esfera Física

___ Esfera Emocional

___ Esfera Mental

___ Esfera Demoníaca

 

___ Ore la oración de sanidad.

___ Alabe a Dios por la respuesta.

 


CAPÍTULO QUINCE

CONTINUACIÓN DEL MINISTERIO DE SANIDAD

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Discutir el cuidado de continuación para aquellos que fueron sanados.

n       Discutir el cuidado de continuación para aquellos no sanados.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Entonces les mandaron que saliesen fuera del Sanedrín y deliberaban entre sí, diciendo: --¿Qué hemos de hacer con estos hombres? Porque de cierto, es evidente a todos los que habitan en Jerusalén que una señal notable ha sido hecha por medio de ellos, y no lo podemos negar” (Hebreos 4:15-16).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Es importante que aquellos que han sido sanados reciban el ministerio de la continuación. Jesús dio las instrucciones de la continuación a aquellos que experimentaron sanidad y liberación.

 

Él habló al hombre que había sido sanado de lepra:

 

“Y Jesús le mandó que no se lo dijera a nadie; más bien, le dijo: --Vé y muéstrate al sacerdote y da por tu purificación la ofrenda que mandó Moisés, para testimonio a ellos” (Lucas 5:14).

 

Él dijo a una mujer pecadora que había sido sanada:

 

“Vuelve a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios por ti. Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él” (Lucas 8:39).

 

Él le dijo al hombre en el estanque de Betesda:

 

“Después Jesús le halló en el templo y le dijo: --He aquí, has sido sanado; no peques más, para que no te ocurra algo peor” (Juan 5:14).

 

A la mujer cogida en adulterio Él dijo:

 

“... Ni yo te condeno. Vete y desde ahora no peques más” (Juan 8:11).

 

Si usted está ministrando individualmente a una persona, usted puede querer darlo las instrucciones de acompañamiento. Si usted está ministrando en una cruzada de masa, proporcione consejo después del servicio o en mañana siguiente. Si usted está ministrando en una iglesia local, pida al pastor que provea el cuidado de acompañamiento a aquellos que son sanados.

 

La instrucción de acompañamiento debe tratar con:

 

n       Qué hacer para permanecer sanado.

n       Qué hacer con los que no son sanados.

 

LO QUE HACER PARA PERMANECER SANADO

 

Enseñe aquellos que han sido sanados a...

 

Reconocer Los Ataques De Satanás:

 

Así como Satanás tienta a cada convertido que es salvo, Él tentará a cada persona que es sanada. Así como usted puede perder la victoria espiritual, usted puede perder la victoria física. Cualquier cosa que usted confía a Dios en su caminada espiritual, usted será probado en esa área. Satanás lo tentará por:

 

n       Síntomas: La sanidad a veces es gradual. Todos sus síntomas pueden no haber ido inmediatamente. Sus síntomas pueden tornarse peores. Usted puede tener una fiebre, pero esto puede ser que el proceso del cuerpo luchando para expeler la infección como parte del proceso curativo. Camine con sus sentidos espirituales, no con los sentidos naturales. No pase ofreciendo informaciones sobre sus síntomas, que ellos deben volver. Por otro lado, no mienta sobre ellos. Si preguntado, conteste, “Sí, yo tengo los síntomas de ______________, pero por Sus heridas yo estoy sanado”. Enfoque su atención en las cosas no vistas en lugar de los síntomas. Los síntomas pueden distraerlo de la Palabra de Dios, Su presencia, promesas, y poder. No hable palabras negativas que glorifican la habilidad de Satanás de atacar su cuerpo. ¿Qué lo anima más - falta de síntomas o la Palabra de Dios que declara que Él es su sanador? ¿Qué es su enfoque?

 

n       Poner Su Mirada En Otros: Apuntando a aquellos que pensaron que ellos fueron sanados, pero ahora están enfermos de nuevo. ¿Usted mira aquellos que dijeron que fueron salvos pero están viviendo ahora en pecado y usa tal ejemplo para negar la realidad de la salvación?

 

n       Miedo: Temeroso que su enfermedad volverá.

 

n       Personas Negativas Alrededor De Usted: Aquellos llenos de incredulidad que plantaron dudas en su mente.

 

ResistIR A Los Ataques De Satanás:

 

Mantenga una atmósfera de fe continuando estudiando la Palabra de Dios sobre la sanidad. Alabe a Dios por su sanidad. Mantenga buenas relaciones de contacto con su Sanador por la oración. Testifique sobre su sanidad a otros, dando la gloria a Dios. Una manera de vencer a Satanás es por la Palabra de su testimonio. Resista a los ataques de Satanás con la Palabra “Rhema” de Dios citando versículos específicos sobre la sanidad. No vacile en su creencia, pues un hombre que vacila no recibirá de Dios (Santiago 1:6-8). Contienda (luche) seriamente en fe por su sanidad (Romanos 10:9).

 

Rodee a sí mismo con un ambiente positivo de fe, aquellos que continuarán alabando a Dios con usted por la sanidad y para ayudarlo a resistir a los ataques del enemigo. Vuélvase parte de una Iglesia local.

 

Usted resiste a los ataques de Satanás cuando usted usa su autoridad espiritual que incluye:

 

n       La Palabra de Dios.

n       La sangre de Jesús.

n       La palabra de su propio testimonio.

n       La Autoridad para atar y desatar.

n       La oración y alabanza.

n       Las armas de guerra listadas en Efesios 6:10-18.

n       La autoridad y poder del Espíritu Santo.

 

(Si usted no ha experimentado el bautismo del Espíritu Santo usted debe buscarlo. El Espíritu Santo proporciona poder que lo ayudará a mantener su sanidad.)

 

 

Cambie Su Estilo de Vida:

 

Un retorno a las prácticas pecadoras puede significar un retorno de la enfermedad (Juan 8:11). Camine en obediencia a Dios y Su Palabra. El pecado voluntarioso puede resultar en perder la sanidad (Juan 5:14). Un retorno a las prácticas no saludables también puede traer el retorno de la enfermedad. Las prácticas no saludables realmente son pecado, pues usted está manchando el templo de Dios.

 

Siga Las Pautas Bíblicas Para la Salud Y Sanidad:

 

Capítulo Veinte de este manual proporciona estas pautas.

 

Vuelva Para La Comprobación Médica:

 

Si usted ha estado bajo el cuidado médico, vuelva a su doctor para la comprobación de su sanidad. Bajo la ley del Viejo Testamento, los sacerdotes eran como médicos. Ellos diagnosticaban enfermedades y pronunciaban las sanidades.

 

Jesús le dijo al leproso que Él sanó:

 

“Vé y muéstrate al sacerdote y da por tu purificación la ofrenda que mandó Moisés, para testimonio a ellos” (Lucas 5:14).

 

QUÉ HACER CON LOS QUE NO SON SANADOS

 

No permita las personas descorazonarlo o culparlo porque ellas no se sanaron. Evite la tentación de inventar una razón para su falta de sanidad (a menos que Dios revele específicamente). Antes de que ellas dejen el servicio, avíselas que simplemente porque ellas no ven resultados visibles no significa que ellas no se sanaron. Sanidad empieza en el espíritu. Hay sanidades que son tardadas, es decir, como la esterilidad de Abraham y Sara, mismo cuando la Palabra fue dada años antes.

Hay también el tiempo envuelto. Considere al hombre cojo en la puerta del templo en Hechos 5. Jesús atravesó las puertas del templo muchas veces, todavía nos dicen que un hombre paralítico había estado allí durante años. Él fue sanado después por Pedro y Juan (Hechos 5:15-16). Hubo también un momento adecuado establecido en los casos de Job y Lázaro.

 

Usted puede querer asignar a alguien para continuar trabajando con la persona enferma en éstos pasos de la continuación:

 

1. Continúe perseverando en la oración por sanidad: Jesús enseñó la oración perseverante. Él no descorazonó. Requiera a líderes de la Iglesia para orar sobre usted.

 

2. Continúe edificando su fe: Usted puede hacer esto a través de estudiar de la Palabra

“Rhema” de Dios sobre la sanidad.

 

3. Continúe confesando sus pecados: Confiese sus pecados en una base diaria para que ellos no agraven su condición física. Viva y camine en obediencia a la Palabra de Dios.

 

4. Use su poder espiritual: Todos los creyentes poseen los elementos esenciales para sanar y liberar. Empiece a usarlos. Ellos son:

 

n       La Palabra de Dios.

n       La sangre de Jesús.

n       La palabra de su propio testimonio.

n       La Autoridad para atar y desatar.

n       La oración y alabanza.

n       Las armas de guerra listadas en Efesios 6:10-18.

n       La autoridad y poder del Espíritu Santo.

 

5. Donde aplicable, cambie su estilo de vida: Elimine las prácticas pecadoras y enfermas. Sanar a menudo viene cuando usted trae su estilo de vida en armonía y obediencia con la Palabra de Dios.

 

6. Siga las directivas bíblicas para la vida y salud.

 

7. Cree una atmósfera de fe: Rodee a sí mismo con una atmósfera de fe volviéndose parte de un compañerismo de creyentes.

 

8. Comprométase para total confianza en Dios: Total confianza significa que en la vida y en la muerte, enfermedad o salud, usted sabe que usted está en Sus manos: Juan 10:29; Job 13:15; 19:26

 

9. Reaccione positivamente al sufrimiento: Mientras usted está esperando por la sanidad total, reaccione a su sufrimiento de tal manera que otros sean afectados de una manera positiva. Usted puede hacer esto por:

 

n       Dar gracias: 1 Tesalonicenses 5:16-18.

n       Permitir a Dios perfeccionar Su fuerza en la debilidad: 2 Corintios 12:9-10.

n       Demostrar paciencia mientras usted espera. Las personas esperan en las oficinas de los doctores para los resultados de las pruebas médicas.

n       Nosotros esperamos la medicina funcionar. ¿Por qué nosotros no podemos esperar a Dios? Aquellos con paciencia heredan las promesas: Hebreos 6:12; 12:2-3; Santiago 1:2-4; 5:10-11; Salmos 27:14; 37:34; Isaías 40:31; Romanos 5:3-5

n       Reconocer que ningún sufrimiento es sin propósito. Estudie el registro Bíblico de aquellos que sufrieron.

 

10. Reivindique las promesas de Dios: Aún cuando usted siente que Dios lo ha desamparado, continúe reivindicando estas promesas y a orar estas oraciones: Salmos 5:1-3; 6:2-9; 13:1-6; 22:19; 27:7; 31:21-22; 42:9-11; 54:1-2; 55:1-2; 70:1; 71:9- 21; 86:6-7; 94:19; 102:1-7; 2 Corintios 4:17-18.

 

11. Dé y usted recibirá: La Biblia enseña que un principio importante en el Reino de Dios es que nosotros recibimos cuando nosotros damos. Si usted es un creyente, empiece a ministrar el poder sanador de Dios a otros. Mientras usted da, usted recibirá.

 

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. Discuta el cuidado de la continuación para aquellos que son sanados.

________________________________________

 

3. Discuta el cuidado de la continuación para aquellos que no recibieron su sanidad  todavía.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. ¿Usted ha recibido la oración o ha orado por alguien y la sanidad no se manifiesta todavía?

 

Escriba sus planes por seguir cada uno de estos pasos:

 

Continúe perseverando por la sanidad:

________________________________________

 

Continúe edificando su fe:

________________________________________

 

Continúe confesando sus pecados:

________________________________________

 

Use su poder espiritual:

________________________________________

 

Cambie su estilo de vida:

________________________________________

 

Siga las directivas bíblicas para la salud:

________________________________________

 

Cree una atmósfera de fe:

________________________________________

 

Comprométase a sí mismo en total confianza en Dios:

________________________________________

 

Reaccione positivamente al sufrimiento:

________________________________________

 

Reivindique las promesas de Dios:

________________________________________

 

Dé y usted recibirá:

________________________________________

 

2. Si usted no ha recibido su sanidad todavía, estudie Juan 11. La historia de la resurrección de Lázaro revela que sanidades tardadas a menudo proveen una oportunidad para una demostración mayor del poder de Dios.

 

3. ¿Usted ha recibido o ha orado para alguien que ha recibido la sanidad? Escriba sus planes para cada uno de estos pasos para acompañar esa sanidad:

 

Reconozca los ataques de Satanás:

________________________________________

 

Resista a los ataques de Satanás:

________________________________________

 


CAPÍTULO DIECISÉIS

 

LA SANIDAD ÚLTIMA

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Proveer directrices específicas para ministrar al terminalmente enfermo.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Por tanto, no desmayamos; más bien, aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día. Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso de gloria más que incomparable; no fijando nosotros la vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:16-18).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

La Biblia indica que hay un tiempo designado por cada persona morir:

 

“Entonces, tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio” (Hebreos 9:27).

 

Estudie el siguiente esbozo si usted está terminalmente enfermo y/o lo usa para ayudarle a ministrar a alguien que está terminalmente enfermo:

 

Ministrando AL TERMINALMENTE ENFERMO

 

I. Hay enfermedad hacia la muerte: En Juan 11:4 Jesús dijo que la enfermedad de Lázaro no era para la muerte. Esto significa que hay dolencias hacia la muerte.

 

II. Hay dos tipos de muerte natural:

 

A. Muerte Prematura: Volver a la destrucción de la carne para que el espíritu se salve.

 

B. Muerte Determinada: Debido a los procesos naturales de la vida (Hebreos 9:27; Eclesiastés 3:2; 2 Reyes 13:14; Isaías 38; 2 Reyes 20).

 

III. La meta de la sanidad no es la inmortalidad:

 

A. Mismo aquellos que Jesús resucitó eventualmente murieron.

 

B. Algunas personas son sobrenaturalmente guardadas de los efectos de la vejez como Moisés fue. Otros siguen la manera natural de envejecer, como Josué.

 

C. La Biblia no promete la inmortalidad en este mundo como parte del pacto de la sanidad. No se perturbe cuando Cristianos que cree y han ministrado la sanidad divina han murieron de enfermedad. Esto sucedió a Eliseo, todavía años después sus huesos aún tenían el poder para resucitar a un hombre muerto. ¡Esto confirma que él no podría morir debido a la falta de fe!

 

IV. Al ministrar al terminalmente enfermo busque Dios por sabiduría: ¿Está la persona en el tiempo determinado para morir?

 

A. Si Dios revela que es el tiempo designado de la persona, entonces ayúdele a prepararse como Jesús hecho al ladrón en la cruz:

 

1. Asegúrese que ella conoce a Jesús como su Salvador.

 

2. Si ella es creyente, esté seguro que no hay ningún pecado no confesado.

 

3. Anime que ella ponga sus asuntos en orden.

 

4. Anime que ella haga la restitución si hay problemas entre ella y otra persona.

 

5. Ayúdeles a entender que la muerte viene a todos. Para el creyente, la muerte está dentro de los parámetros de la vida eterna que nosotros ya tenemos. Nosotros necesitamos cambiar nuestra actitud sobre ella. Nosotros no debemos buscar la muerte, pero nosotros debemos no poner una tal énfasis indebida en la vida presente que nosotros la prefiramos para alguno que está para venir. Estar ausente del cuerpo es estar presente con el Señor (2 Corintios 5:8). La muerte es una enemiga, y es el último enemigo que se destruirá (1 Corintios 15:26). La resurrección de Jesús fue las “primicias” para mostrar que la muerte fue conquistada pero no fue destruida todavía. Es el terror de esto enemigo que se desarma para el creyente (1 Corintios 15:55).

 

6. Ayúdeles a entender que Dios es soberano. Él todavía puede intervenir en cualquier tiempo para permitirles vivir mucho más tiempo.

 

7. Recuérdelos que la muerte es la última sanidad. No hay más dolor o enfermedad. Nosotros entramos en la presencia de Dios integralmente sanos. La enfermedad es como el pecado: Nosotros somos salvos de la penalidad del pecado (la enfermedad) cuando nosotros aceptamos a Jesús como el Salvador y Sanador. Nosotros podemos continuamente librarnos de su poder como creyentes, pero sólo en el futuro cuando nosotros vamos a estar con el Señor es que nosotros seremos salvos de su presencia. Dios tiene una manera de usar las cosas que Satanás intenta para el mal y volverlas para el bueno. La muerte es la penalidad para el pecado, y por la muerte de Cristo la vida vino. Por esto la muerte es sorbida en victoria. En la muerte, Dios realiza el último sanando.

 

8. Enfoque su atención en la eternidad y en la resurrección. Use las siguiente referencias: Juan 11:5-6; Job 19:25-27; Romanos 8:10-11,17- 18, 22-23; 10:11; 1 Corintios 15:42-44, 54-58; 2 Corintios 4:16-18; 5:1; 1 Tesalonicenses 4:13-18.

 

B. Si usted no recibe una Palabra “Rhema” de Dios acerca de si esto es el designado tiempo de la muerte:

1. Continúe orando por sanidad según la voluntad de Dios. Esto no es exigir lo que deseamos, pero dejar Dios hacer según Su voluntad, si es tomarlos o levantarlos.

 

2. También es bueno orar en el Espíritu, desde que el Espíritu Santo sabe la voluntad de Dios y hará la intercesión adecuada (Romanos 8:26).

 

3. Anime al enfermo para comprometerse totalmente a la confianza en Dios, si en vivir o morir, ellos saben que ellos están en Sus manos: Juan 10:29; Job 13:15.

 

4. Enfoque en ministrar en preparación para la muerte así como la sanidad física.

 

V. La Muerte Es La Sanidad Última: Para el creyente, la muerte es la última sanidad. Allí no hay más dolor o enfermedad y usted entra en la presencia de Dios. La enfermedad y el pecado son similares: Nosotros somos guardados del castigo del pecado (la enfermedad) cuando nosotros aceptamos a Jesús como el Salvador y Sanador. Nosotros podemos ser continuamente libertos de su poder como creyentes, pero sólo en el futuro cuando nosotros vamos a estar con el Señor es que nosotros seremos salvos de su presencia. Dios tiene una manera de usar las cosas que Satanás intenta para el mal y tornarlas en bien. La muerte era el castigo para el pecado, y de la muerte de Cristo la vida vino. Esto es por qué la muerte es sorbida en victoria. En la muerte, Dios realiza la sanidad última. La muerte es sorbida en la victoria porque los muertos en Cristo resucitarán:

 

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos  transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ­Sorbida es la muerte en victoria!  ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?” (1 Corintios 15:51-55).

 

Cuando un creyente muere, regocija, porque algo precioso ha ocurrido:

 

“Estimada es en los ojos de Jehová la muerte de sus fieles” (Salmos 116:15).

 

Para el creyente, la muerte viene como una liberación de este mundo de pecado:

 

“Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, esta tienda temporal, se deshace, tenemos un edificio de parte de Dios, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. Pues en esta tienda gemimos deseando ser sobrevestidos de nuestra habitación celestial; Porque los que estamos en esta tienda gemimos agobiados, porque no quisiéramos ser desvestidos, sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida” (2 Corintios 5:1-2, 4).

 


En la muerte, el creyente ha entrado en la presencia del Señor:

 

“Pues confiamos y consideramos mejor estar ausentes del cuerpo, y estar presentes delante del Señor” (2 Corintios 5:8).

 

Un hombre nombrado Arthur Brisbane imaginó el entierro de un creyente como una muchedumbre de orugas tristes en trajes negros desgastados, lamentando mientras ellos llevaban un capullo a su lugar de descanso final. Sobre ellos una mariposa increíblemente bonita fluctuaba.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. Discuta las directrices cedidas en esta lección para ministrar al terminalmente enfermo.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Estudie la promesa de sanidad para esta lección:

 

“Por tanto, no desmayamos; más bien, aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día. Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso de gloria más que incomparable; no fijando nosotros la vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas’ (2 Corintios 4:16-18).

 

¿Si usted tiene o está ministrando a alguien con una enfermedad terminal, haga estas preguntas: esta condición está causándolo desmayar espiritualmente?

________________________________________

¿Su hombre interior se renueva periódicamente, a pesar de la condición del hombre exterior?

________________________________________

 

¿Cómo usted podría renovar a su hombre interior?

________________________________________

 

¿Usted está enfocando su atención en su condición temporal o en los valores eternos?

________________________________________

 

¿Cómo usted podría cambiar su enfoque del temporal al eterno?

________________________________________

 

2. ¿Si usted está ministrando a alguien que está terminalmente enfermo y Dios ha revelado que es su tiempo designado para morir, trabaje a través de estos pasos:

 

¿Usted conoce a Jesús como Salvador?

________________________________________

 

¿Si usted es un creyente, usted tiene cualquier pecado no confesado? Ore por el pecado no confesado, como el enojo, amargor, etc. Confiese y reciba el perdón (1 Juan 1:8-9).

________________________________________

 

¿Usted ha puesto sus asuntos comerciales en orden? Si no, haga una lista de cosas que usted necesita hacer:

________________________________________

 

¿Hay aquellos a quienes usted necesita hacer la restitución, pedir el perdón, o resolver problemas? Si así, escriba sus nombres abajo:

________________________________________

 

3. Si usted no recibe el conocimiento de Dios acerca de que si éste es el tiempo designado de la muerte, siga estos pasos:

 

n       Continúe orando por la sanidad según la voluntad de Dios.

n       Ore en el Espíritu pues Él conoce la voluntad de Dios y hará la intercesión apropiada.

n       Anime el enfermo para comprometerse en total confianza en Dios, para que viviendo o muriendo, él conozca que está en Sus manos.

 

4. Si usted, o alguien a quien usted está ministrando, está terminalmente enfermo, reivindique esta promesa:

 

“Jesús los miró y les dijo: --Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).

 

5. Siempre recuerde que Dios es soberano, y aunque una persona se declara enferma terminalmente, Él puede intervenir cuando quiera y puede extender su vida. Lea la historia del Rey Ezequías en Isaías 37:1 a 38:22. Cuando Exequias estaba muriendo, él se volvió a Dios y recibió la sanidad. En este relato note suyo:

 

n       Condición: Isaías 38:1

n       Oración: Isaías 38:2-3

n       Promesa: Isaías 38:4-6

n       Alabanza: Isaías 38:9-20

 


PARTE SEIS

 

LAS ESTRATEGIAS PARA LA LIBERACIÓN

 

En esta sección usted aprenderá las estrategias para ministrar y recibir la liberación. Usted aprenderá sobre:

 

n       A QUIEN SATANÁS HA TENIDO ATADO.

n       MINISTRAR LA LIBERACIÓN.

n       LA CONTINUACIÓN DEL MINISTERIO DE LIBERACIÓN.

 


CAPÍTULO DIECISIETE

 

"A QUIEN SATANÁS HA TENIDO ATADO"

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar tres tipos principales de demonios que atacan el cuerpo, alma, y espíritu del hombre.

n       Explicar el valor del don de discernir espíritus tratando con los poderes demoníacos.

n       Explicar lo que significa opresión demoníaca.

n       Identificar las características de una persona oprimida de demonios.

n       Explicar lo que significa obsesión demoníaca.

n       Identificar las características de una persona obcecada de demonios.

n       Explicar lo que significa ser poseído de demonio.

n       Identificar las características de una persona poseída de demonios.

n       Explicar cómo los demonios ganan el control.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Reuniendo a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades” (Lucas 9.1).

 

 

 

 INTRODUCCIÓN

 

Por mucho tiempo la obra de los demonios se ha descartada por muchos como una práctica curiosa en las culturas paganas. No ha sido considerada como un problema que invade vidas, casas, iglesias, y naciones. Pero hay personas por todas partes que son atormentadas, afligidas, e incluso poseídas por los poderes de la oscuridad conocidos como los demonios. Jesús ministró a aquellos afectados por los poderes demoníacos (Hechos 10:38) y Él comisionó a Sus seguidores para hacer de la misma manera cuando ellos extendieran el Evangelio del Reino (Mateo 10:1).

 

Este capítulo presenta las directrices para ministrar a aquellos afectados por los poderes demoníacos. Para recibir el Evangelio estos cautivos deben primero ser libertos de la esclavitud. (El Instituto Internacional Tiempo de Cosecha ofrece un curso titulado “Estrategias Espirituales: Un Manual De Guerra Espiritual” que detalla las actividades de Satanás y sus fuerzas demoníacas. Si usted no está familiarizado con la guerra espiritual, usted debe obtener este curso antes de que usted empiece el ministerio de liberación.)

 


JESÚS Y DEMONIOS

 

La enseñanza y ministerio de Jesús demostraron que los espíritus demoníacos son una fuerza real del mal. Lo que Jesús enseñó sobre los demonios y cómo Él trató de ellos rinde valiosa información sobre las estrategias de Satanás.

 

Jesús aceptó el hecho que Satanás es el gobernante de una organización de demonios. Él enseñó sobre la realidad y poder de los demonios. Él dijo que expulsar los demonios era una de las señales que el Reino de Dios había venido. Lea Mateo 12:22-30, Marcos 3:22-27, y Lucas 11:14-23 para un resumen de lo que Jesús enseñó acerca de los demonios.

 

Una porción grande del ministerio de Jesús involucró el trato con los demonios. Es el ejemplo de Jesús y la autoridad de Su nombre que provee la base bíblica para tratar con los poderes demoníacos. Jesús ministró a todos que vinieron con problemas demoníacos. Pedro dijo de Jesús:

 

“Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

 

CÓMO LOS DEMONIOS OPERAN

 

Los demonios son usados por Satanás para oponerse a Dios, Su plan y propósitos, y a Su pueblo. Ellos también guerrean contra los incrédulos para mantenerlos alejado de la verdad del Evangelio. Los demonios controlan territorios específicos (principados) como el príncipe de Persia mencionado en Daniel 10:12-13.

 

Los demonios también trabajan a través de personas – a través de los hombres y mujeres – para lograr los objetivos Satánicos en el mundo.

 

La oposición a la voluntad de Dios es el objetivo principal de Satanás. La palabra “Satanás” quiere decir al “adversario”.

 

Satanás es principalmente el adversario de Dios (Job 1:6; Mateo 13:39). Él es secundariamente, el adversario de hombre (Zacarías 3:1; 1 Pedro 5:8).

 

Los demonios tienen naturalezas diferentes. Un demonio se identificó en 1 Reyes 22:23 como un “espíritu mentiroso”. Un “espíritu sordo y mudo” se identifica en Marcos 9:25. Los demonios de varias naturalezas operan como espíritus de enfermedad, espíritus seductores, y espíritus sucios. Satanás los usa para guerrear contra el hombre en el cuerpo, alma, y espíritu:

 

LOS ESPÍRITUS DE ENFERMEDAD:

 

Éstos son espíritus que afligen los cuerpos de los creyentes así como los incrédulos. Lea a Lucas 13:10-17. Esta mujer estaba afligida con un espíritu de enfermedad. Ella estaba presente en los servicios Sabáticos y Jesús la llamó “una hija de Abraham”. Los dos de estos hechos indican que ella probablemente era una seguidora de Dios, todavía Satanás había afligido su cuerpo durante dieciocho años.

 

Para otros ejemplos de poderes demoníacos que afligen el cuerpo vea Mateo 12:22; 17:15-18; Hechos 10:38; 2 Corintios 12:7.

 

LOS ESPÍRITUS SEDUCTORES:

 

Estos espíritus afligen el espíritu del hombre, seduciéndolos para creer en las mentiras doctrinales y ser condenados al castigo eterno. Ellos son espíritus de doctrinas falsas, cultos, falsos Cristos, y falsos maestros:

 

“Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).

 

“El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre” (Apocalipsis 16:14).

 

“El advenimiento del inicuo es por operación de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos, y con todo engaño de injusticia entre los que perecen, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (2 Tesalonicenses 2:9-10).

 

Los espíritus seductores incluyen el “espíritu de adivinación” mencionados en Hechos:

 

“Aconteció que, mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual producía gran ganancia a sus amos, adivinando” (Hechos 16:16).

 

Tales espíritus de adivinación o “espíritus familiares” operan en cajeros de fortuna, brujas, y palma, pelotas de cristal, y lectores de hoja de té. A través de los métodos no bíblicos, estos espíritus de adivinación predicen el futuro o cosas naturalmente desconocidas. Se dan advertencias contra los espíritus familiares en Levítico 19:31; 20:6; Deuteronomio 5:9; 18:10; Levítico 20:27; y 1 Samuel 28:3.

 

Los espíritus seductores chamuscan la conciencia, seducen, incitan, tientan, ganan el interés, fascinan, excitan, despiertan, atraen, y engañan. Los espíritus seductores son activos causando la “maldad en los lugares celestiales”. Ellos están presentes y operantes en cada culto y dondequiera que el error doctrinal existe. Recuerde que Satanás pide adoración y él la tomará de cualquier manera que pueda.

 

Los espíritus seductores incitan a los hombres y mujeres para rendir adoración a los ídolos y al propio Satanás.

 

LOS ESPÍRITUS INMUNDOS:

 

Estos poderes demoníacos afligen la naturaleza del alma del hombre. Ellos son responsables por los actos inmorales, pensamientos sucios, tentaciones y otras estrategias de Satanás para atar a los hombres y mujeres. Cuando Satanás controla a los individuos con los espíritus inmundos, él también puede operar en casas, iglesias, y naciones enteras pues estos grupos son compuestos de individuos. Esto es cómo Satanás trabaja en los varios niveles de estructura en la sociedad. Para ejemplos de espíritus inmundos vea Mateo 10:1; 12:43; y Marcos 1:23-26.

 

OPRESIÓN, OBSESIÓN, POSESIÓN

 

Los espíritus malignos pueden oprimir las personas. Oprimir significa llevar abajo, venir contra, o ligar desde el exterior. Esta opresión es cumplida por los espíritus malignos de varias maneras. Ellos causan la depresión, crean circunstancias negativas, e insertan pensamientos malos en la mente como los pensamientos de suicidio, la inmoralidad, incredulidad, miedo, etc. Los demonios crean las circunstancias Satánicas y situaciones que tientan a los hombres para pecar:

 

“Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con  poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

 

Los demonios también pueden poseer a los seres humanos. La posesión demoníaca es una condición en la cuál los espíritus más malignos (demonios) habitan el cuerpo de un ser humano y toma a voluntad el control completo de su víctima. Algunas personas prefieren usar la palabra “demonisado” en lugar de posesión, pero sin tener en cuenta el término, la persona poseída es hospedera de los demonios residentes. “Posesión” no significa que una persona no es responsable por su propio pecado. Su responsabilidad reposa en los factores que llevaron a su condición.

 

La posesión puede venir de buena gana. Una persona puede desear ser tomada por los poderes del espíritu para dirigir sesiones de espiritismo, pronunciar maldiciones, tornarse una bruja, o obtener algún otro poder sobrenatural. La posesión también puede ocurrir involuntariamente. Un individuo no pide para ser poseído, pero a través de pensamientos pecadores, acciones, o contacto con el oculto resulta en la posesión.

 

Poderes demoníacos que operan en los padres y los pecados de los padres pueden afectar la próxima generación. (Vea Éxodo 20:5; 34:7; y Deuteronomio 5:9.) Esto cuenta para la posesión demoníaca u opresión de niños como registrado en Marcos 7:24-30 y 9:17-21.

 

Hay también tal cosa como la obsesión demoníaca. Ésta es una condición dónde uno se obsesiona por un interés o preocupación con los demonios. Es un interés raro en el sobrenatural, demonios, y Satanás que controlan el interés y la búsqueda de una manera dictadota.

 

La obsesión por los poderes del demonio puede llevar a la posesión por ellos.

 

¿LOS DEMONIOS PUEDEN AFECTAR A LOS CREYENTES?

 

Un verdadero creyente no puede ser poseído por un demonio porque el Espíritu Santo no puede habitar en el mismo templo con un espíritu malo:

 

“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues habéis sido comprados por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo” (1 Corintios 6:19-20).

 

Cuando usted pertenece a Dios y está lleno con el Espíritu Santo, usted no puede pertenecer a Satanás y está lleno al mismo tiempo de sus espíritus. El Espíritu Santo no morará en el mismo templo con Satanás.

Pero esto no significa que los creyentes no pueden ser afectados por los poderes demoníacos. Nosotros luchamos contra estos poderes. Satanás usa los poderes demoníacos para atacar a los creyentes desde el exterior a través de la opresión, los síntomas que se discutió previamente. Pero él no puede poseer al verdadero creyente. “Poseer” indica una ocupación interior. “Oprimir” o atar indica influencia exterior. Las actividades de los creyentes pueden ser satánicamente dirigidas si ellos permiten a los poderes demoníacos oprimirlos. Tal opresión o atadura por los poderes malignos permite a Satanás usarlos para propósitos malos.

 

Esto es lo que pasó cuando Pedro, un discípulo de Jesús, fue usado por Satanás para intentar desviar a Jesús de sufrir por los pecados de toda la humanidad. Cuando Jesús describió el sufrimiento que Él sufriría, Pedro dijo:

 

“Señor, ten compasión de ti mismo. Jamás te suceda esto!” (Mateo 16:22).

 

Jesús dijo a Pedro:

 

“Entonces él volviéndose, dijo a Pedro: -¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” (Mateo 16:23).

 

Jesús no quiso decir que Pedro realmente era Satanás. Él reconoció que en aquello momento Pedro permitió a Satanás operar a través de él. Él no estaba poseído de demonios, pero él estaba permitiendo a los espíritus satánicos influirlo. Por sus propias acciones, los creyentes “dan lugar” (proporcionan la oportunidad) para Satanás usarlos (Efesios 4:27).

 

Cuando una persona nace de nuevo, su nombre es escrito en un libro especial en el Cielo llamado el libro de la vida. Sólo aquellos cuyos nombres están en este libro serán residentes del Cielo por la eternidad:

 

“Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15).

 

Es posible tener su nombre escrito en el libro de la vida, pero después borrado debido a retroceder al vivir pecador:

 

“De esta manera, el que venza será vestido con vestidura blanca; y nunca borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles” (Apocalipsis 3:5).

 

Si un creyente continúa en pecado conocido y no-confesado, hay un punto a que él puede dejar de ser un Cristiano. El Apóstol Pablo expresó su propia preocupación que él no ser descalificado después de predicar a otros:

 

“Más bien, pongo mi cuerpo bajo disciplina y lo hago obedecer; no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo venga a ser descalificado” (1 Corintios 9:27).

 

Pablo comprendió que el pecado, especialmente los pecados no-confesados y continuados de la carne, podría producir la pérdida de su propia alma aunque él había predicado a otros.

Al continuar viviendo en el pecado usted terminará en el futuro en una condición de descarriamiento. Esto significa que usted ya no será un verdadero seguidor de Jesucristo. Si usted continúa el pecado conocido y no-confesado, nadie puede decirle a qué punto usted deja de volverse un seguidor de Jesús y de nuevo volverse parte del Reino de Satanás. Es Dios que determina ese punto. Pero cuando ocurre, usted está abriéndose a ataques mayores del enemigo, incluso la posibilidad de posesión demoníaca. Por esto es importante que cuando usted peca el pecado sea confesado inmediatamente y usted conviértase de la injusticia:

 

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Pero si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros” (1 Juan 1:9-10).

 

Jesús es llamado de la Palabra de Dios en muchos lugares en la Escritura. Si la Palabra de Dios no mora en usted, entonces Jesús no mora en usted.

 

CÓMO LOS DEMONIOS GANAN EL CONTROL

 

Los demonios ganan el control de varias maneras:

 

1. A través de las Generaciones: Los demonios pueden oprimir o pueden poseer a una persona debido a posesión anterior u opresión de los padres. Esto cuenta para la influencia demoníaca sobre los niños (Éxodo 20:5; 34:7; Deuteronomio 5:9).

 

2. A través de la Mente: La mente es uno de los mayores campos de batalla de Satanás. Si Satanás puede controlar sus pensamientos, él controlará sus acciones en el futuro. Falta de controle mental eventualmente resulta en la pérdida de poder de la voluntad que lleva a acciones pecadoras. Continuar en los pensamientos y acciones pecadores pueden llevar de la opresión a la posesión y finalmente a una mente reprobada como se describe en Romanos 1. Ésta es una mente totalmente controlada por los pensamientos malos.

 

Los demonios también ganan el acceso a través de drogas psicodélicas que reducen la habilidad de resistirse a los demonios y conceden un acceso creciente. Lavamiento cerebral o la enseñanza sobre controle de la mente también proporciona puntos de entrada.

 

3. A través de las Acciones Pecadoras: Los pensamientos pecadores son cumplidos pronto por las acciones pecadoras. Por ejemplo, el pensamiento de adulterio se cumple en el acto real de adulterio. El pecado es la rebelión, y los pensamientos y acciones rebeldes proveen los puntos de entrada la actividad demoníaca.

 

Cuando un creyente continúa en pensamientos o acciones pecadores ellos “dan lugar” al Diablo (Efesios 4:27). Más lugar espiritual se da para el funcionamiento del enemigo. Los pecados de envolvimiento con el sobrenatural, incluso los objetos, la literatura, las sesiones de espiritismo, etc., son acciones que son especialmente peligrosas y atraen los poderes demoníacos.

 

Un incrédulo que vive en el pecado no sólo está abierto a la opresión de poderes demoníacos, pero también a la posesión. No hay territorio neutro en la guerra espiritual. Usted o está en el lado del bien o del mal. Usted o pertenece a Dios o a Satanás. Si usted pertenece a Satanás y no ha experimentado el nuevo nacimiento en Jesucristo, entonces usted es del diablo para ser usado, oprimido, o poseído cuando quiera.

 

4. A través del Deseo: Algunas personas desean y piden para estar bajo el control de poderes los de los demonios. Ellos hacen esto para propósitos de tener poder sobrenatural o realizar actos sobrenaturales.

 

5. A través de una Casa Vacía: Los demonios consideran el cuerpo de la persona en que ellos habitan su casa (Mateo 12:44). Cuando una persona es librada de los poderes demoníacos y no llena su casa espiritual naciendo de nuevo y recibiendo el Espíritu Santo, la reentrada puede ocurrir.

 

6. A través de Permiso: A veces Dios concede el permiso para los poderes demoníacos lograr propósitos especiales. Esto puede permitirse como una prueba de creyentes como en el caso de Job. También puede ser el juicio para el pecado como en el caso de Rey Saúl.

 

¿QUIÉN DEBE TRATAR CON LOS PODERES DEMONÍACOS?

 

Tratar con los poderes demoníacos no es algo a ser dejado al ministro profesional. Jesús dijo que todos los creyentes tendrían la habilidad de vencer los poderes demoníacos:

 

“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17).

 

Jesús les dio la habilidad de tratar con los poderes demoníacos a Sus seguidores. Él delegó tal poder primero a los discípulos:

 

“Entonces llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para echarlos fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10:1).

 

“Entonces llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos. Les daba autoridad sobre los espíritus inmundos” (Marcos 6:7).

 

Él delegó este mismo poder a todos los creyentes:

 

“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17).

 

“Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. De gracia habéis recibido; dad de gracia” (Mateo 10:8).

 

No hay ninguna base bíblica para creer que Dios pensó en restringir este ministerio importante a un grupo particular de personas. Un hombre común nombrado Felipe fue usado por Dios para expulsar los espíritus malignos en Samaria (Hechos 8). Pero esto no significa que los creyentes deben apresurarse para encuentros con los poderes demoníacos sin la preparación apropiada, como los hijos de Esceva (Hechos 19).

 

También es importante que los creyentes no se vuelvan demasiado conscientes de los demonios. Nosotros no somos llamados para especializarnos en los demonios. No hay ningún don espiritual de “expulsar los demonios”. Pero usted no debe temer los poderes demoníacos. Cuando confrontado con aquellos afectados por los demonios, usted tiene el poder para traer la liberación de Dios.

 

DETECTANDO LA PRESENCIA DEMONÍACA

 

Para vencer los poderes demoníacos es importante poder reconocer su presencia y tácticas. El Espíritu Santo ha proveído un don espiritual especial para este propósito llamado “discernimiento de espíritus” (1 Corintios 12:10).

 

Discernir significa, “descubrir, evaluar, y hacer una distinción entre”. El don de discernir de espíritus le permite a un creyente que discierna los espíritus que operan en otros. Le permite descubrir, evaluar, e identificar los espíritus malos.

 

El don de discernir espíritus es muy importante al tratar con los poderes demoníacos. Le permite que discierna inmediatamente si o no una persona tiene un espíritu malo que opera a través de o contra él. Previene la decepción por los espíritus mentirosos o seductores. Uno con este don puede reconocer las tácticas malignas y motivos de los poderes demoníacos.

 

Por ejemplo, alguna sordera y mudez (según el registro bíblico) se causa por un espíritu. Otras podrían ser el resultado de un accidente o enfermedad. El discernimiento le permite que determine la causa detrás de la condición que permite el ministerio específico.

 

No todos los creyentes tienen este don espiritual especial de discernir espíritus. Si un creyente no tiene este don hay señales de la presencia demoníaca que pueden observarse. Cuando la mujer Sirofenicia vino a Jesús con una apelación para que Él expulsase un espíritu inmundo de su hija, ella dijo “Mi hija es gravemente atormentada por un demonio” (Mateo 15:22). ¿Cómo ella sabía de esto? Ella lo conoció por los síntomas. Detección es observar lo qué los espíritus demoníacos hacen a una persona. Aquí están algunos síntomas de actividad demoníaca:

 

Obsesión Demoníaca es reconocida por una preocupación ingobernable y rara con los demonios, Satanás, o el sobrenatural. Tal persona puede rociar en las prácticas sobrenaturales, constantemente crédito a Satanás o a los demonios por todo, o se preocupando con el estudio de los demonios y Satanás.

 

Opresión Demoníaca puede ser reconocida por las siguientes señales:

 

1. Una atadura física: La “hija de Abraham” de quién Jesús relevó un espíritu de enfermedad estaba físicamente atada. Vea a Lucas 13:10-17. Enfermedad crónica puede ser la opresión demoníaca. Toda la enfermedad no se causa por los poderes demoníacos. Algunas enfermedades son causadas por una violación de las leyes naturales, como no comer propiamente o beber agua no saludable. Algunas enfermedades también son castigo. ¡Un Rey en la Biblia que no dio la gloria a Dios fue herido con una dolencia intestinal y murió!

 

2. Una opresión mental: Perturbaciones en la mente como el tormento mental, la confusión, la duda, la pérdida de memoria, etc. Inquietud, incapacidad para razonar o escuchar a otros, locuacidad anormal o reservación puede exhibirse. Satanás no causa todos los problemas mentales. El desaliento, depresión, y desorientación pueden ser causados por las alergias a ciertas comidas o un desequilibrio químico en el cerebro. Dios puede sanar los problemas mentales y enfermedades también no causadas por los poderes demoníacos así como Él trae la liberación en casos causados por los demonios. Pero cautela debe ser tomada para no clasificar toda enfermedad o problemas mentales como causados por los espíritus demoníacos. A veces un cambio simple en la dieta o estilo de vida eliminará un problema si se causa por causas físicas.

 

3. Problemas Emocionales: Perturbaciones en las emociones que persisten o se repiten, incluso el resentimiento, odio, enojo, miedo, rechazo, auto-piedad, celos, depresión, preocupación, inseguridad, inferioridad, etc.

 

4. Problemas Espirituales: Dificultades extremas en superar el pecado, incluyendo hábitos pecaminosos. Rechazo de soluciones espirituales a los problemas. Cualquier tipo de error doctrinal o decepción, incluso la esclavitud a los objetos y literatura de los cultos.

 

5. Circunstancias: Los demonios pueden crear circunstancias difíciles que son opresivas. Tales circunstancias normalmente involucran la confusión y pueden identificarse inmediatamente como demoníacas porque Dios no es el autor de la confusión (1 Corintios 14:33; Santiago 3:16).

 

Posesión Demoníaca puede reconocerse por las siguientes señales:

 

1. Habitación de un Espíritu Inmundo: Esto se demuestra por una inmundicia moral básica e asquerosidad. Podría incluir el deseo de ir sin vestir. Para ejemplos vea Marcos a 5:2 y Lucas 8:27.

 

2. Fuerza Física Rara: Una persona muestra fuerza más allá de las capacidades normales. Para ejemplos vea Marcos 5:3 y Lucas 8:29.

 

3. Ataques de Rabia: Estos ataques pueden acompañarse espumando por la boca. Vea a Marcos 9:14-29 y Lucas 8:26-39.

 

4. Resistencia a las Cosas Espirituales: En los registros en Marcos 6:7 y 1:21-28, los demonios conocieron a Jesús inmediatamente y le pidieron que los dejara solo. El miedo del nombre de Jesús, de la oración, y de la Palabra y blasfemia de lo que es espiritual son todos síntomas de posesión demoníaca. La blasfemia excesiva puede notarse o contorsiones del rasgo físico y la conducta abrupta cambia cuando se mencionan las cosas espirituales.

 

5. Cambios en la Personalidad y/o voz: Una persona que es normalmente tímida puede volverse agresiva o violenta. Las acciones así como la apariencia pueden ser afectadas. El carácter moral y la inteligencia pueden cambiar. La voz puede alterarse. Vea a Marcos 5:9.

 

6. Aflicciones Físicas Acompañan: En los casos de posesión demoníaca, éstas aparecen más normalmente ser aflicciones del sistema mental y nervioso. (Vea Mateo 9:33; 12:22; Marcos 5:4-5). Ellos también pueden incluir una aflicción “general” o una mutilación. (Vea a Marcos 9:14-29).

 

7. Lesión Física Causada a Sí Mismo: En Mateo 17:14-21 hay la historia de un hombre que se lanzaba en el fuego. En Lucas 8:26-39 este hombre poseído de demonio cortaba a sí mismo con piedras.

 

8. Angustia Terrible: Lucas 8:28 registra que este hombre lloraba debido a los tormentos internos terribles causados por su posesión.

 

9. Incapacidad Para Vivir Normalmente: Este hombre no podría vivir en la sociedad pero podría vivir en las tumbas del cementerio. Vea a Lucas 8:27.

 

10. A través de los Métodos No-bíblicos, la Habilidad de Predecir el Futuro o Revelar Lo Desconocido: La mujer en Hechos 16:16 es mencionada como poseída por un espíritu de la adivinación.

 

Lo siguiente también puede indicar opresión demoníaca, posesión, u obsesión:

 

1. Inmoralidad obsesiva como el envolvimiento con la pornografía, adulterio, la fornicación, masturbación, homosexualidad, y otros pecados sexuales. Las compulsiones fuertes hacia comer desordenadamente, suicidio, auto mutilación, flagelación, y asesinato.

 

2. La afición a drogas o alcohol.

 

3. Arrobos, visiones, y meditación en que no se enfocan o viene del verdadero Dios.

 

4. La esclavitud a las emociones como el miedo, ansiedad, depresión, odio, rabia, celos, murmuración, envidia, orgullo, amargor, negativismo, y crítica.

 

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

 

2. ¿Cuáles son los tres tipos principales de demonios que atacan el cuerpo, alma, y espíritu del hombre?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

3. ¿Cuál es el valor del don de discernimiento al tratar con los poderes demoníacos?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

4. ¿Qué significa para ser oprimido por los demonios?

________________________________________

________________________________________

 

5. ¿Cuáles son algunas características de una persona que es oprimida por demonios?

________________________________________

________________________________________

 

6. ¿Qué significa para ser obsesionado por los demonios?

________________________________________

 

7. ¿Cuáles son algunas características de una persona obsesionada por demonios?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

8. ¿Qué significa ser poseído de demonios?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

9. ¿Qué son algunas características que pueden mostrar que una persona está poseída de demonios?

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

10. Explique cómo los demonios ganan el control.

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

Analice cuidadosamente su condición o la de alguien a quien usted está ministrando:

 

1. ¿Hay evidencias de un espíritu seductor en acción? ¿Por qué usted piensa que sí?

________________________________________

________________________________________

 

2. ¿Hay evidencias de un espíritu de enfermedad en acción? ¿Por qué usted piensa que sí?

________________________________________

________________________________________

 

3. ¿Hay evidencias de un espíritu inmundo en acción? ¿Por qué usted piensa que sí?

________________________________________

________________________________________

 

4. Aquí están las señales de la opresión demoníaca:

 

n       Atadura física.

n       Opresión mental.

n       Problemas emocionales.

n       Problemas espirituales.

n       Circunstancias.

¿Parece haber opresión demoníaca? ¿Qué le hace pensar que sí?

________________________________________

________________________________________

 

5. La obsesión demoníaca es reconocida por:

 

n       Una preocupación ingobernable y rara con los demonios, Satanás, o el sobrenatural.

n       Interés en las prácticas del sobrenatural.

n       Constantemente acreditando todo a Satanás o demonios.

n       Preocupación con el estudio de demonios y Satanás.

 

¿Parece haber obsesión demoníaca? ¿Qué le hace pensar que sí?

________________________________________

 

6. Aquí están los síntomas de posesión demoníaca:

 

n       Habitación de un espíritu inmundo.

n       Fuerza física rara.

n       Ataques de rabia.

n       Resistencia a las cosas espirituales.

n       Cambios en la personalidad y/o voz.

n       Aflicciones físicas acompañando.

n       Infligir a sí mismo lesiones físicas.

n       Angustia terrible.

n       Incapacidad para el vivir normal.

n       Habilidad de predecir el futuro o descubrir lo que es desconocido a través de métodos no bíblicos.

 

¿Parece haber posesión demoníaca? ¿Qué le hace pensar que sí?

________________________________________

 

7. Recuerde: lo siguiente también puede indicar opresión, obsesión, o posesión demoníaca:

 

n       Inmoralidad obsesiva como el envolvimiento con la pornografía, adulterio, la fornicación, masturbación, homosexualidad, y otros pecados sexuales. Las compulsiones fuertes hacia comer desordenadamente, suicidio, auto mutilación, flagelación, y asesinato.

n       La afición a drogas o alcohol.

n       Arrobos, visiones, y meditación en que no se enfocan o viene del verdadero Dios.

n       La esclavitud a las emociones como el miedo, ansiedad, depresión, odio, rabia, celos, murmuración, envidia, orgullo, amargor, negativismo, y crítica.

 


CAPÍTULO DIECIOCHO

 

MINISTRANDO LA LIBERACIÓN

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Identificar quién debe tratar con los poderes demoníacos.

n       Discutir las preparaciones preliminares para ministrar la liberación.

n       Resumir las directrices para ministrar la liberación.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Entonces llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para echarlos fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10:1).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Hay centenas de personas atadas por Satanás en dolencias causadas por demonios. Hay centenas de otras que sufren opresión, posesión, y obsesión a las manos del enemigo. En esta lección usted aprenderá quién debe tratar con los poderes demoníacos, cómo prepararse para el ministerio de liberación, y cómo ministrar la liberación.

 

¿QUIÉN DEBE TRATAR CON LOS PODERES DEMONÍACOS?

 

Tratar con los poderes demoníacos no es algo a ser dejado al ministro profesional. Jesús dijo que todos los creyentes tendrían la habilidad de vencer los poderes demoníacos:

 

“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17).

 

Jesús les dio la habilidad de tratar con los poderes demoníacos a Sus seguidores. Él delegó tal poder primero a los discípulos:

 

“Entonces llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para echarlos fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10:1).

 

“Entonces llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos. Les daba autoridad sobre los espíritus inmundos” (Marcos 6:7).

 


Él delegó este mismo poder a todos los creyentes:

 

“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17).

 

“Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. De gracia habéis recibido; dad de gracia” (Mateo 10:8).

 

No hay ninguna base bíblica para creer que Dios pensó en restringir este ministerio importante a un grupo particular de personas. Un hombre común nombrado Felipe fue usado por Dios para expulsar los espíritus malignos en Samaria (Hechos 8). Pero esto no significa que los creyentes deben apresurarse para encuentros con los poderes demoníacos sin la preparación apropiada, como los hijos de Esceva (Hechos 19).

 

También es importante que los creyentes no se vuelvan demasiado conscientes de los demonios. Nosotros no somos llamados para especializarnos en los demonios. No hay ningún don espiritual de “expulsar los demonios”. Pero usted no debe temer los poderes demoníacos. Cuando confrontado con aquellos afectados por los demonios, usted tiene el poder para traer la liberación de Dios.

 

MINISTRANDO LA LIBERACIÓN

 

Aquí están algunas pautas para ministrar la liberación a aquellos afectados por los poderes demoníacos:

 

PREPARACIÓN PRELIMINAR EN SÍ MISMO:

 

La fe viene oyendo la Palabra de Dios, la “Rhema” Palabra de Dios. Empiece a edificar la fe en su propio corazón leyendo el Nuevo Testamento con una nueva actitud:

 

n       Cualquier cosa que Jesús les dijo a Sus seguidores que hicieran, usted empieza a hacer.

n       Cualquier cosa que Él dijo que Él haría, espera que Él lo haga.

n       Si Él dijo que usted puede liberar los afligidos por el Diablo, entonces espere verlos libres.

n       Si Él dijo para expulsar los demonios, entonces lo haga en Su nombre y espere que ellos lo obedezcan.

 

Desatienda todas las instrucciones de los hombres y las experiencias personales usted ha tenido. Acepte que el Nuevo Testamento significa lo que dice exactamente. Acéptelo como verdadero y actúe de acuerdo con. Usted es un embajador para Cristo (2 Corintios 5:20). Un embajador nunca duda que el país que él representa apoyara su Palabra.

 

Ayune y ore antes de que usted ministre. Vea el ejemplo de Pablo en Hechos 28:8. ¡Desde que el poder y la autoridad para sanar vienen de Dios, usted debe estar en contacto! Algunos demonios sólo saldrán por la oración y ayuno. Isaías 58 enseña que Dios honra a un ayuno que enfoca en ministrar a las necesidades de otros.

 

PREPARACIÓN PRELIMINAR EN OTROS:

 

Siempre que posible, un equipo de creyentes debe usarse cuando atando o expulsando los demonios. Jesús mandó a Sus discípulos en pares para este ministerio:

“Entonces llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos. Les daba autoridad sobre los espíritus inmundos” (Marcos 6:7).

 

Esto no significa usted no puede ministrar solo a una persona afectada por demonios cuando usted la encuentra, pero hay fuerza en la unidad de oración con otro creyente. Desde que la fuerza viene de la unidad, aquellos que están unidos en el ministerio de liberación deben prepararse semejantemente con oración y ayuno.

 

En los casos de opresión y obsesión (como la depresión, las enfermedades causadas por demonios, etc.), prepare la persona que irá recibir el ministerio. Ella necesita tener su fe edificada a través de la Palabra “Rhema” de Dios sobre la liberación. (Esto no puede ser posible en el caso de posesión).

 

Si usted anima a los afectados por demonios para recibir oración sin la instrucción apropiada, es como animar el no-salvo para aceptar a Jesús como el Salvador sin saber quién Él es, reconociendo su pecado y necesidad para la salvación. Cuando compartiendo el Evangelio un sabio ganador de almas no aprieta muy rápidamente para una decisión. Hay un ministerio preliminar para ser hecho. La instrucción apropiada debe darse.

 

El mismo es verdad de la liberación. A veces, Dios liberta sin tal instrucción. Pero al ministrar la liberación usted quiere usar cada canal prescrito por la Palabra de Dios para ver la obra hecha adecuadamente. La fe es un canal para el poder sanador de Dios y viene por oír la Palabra de Dios, por esto la instrucción es importante. Jesús combinó predicación y enseñanza con sanidad y liberación y les dijo a Sus seguidores que hicieran también.

 

EL LUGAR PARA EL MINISTERIO:

 

El ministerio de liberación a aquellos afectados por los poderes demoníacos puede hacerse durante una parte regular del servicio de la iglesia. Tal ministerio no necesita ser confinado sólo a las sesiones privadas. Es un ministerio válido de la iglesia.

 

Jesús ministró al endemoniado como parte de un servicio regular de la iglesia (Marcos 1:21-25). Sin embargo, no es necesario esperar hasta que un servicio regular trate con los poderes demoníacos. Jesús trajo la liberación cuando y dondequiera que ellos fueron encontrados.

 

EL TIEMPO DE MINISTERIO:

 

Cuando usted está listo para ministrar la liberación...

 

1. Empiece con adoración y alabanza:

 

Nosotros entramos en Su presencia (donde hay liberación y sanidad) a través de la adoración y alabanza. La liberación puede venir a través de la adoración y alabanza - incluso sin una oración de liberación - porque Dios habita en las alabanzas de Su pueblo. Cuando nosotros alabamos, Él está presente sanar y libertar.

 

2. Cree un ambiente de fe:

 

Usted ya empezó a hacer esto cuando usted ministró la Palabra sobre la liberación, pero usted también puede necesitar tomar los pasos adicionales para crear un ambiente de fe. La incredulidad impidió el ministerio de Jesús incluso en Nazaret. A veces Jesús colocó a los incrédulos para fuera cuando Él ministraba (Marcos 5:35-40).

 

Otros veces Él llevó a las personas para fuera de su pueblo (un ambiente de incredulidad) para ministrar a ellas (Marcos 8:23). En ocasiones cuando Dios liderar, usted puede necesitar pedir a aquellos luchando con la incredulidad, temor, etc., para salir.

 

3. Ore Primero:

 

Pida sabiduría y discernimiento antes de que usted empiece a ministrar la liberación. Durante la oración, Dios puede revelar a usted...

 

Una Palabra De Conocimiento: Hechos específicos sobre una persona o condición, así usted sabrá como orar. Una “palabra de conocimiento” puede incluir un sentido profundo de conocimiento o una impresión en su espíritu, pensamientos, palabras, o sentimientos. La Palabra de conocimiento puede revelar lo que la enfermedad es o por qué la persona tiene tal condición.

 

Un Verso De La Escritura: Dios puede darle un Palabra “Rhema” (específica) de Dios para esa situación, enfermedad, persona, o grupo.

 

Una Visión: Son cuadros en el ojo de la mente relativos a quien usted está ministrando.

 

Palabras De Fe: Éstas son específicamente palabras especiales de estímulo y fe para el individuo.

 

Una Unción Especial: Una infusión súbita de poder, quizás sentida como un hormigueo, calor, o confianza sobrenatural.

 

Un Acto Especial De Fe: A veces Dios lo llevará a decirle a la persona para realizar un acto especial de fe que producirá la liberación.

 

4. Dirija Una Entrevista Breve:

 

Esto no se requiere. Es optativo y debe hacerse según la guía del Señor. Dios puede darle palabras específicas de sabiduría sobre la condición de la persona y usted no necesitará entrevistar.

 

Pero si Dios no revela sobrenaturalmente a usted, no dude en usar la entrevista. Jesús usó los métodos naturales y sobrenaturales. En ciertas ocasiones Él discernió las condiciones de las personas por el Espíritu Santo. En otros momentos Él les preguntó lo que elles quisieron y cuánto tiempo ellas habían sido afligidas.

 

Una entrevista le ayuda a ganar informaciones para que usted pueda orar específicamente. También le ayuda a determinar si una persona necesita de instrucción más extensa antes de que usted ore. Jesús usó la entrevista frecuentemente. Él les preguntó lo que las personas querían, inquirió con respecto a su fe, y trató con las fuerzas negativas de incredulidad antes de ministrar a ellas. Estudie los ejemplos siguientes:

 

n       Marcos 5:1-20: Jesús cuestiona al hombre endemoniado.

n       Marcos 8:22-26: Cuestionando al hombre ciego.

n       Marcos 9:14-27: Un muchacho con un espíritu malo.

n       Marcos 10:46-52: Cuestionando el ciego Bartimeo.

 

Pregúntele a la persona, “¿Qué es el problema?” Hablar una demanda para la oración es importante. Jesús hizo una pregunta similar a muchos que vinieron a Él haciendo conocida su necesidad. La demanda es en sí misma un acto de fe que puede poner en movimiento los procesos curativos (Santiago 5:14-15). Pida una declaración específica.

 

Usted necesita sólo hechos breves. Usted no necesita la historia completa o la historia de una vida.

 

No intente psicoanalizar la información que usted recibe. Su función es ministrar la liberación. Algunos casos únicos pueden requerir un retiro y más tiempo para aconsejar con un consejero especializado. Tenga consejeros disponibles para este propósito.

 

Pregúntele a la persona que recibirá oración, “¿Usted cree que Jesús puede libertar?” ¿Si ella contesta positivamente, entonces pregunte, “¿Usted cree que Jesús lo hará ahora?” Si la respuesta es “no” a ambas estas preguntas, la instrucción más extensa de la Palabra de Dios se necesita.

 

Cuando usted ministra a una muchedumbre grande, usted no podrá hablar con cada persona. Dios puede revelar a usted las causas demoníacas específicas de las personas en público o puede llevarlo a hacer oraciones específicas por los individuos.

 

Si usted está ministrando la liberación en una muchedumbre, es mejor entrenar otros para ministrar con usted en lugar de hacer todo el ministerio. La comisión de Jesús fue que estas señales seguirían a LOS que creerían, no “al” que cree. La obra del ministerio sería hecha por el Cuerpo entero, no sólo por uno o dos creyentes o evangelistas.

 

5. Determine el Problema Específico:

 

Use la información de la entrevista y la sabiduría que Dios lo da para determinar si el problema está en la:

 

Esfera Espiritual: Éstos son los problemas relacionados con el pecado y ellos requieren un ministerio de liberación y sanidad espiritual (salvación, arrepentimiento y perdón de pecados).

 

Esfera Física: Éstos son la dolencia corporal, lesión, o enfermedad.

 

Esfera Emocional: Éstos incluyen los problemas como la ansiedad, miedo, enojo, amargor, resentimiento, culpa, duda, fracaso, celos, egoísmo, confusión, frustración, falta de perdón, y los efectos emocionales de problemas del pasado.

 

Esto se llama a menudo de “sanidad interna”, pero algunas personas han abusado del término. No es necesario volver a repasar todos los hechos y experimentar las emociones originales. No es necesario pasarse semanas, meses, o años para recuperarse de tales traumas. Si usted hace esto, usted está intentando sanar la vieja persona en lugar de ayudarla a volverse una nueva creación en Cristo.

 

A menudo se relacionan los problemas en el reino emocional al reino social de la vida de una persona. Ellos afectan y son resultado de las relaciones familiares y sociales. La liberación viene por identificar el problema, pedir el perdón, y perdonar los otros involucrados. La más gran barrera a la sanidad emocional normalmente es el perdón, así la sanidad emocional incluye la sanidad de las relaciones sociales.

 

Nosotros somos llamados para ser ministros de la reconciliación (2 Corintios 5:18-21). Las personas necesitan reconciliarse tanto con Dios cómo con el hombre, y aquí es donde la sanidad emocional, mental, interior entra. (Todos son títulos similares para al misma cosa).

 

Usted puede necesitar enseñar a la persona sobre el perdón. El perdón no es:

 

n       Justificar a otros de los errores que han hecho a usted. (Por ejemplo, diciendo, “Ellos estaban bajo mucha presión”.)

n       Negar que usted está en el primer lugar herido.

n       Aceptar con resignación lo que se hizo a usted.

n       Esperar por el tiempo para sanar la herida. (Esto no sucede).

 

El verdadero perdón viene:

 

(1) De reconocer que lo que se hizo a usted fue errado, el resultado de hombres pecadores en un mundo pecador.

 

(2) De confesar la herida a Dios y pedirle que sane las emociones dañosas en usted. Usted puede nunca olvidar del hecho que sucedió, pero lo qué usted necesita es de sanidad para las emociones erradas que se relacionan a él.

 

(3) De pedir a Dios para ayudarlo a perdonar los otros involucrados, perdonándolos así como entonces Cristo lo perdona. Reconozca que Dios extiende el perdón a usted así como usted perdona a otros: “Perdónanos nuestras deudas, COMO también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. La persona también puede necesitar perdonarse (la culpa sobre su propio mal) y definitivamente necesitará orar por la sanidad emocional.

 

Aquí está cómo perdonar a sí mismo:

 

n       Reconozca que el pecado causa culpa y emociones pecadoras, confiéselo a Dios, y arrepiéntase. Pídale para perdonar su pecado y sanar sus emociones.

n       Reconozca que cuando Dios perdona, Él se olvida (Él lanza nuestros pecados tan lejano cuanto el Oriente está del Occidente).

n       Reivindique 1 Juan 1:8-9 y Romanos 8:1.

n       Por un acto de su propia voluntad, libere a sí mismo de la condenación. Controle los futuros modelos de pensamiento por expulsar las “imaginaciones vanas” y “dejando esas cosas atrás”.

 

Esfera Mental: Éstos son problemas que fluyen de pensamientos negativos, ataques de Satanás en la mente, retraso mental, etc. Recuerde: porque el hombre es un ser trino, los problemas en un reino afectan a la persona entera. Mientras usted ministra, trate con la persona entera, no sólo con un área. El hombre es cuerpo, alma, espíritu. La sanidad integral implica el trato con todos éstos.

 


6. Determine si es Tiempo para Orar:

 

Determine si o no es tiempo para orar la oración de liberación. En muchos casos, usted orará, pero en algunos, no se sorprenda si el Señor lo dirige a no orar o tardar la oración.

 

Jesús tardó la sanidad en el caso de la hija de la mujer de Sirofenicia y Lázaro. Él no hizo muchas obras en Nazaret debido a la incredulidad. El Señor también puede dirigirlo para tardar hasta que la instrucción extensa se dé, es decir, para que las personas puedan tratar con un problema de pecado, necesitar de más instrucción sobre liberación, etc.

 

7. Ore la oración de liberación:

 

Ore una oración de liberación que enfoca en el problema específico de influencia demoníaca que usted ha identificado. Usted no tiene que persuadir a Dios para la liberación por su oración. Así como la salvación ya está disponible, el mismo es verdad de la liberación. Así como la salvación es basada en la condición de fe, así es la liberación. Dios quiere libertar, así como Él quiere salvar.

 

Aunque el poder de Dios a veces está presente de una manera especial para la liberación (Lucas 5:17), usted todavía puede orar sin una unción especial para hacerlo, porque Jesús le ordenó que hiciera así cuando Él le dijo que extendiera el Evangelio.

 

Use otros para ayudarle a ministrar si usted está en una escena de grupo. Hay multiplicación de poder espiritual cuando más personas están orando (Mateo 18:19). El ministerio del cuerpo descorazona a individuos que experimentan el éxito en la liberación y aquellos que lo reciben de dar la gloria al hombre.

 

Jesús enseñó que primero usted debe atar al enemigo, entonces usted puede ejercer poder sobre él:

 

“Porque, ¿cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes a menos que primero ate al hombre fuerte? Y entonces saqueará su casa” (Mateo 12:29).

 

Si los poderes demoníacos están ligados a la opresión del exterior, ore para su hospedero ser liberto y sus poderes ser atados. Por ejemplo, Jesús libró la mujer en la sinagoga del espíritu de enfermedad. Ella no fue poseída, pero oprimida. Una expulsión no fue necesaria.

 

En los casos de posesión demoníaca, usted tiene la autoridad para expulsar los demonios en el nombre de Jesús. No es la autoridad en su propio poder o habilidad, pero en Su nombre. Es importante usar el nombre de Jesús en la oración real de expulsar el demonio.

 

La fe, ayuno, y oración son todos necesarios para expulsar los demonios. (Lea Mateo 17:14-21). Esto es por qué la preparación preliminar se anima en estas áreas. La Palabra de Dios (Efesios 5:17; Hebreos 4:12); la sangre de Jesús (Apocalipsis 12:11), y el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8; 2:38) también son herramientas que Dios le ha dado para la liberación.

 

Gritar a los demonios no es necesario. Es su autoridad en el nombre de Jesús que los causa a salir, no el volumen de su voz durante la oración de liberación. Siempre prohíba los demonios para volver a entrar. Ésta es una parte importante de la oración de liberación:

 

“Pero cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo diciéndole: --Espíritu mudo y sordo, yo te mando, - sale de él y nunca más entres en él!” (Marcos 9:25).

 

No pase tiempo hablando con el demonio, intentando manifestarlo a través de las palabras habladas. Jesús reprendió los demonios y les dijo que estuvieran callados (Lucas 4:34-35). Recuerde que cualquier conversación con los demonios es peligrosa porque hay espíritus mentirosos.

 

El Espíritu Santo lo dirigirá en la oración de liberación, pero si usted es nuevo a este ministerio aquí está un modelo de oración de muestra para estudiar:

 

“En el nombre de Jesucristo y en base de la autoridad de Su poder, Su Palabra, Su sangre, y del Espíritu Santo...”

 

... Esto establece la base de poder para la liberación...

 

“... Yo ato usted...”

... Jesús enseñó primero atar el hombre fuerte antes de intentar expulsarlo...

 

“... y yo le ordeno...”

 

... Ministrar liberación es una oración de autoridad, no de súplica. Usted puede hablar mansamente, pero usted debe tomar autoridad sobre las fuerzas del mal en nombre de Jesús. Mire directamente en los ojos de la persona mientras usted habla.

 

“... espíritu de ___________________” o “... espíritu inmundo de Satanás...”

 

... si el espíritu tiene sido identificado a través de discernimiento espiritual o natural, entonces nómbrele específicamente; en caso contrario, de manera general”.

 

“...para irse...”

 

... esto es el proceso de expulsión...

 

“... sin dañar ________(nombre de la persona a ser libertada), o cualquiera en esta casa, y sin crear ruido o disturbio”.

 

... Algunas veces el demonio intentará dañar la persona o crear disturbios.

 

“Yo prohíbo a usted reentrar en esta persona...”

 

... Recuerde que Jesús usó esto orden...

 

“... y yo libero el Espíritu Santo para llenar esta persona con el poder libertador y purificador de la sangre de Jesús”.

... Nosotros somos ordenados a liberar tanto cuanto para atar. Si usted tiene identificado un específico espíritu en operación, libere el espíritu opuesto. Por ejemplo, ata el espíritu de orgullo y libere el espíritu de humildad.

 

No haga una muestra de tal ministerio e intente atraer a las muchedumbres con él.

 

Cuando Jesús vio que las acciones de un demonio que atraían a una muchedumbre, Él inmediatamente detuvo la actuación del espíritu malo y lo expulsó:

 

“Pero cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo diciéndole: --Espíritu mudo y sordo, yo te mando, - sale de él y nunca más entres en él!” (Marcos 9:25).

 

No intente lanzar los demonios en el Infierno. Jesús y Sus discípulos no hicieron esto. Nosotros sólo tenemos la autoridad para atar, desatar, y expulsar. Hay un tiempo fijo para el último juicio de los demonios en el futuro.

 

Los demonios dijeron a Jesús:

 

“Y he aquí, ellos lanzaron gritos diciendo: --¿Qué tienes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mateo 8:29).

 

La oración para aquellos afectados por los demonios puede hacerse con o sin la imposición el de manos. Jesús usó la imposición de manos para ministrar a la mujer oprimida con el espíritu de enfermedad en Lucas 13:11-13. En otros casos, Él no colocó las manos pero simplemente habló a los demonios (Lucas 9:42).

 

8. Alabe a Dios Por la Respuesta:

 

Siga la oración con la alabanza a Dios para la liberación. Recuerde que en el ejemplo bíblico de los diez leprosos, todos fueron sanados pero sólo el que volvió para alabar fue totalmente sano. Alabe por la fe y no por la vista. Usted ha hecho lo que la Palabra de Dios dijo para hacer. Crea que Él ha hecho lo que Él dijo que Él haría. Agradézcale por eso.

 

RECONOCIENDO LAS SEÑALES DE LA LIBERACIÓN:

 

A veces en los casos de posesión demoníaca, los demonios vienen con una lucha, como clamar o derribar la persona en el suelo. Cuando los demonios han partido (si en posesión u opresión), habrá un sentido de liberación, alegría, como el levantamiento de un peso.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

 

2. ¿Según las Escrituras quien debe tratar con los poderes demoníacos?

________________________________________

 

3. Resuma las directrices para prepararse para ministrar la liberación.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

4. Resuma las directrices para preparar otros para el ministerio de la liberación.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

5. Resuma las directrices compartidas en esta lección para ministrar la liberación.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Estudie el registro bíblico del ministerio de Jesús a aquellos cuyas condiciones fueron causadas por la influencia demoníaca:

 

n       La mujer lisiada: Lucas 13:10-17

n       El hombre con el espíritu inmundo en la Sinagoga: Marcos 1:23-28; Lucas 4:31-37

n       El gadareno endemoniado: Mateo 8:28-32; Marcos 5:1-13; Lucas 8:26-33

n       La mujer con el problema de sangre: Mateo 9:20-23; Marcos 5:25-34; Lucas 8:43-48

n       La hija de la mujer sirofenicia: Mateo 15:21-28; Marcos 7:24-30

n       El niño con el espíritu maligno: Mateo 17:14-21; Marcos 9:14-29; Lucas 9:37-45

n       O mudo endemoniado: Mateo 9:32-33

n       Sordo y mudo endemoniado: Mateo 12:22-30; Marcos 3:22-27; Lucas 11:14-26.

 

Otras casualidades: además de estos encuentros específicos de Jesús, la Biblia hace referencias generales de Su ministerio a aquellos afectados por los poderes demoníacos.

 

n       En las siguiente referencias el término “sanado o sanó” se usa para describir cómo Jesús trató con los demonios: Mateo 4:24; Lucas 6:18.

n       En las siguientes referencias el término “expulsado o expulsó” se usa para describir Su estrategia: Marcos 1:32-34,39; 6:13.

n       Lucas 4:41 simplemente registra que los demonios “salieron”. Lucas 7:21 declara que estados que Él “los curó”.

n       Mateo 8:16 registra que Él “los expulsó con Su Palabra”. Marcos 16:9 y Lucas 8:2-3 declara que Jesús expulsó siete demonios de Maria Magdalena. En las muchedumbres grandes, Jesús no permitió a los demonios hablar: Marcos 1:32-34.

 

2. En la última lección usted determinó si su condición o de alguien a quien usted está ministrando era demoníacamente causada. ¿Basado en lo que usted aprendió en este capítulo, cómo usted debe proceder para ministrar la liberación?

________________________________________

 

3. La siguiente lista de verificación se desarrolló de esta lección para usted para usar al ministrar la liberación:

 

LA PREPARACIÓN PRELIMINAR:

 

En Usted:

___ Estudie la Palabra de Dios sobre liberación.

___ Oración y ayuno preliminar.

 

En Otros:

___ Instrucción apropiada con respecto a la liberación.

___ Estudio de la Palabra de Dios sobre liberación.

___ Oración y ayuno preliminar.

 

EL TIEMPO DE MINISTERIO:

 

___ Cree un ambiente de fe.

___ Ore por discernimiento. Dios puede darlo:

 

n       Una palabra de conocimiento

n       Un versículo de la Escritura

n       Una visión

n       Palabras de fe

n       Una unción especial

n       Un acto especial de fe

 

___ Conduzca una entrevista (optativo)

___ Determine el problema. Está el problema en la...

 

___ Esfera Espiritual

___ Esfera Física

___ Esfera Emocional

___ Esfera Mental

___ Esfera Demoníaca

 

___ Ore la oración de liberación.

___ Alabe a Dios por la respuesta.


CAPÍTULO DIECINUEVE

 

LA CONTINUACIÓN DEL

MINISTERIO DE LIBERACIÓN

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir este capítulo usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Resumir las directrices para el cuidadoso acompañamiento de aquellos que reciben la liberación.

n       Resumir las directrices para protección de los poderes demoníacos.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. De gracia habéis recibido; dad de gracia” (Mateo 10:8).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Jesús lo hizo muy claro que ese cuidado de la continuación de aquellos libertados de la influencia demoníaca era importante. Él dijo:

 

“Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos buscando reposo, y no lo encuentra. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí. Cuando regresa, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va y trae consigo otros siete espíritus peores que él. Y después de entrar, habitan allí; y el estado final de aquel hombre llega a ser peor que el primero. Así también sucederá a esta perversa generación” (Mateo 12:43-45).

 

Cuando el espíritu malo es expulso, surge un vacío espiritual. Si ese vacío no es llenado y apropiado cuidado de continuación es dado, los poderes demoníacos retornan en manifestaciones más fuertes.

 

EL ACOMPAÑAMIENTO CUIDADOSO

 

Aquí están algunos pasos importantes para el cuidado de la continuación de aquellos que experimentan la liberación:

 

1. ORE UNA ORACIÓN DE RENUNCIA:

 

Después de la liberación, aquellos que han sido poseídos por los demonios deben ser guiados en una oración de confesión, arrepentimiento, y renuncia de cualquier pecado o envolvimientos conectados con las actividades demoníacas.

 

2. DESTRUYA LOS ARTÍCULOS OCULTOS:

 

Si la persona tiene artículos ocultistas (ídolos, artículos de brujería, equipo de brujería, libros, etc.), éstos deben ser destruidos.

 

3. LLENE EL VACÍO ESPIRITUAL:

 

Cuando un demonio es expulso, él buscará otro cuerpo a través de lo cual operar. Un demonio quedase inquieto y disgustoso fuera de un cuerpo humano. Es sólo por habitar y controlar una vida humana que un demonio puede cumplir los propósitos malignos de Satanás.

 

Debido al peligro de un demonio volver a su víctima anterior acompañado por los más peores espíritus, el vacío espiritual debe llenarse. Una persona debe recibir a Jesucristo como Salvador y debe llenarse del Espíritu Santo. Él debe sumergirse continuamente en oración y la Palabra de Dios e inmediatamente debe volverse parte de una comunidad de creyentes.

 

4. DÉ SU TESTIMONIO:

 

Aquellos experimentando la liberación de los poderes demoníacos deben testificar sobre su liberación. Jesús dijo al endemoniado gadareno:

 

“Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: --Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas ha hecho el Señor por ti, y cómo tuvo misericordia de ti. El se fue y comenzó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él, y todos se maravillaban” (Mateo 5:19-20).

 

Apocalipsis 12:11 confirma que nosotros superamos los poderes de Satanás por la palabra de nuestro testimonio.

 

5. PROTÉJASE DE LOS PODERES DEMONÍACOS

 

Aquí están las maneras específicas para protegerse de las actividades de poderes demoníacos:

 

n       La protección más importante es recibir a Jesucristo como el Salvador porque los demonios no pueden poseer a un verdadero creyente nacido de nuevo. Manténgase alejado del pecado, pues a través del pecado usted “da lugar al Diablo”. Usted realmente provee oportunidad para él usar actividades demoníacas de opresión contra usted.

n       Se llene del Espíritu Santo. Los espíritus demoníacos y el espíritu de Dios no pueden habitar el mismo vaso espiritual.

n       Evite un interés obsesivo en los demonios. No es equivocado estudiar lo que la Palabra de Dios dice sobre ellos, o cursos como este, qué es basado en la Palabra de Dios. Pero no lea los libros seculares o asista a sesiones de espiritismo, etc., para aprender más sobre los demonios.

n       Evite cualquier contacto con el sobrenatural. No consulte a las brujas, Chamanes, astrólogos, horóscopos, cartas, lectores de la palma de la mano o hojas de té. No sirva a los dioses falsos o permita los ídolos entrar en su casa (Deuteronomio 7:25-26).

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. Resuma las directrices para el cuidado de la continuación de aquellos que reciben la liberación.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

3. Resuma las directrices para protección de los poderes demoníacos.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

Si usted o alguien a quién usted está ministrando ha experimentado una liberación, escriba específicamente cómo usted...

 

Orará una oración de renuncia:

________________________________________

________________________________________

 

Destruirá los artículos ocultitas:

________________________________________

________________________________________

 

Llenará el vacío espiritual:

________________________________________

________________________________________

 

Dará su testimonio:

________________________________________

________________________________________

 

Se protegerá de los poderes demoníacos:

________________________________________

 


PARTE SIETE

 

LA VIDA DEL REINO

 

Al principio de este curso usted aprendió de una gran batalla espiritual entre el Reino de Satanás y el Reino de Dios que se manifiesta tanto en el reino espiritual del alma y espíritu como en el reino natural del cuerpo físico.

 

Usted ha estudiado sobre el ataque del enemigo al cuerpo a través de la enfermedad y el contraataque de la sanidad divina proporcionada a través de la expiación de Jesucristo. Usted también ha aprendido las estrategias para ministrar y recibir la sanidad y la liberación.

 

En esta última sección, usted aprenderá a vivir en el Reino de Dios como un guerrero sano.

 

 


CAPÍTULO VEINTE

 

GUERREROS SANOS

 

 

 

OBJETIVOS:

 

Al concluir esta lección usted será capaz de:

 

n       Escribir la Promesa de Sanidad de memoria.

n       Resumir las directrices bíblicas para caminar en la salud divina.

n       Caminar en la salud divina como un guerrero sano.

 

PROMESAS DE SANIDAD PARA REIVINDICAR:

 

“Deléitate en Jehová, y él te concederá los anhelos de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino; confía en él, y él hará” (Salmos 37:4-5).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Es difícil de emprender la batalla espiritual contra Satanás y sus fuerzas malas cuando usted es débil, enfermizo, y está en dolor físico. Esto es por qué Satanás lanza los ataques contra su cuerpo físico.

 

Él sabe que usted no puede ser eficaz como un guerrero espiritual cuando usted está enfermo. Usted ha aprendido las estrategias por ministrar y recibir la sanidad, pero la Biblia también tiene mucho para decir sobre cómo proteger su cuerpo de los ataques Satánicos. La Biblia enseña los principios para vivir físicamente en el Reino de Dios así como espiritualmente.

 

Así como hay medicina preventiva y curativa en el mundo natural, hay medidas preventivas y curativas cedidas la Palabra de Dios. La ayuda de las medidas “preventivas” previene la enfermedad.

 

Las medidas “curativas” traen la sanidad cuando la enfermedad ocurre. Las siguientes directivas bíblicas son principios para recibir y vivir en buena salud. Ellas son medidas preventivas y medidas curativas. Es importante que usted conozca estos principios para que usted pueda compartirlos con otros e inteligentemente cooperar con Dios en las cuestiones de salud corporal y sanidad. ¡Dios quiere guerreros sanos!

 

ACEPTE A JESUCRISTO COMO EL SALVADOR:

 

Cuando usted hace esto, usted se vuelve un Cristiano renacido, un hijo de Dios. La Biblia enseña a través de la historia de la mujer sirofenicia que sanar es “el pan de los hijos”, es decir, pertenece a los hijos de Dios (Marcos 7:24-30).

 

Dios graciosamente sana incrédulos y usa la sanidad para atraerlos a la salvación, pero sanar realmente es “el pan de los hijos”. Al aceptar a Jesús como Salvador, usted se puso en la posición espiritual de recibir la sanidad física.

 

Si usted ya es un creyente y ha pecado, ejerza el privilegio que es suyo para pedir y recibir el perdón (1 Juan 1:8-9). Guardándose continuamente limpió, usted previene la enfermedad que es el resultado de su propio pecado.

 

DEVUELVA EL TEMPLO DE DIOS A ÉL:

 

Su cuerpo es el templo de Dios. Presente su cuerpo físico a Dios para Sus propósitos: 1 Corintios 6:13,19-20; Romanos 12:1.

 

BUSQUE EL REINO DE DIOS EN PRIMERO LUGAR:

 

Cuando usted busca el Reino de Dios en primero lugar, todas las otras cosas serán acrecentadas a usted (incluso la salud): Mateo 6:33.

 

SE LLENE DEL ESPÍRITU SANTO:

 

Jesús nunca realizó una sanidad hasta que Él estuviera lleno con el Espíritu Santo. La Biblia enseña que la Iglesia Primitiva tenía el poder después de que el Espíritu Santo vino sobre ellos. Si el Espíritu Santo mora en usted, vivificará su cuerpo mortal ahora y en la resurrección. Parte del poder del Espíritu Santo es el poder para sanar. Estar lleno con el poder del Espíritu Santo le ayudará a caminar en la salud y asegurará su sanidad. Es el Espíritu y la Palabra del Espíritu que vivifica y da la vida: Salmos 119:25,50. Estudie los Salmos 2 dónde la vivificación del Espíritu se menciona 2 veces.

 

TEMA A DIOS:

 

La Biblia promete la salud a aquellos que temen a Dios: Malaquías 4:2; Romanos 8:15.

 

DESARROLLE UNA RELACIÓN ÍNTIMA CON DIOS:

 

Desde que sanidad vendrá en “Sus alas”, entonces usted debe permanecer bajo ellas si usted está buscando o está ministrando la sanidad (Malaquías 4:2). “Permanecer” en el Señor, cómo una rama hace en una vid, es una relación íntima. El permanecer lo ata a la vid de quien fluyen la “savia” de vida y la sanidad.

 

DÉ A LA PALABRA PRIORIDAD EN SU VIDA:

 

Estudie Proverbios 4:20-23. Nota que usted debe dar a la Palabra de Dios prioridad mientras usted pone atención a ella con la mente, oreja, ojo, y corazón. El cuerpo entero es afectado.

 

“Pon atención a mis Palabras”: Significa prestar atención no dividida a la Palabra.

 

“Inclina tu oído a mis dichos”: No oiga a través de los oídos tradicionales o a través de la interpretación de qué otros hombres hacen sobre la Palabra de Dios. Óigalo con su propio oído.

 

“No se aparten de tus ojos”: Mantenga sus ojos entrenados en la Palabra de Dios. No mire las circunstancias contrarias. No mire con los sentidos carnales. Cuando los la carne lucha con el espíritu, confíe en los sentidos espirituales.

 

"Guárdalos en medio de tu corazón”: Guarde la Palabra de Dios viva en su corazón. Así como usted alimenta a su hombre físico, alimente a su hombre espiritual.

 

“Porque ellos son vida a los que los hallan, y medicina para todo su cuerpo”: La Palabra de Dios es como medicina. Trae la sanidad (Salmos 107:17-20) y fuerza (Salmos 119:25-28). También Vea Proverbios 3 para el efecto de la Palabra de Dios sobre la salud.

 

Cuando un médico prescribe la medicación, él le dice que lo tome tantas veces por día para recuperarse. Si él le dice que tome la medicina internamente y usted decide friccionarlo en su pecho, ella le será de ningún valor. Usted debe seguir sus instrucciones para mejorar. Ésta es la prescripción de Dios: Su Palabra es Su medicina para la vida y salud preventiva y curativa, para la vida y salud. Usted debe usarla y debe aplicarla correctamente.

 

Si el doctor dice que usted debe ser operado, usted no dice, “yo no tengo tiempo para esta operación”. Usted consigue tiempo aun cuando usted pierde su trabajo. Usted reestructura su horario. Cuando usted es diligente sobre la medicina de la Palabra de Dios, eso traerá salud a su cuerpo. Si usted está sintiéndose mal, doble la lectura de la Biblia. Sus Palabras son espíritu y vida. Ellas traen la sanidad.

 

CAMINE EN OBEDIENCIA A LA PALABRA:

 

Si usted camina en obediencia a la Palabra, usted no vivirá en pecado y esto eliminará enfermedad que es el resultado del pecado personal. Salmos 38 registra las condiciones mentales, físicas, espirituales, y emocionales que son el resultado del pecado personal de David.

 

Dios responde a usted con base en la obediencia (1 Juan 3:24). El vivir justo le ayuda a evitar la enfermedad traída por su propio pecado personal. También vivir según la Palabra de Dios proporciona protección de algunas enfermedades, como las enfermedades sexualmente transmitidas.

 

Caminar en obediencia a la Palabra incluye oración, estudio, y aplicación de la Palabra. Vea Salmos 128, Deuteronomio 28, y Éxodo 15:26 como ejemplos de promesas de salud física a aquellos que caminan en obediencia a la Palabra.

 

GUARDE SU CORAZÓN Y ESPÍRITU:

 

Hay una relación entre el alma y salud (3 Juan 2). Las fuerzas de la vida que fluyen del corazón traen el poder sanador. Las fuerzas de vida salen de su espíritu. Si usted tiene un espíritu amargo, enfadado, eso lo afectará físicamente. Más nerviosismo, frustración, etc., viene de vivir en el futuro. La culpa y resentimientos son el resultado de vivir en el pasado. Dios dice para olvidarse de lo que quedó para tras y no se preocupar por el futuro.

 

Por eso Jesús nos enseñó a orar, “dánoslo hoy” nuestras necesidades. Dios estructuró el universo para correr en el padrón de un solo día. Cuando nosotros rompemos ese modelo en nuestro corazón y espíritu viviendo en el pasado o futuro, eso resulta en emociones que llevan a la enfermedad.

 

El espíritu que habita dentro del hombre da la vida y a energía al cuerpo humano. Una vez el espíritu deja el cuerpo, el cuerpo más fuerte dejará de vivir y empezará a deteriorarse. La vida se vivifica cuando el espíritu vuelve a entrar el cuerpo. Debido a esto, una brecha (abertura) en el espíritu puede providenciar entrada a los poderes Satánicos, incluso la enfermedad. El amargor, el enojo, el cuidado, la disputa, etc., son todo obras de la carne (Gálatas 5:19-21).

 

Proverbios 18:14 indica que un espíritu herido afecta el cuerpo físico. Proverbios 17:22 indica que un espíritu roto afecta el cuerpo físico. Salmos 38 muestras cómo el pecado se relaciona a las condiciones físicas y emocionales. Proverbios 16:24 y 12:18 indican que su conversación puede afectar su cuerpo físico. Traiga sus emociones bajo el control del Espíritu Santo. Esto se hace permitiéndole a Dios desarrollar el fruto del Espíritu Santo en usted. Desde que sanidad empieza en el espíritu, el fruto del Espíritu Santo puede traer la sanidad (Gálatas 5:22-25; Romanos 8:26).

 

SIGA LAS LEYES NATURALES DE SALUD:

 

Se ha estimado por los doctores que 60% de las enfermedades resultan de un estilo de vida enfermo. La Biblia está llena con ejemplos de seguir las leyes naturales de salud. El mismo Dios que dijo, “yo soy el Dios tu sanador” también dio las regulaciones de prácticas de la salud como parte de la ley del Antiguo Testamento. Pablo les dijo a los hombres en la nave para comer por su salud (Hechos 27:34). Él le dijo a Timoteo que bebiera el vino en lugar de agua mala (1 Timoteo 5:23).

 

El cuerpo, así como el espíritu, es sagrado porque es el templo de Dios. Descanso apropiado, ejercicio, y dieta le ayudarán a caminar en la salud divina porque usted está cooperando con las leyes naturales de Dios. Porque su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, no tome ninguna sustancia tóxica como el alcohol, cigarros, o las drogas adictivas.

 

DISCIERNA ADECUADAMENTE EL CUERPO DE CRISTO:

 

Usted ya aprendió la importancia de discernir el cuerpo de Cristo propiamente en la Comunión. La Biblia dice que muchos están enfermos y débiles porque ellos no hacen esto.

 

CUANDO USTED ESTÁ ENFERMO, CREA QUE DIOS QUIERE SANARLO:

 

Crea que Dios quiere sanarlo, aun cuando usted no lo ha experimentado todavía. Provisión y manifestación son diferentes. La provisión para la salvación fue hecha centenas de años antes de que usted la aceptara y se manifestara en usted. Creer es confianza en la provisión aun cuando la manifestación (de sanidad) no se experimenta todavía. Creer es diferente que reivindicar. Cuando las personas reivindican que ellas están bien mientras todavía exhiben síntomas terribles, esto causa a muchos se distanciar de la sanidad divina.

 

“Crea” creyendo en la Palabra de Dios, pero no niegue los síntomas naturales, visibles. No ande hablando voluntariamente sobre sus síntomas y glorificando el ataque de Satanás en su cuerpo pero si alguno le pregunta, siempre hable la verdad. “Yo tengo los síntomas del problema del corazón” o “el doctor ha diagnosticado el problema del corazón”. Entonces contéstele al averiguador con la Palabra de Dios – “Pero por Sus heridas yo me sano”.

 

Esto sigue el ejemplo de Jesús que no negó o ignoró la realidad. Jesús dijo claramente, “Lázaro está muerto... Pero yo voy a levantarlo”. Es una cuestión delicada de hecho equilibrado con la fe.

 

ACEPTE A DIOS, A TRAVÉS DE JESÚS, COMO SU SANADOR:

 

Vea Éxodo 15:26, Salmos 147:3; Mateo 8:17.

 

El pecado y enfermedad son males gemelos de Satanás. La salvación y sanidad son la provisión de Dios. Antes del Calvario, las personas eran salvas y sanadas esperando en la fe. Después, mirando atrás a él en la fe. ¿Usted sólo aceptó a Jesús como el Salvador, o usted también lo aceptó como sanador? ¿Cómo Él puede mantenerlo alejado del pecado si usted nunca lo ha aceptado como el Salvador? ¿Cómo Él puede mantenerlo alejado de la enfermedad si usted nunca lo ha aceptado como sanador?

 

Jesús llevó su dolencia y llevó sus enfermedades al mismo tiempo y de la misma manera que Él llevó sus pecados (Mateo 8:17). Nosotros no debemos olvidarnos de Sus beneficios que incluyen la sanidad (Salmos 103:1-3). Dios puso los dos, el pecado y la enfermedad en Jesús en la misma expiación.

 

¿Cómo nosotros podemos decir la parte de él pertenece a nosotros y la otro no?

 

En Romanos 10:9, la palabra “salvación” es la misma palabra usada por Marcos cuando él dijo, “tantos como lo tocaron fueron sanados”. La salvación es la liberación del pecado y de su castigo. La enfermedad es parte del castigo. La palabra griega “sozo” lleva el significado de sanidad física y espiritual. El único “ciertamente” (la palabra de énfasis) en el capítulo de la redención de Isaías (capítulo 53) precede Su provisión para nuestra sanidad.

 

Usted puede ser liberto de los dos, de la esclavitud del pecado y de la enfermedad. Él perdona sus iniquidades y sana todas sus enfermedades (Salmos 103:3). Por eso Jesús dijo, “Qué es más fácil: perdonar los pecados o sanar?” (Marcos 2:9).

 

AUMENTE SU FE POR LA SANIDAD:

 

Falta de fe impide la sanidad, por eso usted necesita aumentar su fe por sanidad. No es necesario ser una persona con gran fe, sólo una persona con un poco de fe en un gran Dios. La fe es creer que Dios lo sanará, no que Él puede sanarlo. Satanás cree Dios puede sanar, pero él quiere distanciar usted de la verdad de que Él quiere sanarlo.

 

Su propia fe no es una necesidad absoluta para la sanidad. Es deseable, pero no un requisito previo para la sanidad en cada caso. Cuando Jesús ministró la sanidad, había muchos que fueron sanados que no podrían tener la fe. Algunos de ellos estaban muertos. Algunos se sanaron debido a la fe de un amigo o pariente que los trajeron a Jesús.

 

Su fe es simplemente un canal de la sanidad, pero porque es un canal que Dios usa, es importante desarrollarlo.

 

A. La fe sanadora no es:

 

1.      La fe por la cual usted es salvo.

2.      La “fe de nuestros Padres”.

3.      La fe en su propia fe, la contestación de su fidelidad, es decir, “Yo estoy haciendo mi parte, ahora usted hace la suya”.

 

B. La fe sanadora es:

 

1.      La sustancia de cosas esperada y la evidencia de cosas no vista.

2.      Dios espera hacer lo que Él ha prometido.

 

C. La fe sanadora puede ser:

 

1.      La fe de uno que ora.

2.      La fe de uno que busca la sanidad.

3.      La fe de amigos.

4.      La fe de parientes.

 

La fe para la sanidad viene de oír hablar la Palabra de Dios sobre sanidad. Relacionar las experiencias animarán su fe, pero sólo oír la Palabra de Dios aumenta su fe. Isaías empieza el capítulo de la redención con “¿Quién ha creído nuestro anuncio?” Para creer en el anuncio, ellos deben oírlo. Romanos 10:17 dice que la fe viene de oír la Palabra de Dios. “Palabra” en este versículo significa “palabras específicas de Dios” que – en el caso de la salud – sería los pasajes con respecto a la sanidad.

 

Jesús no condenó las personas por su nivel de fe. Él las animó y aumentó la fe con la Palabra. Crea cuando usted ora (Lucas 11:24). Muchos no consiguen que sus oraciones sean contestadas porque ellos tienen la esperanza (futuro) en lugar de la fe. La fe “ES”, significa que está en el presente.

 

Durante el período entre su oración y la manifestación en su cuerpo físico, mira a Dios, no los síntomas.

 

ACTÚE EN LA FE:

 

Actúe en la Palabra de Dios para demostrar su fe en ella. La esperanza es pasiva. La fe es activa. La fe sin las obras está muerta. La fe es un sustantivo, la creencia es un verbo. Combine la fe con la creencia y empiece a actuar en fe. Dios siempre ha trabajado cuando los hombres actuaron en la fe:

 

n       Noé construyó una arca: Dios envió un diluvio.

n       Moisés estiró la vara: Dios partió las aguas.

n       Josué marchó alrededor de Jericó: Las paredes cayeron.

n       Elías golpeó con violencia las aguas: Dios las partió.

n       Eliseo tiró un palo en el río: Dios hizo el hierro fluctuar.

n       Naamán sumergió siete veces: Dios sanó la lepra.

 

La Palabra de Dios se pone simple cuando usted la acepta como verdadera y actúa de acuerdo con ella. El primer acto es apelar por la sanar basándose en la fe. Muchos creyentes gastan sus vidas dependiendo de las oraciones y fe de otros, como si ellos fueran más favorecidos por Dios. Para ser salvo, usted mismo se arrepiente, creyendo, confesando, aceptando, y recibiendo. Usted tiene el derecho de hacer su propia petición, creyendo, y recibiendo la sanidad. Otros pueden orar por usted, pero nunca sustituya las oraciones de otros por su propio preguntar porque Jesús dijo, todos que pedimos recibimos. Pida con fe (Salmos 6:2-3).

 

Después de pedir en fe, acepte la sanidad por la fe: “Sea hecho a mí según su Palabra”, María dijo. Crea que usted recibe su sanidad cuando usted ora, no cuando usted se siente bien.

 

Recíbala así como usted hizo con la salvación: Por la fe. A veces usted tiene sentimientos cuando usted es salvo, a veces no, pero usted todavía recibe la salvación por la fe. El mismo es verdad de la sanidad.

 

Usted no puede llevar uno a la salvación a menos que él crea. El mismo es verdad de la sanidad. Dios no tiene que sanar a alguien para probar la sanidad es real así como Él no tiene que salvar a alguien para probar la salvación.

 

Sanidad puede ser instantánea o gradual. El hombre ciego y el leproso sanados por Jesús fueron sanidades aparentemente graduales. Jesús maldijo un árbol del higo un día y sus raíces murieron, pero su muerte no estaba clara hasta el próximo día. Ella murió desde las raíces, no desde las ramas visibles abajo. El mismo principio puede ser verdad sobre la sanidad.

 

Es un error empezar mirando su cuerpo para ver si usted está sanado. Sanidad empieza en su espíritu. Dios sana a través de su espíritu. Incluso Sus Palabras son “espíritu y vida”. Nosotros debemos adorar en espíritu. Por esto Satanás guerrea contra su espíritu (guerra espiritual).

 

Después de que usted ha sido atraído a Dios y ha aceptado su sanidad por la fe, actúe en la fe sobre las promesas de Dios. La fe mueve y actúa basándose en Palabra de Dios. La razón es problemática, excitada, y nerviosa. Cuando la razón defiende, la fe está firme. de pie

 

La fe no tiene que defender, pero cree cuando una demanda es hecha según la Palabra de Dios, la obra está acabada incluso antes de que se manifieste visiblemente. La fe vive en la luz de resultados anticipados. No se agacha en la esclavitud para as presentes circunstancias. Así como cuando los Israelitas tomaron la tierra prometida, el tamaño de su herencia dependió de cuánta “tierra” usted poseyó, caminó en, y demandó.

 

Empiece a hablar palabras de fe. Las palabras de nuestra profesión (o confesión) es decir lo que Dios dice (Hebreos 3:1). Confesión es decir lo que Dios dice y es afirmar algo que usted cree, repitiendo con los labios de su corazón las cosas que Dios ha dicho en Su Palabra.

 

Confiese lo que Jesús hizo para usted y lo que la Biblia promete como resultado de Su obra acabada.

 

La confesión declara los hechos escritos en la Biblia. Jesús es el Sumo Sacerdote de nuestra confesión. Él actúa en nombre de nuestra confesión. No es ninguna mente sobre la materia” o la perversión de la idea “de un nombre y reivindíquelo”. La fe no espera ver para creer porque la fe viene por oír, no por ver. Cuando Jesús estaba de pie fuera de la tumba de Lázaro, Él oró, “Padre, te doy gracias porque me oíste” (presente). Él dijo esto aunque Lázaro todavía estaba muerto.

 

Confesión no es negar la realidad, pero seguir adelante con la profesión de la Palabra de Dios. La fe no es un acto irracional. Es el acto más racional en el mundo. Es basado en la Palabra de Dios, la posible evidencia más alta de las cosas no vistas – las cosas “establecidas para siempre en el Cielo” basándose en la Palabra de Dios.

 

Confiese la Palabra de Dios aun cuando usted tiene sentimientos contrarios. La confesión se hace a la salvación, con o sin sentirse. El mismo es verdad de la sanidad. Confiese primero, entonces Jesús actúa en su confesión. Usted vence a través de la sangre de Jesús y de la palabra de su testimonio (Apocalipsis 12:11).

 

Usted no necesita de simpatía para la sanidad, (sufrir al lado de), pero substitución (sufrir en lugar de) y esto ya se hizo por Jesús. La confesión negativa glorifica a Satanás. Cuando usted dice sus problemas, usted está dando el testimonio a la habilidad de Satanás de llevarlo al problema. Usted se queda atrapado con las palabras de su boca (Proverbios 6:2). ¿Su confesión es la Palabra de Dios o los síntomas? La Palabra declara la sanidad. Los síntomas declaran la enfermedad. ¿Qué usted declarará?

 

Como parte de su confesión de fe, empiece a alabar Dios por sanidad. Jonás alabó a Dios por la liberación mientras todavía estaba en la barriga de la ballena. Hebreos 13:15 habla de un “sacrificio de alabanza”. Nosotros debemos alabar cuando nosotros entramos en Sus puertas, no cuando nosotros salimos con nuestras peticiones concedidas.

 

Salmos 50:14-15 indica que alabanza es la puerta en la pared de la salvación. A través de la alabanza usted puede colgar su propia puerta y puede atravesarla para reivindicar los beneficios de la salvación. Usted no confesaría a Jesús como su Señor y actuaría como un incrédulo. No lo confiese como su sanador y actúe como un incrédulo.

 

No hay ninguna Palabra de Dios nula de poder. Cuando a Pedro fue dicho para lanzar las redes, él no se defendió. Él no negó el hecho que ellos habían pescado toda la noche y no habían cogido nada, pero él prosiguió y actuó en la Palabra de Dios. Cuando usted actúa en la fe, usted no depende de sus sentimientos. Usted puede no sentirse como pediendo oración. Usted puede no haber sentido nada cuando usted oró. Usted puede no sentir cualquier buen al principio.

 

¿Usted quiere la sanidad o sentimientos? Sanidad es mejor que sentir. Usted puede ser sanado y nunca sentir algo. Asiente su fe en la Palabra de Dios y no en los sentimientos. La fe es la evidencia de las cosas no vista (Hebreos 11:1). Usted no necesita de fe si usted ya se siente sanado.

 

La Palabra de Dios y la fe son los sentidos por que una persona espiritual se dirige. La persona natural física camina por los sentidos naturales. Una persona espiritual camina por los sentidos espirituales. Cuando la evidencia natural está en conflicto con la Palabra de Dios, camine por los sentidos espirituales. Sus sentidos naturales pueden estar convencidos, pero cuando la Palabra de Dios difiere de ellos, actúe en la Palabra.

 

Los sentidos físicos de Abraham dijeron que era imposible para él tener un hijo. Pero Abraham creyó en Dios. Él actuó según lo que Dios dijo que vendría a pasar. Abraham “no consideró su propio cuerpo” (Romanos 4:19). No considere la condición de su cuerpo. En cambio, “Considerad a Jesús, el apóstol y sumo sacerdote de nuestra confesión” (Hebreos 3:1).

 

No es bastante sólo no considerar su cuerpo. Cuando Dios le dice que se vaya, Él también le dice para poner. Cuando Él le dice que expulse los demonios, el vacío debe ser llenados. Cuando usted liga, usted también debe soltar. El mismo modelo se aplica aquí: Cuando usted “no considera los síntomas en su cuerpo”, usted debe enfocar su atención en Él y debe considerarlo.

 

Las personas creen en el poder de la enfermedad con la confianza. Ellos creen en los efectos que el doctor les dice que ellos experimentarán antes de que ellos lo experimenten. Pero cuando viene a sanar, nosotros decimos, “yo nunca creeré hasta que yo lo vea”. La fe contesta, “Usted nunca lo verá hasta que usted lo crea”.  La fe es la evidencia de cosas no vista (Hebreos 11:1). David dijo, “yo había creído para ver” (Salmo 27:13, Traducción del Original). Él no dijo, “yo tenía que ver antes de que yo creyera”. Él actuó en la fe antes de que él viera la evidencia. Las Palabra demanda que usted camine por la fe. Los sentidos demandan que usted camine por la vista. No es que usted niega la realidad de las cosas vista (síntomas), pero usted enfoca en cambio en las cosas no visibles (2 Crónicas 4:16-18; 5:1).

 

Enfrente las tentaciones de incredulidad con la fe. Satanás tienta a cada creyente renacido con el pecado.

 

Él tentará a cada persona que es sanada por los síntomas. Él lo tentará a temer que la enfermedad volverá. Él lo descorazonará cuando usted ve otros que pierden su sanidad. Él lo llenará con duda de que usted fuera sanado.

 

¡Recuerde, el primer pecado del hombre ha sido el resultado de creer que Dios no dice lo que Él dijo! Enfrente tales tentaciones de la misma manera que usted enfrenta las tentaciones para pecar: les conteste con la Palabra de Dios, cuando Jesús hizo.

 

USE LAS ARMAS DE GUERRA ESPIRITUAL:

 

Recuerde que la enfermedad es el ataque de Satanás en el cuerpo, así como el pecado es su ataque en el alma. Guerree contra esto con sus armas espirituales (Efesios 6:10-18). Sus armas incluyen el ayuno y oración (Isaías 58:6-8). Para el estudio extenso de armas espirituales, vea el curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha, “Estrategias Espirituales: Un Manual De Guerra Espiritual”.

 

ACEPTE LOS MÉTODOS MÉDICOS Y NATURALES:

 

Cuando un fuego empieza, usted no sólo llama el departamento de fuego, usted usa cada medio disponible para apagar el fuego (cubos, mangueras de agua, moja el tejado, etc.).

 

Cuando usted está enfermo, usted no sólo puede llamar a Dios pero usted también puede usar cada medio legítimo disponible para guerrear contra la enfermedad: Doctores, remedios, reposo, dieta y ejercicio. Todas son cosas buenas de Dios. ¡Aprecie el canal a través de que la sanidad viene, pero dé la gloria a Dios!

 


Evite estos dos extremos:

 

1. Practicar Sólo La Oración de Sanidad:

 

Algunos Cristianos sólo practican la oración de sanidad, negándose a alguna ayuda de a medicina moderna que es una extensión de la bondad de Dios. Isaías usó un cataplasma natural de higos por sanar (Isaías 38:10-18). Jesús dijo que “los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos” (Lucas 5:31) y Lucas que era un médico era parte del equipo de Pablo (Colosenses 4:14).

 

Algunos Cristianos citan 2 Crónicas 16:12-13 como prueba que ellos no deben ir a médicos porque Asa consultó a doctores y murió. Pero la palabra llave en este pasaje es “sólo” (Traducción del Original). El pecado de Asa fue no buscar al Señor. En un tiempo de gran necesidad personal, él miró sólo al hombre. Su confianza primaria estaba en el hombre, y éste fue su error.

 

El médico es sólo una extensión de la bondad de Dios. El doctor puede poner un hueso, pero él debe esperar por el poder divino para sanarlo. Un cirujano puede realizar una operación difícil hábilmente, todavía Dios hace la sanidad real de los cortes que él hace. Él trabaja en cooperación con, no en oposición a Dios, aunque él no pueda comprenderlo. Doctores quitan las obstrucciones a sanidad y proporcionan la medicación para ayudarla. Sobre todo, los doctores cristianos pueden trabajar eficazmente en cooperación con Dios.

 

Muchos remedios son hechos de las hierbas naturales y elementos creados por Dios en el primer lugar. El remedio es una forma más concentrada. Orar por los remedios antes de tomarlos aumenta su efectividad. ¿Por qué poner al lado lo que Dios tiene tan cortésmente proveído en el servicio médico legítimo? Eso no es más sensato que detener el flujo de sangre en una arteria y recurrir sólo a la oración o negar a quitar una astilla de su dedo y requerir a los ancianos para venir y orar. Sería tan idiota descuidar del uso de medios médicos naturales o legítimos como abandonar la comida diaria para mantener la vida y salud.

 

Nota: Cautela debe ser usada al seleccionar un doctor, sobre todo en los casos de enfermedad terminal. Es importante tener uno que reconoce la realidad de la intervención divina y no rodea el enfermo con un ambiente negativo.

 

2. Limitando La Manera de Dios Curar Sólo A La Medicina Moderna:

 

Doctores y remedios pueden afectar las curas para las enfermedades específicas y pueden ayudar en las condiciones emocionales y mentales, pero ellos no pueden tratar de las condiciones espirituales y demoníacas relacionadas. Las drogas a veces sólo ocultan el problema real y no tratan con él. La sanidad divina trata con la totalidad.

 

 

 

PRUEBA PERSONAL

 

1. Escriba la Promesa de Sanidad de memoria.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

2. Resuma las directrices bíblicas discutidas en este capítulo para vivir en la salud divina.

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

 

(Las respuestas se encuentran al final del último capítulo en este manual.)

 

 

 

COLOCANDO EN ACCIÓN

 

1. Aquí están ejemplos bíblicos de Dios en acción para librar las personas de las fuerzas de mal que puede aplicarse espiritualmente a la sanidad:

 

Intervención Divina: Los apóstoles se libraron de la cárcel por un ángel. Esto sería similar a la sanidad divina: Hechos 5:17-21; 12:1-11.

 

Intervención por fuerzas naturales puestas en movimiento por Dios: Un terremoto libró Pablo y Silas de la cárcel. Éste sería un ejemplo de sanidad por los procesos naturales puesto en movimiento por Dios: Hechos 16:25-40.

 

Intervención por los profesionales: La liberación de la cárcel vino de los oficiales. Aplicado a la sanidad, esto sería como el cuidado médico profesional: Hechos 16:35-39.

 

Un tiempo para morir: La Historia registra que Pedro y Pablo fueran los dos encarcelados en Roma alrededor de 67 D.C. En esta ocasión no hubo ninguna intervención divina, natural, o profesional. Ellos fueron martirizados. Aplicado a la sanidad, esto sería como una enfermedad hacia la muerte.

 

Todos estas casualidades nos ayudan a entender una verdad paralela. Así como Dios siempre quiere las personas libres de la prisión, Él también desea sanar. A veces serán sanidades divinas, procesos naturales puestos en movimiento por Dios, a través de la ayuda profesional, o – por la última liberación – la muerte. No hay ningún conflicto entre los métodos cuando la fe para morir es tan fuerte como la fe para vivir.

 

Toda la sanidad legítima viene de Dios, si a través de la oración, remedios, o los procesos naturales. La Escritura enseña que mientras Dios realiza milagros, Él es igualmente activo en los eventos recurrentes que nosotros podemos explicar y podemos predecir. (Vea Salmos 65 que explica el poder del Señor operando en los procesos naturales de la tierra.) Lo importante es comprender esto y darle la gloria a Dios por toda sanidad:

 

“... no reconocieron que yo los sanaba” (Oseas 11:3).

 

2. Repase los principios de la vida del Reino presentados en esta lección. Marque las directivas que necesitan ser llevadas a cabo en su vida:

 

___ Acepte a Jesús como Salvador.

___ Devuelva el templo de Dios a Él.

___ Busque primero el Reino de Dios.

___ Sea lleno del Espíritu Santo.

___ Tema a Dios.

___ Desarrolle una relación íntima con Él.

___ De prioridad a la Palabra en su vida.

___ Camine en obediencia a la Palabra.

___ Guarde su corazón y espíritu.

___ Siga las leyes naturales de salud.

___ Discierna adecuadamente el Cuerpo de Cristo.

___ Cuando usted está enfermo, crea que Dios quiere sanarlo.

___ Acepte a Dios, a través de Jesús, como su Sanador.

___ Aumente su fe por la sanidad.

___ Actúe en la fe.

___ Use sus armas de guerra espiritual.

___ Acepte los métodos médicos y naturales.

 

3. Escriba un plan para llevar a cabo cada directiva que usted marcó:

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________

________________________________________


CONCLUSIÓN

 

Usted ha sacado la conclusión de su estudio sobre la batalla para el cuerpo, pero la propia batalla correrá hasta aquel día cuando usted pasar de este mundo de pecado, enfermedad, y muerte a la presencia del Rey Jesús.

 

Si usted estuviera bajo ataque físico cuando usted empezó este estudio, nosotros confiamos que la enseñanza ya tiene producido su sanidad o si no le preparado para recibirla. Recuerde: Usted o se sanará en una inmediata o tardada sanidad o en sanidad última como usted entrar en la presencia del Señor.

 

Nosotros también oramos para que estas palabras tengan lo desafiado a ministrar la sanidad y liberación a un mundo sufrido. Al principio usted puede ser vacilante y temeroso de empezar a ministrar la sanidad, pero recuerda: Un ministerio de sanidad es para aquellos que queman las puentes de incredulidad y temor detrás de ellos.

 

La historia cuenta de un líder famoso nombrado Julios Cesar que, habiendo determinado conquistar la Bretaña, navegó con sus legiones de Francia a Inglaterra. Después de que él llegó a Inglaterra él quemó cada nave usada por cruzar el Canal inglés. No podría haber ninguna retirada. Era avanzar en victoria o morir. Ésta debe ser su actitud hacia el ministerio de sanidad.

 

Usted tomará uno de dos posiciones que involucran lo que usted ha aprendido en este estudio:

 

n       Usted o estará como el líder del Nuevo Testamento nombrado Gamaliel que estaba de pie en el medio del muro insistiendo en la cautela, sugiriendo a los líderes religiosos un acercamiento del tipo “espera y vea”...

n       O usted será como el Apóstol Pedro que tomó el riesgo de la acción. Él sanó al hombre cojo, incurrió en el enojo de líderes espirituales, y permaneció contra las autoridades que le dijeron para no predicar o sanar en el nombre de Jesús.

 

Siempre recuerde: Usted es un facilitador de la sanidad, no el sanador. Usted es sólo un canal a través de quien el Sanador dentro de usted fluye a...

 

n       Las personas que enfrentan malignidades terminales y soportan dolor terrible.

n       Las personas que están frustradas, desesperadas, y preparadas para desistir.

n       Las personas que han perdido amados o han sido heridas por otros y sus corazones claman con emociones dolorosas.

n       Las personas limitadas por cadenas de pecado y opresión demoníaca.

n       Las personas que enfrentan la muerte.

 

Usted no es llamado para gastar su tiempo explicando las dificultades y las preguntas sin respuestas que pueden levantarse en el ministerio de sanidad. Usted no es llamado para contestar las preguntas, sino para ministrar la sanidad. Así como cuando usted ministra la salvación, deje los resultados del ministerio de sanidad con Dios. Adopte la misma actitud como la del Evangelista F.F. Bosworth que dijo:

 

"Yo, solamente por uno, predicaré todo el Evangelio mismo si yo nunca mirar a otro hombre salvo o sanado mientras yo vivir. Yo me determino a basar mis doctrinas en la Palabra inmutable de Dios, no en los fenómenos (la experiencia).”

 

A través de las páginas de este manual, nosotros hemos puesto en sus manos el potencial para un milagro. Nosotros hemos plantado una semilla de sanidad en su vida. Es mucho como una semilla en el mundo natural. Para que ella genere vida, la semilla debe ser nutrida.

 

En este estudio a usted se ha dado una semilla del milagro de la Palabra de Dios. Es la semilla de fe acerca de la sanidad. Así como usted no puede explicar cómo una semilla natural germina y crece, usted no puede explicar todo sobre el asunto de sanidad. Pero si usted nutre la semilla que se ha plantado en su alma y espíritu, traerá la vida adelante.

 

En conclusión, aquí están dos preguntas finales:

 

Nosotros estamos preguntando:

 

"¿Qué usted hará con esta semilla?"

 

Jesús está preguntando:

 

¿Qué es más fácil decir, “tus pecados están perdonados” o decir, “Levántese, y ande”?

 


APÉNDICE A

 

ANÁLISIS DE DIAGNÓSTICO

 

Lo siguiente lista de verificación se diseña para ayudarle a analizar y tratar con las posibles causas de una enfermedad. Cuidadosamente considere cada pregunta. Pídale discernimiento y revelación a Dios mientras usted completa este análisis:

 

ANÁLISIS ESPIRITUAL:

 

___ ¿Tiene usted recibido a Jesucristo como su Salvador personal?

___ ¿Tiene usted recibido a Jesucristo como su Sanador?

___ ¿Usted cree que Dios puede y lo sanará?

___ ¿Usted lee la Biblia cada día?

___ ¿Usted estudia la Palabra de Dios sobre sanidad para aumentar su fe?

___ ¿Usted reivindica las promesas de sanidad de la Palabra de Dios?

___ ¿Sus acciones y confesiones verbales reflejan la fe o dudan de las promesas de Dios?

___ ¿Usted enfoca en sus síntomas o en las promesas de Dios?

___ ¿Usted ora cada día?

___ ¿Usted confiesa sus pecados a Dios y pide el perdón cada día?

___ ¿Usted perdona a otros y ora por ellos?

___ ¿Usted se examina regularmente con respecto a los obstáculos que puedan impedir su oración incluyendo:

 

___ Pecado de cualquier categoría.

___ Ídolos en el corazón.

___ Un espíritu rencoroso.

___ Egoísmo y motivos malos.

___ Hambre de poder, oraciones manipuladoras.

___ Tratamiento malo de su cónyuge.

___ Justicia propia.

___ Incredulidad.

___ No permanecer en Cristo y en Su Palabra.

___ Falta de compasión.

___ Hipocresía, orgullo, vana repetición.

___ No pedir según la voluntad de Dios.

___ No pedir en el nombre de Jesús.

___ Obstáculos Satánicos.

___ No buscar el Reino de Dios en primero lugar.

 

___ ¿Usted viola cualquier directiva bíblica a sabiendas?

___ ¿Usted recibe regularmente y propiamente se prepara para la Comunión?

___ ¿Usted adora regularmente con otros creyentes, rodeándose de un ambiente de fe?

___ ¿Tiene habido cualquier envolvimiento con el sobrenatural por sus abuelos, padres, o usted? ¿En ese caso, usted ha renunciado este envolvimiento y ha orado por cualquier maldición existente a ser rota?

___ ¿Tiene usted dado énfasis a la sanidad de su cuerpo más que a las cuestiones espirituales?

___ ¿Usted busca sólo la sanidad física en lugar de la sanidad en el cuerpo, alma, y espíritu?

___ ¿Usted enfoca la atención más en su sanidad que en el Sanador?

___ ¿Usted trató de las variables que afectan la sanidad incluyendo:

 

___ Falta de enseñanza.

___ Incredulidad.

___ Falta de fe.

___ Falta de poder.

___ Pecado personal no confesado.

___ Rechazo de ser hecho sano.

___ Falta de decisión y deseo.

___ Problemas con la petición: no pedir, no pedir específicamente, y pedir con motivo malo.

___ Falta de perseverancia.

___ Desobediencia en el proceso de sanidad.

___ Inadecuadamente discierne el Cuerpo de Cristo: El significado de la sangre y carne, división en el cuerpo, comer indignamente.

___ El espíritu maligno no se expulsa.

___ Neutralizar la obra de Dios.

___ Violación de las leyes naturales.

 

___ ¿Usted devolvió su cuerpo (el templo de Dios) a Él?

___ ¿El Espíritu Santo llenó su “casa espiritual” para que los demonios no puedan morar allí?

___ ¿Usted busca el Reino de Dios en primero lugar para que la sanidad pueda agregarse a usted?

___ ¿Usted usa sus armas espirituales en la batalla por el cuerpo? Éstos incluyen:

 

___ La Palabra de Dios.

___ La Sangre de Jesús.

___ La confesión de su propio testimonio.

___ Autoridad para ligar y soltar.

___ Oración y alabanza.

___ Las armas de  la guerra espiritual.

___ La autoridad y poder del Espíritu Santo.

___ El nombre de Jesús.

 

___ ¿Tiene usted requerido a los ancianos de la Iglesia para orar siguiendo la directiva de Santiago 5:13-18?

 

Escriba su plan para corregir los problemas identificados en la lista precedente:

________________________________________

 

ANÁLISIS FÍSICO:

 

___ ¿Tanto cuanto su dinero permite, usted mantiene una dieta equilibrada?

___ ¿Usted come regularmente mucho o poco?

___ ¿Usted tiene cualquier desorden de alimentación seria?

___ ¿Usted tiene sido verificado a causa deficiencias nutritivas, alergias, o condiciones físicas relacionadas a la dieta?

 

Escriba un plan por corregir su dieta:

________________________________________

 

___ ¿Usted duerme adecuadamente?

___ ¿Usted hace ejercicio apropiado?

___ ¿Usted fuma?

___ ¿Usted bebe substancias embriagadoras, dañosas?

___ ¿Usted toma drogas dañosas?

___ ¿Usted comete fornicación (pecados sexuales como el adulterio, homosexualidad, etc.)?

___ ¿Si usted bajo medicaciones, usted los toma como prescrito?

___ ¿Usted está abierto a los medios médicos y naturales de sanidad?

 

Escriba un plan por corregir problemas identificados en la lista precedente:

________________________________________

 

ANÁLISIS EMOCIONAL Y MENTAL:

 

___ ¿Tiene usted eliminado las “tradiciones de hombres” que podría prevenirlo de recibir la sanidad? (Vea los Capítulos Once y Doce de este manual.) Éstos incluyen creencias o las preguntas irresolutas siguientes:

 

___ Sanidad y milagros no son para hoy.

___ ¿Por qué no son todos los muertos que se resucitan?

___ ¿Si la sanidad divida funciona, por qué los Cristianos mueren?

___ La medicina moderna hace la sanidad divina innecesaria.

___ La sanidad divina es enseñada por los cultos falsos.

___ El cuerpo recibe más énfasis que el alma.

___ Usted está enfermo debido a su pecado.

___ Es la voluntad de Dios para usted estar enfermo.

___ Ésta es una aflicción del justo.

___ Sanidad divina es rara.

___ La enfermedad es su cruz.

___ La enfermedad es su aguijón en la carne.

___ ¿Hay personas, lugares, o períodos de tiempo en su vida que usted evita o niega?

___ ¿Los recuerdos de ciertas personas, lugares, eventos, o períodos de tiempo en su vida producen sentimientos de vergüenza, culpa, miedo, herida, enojo, rechazo, o amargor?

___ ¿Usted tiene perdonado a otros que lo han herido?

___ ¿Usted tiene se perdonado por los pecados y fracasos?

___ ¿Usted tiene cualquier prejuicio?

___ ¿Usted tiene cualquiera incapacidad limitadora que está vinculada a eventos en el salvado?

___ ¿Usted tiene miedos inmoderados?

___ ¿Usted tiene un afecto inmoderado por cosas, prácticas, o relaciones dañosas?

___ ¿Usted tiene cambios de humor violentos?

___ ¿Usted está deprimido y descorazonado mucho del tiempo?

___ ¿Usted tiene un auto imagen baja?

___ ¿Usted está generalmente feliz?

___ ¿Usted tiene un espíritu pacífico?

___ ¿Usted tiene dificultad de tratar con la crítica?

___ ¿Usted es argumentativo, enfadado, o rápidamente templado?

___ ¿Usted es ansioso y temeroso sobre el futuro?

___ ¿Su existencia parece aburrida y sin verdadero significado?

___ ¿Usted fue físicamente, sexualmente, mentalmente, o emocionalmente abusado por alguien? ¿Cómo usted ha tratado de sus sentimientos hacia ellos?

 

Escriba un plan para corregir problemas identificados en la lista precedente:

________________________________________


 APÉNDICE B

 

LA BASE BÍBLICA DE LA

SANIDAD Y LIBERACIÓN

 

Use este Apéndice para continuar su estudio de la base bíblica de la sanidad y liberación.

 

NOMBRES DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 

Jehová-Jireh                   El Señor proveerá                    Génesis 22:14

                                      NT: Filipenses 4:19

Jehová-Nissi                    El Señor nuestro estandarte                    Éxodo 17:8-15

                                      NT: Juan 15:13

Jehová-Shalom                    El Señor nuestra paz                   Jueces 6:24

                                      NT: Efesios 2:14

Jehová-Raah                    El Señor nuestro pastor                    Salmos 23:1

                                      NT: Juan 10:11

Jehová-Tsidkenu                    El Señor nuestra justicia                    Jeremías 23:6

                                      NT: 1 Corintios 1:30

Jehová-Shammah                   El Señor está presente                    Ezequiel 48:35

                                      NT: Hebreos 13:5

Jehová-Rapha                    El Señor tu Médico                    Éxodo 15:26

                                      NT: Santiago 5:15

 

LA ORACIÓN DE EL SEÑOR POR SANIDAD

 

Cuando usted ora la oración modelo dada por Jesús conocida como “La Oración del Señor”, incluía una petición por sanidad:

 

“Padre nuestro que estás en los cielos”: Cuando usted apela a Nuestro Padre, usted está apelando basándose en lo que todos Sus nombres significan y que incluyen “El Señor Tu Sanador”.

 

“Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en a tierra”: No hay enfermedad o pecado en el Cielo. Nosotros debemos hacer la voluntad de Dios en la tierra como ella se hace en el Cielo, así nosotros debemos luchar contra la enfermedad así como contra el pecado.

 

“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”: Jesús dijo que el pan pertenece a os hijos (los creyentes). La sanidad física es parte del pan de los hijos (Mateo 15:21-28).

 

“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”: Este pasaje habla de sanidad espiritual.

 

“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”: debe resistirse a la enfermedad como usted resistiría a la tentación.

 


EL CICLO DE DESTRUCCIÓN

 

Dios dijo que Él sanaría y restauraría lo que la oruga, saltón, y el pulgón habían destruido (Joel 2:25). La oruga es la fase larval de langosta. El pulgón también es un tipo de langosta.

 

Todos los tres son pequeños en tamaño, grandes en número, y parte de una familia grande de los insectos más destructivos. Cada uno pasa por las fases de huevo, larva, crisálida, y adulto. Los adultos ponen los huevos de la próxima generación. Hay un ciclo interminable de destrucción.

 

Debido al pecado, hay un ciclo interminable de destrucción en acción en el mundo. Sólo a través de Dios los efectos de la oruga, saltón, y pulgón espirituales pueden ser sanados.

EL ESPÍRITU

 

Enfermedad de...               El Remedio Divino                                    El Remedio Natural

Espíritu (pecado)                Confesión y arrepentimiento          Ninguno

Apropiarse de la salvación

a través de Jesús.

 

Cuerpo                             Oración de fe para la sanidad        Sanidad natural.

física. Liberación cuando Sanidad médica*

causada por demonios.

 

Emociones                       Oración para la sanidad interna.         Consejo

Liberación cuando causada

por demonios.

Confesión y arrepentimiento

para las emociones malas.

Perdón de otros.

Restauración a otros,

dónde aplicable.

 

Mente                             Puede involucrar la oración                  Consejo o

para sanidad o si orgánica Liberación si causada

o funcionalmente causada. por demonios.

 

 

 

* La medicina sólo es eficaz donde los problemas son orgánicamente o funcionalmente basados. La medicina no será obviamente afectiva para los problemas demoníacos y/o espiritualmente arraigados.

 

Resumen:

 

Toda la sanidad legítima viene de Dios, si a través de la oración, remedios, o los procesos naturales. La Escritura enseña que mientras Dios realiza los milagros, Él está igualmente activo en los eventos reincidentes que nosotros podemos explicar y podemos predecir (para un ejemplo, vea Salmos 65 qué explica el poder del Señor en acción en los “procesos naturales” de la tierra). Lo más importante es comprender esto y darle la gloria a Dios para sanidad no importa el canal a través de que se recibe:

 

“Pero fui yo el que enseñó a caminar a Efraín, tomándolo por sus brazos. Sin embargo, no reconocieron que yo los sanaba” (Oseas 11:3).

 

EL ÁRBOL DE SANIDAD

 

En Apocalipsis 22:2, Juan describe un árbol en la Nueva Jerusalén cuyas hojas son para la sanidad de las naciones.

 

Su fuente es el agua de vida que:

 

n       Es pura

n       Es clara como cristal

n       Fluye del trono de Dios y del Cordero

 

La situación del árbol está en la ciudad santa, en cualquier lateral del río, en medio de la calle. Se describe como:

 

n       Un árbol de vida

n       Que lleva 12 frutos

n       Nunca yerma, pues lleva fruto mensualmente

n       Las hojas son para la sanidad de las naciones

 

A los vencedores se permite comer de este árbol (Apocalipsis 2:7; 2:14). Los resultados de comer son:

 

n       Ninguna maldición: Apocalipsis  22:3

n       Las naciones sirven a Dios: Apocalipsis 22:3

n       Ninguna herida interna, muerte, dolor, grito, recuerdos malos (las cosas anteriores al fallecimiento): Apocalipsis 21:4

n       Todas las cosas son nuevas: Apocalipsis 21:5

 

Las varias otras traducciones de la Biblia indican este árbol como sirviendo como remedio (Weymouth); para sanar (Moffat); y contenía el remedio para sanar (Williams).

 

ESTUDIO DE PALABRAS[1]

 

Se hicieron estudios de las siguientes palabras durante la investigación y preparación de este curso:

 

SALUD:

 

Sólo usada en el Nuevo Testamento. La palabra griega es “hugiaino”. Denota ser saludable, tener buena salud como en 3 Juan 2. En Hechos 27:34 salvación se traduce “salud”.

 


SANAR,  SANIDAD:

 

En el Antiguo Testamento, sanar primero ocurre en Génesis 20:17 donde Dios sanó Abimelec. Se usa aproximadamente 65 veces en el Antiguo Testamento. Sanar se describe como restaurar al normal.

 

Las apelaciones a Dios por sanidad son comunes:

 

n       Sáneme, pues mis huesos están abatidos: Salmos 6:2

n       Sáneme, y yo me sanaré: Jeremías 17:14

n       No sólo las enfermedades humanas son sanadas, pero también el agua mala: 2 Reyes 2:22; Ezequiel 47:8; Jeremías 19:11

n       Sanidad de una nación involucra el perdón de Dios cuando esa nación se arrepiente: Oseas 6:1; Jeremías 30:17

n       Incluso las ciudades extranjeras pueden conocer esta sanidad si ellas se arrepienten: Jeremías 51:8-9

n       Se condenan los profetas falsos porque ellos sólo tratan de los síntomas y no de las heridas espirituales profundas de las personas: Jeremías 6:14; 8:11

 

En el Nuevo Testamento, los verbos para esta palabra incluyen:

 

1. Therapueno: servir o asistir.

 

Cuidar del enfermo, tratar, curar, sanar. Principalmente usado en Mateo y Lucas, una vez en Juan 5:10 y después del libro de Hechos sólo en el Apocalipsis 13:3 y 12.

 

2. Iaomai: sanar, hacer entero espiritualmente y físicamente.

 

n       Ejemplo de sanidad física: Mateo 15:28. Usado 22 veces en este significado.

n       Para ejemplos de sanidad espiritual: Mateo 13:15; Juan 12:40; Hechos 28:27; Hebreos 12:13; 1 Pedro 2:24.

 

3. Sozo: salvar de la enfermedad y sus efectos. Vea a Marcos 5:23 y Lucas 8:36 para ejemplos.

 

4. Diasozo: salvar completamente. Vea a Lucas 7:3

 

Sustantivos para esta palabra incluyen:

 

1. Therapeia: Denota cuidado y atención (Lucas 12:42).  Los efectos de las hojas del árbol de vida: Apocalipsis 22:2.

 

2. Iama: Un medio de sanar. Usado en el plural en 1 Corintios 12:9,28,30.

 

3. Iasis: Similar al verbo #2. Enfoca en el proceso de como alcanzar la realización (Lucas 13:32; Hechos 4:22,30).

 

CURA:

 

La palabra no se usa en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento el sustantivo “iasia” significa la sanidad, una cura: Lucas 13:32; Hechos 4:22; 4:30. El verbo “therapeuo” significa servir en Hechos 17:25; sanar, restaurar a la salud, y curar en Mateo 17:16,18; Lucas 7:21; 9:1; Juan 5:10; Hechos 28:9.

 

ENFERMO:

 

La palabra se usa en el Antiguo Testamento 60 veces en hebreo. Se encuentra primero en Génesis 48:1.

 

Hay una variación de significado, incluso debilidad, menos del normal, hacer demasiado y ponerse débil. El sustantivo “enfermedad” ocurre 23 veces en el Antiguo Testamento y describe el sufrimiento como en Isaías 53:3-4. Algunos lo traducen como pesar y enfermedad. El significado de enfermedad se da en Deuteronomio 7:15.

 

En el Nuevo Testamento, enfermo se usa en la forma de verbo incluyendo:

 

1. Astheneo: ser débil, débil, impotente, enfermo.

 

2. Kamno: estar cansado de los efectos de trabajo constante: Hebreos 12:3; Santiago 5:15. Cansancio de mente que impide la recuperación física.

 

3. Sunecho: Ser atacado o afligido por enfermedades, ser tomado con.

 

También se usa como un adjetivo:

 

1. Asthenes: Sin fuerza, débil, débil.

 

2. Arrhostos: Gente débil, enfermiza, enferma.

 

La forma de sustantivo incluye:

 

1. Astheneia: Debilidad, enfermedad.

 

2. Nosos: Enfermedad

 

ENFERMEDAD:

 

Esta palabra no se usa en el Antiguo Testamento, pero en el Nuevo Testamento incluye:

 

1. Astheneia: Falta de fuerza, debilidad, la incapacidad para producir resultados: Romanos 8:26; 2 Corintios 11:30; 12:5,9,10. En Lucas 13:11 es el “espíritu de enfermedad” que atribuye la enfermedad directamente a Satanás.

 

2. Asthenema: Debilidad de fe (Romanos 15:1).

 

DOLENCIA:

 

En el Antiguo Testamento dolencia de los pies se menciona en 1 Reyes 5:23 e 2 Crónicas 16:12.

 

Dolencia en los intestinos se menciona en 2 Crónicas 21:15. La dolencia se caracteriza como:

 

n       Aborrecible: Salmos 38:7

n       Mala: Salmos 41:8

n       Gran: 2 Crónicas 16:12

n       A veces incurable: 2 Crónicas 21:18

 

En el Nuevo Testamento, se usan los siguientes sustantivos para la enfermedad:

 

1. Astheneia: Carente de fuerza, debilidad, dolencia, o enfermedad.

 

2. Malalkia: Suavidad, debilidad, enfermedad.

 

3. Nosos: Dañado, enfermo, enfermedades.

 

4. Nosema: Cochear sobre.

 

Los siguientes verbos se usan en el Nuevo Testamento:

 

1. Astheneo: Falta de fuerza, ser débil, enfermo.

 

2. Echo Kakos: Estar enfermo o doliente.

 

Había muchos tipos de enfermedades. Algunas son anónimas (Mateo 4:24; 14:35; Marcos 1:32 - 34; Lucas 4:40). Otras se identifican (Mateo 9:20). Jesús sanó todas las enfermedades: Mateo 4:23; 9:35; 14:35; Marcos 1:32; 10:1; Lucas 6:17; 9:1; Juan 5:4; 6:2.

 

AFLICCIÓN:

 

Como usado en griego, esto no significa la incapacidad física. Significa problema, persecución, penalidad, y tribulación.

 

SANTIAGO 5:13-18

 

Las personas responden a las dificultades en una de dos maneras:

 

1. Algunos ven el problema como aflicción: Si usted está afligido (pruebas, persecuciones, tentaciones) usted debe orar por usted. Usted puede pedir a otros para orar con usted, pero ellos no son llamados para orar sus problemas se acabaren. La Escritura dice que usted debe orar cuando usted es afligido porque usted necesita aprender a orar a través de las pruebas y tentaciones sobre cómo ser un vencedor.

 

2. Algunos ven el problema como alegría: Su alegría no es debido al propio problema, pero en medio del problema ellos pueden todavía regocijar en el Señor, sabiendo que Él está trabajando en y a través de las circunstancias.

 

Los ancianos serán llamados para orar por el enfermo. Note que es más de uno anciano. De esta manera la gloria por la sanidad va a Dios en lugar del hombre. El enfermo debe llamar a los ancianos como un acto de fe y oración deberá ser ofrecida. Ella debe ser una oración de fe, ferviente, y ofrecida por un hombre justo. Elías es usado como un ejemplo de un hombre justo que sabía como orar la oración de fe con fervor. Para el fondo vea 1 Reyes 17:1; 18:1; y Lucas 4:25. El enfermo será salvo (de su enfermedad física), levantado (retorno de la fuerza), y perdonado de su pecado (sanidad espiritual).

 

Este pasaje muestra que un vínculo directo entre el pecado y la enfermedad existe en algunos casos (también vea Salmos 41:4). Hay dimensiones espirituales, así como físicas, a sanar. También demuestra cómo nosotros trabajamos en sociedad con el Señor. Nosotros ministramos y Él levanta.

 

SANIDADES INDIVIDUALES DE JESÚS

 

Donde La Influencia Demoníaca se Menciona

 

Mateo Marcos Lucas

La mujer lisiada                                                                             13:10-17

El hombre con espíritu inmundo                                             1:23-25      4:31-37

Endemoniado gadareno                                   8:28-32      5:1-13          8:26-33

La mujer con el problema de sangre                   9:20-23      5:25-34      8:43-48

La hija de la mujer sirofenicia                        15:21-28      7:24-30

El niño con el espíritu maligno                           17:14-21      9:14-29      9:37-43

El mudo endemoniado                             9:32-33

Sordo y mudo endemoniado                   12:22-30      3:22-27      11:14-26

 

NOTAS DEL ESTUDIO:

 

Las siguiente son las notas del estudio sobre sanidades individuales dónde la influencia demoníaca se identifica específicamente:

 

La Mujer Lisiada: Lucas 13:10-17

 

Esta mujer estaba atada o lisiada:

 

Físicamente: Su costas estaba torcida (Satanás hace esto a nosotros para que nuestra mirada esté abajo en lugar de arriba).

Espiritualmente: para que nuestra mirada esté abajo en lugar de arriba.

Mentalmente: le habían dicho que no había esperanza.

Financieramente: Ella había gastado todo.

 

Esta mujer estaba asistiendo a la adoración en día Sabático y Jesús la llamó de una “hija de Abraham” (Gálatas 3:7). Nosotros podemos asumir que ella era un justo, una persona temiente a Dios, todavía un espíritu de enfermedad la había ligado durante 18 años.

 

Este caso ilustra la importancia de discernimiento en ministrar la sanidad. Ésta fue una enfermedad causada Satánicamente. En Su ministerio, Jesús distinguió entre enfermedades físicas normales que fueron curadas con imposición de manos o unción con aceite y casos de aflicción demoníaca.

 

En casos de un creyente que está atado desde el exterior como resultado de la aflicción demoníaca, es obligatorio soltar el espíritu. Si fuera un incrédulo con enfermedades físicas que son resultado de la posesión demoníaca, los demonios se deben ser expulsos. Jesús preguntó, “no debería esta mujer haber sido libertada?” (Jesús todavía nos pregunta, “no debe el enfermo ser sanado?”)

 

La liberación de esta mujer ocurrió durante un servicio regular de la iglesia. Levantó la oposición de los líderes espirituales, incluso del líder de la sinagoga. Tratar con los poderes demoníacos aun levanta objeciones de muchos líderes espirituales. Algunos niegan su existencia. Otros niegan su poder para oprimir o poseer.

 

Jesús puso las manos en la mujer atada. Inmediatamente, ella fue hecha recta y Dios fue glorificado. En todo el verdadero ministerio a los demoníacamente oprimidos o poseídos, Dios debe recibir la gloria, no la persona usada por Dios en el proceso de la liberación.

 

El hombre Con Un Espíritu Inmundo En La Sinagoga: Marcos 1:23-28; Lucas 4:31-37

 

Aunque este hombre estaba presente en la sinagoga en Capernaúm, Jesús no se refiere a él como un hijo de Abraham o indica que él era un seguidor de Dios. Puede haber aquellos presentes en una iglesia que son incrédulos y poseídos de demonios. La asistencia a la iglesia no garantiza una experiencia de nuevo nacimiento o libertad de los poderes demoníacos.

 

Jesús estaba enseñando con autoridad cuándo el espíritu clamó, “¿Qué tienes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres: ­el Santo de Dios!” El demonio realmente citó una Escritura encontrada en Salmos 16:10. Esta posesión demoníaca fue plural, indicada por “nosotros”, revelando la presencia de más de un demonio.

 

Los demonios trabajan en equipos. Un demonio era el portavoz, sin embargo, porque él dijo “yo”.

 

Cuándo el demonio empezó a hablar, Jesús lo reprendió diciendo, “­Cállate y sal de él!”.  Los demonios rasgaron el hombre, clamado con una voz fuerte, lo tiró abajo, y salió.

 

Los testigos de este evento se maravillaron con la autoridad e poder con que Jesús expulsó los espíritus inmundos. Ellos estaban asombrados y cuestionando, “¿Qué es esto?” Informes y rumores se extendieron como resultado.

 

El Endemoniado Gadareno: Mateo 8:28-32; Marcos 5:1-13; Lucas 8:26-33.

 

Según Mateo, dos hombres poseídos por los demonios estaban tan feroces que ningún hombre pudiera controlarlos, vivían en las tumbas. Marcos y Lucas enfatizan la condición terrible y la liberación de uno de los dos cuya condición era quizás el peor ya encontrado durante el ministerio de Jesús.

 

La posesión aquí había sido por muchos demonios. Ambos los hombres fueran tan afectados que ellos no pudieran vivir en la sociedad normal. Ellos vivieron en el cementerio. Los demonios en uno de los hombres se llamaban “Legión” porque ellos eran muchos. Ellos hicieron imposible de controlar a este hombre, incluso con cadenas.

 

Los demonios lo atormentaron tan mal que él clamaba, se cortaba con piedras, y no llevaba ropa. No es necesario conocer el nombre de un demonio por tener autoridad sobre él. Su autoridad está en el nombre de Jesús.

 


Note los tipos de esclavitud involucrados en este caso:

 

Físico:                   Quebró cadenas, cortaba a sí mismo

Emocional y mental:          Clamaba

Social:                   Separado de la sociedad

Moral:                     Ninguna ropa

Espiritual:                          Legión de demonios

 

Los demonios reconocieron a Jesús y preguntaron si Él hubiera venido a atormentarlos antes de su tiempo.

 

“Su tiempo” se refiere a su último juicio en el lago de fuego.

 

Que ellos pidieron no ser mandados del país indica que los demonios pueden ser asignados por Satanás a territorios específicos. Jesús les permitió entrar en una manada de cerdos cuando Él los expulsó. Esto produjo la muerte de los cerdos. Los residentes de la ciudad le pidieron a Jesús que saliera.

 

Los cerdos eran su sustento y eran más importantes a ellos que la liberación de hombres de los poderes demoníacos.

 

La mujer Con el Problema De La Sangre: Mateo 9:20-23; Marcos 5:25-34; Lucas 8:43-48

 

Esta mujer tenía esta condición durante 12 años. Ella sufrió muchas cosas de muchos médicos y gastó todo que ella tenía, pero tenía quedado bien peor. Ella era persistente, porque ella se apretó a través de la muchedumbre para tocar a Jesús.

 

Ella habló en fe consigo misma y buscó sanidad integral, no simplemente sanidad. Ella dijo, “yo estaré completamente sana” (Traducción del Original). Fue su fe, no su toque que la sanó. Jesús dijo, “tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda sanada de tu azote”.

 

Cuando la mujer tocó a Jesús, la virtud salió de Él y ellos dos la sintieron. Ella fue sanada desde esa hora e inmediatamente sintió en su cuerpo que ella estaba sanada de la plaga. Ella también fue sanada emocionalmente cuando ella recibió la liberación de su sufrimiento. Aunque Jesús usó a menudo el discernimiento, en este caso Él usó los medios naturales. ¿Él preguntó, “Quién me tocó?”

 

La Hija de la Mujer Sirofenicia: Mateo 15:21-28; Marcos 7:24-30

 

Esta muchacha joven tenía un espíritu inmundo que su madre reconoció por las manifestaciones exteriores.

 

Ella describió a su hija como “gravemente atormentada por un demonio”. Jesús sanó a la muchacha debido a la fe mostrada por su madre. La hija no estaba en la presencia de Jesús lo que demuestra la presencia física real no es necesaria para la liberación de aquellos oprimidos o poseídos por Satanás.

 

Este y lo siguiente incidente demuestra que los niños pueden ser afectados por Satanás. Este incidente también ilustra la importancia de persistencia y el hecho que sanar es el “pan de los hijos” (pertenece a los niños de Dios).

 

El Niño Con el Espíritu Maligno: Mateo 17:14-21; Marcos 9:14-29; Lucas 9:37-45

 

Los discípulos intentaron expulsar un espíritu maligno, pero fallaron. Jesús dijo que fue debido a la incredulidad y al hecho que este tipo particular de demonio sólo salió por la oración y ayuno. Un ambiente de incredulidad puede haber influido en esta situación, pues los discípulos fueron rodeados por y en debate con los líderes religiosos en el momento.

 

Esta historia también demuestra que hay poderes demoníacos diferentes, más poderosos que otros. La descripción combinada del muchacho de todos los relatos bíblicos revela:

 

n       Él era un loco (mentalmente desajustado)

n       Él estaba penosamente molestado

n       Él se lanzaba a menudo en el fuego y en el agua (destruyendo el espíritu)

n       El espíritu machucó o lo dañó

n       Él tenía un espíritu mudo

n       El espíritu lo rasgaría

n       Él rechinó sus dientes

n       Había lejos físicamente un afligiéndose general

n       Él tenía esta condición desde la niñez

 

Uno debe tener el cuidado para no clasificar todo sordo y mudo o aquellos con epilepsia como poseído demonio. Hay muchos sordos y mudos a quién no son poseídos de demonios. Ellos pueden haber sufrido enfermedades o lesiones que producían su condición.

 

Lucas registra que cuando el muchacho vino a Jesús, el demonio causó un ataque. Jesús reprendió el espíritu y sanó al niño. Mateo registra que Jesús reprendió al diablo, él partió, y el muchacho fue curado en la misma hora.

 

El registro de Marcos de este encuentro demoníaco es más extenso que aquellos de Mateo y Lucas.

 

Jesús entrevistó y cuestionó al padre acerca de cuánto tiempo el muchacho había estado poseído. El padre dijo que la condición había existido desde la niñez temprana.

 

Jesús enfatizó al padre la importancia de la fe, entonces él reprendió al espíritu sordo y mudo y le dijo a salir y no entrar en ningún más. El espíritu gritó y salió, dejándolo en tal condición que muchos pensaron que él estaba muerto, pero Jesús lo tomó por la mano y lo levantó.

 

Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús por qué ellos fueron incapaces de expulsar el demonio, Jesús contestó:

 

“Jesús les dijo: - Por causa de vuestra poca fe. Porque de cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí, allá; y se pasará. Nada os será imposible. Pero este género de demonio sale sólo con oración y ayuno” (Mateo 17:20-21).

 

Su respuesta revela la importancia de fe, oración, y ayuno al tratar con los poderes demoníacos. También demuestra que algunos demonios son más difíciles de expulsar que otros porque Jesús dijo, “este género de demonio sale solo” con oración y ayuno. Una nota interesante: los hombres rechazaron a Jesús (Juan 1:11) mientras los demonios lo reconocieron (Lucas 10:15).

 

El Mudo Endemoniado: Mateo 9:32-33

 

Este hombre fue llevado a Jesús con mudez causada por la posesión del demonio. Cuando el demonio se expulsó, el hombre pudo entonces hablar. La muchedumbre se maravilló y dijo, “nunca se vio así en Israel”. Los Fariseos acusaron a Jesús de expulsar los diablos a través del príncipe de los diablos.

 

Sordo Y Mudo Endemoniado: Mateo 12:22-30; Marcos 3:22-27; Lucas 11:14-26

 

La posesión aquí incluyó las aflicciones físicas de ceguedad y sordez. Jesús sanó a este hombre expulsando el demonio de él. Él pudo hablar y ver después de la liberación. Fue en relación con esta liberación que Jesús repartió Su enseñanza más extensa con respecto a la expulsión de demonios. Un resumen de esta enseñanza revela:

 

n       Que una casa dividida no puede estar de pie. Los demonios llaman los cuerpos en que ellos residen de su “casa”. No es posible para los demonios y el Espíritu de Dios existir en la misma casa.

n       Satanás no puede expulsar a Satanás.

n       Expulsar los demonios es parte del ministerio del Reino de Dios.

n       Los demonios se expulsan por el Espíritu de Dios.

n       Es necesario atar al hombre fuerte (Satanás) antes de intentar expulsarlo (despojar sus obras).

n       No hay tierra neutra en esta batalla espiritual. Si usted no está con Jesús, usted está contra Él.

n       Cuando un espíritu inmundo es expulso de una persona, él busca volver a entrar en un cuerpo humano.

n       Si la persona de quien el demonio parte no llenar su casa espiritual, el demonio volverá con otros demonios. La condición final de esa persona será peor que al principio.

 

Otros Incidentes:

 

Además de estas referencias específicas, la Biblia hace comentarios generales con respecto al ministerio de Jesús a aquellos afectados por los poderes demoníacos.

 

n       En las siguientes referencias el término “sanado” se usa para describir cómo Jesús trató con los demonios: Mateo 4:24; Lucas 6:18.

n       En las siguientes referencias el término “expulso” se usa para describir Su estrategia: Marcos 1:32-34,39; 6:13.

n       Lucas 4:41 simplemente registra que “los demonios salieron”. Lucas 7:21 declara que Él “los curó”.

n       Mateo 8:16 registra que Él “los expulsó con Su palabra”.

n       Marcos 16:9 y Lucas 8:2-3 declara que Jesús expulsó siete demonios de Maria Magdalena.

n       En las muchedumbres grandes, Jesús no permitió a los demonios hablar: Marcos 1:32-34.

 

SANIDADES INDIVIDUALES DE JESÚS

 

Donde la Influencia Demoníaca no Se menciona

 

                        Mateo                         Marcos                         Lucas                         Juan

 

La suegra de Pedro                   8:14-15                   1:30-31                   4:38-39

Leproso                   8:2-4                    1:40-42                           5:12-13

Paralítico                    9:1-8:35                    2:1-12                    5:17-26

El hombre con la mano marchita                   12:9-13                    3:1-5                    6:6-11

La hija de Jairo                   9:18-19                    5:22-24                           8:41-42

                   23-26                    35-43                              49-56

El hombre sordo y mudo                   7:32-37 

El hombre ciego                    8:22-26

El ciego Bartimeo                    20:30-34                   10:46-52                   18:35-43

El siervo del centurión                    8:5-13                             7:1-10

Dos hombres ciegos                    9:27-30

El hijo de la viuda                               7:11-15

El hombre con hidropesía                                            14:1-6

Diez leprosos                                       17:11-19

La oreja del siervo                                                 22:49-51

El hijo del noble                                                                     4:46-53

Inválido                                                                  5:1-47

El hombre nacido ciego                                                          9:1-14

Lázaro                                                                   11:1-44

La mujer en adulterio                                                                 8:1-11

La mujer pecadora                                             7:36-50

 

NOTAS DEL ESTUDIO:

 

Las siguientes son las notas del estudio sobre las sanidades individuales sin influencia demoníaca específicamente mencionada:

 

La Suegra de Pedro: Mateo 8:14-15; Marcos 1:30-31; Lucas 4:38-39

 

Ellos le dijeron a Jesús de la necesidad. Él vino, la tomó por la mano, la levantó, y la fiebre la dejó. Otros registros agregan que Él la tocó, de pie encima de ella, y reprendió la fiebre. Ella subió a y ministró a ellos.

 

El Leproso: Mateo 8:2-4; Marcos 1:40-42; Lucas 5:12-13

 

Cuando el leproso vio a Jesús, él vino adorando pero cuestionando. Él dijo, “Si quieres”. Jesús dijo, “yo quiero”. Este hombre es el único registro de alguien cuestionando la voluntad de Jesús con respecto a la sanidad. Jesús lo aseguró inmediatamente, “yo quiero”. Jesús movió con compasión y estiró Su mano y lo tocó. Jesús le dijo para no decir a nadie pero ir y se mostrar al sacerdote como un testimonio. Él partió, y “inmediatamente” él estaba limpio.

 

Paralítico: Mateo 9:1-8,35; Marcos 2:1-12; Lucas 5:17-26

 

El poder del Señor estaba presente para sanar porque Jesús habló la Palabra de Dios a ellos.

Los fariseos, doctores, y escribas también estaban presentes, pero sanidad vino por la Palabra, no por los educadores y líderes religiosos.

 

El hombre enfermo fue bajado a través del tejado por sus amigos. Estos amigos fueran los “compañeros para la liberación”. ¿Dios quiere usarlo para “levantar el tejado” para alguien en necesidad?

 

Había muchos obstáculos para ser superado:

 

La Muchedumbre: Qué bloqueó el camino a Jesús. ¿Cuál es la barrera humana entre usted y la liberación?

 

El Orden Del Servicio: Sus acciones definitivamente quiebran el orden de servicio. Nosotros nunca debemos estar atados a los programas y planes así que nosotros no satisfacíamos la necesidad humana.

 

El materialismo: El tejado tuvo que ser sacrificado. Nuestro razonamiento racional, lógico, materialista debe ponerse al lado para abrir el camino a la liberación.

 

Preconcepciones: Ellos trajeron a su amigo para sanar. Jesús dijo “tus pecados están perdonados”. Ellos tenían que colocar las preconcepciones al lado sobre lo que ellos querían o pensaban que debería pasar para que la liberación viniera.

 

Jesús vio la fe de los amigos, pero el pecado del hombre enfermo era un obstáculo a su propia fe.

 

Este hombre estaba físicamente enfermo pero había también enfermedad espiritual causada por el pecado. Jesús trató primero con el pecado. Una discusión iba adelante alrededor del hombre acerca de si Jesús tenía la autoridad para hacer esto o no. Jesús dijo al hombre, “yo digo a usted...”. Nosotros debemos oír la voz de Jesús arriba del ruido de la muchedumbre de incrédulos disputando alrededor de nosotros para recibir la liberación.

 

La fe de los amigos de este hombre activó el proceso de sanidad. Los amigos pueden ayudar a llevarlo hasta Jesús, pero hay un tiempo cuando usted está solo. El hombre tenía que quebrar los lazos de la derrota del pasado por la obediencia instantánea. Él tenía que tomar su cama y caminar.

 

Cuando Jesús le dijo al hombre que se levantara, tomara su cama, y irse a su casa, él hizo inmediatamente eso y partió dando la gloria a Dios. Asombro y miedo fueran las contestaciones del testimonio a esta sanidad.

 

El hombre Con la Mano Marchita: Mateo 12:9-13; Marcos 3:1-5; Lucas 6:6-11

 

Esta sanidad ocurrió en el día Sabático mientras Jesús enseñaba en la sinagoga. Fue un caso de prueba, pues los escribas y fariseos estaba mirándolo para ver lo que Él haría. Jesús le dijo, “Levántate y ponte en medio”. Éste fue un acto de obediencia que llevó a la sanidad (Lucas 6:8). Al hombre fue dicho para ponerse en el medio, qué significó que él debería salir de la muchedumbre y reconocer su necesidad (Marcos 3:3).

 

Fue dicho a él, “Extiende tu mano”. Éste fue un acto de fe que involucró la parte afectada de su cuerpo (Mateo 12:13). Era imposible en el mundo natural, pero cuando él actuó en fe, su mano marchita fue restaurada. Note que Jesús contestó las preguntas con preguntas. Él usó una historia sobre la oveja para ilustrar Su punto con respecto a esta sanidad. También note que Jesús estaba “con enojo, dolorido por la dureza de sus corazones”, de los líderes religiosos alrededor de Él. Éstas son emociones que usted también puede experimentar en el ministerio de sanidad.

 

La Hija de Jairo: Mateo 9:18-19, 23-26; Marcos 5:22-24, 35-43; Lucas 8:41-42, 49-56

 

Jairo era gobernante de la sinagoga. Él vino y se lanzó a los pies de Jesús y suplicó para Él venir y poner Su mano en su hija y “ella vivirá aunque ella esté ahora muerta”. Note la palabra llave fe – pero - en Mateo 9:18.

 

Los varios relatos dicen que la niña “estaba muriendo”. Antes de que ellos llegaran a la casa, un mensajero vino con una mensaje de muerte: “Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestas más al Maestro?” Éstas fueran palabras de miedo pero Jesús le dijo a Jairo, “No temas; sólo cree”.

 

Cuando Jesús entró en la casa, Él les dijo a los que lloraban que la niño no estaba muerta, pero durmiendo. Ellos se rieron de Él. Él colocó afuera a las personas que estaban haciendo el ruido y a los trovadores que estaban llorando, lamentándose y creando un tumulto. Los únicos en el cuarto fueran Pedro, Jacobo, Juan, y los padres de la muchacha.

 

Él tomó la niña por la mano y dijo, “Talita, cumi – que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate”. Su espíritu vino de nuevo y ella se levantó inmediatamente y caminó. Las personas quedaran sorprendidas. Jesús ordenó que ella comiera.

 

El Hombre Sordo Y Mudo: Marcos 7:32-37

 

Ellos trajeron a Jesús un hombre que era sordo y tenía un impedimento de habla. Jesús lo tomó aparte de la muchedumbre, colocó Sus dedos en sus oídos, escupió, y tocó su lengua. Él miró al Cielo, suspiró, y dijo, “se abra”. Inmediatamente sus oídos abrieron y el cordón de su lengua fue soltado y él simplemente habló.

 

El Hombre Ciego De Betsaida: Marcos 8:22-26

 

Ellos trajeron al hombre ciego a Jesús y Él lo llevó fuera del pueblo para quitarlo de un ambiente de incredulidad (Marcos 8:23). Jesús escupió en sus ojos, y puso Sus manos en él. Jesús le preguntó si él pudiera ver. Él dijo que él miraba “a los Hombres, como árboles, caminando”. Jesús puso las manos de nuevo en sus ojos, y él fue totalmente sanado y vio a cada hombre claramente. Éste era un ejemplo de una sanidad gradual.

 

El Ciego Bartimeo: Mateo 20:30-34; Marcos 10:46-52; Lucas 18:35-43

 

Bartimeo era el hijo de Timeo. Él estaba sentado al lado del camino cerca de Jericó mientras Jesús pasaba. Él no sólo era físicamente afectado, pero también socialmente porque él era un mendigo. Bartimeo oyó la multitud y preguntó lo que significaba. Le dijeron que Jesús estaba viniendo. Él y los otros hombres ciegos clamaban, “Tiene misericordia de nosotros, O Señor, Hijo de David”.

 

La multitud los reprendió, pero ellos clamaban más aun. Jesús le dijo a Bartimeo que viniera y él lanzó su vestido de mendigo lejos y vino a Jesús. ¡Él no necesitará del vestido de mendigo ahora!

 

Jesús preguntó, ¿Qué usted quiere que yo haga?” El Señor quiere que nosotros seamos específicos en nuestras peticiones.

 

Los hombres ciegos pidieron que ellos pudieran ver. Jesús tuvo compasión, tocó sus ojos, e inmediatamente ellos recibieron la vista. Él les dijo, “Vete. Tu fe te ha salvado” Ellos fueron por su camino glorificando a Dios.

 

La fe de este hombre se caracterizó por:

 

n       Determinación y persistencia

n       Ver a Jesús por Quién Él realmente era: El Hijo de David

n       La creencia en la misericordia de Dios

 

El Siervo del Centurión: Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10

 

Nos dicen que este siervo era “estimado a él”. El hombre estaba enfermo de la parálisis y penosamente atormentado. Primero, el centurión envió a los ancianos de los judíos a Jesús con la petición. Ellos intentaron convencerle a Jesús a venir porque el centurión era digno, porque él amaba la nación y construyó la sinagoga.

 

Entonces el centurión envió a amigos que le dijeron, “yo no soy digno para usted venir a mí”. Aunque el centurión se vio como indigno, él entendió la autoridad.

 

Jesús ofreció venir, pero el centurión dijo, “sólo hable la palabra y mi siervo se sanará”.

 

Jesús estaba deseoso. Jesús se maravilló y dijo que Él no había visto tan gran fe en Israel. Él dijo, “yo quiero” y sanó a través de la Palabra hablada. Él dijo, “Vete. Como usted creyó, así sea hecho a usted”. El siervo se sanó en la misma hora.

 

Dos Hombres Ciegos: Mateo 9:27-30

 

Estos dos hombres ciegos siguieron a Jesús clamando, “Hijo de David, tenga misericordia de nosotros”. 

 

Cuándo Jesús entró en la casa que Él les preguntó, “¿Creéis que puedo hacer esto?” Los hombres dijeron, “Sí, Señor”. Jesús tocó sus ojos y dijo, “Conforme a vuestra fe os sea hecho”. Sus ojos fueron abiertos y ellos extendieron las noticias por todas partes.

 

El Hijo de la Viuda: Lucas 7:11-15

 

El hombre muerto era el único hijo de una madre viuda que vivía en la ciudad de Naín. Muchas personas la acompañaron en la procesión fúnebre. Jesús tuvo compasión y le dijo que no llorara. Él tocó el féretro fúnebre (el ataúd) y dijo, “Joven, a ti te digo: Levántate!”

 

El hombre joven se sentó y empezó a hablar, y Jesús lo entregó a su madre. Las personas glorificaron a Dios y llamaron a Jesús de “un gran profeta”.

 

El Hombre Con la Hidropesía: Lucas 14:1-6

 

Esta sanidad ocurrió en la casa de un Fariseo. La discusión centró en si o no era legal sanar en el Sábado. Jesús usó una historia sobre los bueyes para ilustrar Su posición.

 

Jesús tomó al hombre, lo sanó, y le permitió ir.

 

Diez Leprosos: Lucas 17:11-19

 

Estos hombres estaban lejos del pueblo y clamaron, “­Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!” Después de que la oración les dijeron a ir mostrarse al sacerdote. Ellos no fueron sanados inmediatamente pero cuando ellos fueron, ellos fueron limpiados. Uno retrocedió y glorificó a Dios, postrándose sobre su rostro a los pies de Jesús dando gracias. Jesús le dijo que él estaba sano. Nueve fueron limpios de lepra, pero sólo uno fue hecho completamente sano.

 

La Oreja del Siervo: Lucas 22:49-51

 

Pedro cortó la oreja derecha de este hombre. Todo que las Escrituras nos dice sobre esta sanidad es que Jesús tocó su oreja y lo sanó.

 

El Hijo del Noble: Juan 4:46-53

 

El hijo estaba enfermo en Capernaúm. El noble fue y le pidió a Jesús para venir y sanar a su hijo, porque él estaba a punto de morir. Jesús le dijo, “Vé, tu hijo vive”. El hijo empezó a ser sanado desde esa hora. Éste es otro ejemplo de sanidad gradual. La fiebre lo dejó, y la casa entera creyó (la salvación de la casa).

 

El Inválido Por El Estanque De Betesda: Juan 5:1-47

 

Este hombre había estado físicamente enfermo durante 38 años. Él parecía estar enfadado con otras personas y sin esperanza. Éstos son algunos de los efectos emocionales de la enfermedad. Este hombre tenía la enfermedad espiritual así como la enfermedad física (Juan 5:14).

 

Aunque Jesús sanó a menudo a todos los presentes, en este caso Él sanó sólo una persona. Jesús era dirigido por Dios en el ministerio, no controlado por la necesidad humana alrededor de Él. Jesús hizo a este hombre enfrentar la cuestión real. Él le preguntó, “Quieres ser sano?” Permítanos analizar estas palabras:

 

“Quieres” llama a una decisión. Algunas personas no quieren la sanidad. Quizás ellas disfrutan la atención u otros beneficios de la enfermedad. Quizás ellos desean ir a estar con el Señor. También "Ser” enfocó en el envolvimiento en a búsqueda personal de la sanidad. La fe del enfermo es un canal a través de que la sanidad puede venir.

 

“Ser” está en el tiempo presente. Jesús estaba preguntándole, “¿usted quiere la sanidad ahora?”

 

“Sano” enfocó en la necesidad real del hombre. ¿Qué es su prioridad, sanidad o sanidad total? ¿Cuál es su necesidad real? ¿Qué lo mantiene alejado de la sanidad total? Los hombres quieren sólo sanidad, pero Jesús se preocupa por la salud total.

 

Este hombre necesitaba ser hecho entero. Él tenía resentimiento de otros, porque él dijo, “no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada”. Este resentimiento estaba bloqueando el flujo del poder de Dios. Este hombre necesitaba romper con el pasado. Él había sido puesto allí durante treinta y ocho años. Él necesitaba pasar al reino de la fe. Jesús lo convocó a salir de su situación, lo que él no podría hacer por sí mismo. Él podría continuar esperando que eventualmente pudiera ser el primero en el agua allí y permanecer en el modelo de los últimos treinta y ocho años, o él podría subir y hacer lo que él no podría hacer por sí mismo. Este hombre tenía una provisión para la recaída física. Era su cama. Por esto dijo para tomarla. Él no más la necesitaría.

 

El Hombre Nacido Ciego: Juan 9:1-14

 

Este hombre era ciego desde el nacimiento. Jesús cambió el énfasis de la causa (por qué) al propósito (la gloria de Dios). Él escupió en la tierra, hizo arcilla, ungió sus ojos, y le dijo para irse lavar en el estanque de Siloé.

 

Lázaro: Juan 11:1-44

 

Note la emoción de Jesús. Él estaba llorando, no tanto amistad como de compasión por la miseria dela  enfermedad y muerte traída a  este mundo a través del pecado.

 

La Mujer Cogida En Adulterio: Juan 8:1-11

 

Hubo una sanidad de recuerdos y sanidad espiritual involucrada en este caso. Ella tenía que olvidarse de las “cosas dejadas atrás” (el pasado) y “lanzar abajo las imaginaciones” (presente).

 

La Mujer Pecadora: Lucas 7:36-50

 

Esta mujer estaba espiritualmente enferma y vino públicamente a Jesús. Ella también necesitó de sanidad emocional en sus relaciones sociales. Su espíritu quebrantado de devoción fue un acto de fe que produjo el perdón.

 

LAS SANIDADES POR JESÚS DE NÚMEROS GRANDES DE PERSONAS

 

Mateo Marcos Lucas

 

Muchos en Galilea                                               4:23-24      3:7-12          6:17-19

Las muchedumbres a la puerta de Pedro                8:16-17      1:32-34      4:40-41

Muchos endemoniados                                                         1:39

Muchedumbres después de sanar el leproso                                              5:14-16

Varias personas                                            13:32

Multitudes                                                    9:35; 12:15-21                3:10-11

Después de la pregunta hecha por Juan Bautista         11:2-6                             7:18-23

Antes de alimentar 5,000                             14:13-14                         9:11

Multitudes en Genesaret                                 14:34-36      6:53-56

Antes de alimentar 4,000                             15:19-31

Las muchedumbres más allá del Jordán                   19:1-2

El ciego y cojo en templo                                      21:14

Algunos enfermos en Nazaret                           13:53-58      6:1-6

 


NOTAS DEL ESTUDIO:

 

Las siguientes son las notas del estudio sobre las curaciones de números grandes de personas:

 

Muchos en Galilea: Mateo 4:23-24; Marcos 3:7-12; Lucas 6:17-19

 

Las muchedumbres vinieron de todos los lugares a lo largo de Galilea y recibieron sanidad y liberación.

 

Muchedumbres A la Puerta de Pedro: Mateo 8:16-17; Marcos 1:32-34; Lucas 4:40-41

 

Después de la sanidad de la suegra de Pedro, las muchedumbres recogieron a la puerta de la casa y Jesús ministró a ellos.

 

Muchos Endemoniados: Marcos 1:39

 

Jesús predicó en Galilea y expulsó los demonios.

 

Muchedumbres Después de Sanar Al Leproso: Lucas 5:14-16

 

La sanidad del leproso produjo que muchos otros vinieran para la sanidad.

 

Varias Personas: Lucas 13:32

 

Este pasaje indica que Jesús curó las personas.

 

Las multitudes: Mateo 9:35; 12:15-21; Marcos 3:10-11

 

Él los sanó a todos en cumplimiento de la profecía.

 

Después de Una Pregunta Por Juan Bautista: Mateo 11:2-6; Lucas 7:18-23

 

Jesús les dice a los discípulos de Juan que le dijera lo que estaba pasando era prueba de Su mesianismo.

 

Antes de Alimentar 5,000: Mateo 14:13-14; Lucas 9:11

 

Jesús les habló sobre el Reino de Dios. Él se movió con compasión y sanó a los enfermos.

 

Multitudes En Genesaret: Mateo 14:34-36; Marcos 6:53-56

 

Aquí ellos llevaron el enfermo y dolientes en camas y los puso en las calles.

 

Antes de Alimentar 4,000: Mateo 15:29-31

 

Los enfermos se lanzaron a Sus pies y Él los sanó. El cojo caminó, el ciego vio, el mudo habló, el mutilado fue hecho sano, y muchos otros fueron sanados. Ellos glorificaron a Dios.

 


Las Muchedumbres Más Allá del Jordán: Mateo 19:1-2

 

Una gran multitud siguió y Él los sanó.

 

El Ciego Y Cojo En el Templo: Mateo 21:14

 

Ningún detalle es dado. Simplemente se registra que Él los sanó cuando ellos entraron a Él en el templo.

 

Algunos Enfermos En Nazaret: Mateo 13:53-58; Marcos 6:1-6

 

Jesús se maravilló de la incredulidad en esta ciudad. Él enseñó en sus villas y sinagogas, pero Él no puede hacer una obra poderosa allí excepto poner las manos sobre algunos enfermos y sanarlos. Debido a la familiaridad, ellos se escandalizaron en Él.

 

DECLARACIONES GENERALES SOBRE CRISTO COMO SANADOR

 

                        Mateo                         Marcos                        Juan

 

Sanó todos los tipos de enfermedad y dolencias                   4:23

                   9:35-6

 

Sanó todos que lo tocaron                                       6:56

 

Sanó todos que fueron oprimidos por el diablo                                              10:38

 

Muchas otras cosas                                                 20:30-31

 

NOTAS DEL ESTUDIO:

 

Las siguientes son las notas del estudio sobre las declaraciones generales sobre Cristo como Sanador:

 

Sanó Varias Enfermedades Y Dolencias: Mateo 4:23; 9:35-36

 

Él fue a las sinagogas, las ciudades, los pueblos, enseñando y predicando, y sanando cada enfermedad y dolencia.

 

Sanó Todos Que lo Tocaron: Marcos 6:56

 

Dondequiera que Jesús entró (pueblos, ciudades, el país), ellos pusieron enfermos en las calles para tocarlo. Tantos como lo tocaron fueron todos sanados.

 

Sanó Todos Los Oprimidos Por El Diablo: Juan 10:38 y 20:30-31

 

Ningún detalle se da pero la declaración dice que Jesús sanó todos que estaban oprimidos del Diablo e “muchas otras cosas que hizo Jesús que, si se escribieran una por una, pienso que no cabrían ni aun en el mundo los libros que se habrían de escribir” (Juan 20:30-31; 21.25).

 


COMPARACIÓN DE LOS MILAGROS DE LOS DISCÍPULOS Y DE JESÚS

 

Sanidad y milagros no acabaron con Jesucristo. Este gráfico ilustra que los discípulos hicieron las obras de Jesús:

 

Incidentes                                        Hechos De Pedro            Hechos de Pablo

 

Sanó el cojo                              En la puerta          En Listra

Hechos 3:1 Hechos 14:8

Sanó el postrado                         Eneas                    Padre de Publio

8 años de la fiebre

Hechos 9:32 Hechos 28:7

 

Puntos de contacto no comunes           Sombra                  Pañuelo

                                               Vestidos                 Mandil

Hechos 5:12 Hechos 19:11

 

Se sanan las muchedumbres        Hechos 5:16            Hechos 28:9

 

El muerto se levanta                  Hechos 9:36            Hechos 20:7

 

 

LAS SANIDADES INDIVIDUALES POR LOS DISCÍPULOS

 

Sanidad Del Mendigo Cojo: Hechos 3:1-4:22

 

La persona sanada: el hombre cojo que se sentaba mendigando en la puerta del templo.

 

La condición: Cojera, desde el nacimiento.

 

Ministro(s): Pedro y Juan

 

El método: Pedro dijo, “Mira en nosotros”. Él hizo una declaración que ellos no tenían ninguna plata u oro para darlo, seguida por la declaración de que ellos le darían lo que ellos tenían. Pedro lo ordenó en el nombre de Jesús a levantarse y caminar. Pedro tomó al hombre por la mano derecha y lo levantó, y sus pies y tobillos recibieron la fuerza. El hombre cojo permaneció de pie, caminó, bailó, y alabó. Vea la razón para su sanidad en Hechos 3:16 y 4:10.

 

Nota: Este hombre simplemente estaba del lado de fuera de la puerta dónde la alabanza, adoración, y mensajes poderosos eran liberados, todavía su necesidad no había sido suplida. Ésta es la situación en muchos de nuestros templos de hoy. Fuera de nuestras puertas del templo, la necesidad humana es ignorada.

 

Los Ojos de Pablo: Hechos 9:10-19; 22:11-13

 

La persona sanada: Pablo

 

La condición: Ojos deslumbrados por la gloria del Señor.

 

Ministro: Ananías que fue a él como resultado de una visión y orden directo del Señor.

 

El método: Ananías puso sus manos en él, y en la misma hora Pablo recibió su vista mientras cayó de los ojos algo como escamas, y él volvió a ver. Él confesó sus pecados, se bautizó, y recibió comida.

 

Nota: La Biblia nos dice varias cosas sobre este hombre, Ananías que fue usado poderosamente por Dios. Él era un discípulo que recibió visiones del Señor y conocía la voz de Dios. Él era un hombre de propósito, pues él reconocía quién lo envió y para qué propósito le envió. Él era un hombre devoto que vivía según la ley y tenía una reputación buena. Él era obediente, pues él respondió, “Heme aquí” cuando Dios lo llamó. Él estaba listo a ir y hacer como a él se ordenó, aunque en el natural él estaba temeroso debido a las cosas que él había oído hablar de Pablo. Él era un hombre que podría levantar a otros líderes. Él era un profeta usado por Dios para sanar, un predicador del Evangelio, y un hombre que no gustaba de perder tiempo.

 

Pedro Sara Eneas: Hechos 9:32-35

 

La persona sanada: Eneas

 

La condición: Él había estado postrado durante ocho años con parálisis.

 

Ministro: Pablo

 

El método: Pablo hizo una declaración de fe, “Jesucristo te sana”. Entonces él requirió un acto de fe. Él dijo, “Levántate y arregla tu cama”.

 

Nota: Eneas era un hombre que Pablo “encontró en su camino”. Nosotros debemos prepararnos para satisfacer las necesidades de aquellos encontrados en nuestro camino” así como en las situaciones formales de ministerio en la iglesia. Toda Lida y Sarón se volvieron al Señor debido a este hombre ser sanado. La demostración del poder de Dios es la llave para llegar a nuestras ciudades con el Evangelio. Pablo hizo Eneas hacer su cama para que él no tuviera ninguna tentación o provisión para volver a ella. Era una cama que no había sido hecha durante ocho años.

 

Pedro Sana Dorcas: Hechos 9:36-43

 

La persona sanada: Dorcas (Tabita). Ella se llama una discípula, llena de buenas obras. Ella era una persona de contribución y era una costurera que ministraba a las viudas.

 

La condición: Ella murió de una enfermedad desconocida.

 

Ministro: Pedro

 

El método: Pedro puso a las viudas que estaban llorando y estaban lamentándose para fuera del cuarto. Ellas estaban llenas de incredulidad, pues ellas estaban hablando de las cosas que “Dorcas hacía cuando estaba con ellas”. Pedro se arrodilló, oró, entonces ordenó, “Tabita, Levántate”. Ella abrió sus ojos, vio a Pedro, y se sentó. Pedro le dio a mano, la levanto, y la presentó viva. Muchos creyeron debido al milagro.

 

Nota: As palabras “Tabita, levántate” cambiaron el destino de esta mujer. Nosotros somos a menudo muy prolijos, pero ¿qué impacto nuestras palabras tienen en las vidas de otros?

 


El Hombre Cojo En Listra: Hechos 14:8-18

 

La persona sanada: Un cierto hombre cuyo nombre nosotros no conocemos.

 

La condición: Impotente en sus pies, lisiado desde el nacimiento. Él nunca había caminado.

 

Ministro: Pablo

 

El método: Pablo percibió que el hombre tenía fe para ser sanado. Él le dijo, “Levántate derecho sobre tus pies!” El hombre saltó y caminó.

 

Nota: Cuando las personas vieron lo que pasó, ellos intentaron hacer Pablo y Bernabé de dioses, pero ellos rasgaron su ropa, clamaron que ellos eran sólo hombres, y declararon que el verdadero Dios era responsable por la sanidad. Cuando una persona es usada por Dios para sanar, habrá aquellos que exaltarán la persona en lugar de Dios. Nosotros debemos re-dirigir su atención y adorar a Dios.

 

Pablo Levantado en Listra: Hechos 14:19-20

 

La persona sanada: Pablo

 

La condición: Pablo apedreado por sus enemigos y dejado para morir.

 

Ministro: Los discípulos

 

El método: Ellos se reunieron alrededor de él, rodeándolo con el poder. Es posible que ellos oraron, pero no nos dicen eso en la Escritura.

 

Nota: Los primeros discípulos tenían más poder que simplemente está de pie alrededor (su presencia), en sus sombras, vestidos, e incluso en su abrazo (Hechos 20:7-12) que muchos de nosotros hacemos en todas nuestras oraciones, sermones, y reuniones de ministerio!

 

La Muchacha Esclava en Filipos: Hechos 16:16-40

 

La persona sanada: Una muchacha cuyo nombre nosotros no sabemos.

 

La condición: Posesión de demonios. Ella tenía un espíritu de adivinación y fue usado para la ganancia en la predicción del futuro por sus amos.

 

Ministro: Pablo

 

El método: Pablo ordenó al espíritu para salir en el nombre de Jesús y él salió en la misma hora.

 

Nota: Pablo ministró de pesar (irritación) así como de compasión en este caso. Cuando nosotros vemos las obras del enemigo controlando las vidas alrededor de nosotros, pesar y irritación contra sus poderes debe subir desde dentro de nosotros así como la compasión por uno bajo su control.

 


Eutico: Hechos 20:7-12

 

La persona sanada: Un hombre joven nombrado Eutico.

 

La condición: Él cayó de una ventana superior mientras Pablo estaba predicando y fue considerado muerto.

 

Persona que ministró: Pablo

 

El método: Pablo hizo una declaración de fe, "­No os alarméis, porque su vida está en él!" Pablo bajó a él, se echó sobre él, y lo abrazó. El joven recobró la vida.

 

Nota: Este hombre joven nunca se menciona de nuevo en la Escritura. ¿Qué impacto esta noche tendría en su vida? Antes de levantarse de la muerte él estaba aparentemente letárgico e indiferente sobre las cosas de Dios, pues él durmió durante el mensaje que Pablo estaba predicando. Después, él fue dotado con tal interés y energía que él se sentaba a hablar toda la noche con Pablo, incluso hasta la ruptura del próximo día.

 

La Mordedura de la Serpiente en Pablo: Hechos 28:3-6

 

La persona sanada: Pablo

 

La condición: la mordedura de la serpiente venenosa

 

Ministro: Ninguno

 

El método: Ninguno

 

Nota: Pablo simplemente lanzó fuera la serpiente en el fuego y ningún daño vino a él. Nosotros necesitamos de protección divina similar y sanidad para fluir en nosotros mientras nosotros estamos haciendo la obra de Dios.

 

El Padre de Publio: Hechos 28:8

 

La persona sanada: El padre de Publio que era un hombre principal en la isla de Malta.

 

La condición: Fiebre y flujo sangriento.

 

Ministro: Pablo

 

El método: Pablo oró, entró, puso sus manos sobre él, y él fue sanado.

 

Nota: Otros vinieron de toda la isla y se sanaron (Hechos 28:9).

 

LAS SANIDADES DE GRUPO POR LOS DISCÍPULOS

 

Muchas Maravillas Y Señales: Hechos 2:42-47

 

Lo resultado de estas señales y maravillas fue que el Señor agregaba periódicamente a la iglesia. Note el estilo de vida de los creyentes que acompañaron esta demostración del poder de Dios a través de ellos:

 

n       Unidad

n       Ministrando en el templo y en las casas

n       Continuando en la doctrina legítima

n       Temor al Señor

n       Compañerismo

n       Comunión, partimiento del pan

n       Oraciones

n       Estilo de vida simple

n       Involucrados con el necesitado

n       Buena reputación

n       Alabanza

n       Sencillez de corazón (un sólo propósito y visión)

 

La oración Por Confianza Y Señales de Sanidades: Hechos 4:23-31

 

Esta oración se hizo como resultado de la persecución que se levantó debido al ministerio de sanidad.

 

Los discípulos pedieron que ellos pudieran hablar la Palabra con intrepidez y que por la mano de Dios y en el nombre de Jesús sanidad, señales y maravillas confirmasen el ministerio de la Palabra.

 

Muchos Sanados En Jerusalén: Hechos 5:12-16

 

El enfermo y aquellos molestados con espíritus inmundos fueron sanados por la imposición de manos e incluso por la sombra de los discípulos.

 

Esteban Realizó Muchos Milagros: Hechos 6:8-15

 

Esteban estaba lleno de fe, poder, gran sabiduría, y espíritu en sus palabras. Dios realizó maravillas y milagros a través de él.

 

Felipe Sanó a Muchos en Samaria: Hechos 8:5-8

 

Se demostraron milagros y señales. Aquellos con espíritus inmundos, parálisis, y cojera fueron específicamente mencionados como quien recibió la sanidad. Había gran alegría en la ciudad debido al Evangelio y la demostración del poder de Dios. Las sanidades y milagros permitieron el ministerio de continuación más extenso por Pedro y Juan.

 

Pablo Y Bernabé Operan Señales Y Maravillas: Hechos 14:3

 

Estos hombres hablaron audazmente y el Señor dio testificó de la Palabra con señales y maravillas.

 

Pablo Sanó Enfermos En Efeso: Hechos 19:11-12

 

Pablo hizo milagros especiales en Efeso. Los pañuelos y delantales que él usó se enviaron a los enfermos y produjo la salida de las enfermedades y espíritus malignos. Note que los milagros fueran tan comunes en la Iglesia Primitiva que el escritor tenía que distinguir éstos como “milagros especiales”.

 


Personas Enfermas Sanadas En Malta: Hechos 28:8-9

 

Otros también vinieron para sanidad después de la sanidad del padre de Publio. Sanidad fue una herramienta poderosa para la evangelización en esta isla.

 

Miscelánea: Hebreos 2:4

 

Dios dio testimonio juntamente con ellos con señales, maravillas, diversos hechos poderosos y dones repartidos.

 

LOS RESULTADOS REGISTRADOS DE LA SANIDAD EN LOS HECHOS

 

n       Gran alegría: 8:5-25

n       Miedo: 2:43

n       El crecimiento de la iglesia: 2:42-47; 5:14

n       Maravillas y asombro: 3:10-11

n       Levantamiento de grandes líderes (Pablo): 9:10-19

n       Evangelización: 4:4; 8:5-25; 9:35-43

n       Acompañamiento al ministerio: 9:35

n       La Palabra de Dios fue confirmada: 14:3

n       Gloria a Dios: 4:21

n       Aprobación del ministerio y de los hombres aunque ellos eran iletrados: 4:13

n       Evidencia contra la cual ningún argumento podría estar de pie: 4:14-16

n       Eliminación de hechiceros: 8:5-25

n       Ministerio de masa a las grandes muchedumbres: 5:16; 28:8-9

n       Adoración y alabanza mal colocada que tuvo que ser corregido: 3:12-13; 14:8-18

n       Oportunidad de predicar la Palabra a los líderes: Capítulos 3, 4, y 7

n       Persecución: La iglesia entera fue perseguida, como fue Pablo, Silas, Esteban, Pedro, Juan, y Santiago.

 


 APÉNDICE C

 

FORMULARIO DE ANÁLISIS

 

Desde que Jesús es el Gran Médico, Él es el ejemplo para el ministerio de sanidad y liberación. Use este formulario y las referencias cedidas en el Apéndice B para estudiar más sobre el ministerio de Jesús:

 

1. Describa la persona en necesidad de sanidad y liberación:

 

n       ¿Si su nombre se da, qué era?

n       ¿Cuál era su edad?

n       ¿Sexo?

n       ¿Cuál era su estado social?

n       ¿Cuál era su nacionalidad?

 

2. Describa su necesidad:

 

n       ¿Cómo se expresó por otros?

n       ¿Cómo se expresó por la persona?

 

3. ¿Qué la persona estaba pidiendo a Jesús para hacer?

 

4. ¿Jesús indicó la causa del problema de la persona?

 

___ Sí ___No. En ese caso, ¿Cuál fue?

 

5. Quién tomó la iniciativa en la sanidad:

 

n       ¿La persona en necesidad? ¿En ese caso, qué ella hizo?

n       ¿Otros? ¿En ese caso, qué ellos hicieron?

n       ¿Jesús? ¿En ese caso, qué Él hizo?

 

6. El tiempo de ministerio:

 

n       ¿Qué Jesús dijo?

n       ¿Qué Jesús hizo?

n       ¿Qué Jesús dijo a la persona enferma para hacer?

n       ¿Qué Jesús dijo a otros para hacer?

n       ¿Jesús dijo qué actitud era necesaria para sanar?

n       ¿La persona en necesidad dio cualquier expresión de fe?

n       ¿Nadie más expresó la fe? ¿En ese caso, cómo?

 

7. Las evidencias de sanar:

 

n       ¿Cuál fue las señales físicas?

n       ¿Cómo la persona reaccionó a la sanidad?

n       ¿Cómo otros reaccionaron a la sanidad?

 


8. Acompañamiento de La Sanidad:

 

n       ¿Jesús le dijo a la persona que hiciera algo? ¿En ese caso, qué?

n       ¿Qué la persona hizo?

 

Otros Comentarios O Anotaciones:

 


Respuestas a las Pruebas

 

 

CAPÍTULO UNO:

 

1. Éxodo 15:26.

 

2. La división principal de todas las cosas es natural o es espiritual. Vea 1 Corintios 15:44-49.

 

3. El Reino de Satanás y el Reino de Dios.

 

4. Satanás, los demonios, el mundo, la carne.

 

5. Dios el Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, y ángeles.

 

6. La palabra “rey” significa el gobernante soberano de un territorio o personas.

 

7. Un reino es el territorio y las personas sobre las cuales un rey gobierna.

 

8. La guerra espiritual es el análisis de y la participación activa en la guerra espiritual invisible. Incluye el estudio de las fuerzas contrarias del bien y mal, las estrategias de Satanás, y las estrategias espirituales para vencer al enemigo. La guerra espiritual pasa más allá del análisis a la participación activa por la aplicación de estas estrategias en la vida y ministerio.

 

9. La razón detrás de este gran conflicto espiritual todavía es que Satanás quiere ser el gobernante supremo. Él está emprendiendo una intensa batalla por el cuerpo, alma, y espíritu del hombre. Sus estrategias se dirigen a Dios, Su plan, y Su pueblo.

 

10. Nosotros debemos reconocer que todas las batallas de la vida, si físicas, espirituales, emocionales, mentales, financieras, o con las personalidades humanas son sólo manifestaciones exteriores de una causa espiritual. Aunque en el mundo natural ellas puedan parecer ocurrir a través de las circunstancias de la vida, la base de estas batallas naturales está en el mundo del espíritu.

 

CAPÍTULO DOS:

 

1. Éxodo 23:25.

 

2.

Sanidad Psíquica: Esto término describe la mente sobre la materia, la brujería, Chamanismo, y las sanidades ocultistas.

 

Sanidad Sobrenatural: Hay fuentes de sanidades sobrenaturales de que no Dios, por esto nosotros no usaremos este término en nuestro estudio. Satanás puede realizar obras sobrenaturales (Éxodo 7:8-13).

 

Sanidad Médica: Este tipo de sanidad es ayudado por doctores, enfermeras, hospitales, y las remedios. Como nosotros aprenderemos, la sanidad médica legítima no está en conflicto con la Palabra de Dios, pero es una extensión de Su bondad.

 

Sanidad Natural: La sanidad que ocurre a través de los procesos naturales del cuerpo realmente es Dios en acción. Los procesos del cuerpo natural revelan Su naturaleza y Su gran artesanía en el cuerpo humano. La sanidad natural también incluye el uso de métodos naturales como dieta apropiada, vitaminas, reposo, etc.

(Nota: las sanidades médicas y naturales son en cierto sentido divinas, porque en la realidad es Dios que causa la sanidad)

 

Sanidad por fe: Este término es usado frecuentemente para significar sanidad por Dios. Nosotros no lo usaremos, sin embargo, porque tiende a enfocar la atención en la fe de quién ministra o del destinatario del ministerio.

 

3. La Palabra “divina” enfoca en Dios, no en las contestaciones de fe por el hombre. También lo distingue de las prácticas sobrenaturales de curación psíquica y sobrenatural. La “sanidad divina” es cuando el verdadero Dios revela Su naturaleza, cumple Sus promesas, y actúa en Su provisión en la expiación de Cristo curando a una persona y haciéndola sana en el cuerpo, alma, y espíritu.

 

4. "Sanidad" aplicase a las enfermedades físicas, emocionales, y mentales mientras la liberación se refiere a las condiciones físicas y mentales causadas por demonios.

 

5. Jesús nunca comisionó a cualquiera para predicar el Evangelio sin también ordenarles que ministrasen sanidad y liberación. Fue la demostración de poder que produjo la extensión rápida del Evangelio del Reino.

 

CAPÍTULO TRES:

 

1. Proverbios 4:20-23.

 

2. Ellos han ignorado, negado, tardado, y complicó con las tradiciones, experiencias, modelos equivocados, y desequilibrio.

 

3. Vea la discusión en Capítulo Tres.

 

4. Vea la discusión en Capítulo Tres.

 

CAPÍTULO CUATRO:

 

1. Gálatas 3:13.

 

2. La muerte y enfermedad entraron en el mundo a través del pecado del primer hombre y mujer, Adán y Eva.

 

3. Satanás.

 

4. Vea la discusión en Capítulo Cuatro.

 

5. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Cuatro.

 

6. Usted puede librarse de la maldición de la enfermedad y muerte recibiendo a Jesús como Salvador.

 

CAPÍTULO CINCO:

 

1. Salmos 119:67,71,93.

 

2. Las cinco razones para la enfermedad discutidas en esta lección son:

 

n       Violación de leyes espirituales.

n       Violación de las leyes naturales de Dios.

n       Ataques Satánicos.

n       Discernimiento inadecuado del Cuerpo de Cristo.

n       La destrucción de la carne para que el espíritu pueda ser salvo.

 

3. Vea la discusión en Capítulo Cinco.

 

4. Vea la discusión en Capítulo Cinco.

 

5. Vea la discusión en Capítulo Cinco.

 

6. Vea la discusión en Capítulo Cinco.

 

7. Vea la discusión en Capítulo Cinco.

 

CAPÍTULO SEIS:

 

1. Salmos 6:2-3,9.

 

2. Enfermedades espirituales, físicas, emocionales, mentales, y las demoníacamente causadas.

 

3. La enfermedad espiritual es el pecado. Si no se trata con él, el pecado es terminal, hablando espiritualmente.

 

4. La enfermedad física puede ser el resultado de desórdenes orgánicos que son problemas que pueden observarse y pueden descubrirse por médicos. En los desórdenes orgánicos la estructura real o tejido del cuerpo se dañan de alguna manera.

 

La enfermedad física también puede ser el resultado de desórdenes funcionales que son el resultado de un funcionamiento defectuoso de un órgano o parte del cuerpo. Los desórdenes funcionales incluyen una variedad de condiciones en que un problema en una parte perturba el organismo entero. Más común es la enfermedad del corazón, tensión arterial alta, diabetes, úlceras pépticas, y alergias.

 

5. La enfermedad emocional es el resultado de emociones dañosas como el enojo, el odio, el amargor, etc.

 

6. La enfermedad mental es una condición mental que es el resultado del retraso, enfermedad, averías, defectos de nacimiento, y las condiciones psicológicas no causadas directamente por la presencia demoníaca.

 

7. Condiciones demoníacamente causadas incluyen la posesión, opresión, obsesión, y condiciones mentales y físicas demoníacamente causadas.

 

CAPÍTULO SIETE:

 

1. Jeremías 29:11.

 

2. Una enfermedad para la gloria de Dios y una enfermedad para la muerte.

 

3. La muerte prematura y la muerte designada.

 

CAPÍTULO OCHO:

 

1. Isaías 53:5.

 

2. Vea la discusión en Capítulo Ocho.

 

3. Vea la discusión en Capítulo Ocho.

 

4. Las siguientes Escrituras demuestran que la sanidad es un beneficio de la expiación de Jesucristo:

 

n       Isaías 53:4-5

n       1 Pedro 2:24

n       Salmos 103:2-3

n       Mateo 8:17

 

5. Vea la discusión en Capítulo Ocho.

 

6. Las siguientes referencias de la Biblia comprueban que todos los creyentes deben estar involucrados en la sanidad y liberación:

 

n       Mateo 10:1-42; 16:17-19; 28:16-20

n       Marcos 6:7-13; 16:14-20

n       Lucas 9:1-6; 10:1-24; 24:44-53

n       Hechos 1:1-11

 

7.

 

n       Si su preocupación primaria es el Reino de Dios, todas las otras cosas necesarias se proporcionarán.

n       Para recibir, usted debe dar.

n       Nada es imposible con Dios.

 

CAPÍTULO NUEVE:

 

1. Mateo 8:16-17.

 

2.

 

n       Demuestra el carácter de Dios.

n       Glorifica a Dios.

n       Confirma a Jesús como el Salvador y Mesías.

n       Verifica el mensajero y el mensaje.

n       Encoraja la receptividad al Evangelio.

n       Establece el Reino de Dios.

n       Demuestra el juicio sobre el enemigo.

n       Aumenta a los líderes espirituales.

n       Resulta en gran alegría.

 

CAPÍTULO DIEZ:

 

1. 1 Corintios 12:7-9.

 

2. El Espíritu Santo es parte de la naturaleza triuna de Dios.

 

3. Vea el resumen en Capítulo Diez.

 

4. Los dones  espirituales son habilidades sobrenaturales dadas por el Espíritu Santo a un creyente para ministrar como parte del Cuerpo de Cristo.

 

5. Un creyente con dones de sanidades tiene la habilidad de permitir el poder de Dios fluir a través de él para restaurar la salud aparte del uso de métodos naturales. Todos los creyentes son comisionados para orar por el enfermo, pero un creyente con un don de sanar se usa específicamente y de forma consistente por Dios en este área de ministerio.

 

6.

 

n       Enseñanza y exhortación.

n       Profecía, lenguas, interpretación.

n       Discernimiento de espíritus.

n       El don de fe.

n       Palabra de conocimiento.

n       Palabra de sabiduría.

n       Don de milagros.

 

7.

 

n       Pastores (líderes espirituales): Ezequiel 34

n       Ancianos y diáconos: Santiago 5:14

n       Creyentes comunes: Santiago 5:16; Lucas 16:15-18

n       Aquellos con dones especiales de sanidad: 1 Corintios 12:9

n       La Iglesia entera (debe ser un centro de sanidad): Lucas 14:16-24

 

CAPÍTULO ONCE:

 

1. Salmos 119:25-28.

 

2. Repase la discusión en este capítulo sobre cada una de las tradiciones.

 

CAPÍTULO DOCE:

 

1. Isaías 19:22.

 

2. La Biblia dice que era un mensajero de Satanás.

 

3. El aguijón en la carne de Pablo era un mensajero de Satanás enviado para abofetearlo.

 

4. Se permitió por tres razones:

 

n       Prevenir el pecado.

n       Cumplir la profecía.

n       Proporcionar fuerza.

 

5. Él lo abofeteaba.

 

6. Vea la lista de las varias manifestaciones discutidas en Capítulo Doce.

 

7. Pablo habla de su “enfermedad” que significa, “falta de fuerza, debilidad, una incapacidad para producir resultados a través de sus propias habilidades naturales”. A través de esta debilidad, el poder y la fuerza de Dios se manifestó.

 

CAPÍTULO TRECE:

 

1. Deuteronomio 29:29.

 

2. Una variable es un factor que causa variaciones o resultados diferentes.

 

3. Vea la discusión en Capítulo Trece.

 

CAPÍTULO CATORCE:

 

1. Mateo 10:7-8.

 

2. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Catorce.

 

3. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Catorce.

 

CAPÍTULO QUINCE:

 

1. Hebreos 4:15-16.

 

2. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Quince.

 

3. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Quince.

 

CAPÍTULO DIECISÉIS:

 

1. 2 Corintios 4:16-18)

 

2. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Dieciséis.

 

CAPÍTULO DIECISIETE:

 

1. Lucas 9:1.

 

2. Los espíritus de enfermedad, espíritus seductores, espíritus inmundos.

 

3. El don de discernir espíritus le permite a un creyente discernir los espíritus que operan en otros y discernir inmediatamente si o no una persona tiene un espíritu malo que opera a través de o contra él. Previene la decepción seductora o los espíritus mentirosos. Uno con este don puede reconocer las tácticas y los motivos malos de poderes demoníacos.

 

4. Ser oprimido por demonios significa que los poderes demoníacos llevan la persona abajo, vienen contra ella, o la ligan desde el exterior.

 

5. Compare su lista a la lista cedida en Capítulo Diecisiete.

 

6. Ser obsesionado por demonios significa ser consumido por un interés en los demonios, Satanás, y el sobrenatural.

 

7. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Diecisiete.

 

8. La posesión por demonios es una condición en la cuál los espíritus más malignos (demonios) habitan el cuerpo de un ser humano y toman a voluntad el control completo de su víctima.

 

9. Compare su lista a la lista cedida en Capítulo Diecisiete.

 

10. Compare su respuesta a la lista en Capítulo Diecisiete.

 

CAPÍTULO DIECIOCHO:

 

1. Mateo 10:1.

 

2. Todos los creyentes renacidos.

 

3. Vea la discusión en Capítulo Dieciocho.

 

4. Vea la discusión en Capítulo Dieciocho.

 

5. Vea la discusión en Capítulo Dieciocho.

 

CAPÍTULO DIECINUEVE:

 

1. Mateo 10:8.

 

2. Vea la discusión en Capítulo Diecinueve.

 

3. Vea la discusión en Capítulo Diecinueve.

 

CAPÍTULO VEINTE:

 

1. Salmos 37:4-5.

 

2. Compare su respuesta a la discusión en Capítulo Veinte.

 

 



[1] El estudio de las palabras es según la Traducción del Original.